As¨ª es Art Reef, el nuevo museo submarino ef¨ªmero en Albufeira
El artista portugu¨¦s Vhils ha inaugurado su ¨²ltimo proyecto internacional a una milla de la costa del Algarve y a 10 metros bajo el mar. Trece obras hechas de deshechos de tres centrales t¨¦rmicas convertidas en piezas para albergar y crear vida marina, y que solo pueden verse con escafandra de buceo aut¨®nomo
Sentado en la banda de estribor observo hacia mar adentro esperando ver una familia de delfines. ¡°A veces se acercan¡±, hab¨ªa comentado Mario, el patr¨®n del barco. Pero hoy no hay suerte. Una gaviota ronda la embarcaci¨®n, da un par de vueltas y se vuelve a la costa. No parece que vayamos a ver m¨¢s vida marina hasta que nos sumerjamos. Cinco minutos de traves¨ªa y se llega al punto de inmersi¨®n. Una boya amarilla con el identificativo Art Reef marca el punto exacto. Flota a una milla de la costa a contraluz de los acantilados de Albufeira, en el Algarve portugu¨¦s. Las nubes se agolpan y desaparecen constantemente mientras nos pertrechamos con las equipaciones de buceo. A pesar de la nubosidad, el viento no se ha levantado y el mar est¨¢ en calma, al menos en superficie. Es un buen d¨ªa para bucear.
El artista portugues Alexandre Farto, de nombre art¨ªstico Vhils, ha inaugurado recientemente su ¨²ltimo proyecto internacional a 10 metros por debajo por debajo de la superficie del mar. Probablemente su obra m¨¢s impactante, con el mensaje m¨¢s contundente y que solo puede ser visitada con escafandra de buceo aut¨®nomo. El dive master grita ¡°libre¡±. Sem¨¢foro verde para dar un gran paso fuera de la borda y producir un gran borboll¨®n en el agua. Nadamos hacia la baliza amarilla y empezamos a descender por el cabo que la tiene anclada al fondo. Comienza la inmersi¨®n.
Pronto se alcanza la barrera t¨¦rmica que separa las aguas templadas de superficie de las fr¨ªas que barren el fondo. La visibilidad no es muy buena, apenas una burbuja de siete metros, tras cuyos l¨ªmites se extiende una neblina escondiendo el universo submarino. Estamos en el Atl¨¢ntico. Penetramos en la bruma, cada vez m¨¢s oscura y, lentamente, aparece una gran forma fantasmag¨®rica. Parece la silueta del m¨®dulo lunar del Apolo 12. Una gran plataforma de cemento sobre la que se alza la estructura que el artista ha bautizado como Periscopio. Es un gran cilindro con tres grandes ventanas orientadas a Europa, ?frica y Am¨¦rica. Cada ventana tiene un intercalario forjado en hierro con forma de gran ojo que observa. Por su gl¨®bulo transitan miriadas de alevines plateados. Deben confundirse con las ramas de un extra?o corral f¨¦rreo. Proseguimos con la inmersi¨®n flotando sobre el museo submarino Art Reef.
13 obras, seis conjuntos, 1 mensaje
La exposici¨®n submarina Art Reef se compone de 13 piezas fraguadas en hierro y hormig¨®n, algunas de varias toneladas, construidas con materiales extra¨ªdos de tres centrales t¨¦rmicas desmanteladas: Sines, Carregado y Soto de Ribera, en Espa?a. Se extienden por el lecho marino en un ¨¢rea de 1.250 metros cuadrados a cota de 10 metros bajo el mar, y est¨¢n agrupadas en seis conjuntos que muestran rostros, huellas, escenarios urbanos y naturales. ¡°La oportunidad de reconvertir el material resultante del proceso de desmantelamiento de las antiguas centrales de EDP tiene la virtud de facilitar el acceso a materiales ¨²nicos, con una enorme carga hist¨®rica, de contribuir a un proceso de descarbonizaci¨®n y de estimular la biodiversidad a trav¨¦s del arte¡±, observa Vhils, el autor del museo.
Cada conjunto de obras tiene un nombre y un mensaje para los privilegiados buceadores que puedan disfrutar de una visita a tan peculiar y ef¨ªmera muestra art¨ªstica.
- Heros (h¨¦roes). Tres esculturas de hormig¨®n rinden homenaje a los h¨¦roes an¨®nimos que simbolizan la relaci¨®n del hombre con el mar. La inclinaci¨®n de las piezas, con sus rostros en relieve, optimiza el reflejo de la luz, haci¨¦ndolas m¨¢s visibles para los buceadores.
- C¨¢rcer (c¨¢rcel). Un antiguo dep¨®sito de agua de la central el¨¦ctrica de Carregado sirve de lienzo a Vhils para reproducir una ciudad. M¨¢ximo exponente del desarrollo tecnol¨®gico, econ¨®mico, social y cultural, las ciudades tambi¨¦n representan una p¨¦rdida de conexi¨®n con el mundo natural. La barrera urbana y el ciclo de consumo nos encorsetan en el desequilibrio que causamos al ecosistema.
- Pegada (huella). Muchas poblaciones se ven amenazadas por la subida aparentemente imparable del nivel medio del agua. Esta escultura pone en una balanza tres fechas que demuestran este impacto en el planeta y en las personas. En 1880 comenz¨® a medirse el nivel del mar; en 1993 se aceler¨® la subida; y 2022 es el registro m¨¢s reciente, un punto de no retorno.
- Equilibrium (equilibrio). Esta pieza demuestra que, con los conocimientos y gestos adecuados, podemos crear las condiciones para la vida. El t¨®tem formado por tres piezas procedentes de una central el¨¦ctrica espa?ola alberga fauna marina. Y en las estructuras laminares que lo rodean, cinco caras de coral de metal, otros corales reales se funden con la obra. Los materiales proceden de Asturias, los corales, del Algarve.
- Olhar (mirar). Al final del recorrido, cuando la presi¨®n de aire en el tanque de buceo exige volver a la superficie, la ¨²ltima pieza revela una mirada incrustada en el fondo marino, una advertencia para estar m¨¢s atentos a nuestro impacto. El ojo que emerge del fondo marino tambi¨¦n nos observa. Nos recuerda que, al igual que el ox¨ªgeno del tanque se est¨¢ agotando, el planeta necesita nuestra acci¨®n.
- Perisc¨®pio. La conquista del mar inici¨® la globalizaci¨®n y conect¨® los continentes. En la pieza inicial de EDP Art Reef, al pasar por el centro de la carbonera de Sines, se pueden ver los tres horizontes atl¨¢nticos, tres aberturas orientadas geogr¨¢ficamente hacia Europa, ?frica y Am¨¦rica. Tambi¨¦n vemos a sus habitantes, un rostro contempor¨¢neo tallado en hierro para cada continente.
Arrecife de arte y cuna de vida
He buceado entre pecios, restos de aviones hundidos, yacimientos arqueol¨®gicos sumergidos e incluso otros en museos submarinos, pero esta es la primera vez en la que me deslizo entre obras de arte que tienen otra funci¨®n, adem¨¢s de la principal del arte de evocar emociones. Vhils concibi¨® sus piezas para albergar y crear vida marina. Las estructuras incorporan pasadizos, recovecos, agujeros y huecos de diversas formas y tama?os ideados para proporcionar el esqueleto de un aut¨¦ntico arrecife marino rebosante de vida. En estos escondrijos los alevines encuentran refugios; las an¨¦monas, sustrato para crecer; pulpos, congrios y centollos pueden emboscarse y cazar. Los nudibranquios colorean los pl¨¢sticos escollos mientras pastan sobre algas, esponjas y corales. Art Reef no es un museo as¨¦ptico.
Son precisamente estos ¨²ltimos animales, los corales, los que han determinado la ¡°utilidad¡± de las obras del artista luso. Desde el inicio de la idea de este museo submarino, Vhils ha colaborado con el Centro de Ciencias do Mar do Algarve en el proyecto conocido como Plant a Coral, con la misi¨®n de rescatar los ¨¢rboles de coral atrapados en las redes de pesca, recuperarlos en el laboratorio y volverlos a plantar en el fondo marino en las mejores condiciones posibles. Con esta idea en mente, Vhils dise?¨® las 13 obras de arte y eligi¨® una ubicaci¨®n para su arrecife artificial en el que los corales plantados, y la vida marina que precisa de los bosques de coral para progresar, tuviesen la mejor oportunidad. A cinco minutos del puerto deportivo de Albufeira y una milla n¨¢utica de la costa, a una profundidad de entre 8 a 12 metros, sobre un lecho arenoso y protegido por un baj¨ªo espigado rocoso. Aqu¨ª el arrecife recibe luz y las ricas corrientes fr¨ªas del Atl¨¢ntico, para que el bentos (la fauna s¨¦sil) y los card¨²menes de alevines evolucionen en un ecosistema pr¨®spero.
No es un punto aleatorio. Mario, dive master de Easy Divers, experto conocedor de la franja marina del Algarve y colaborador en el proyecto, redujo las opciones a las coordenadas donde levantar Art Reef, y este dive spot re¨²ne las condiciones ¨®ptimas¡ pero no solo para la recuperaci¨®n de los bosques de coral y la biodiversidad marina asociada. En este punto de buceo, las obras de arte son visitables f¨¢cilmente por los buceadores. La profundidad a la que se encuentran permite, en los d¨ªas claros y sin mar de fondo, que la luz las ba?e y transforme sus im¨¢genes con mil matices. Adem¨¢s, los escollos rocosos las proteger¨¢n de las terribles tormentas atl¨¢nticas de invierno para que perduren el m¨¢ximo tiempo posible.
Sin embargo, a pesar de toda la planificaci¨®n para elegir el sitio, y el mantenimiento de las obras para que los efectos de la erosi¨®n marina se reduzcan al m¨ªnimo posible, el museo sumergido Art Reef no durar¨¢ para siempre. Ser plataforma para la creaci¨®n de un ecosistema en donde los corales y especies concomitantes florezcan tiene un precio. Con el tiempo, las obras se ver¨¢n cubiertas de alfombras de algas y canopia coralina. La comunidad viva horadar¨¢ los refugios y recovecos en el hormig¨®n, desfigurando los rostros esculpidos y la acci¨®n electroqu¨ªmica del agua salada provocar¨¢ la corrosi¨®n del hierro y desmenuzar¨¢ las piezas met¨¢licas que las corrientes arrastrar¨¢n por el arenal. La vida es cambio y muerte, el arte, en este caso, lo ser¨¢ tambi¨¦n.
Art Reef no es la Mona Lisa ni el David de Miguel Angel, no durar¨¢ siglos. As¨ª que todo aquel que disponga de un certificado de buceo, no debe desaprovechar la oportunidad de sumergirse en uno de los museos submarinos cuya muerte supondr¨¢ la floraci¨®n de nueva esperanza para la vida marina.
Vhils, el artista callejero m¨¢s versatil
Nacido en 1987, Alexandre Farto ha desarrollado un lenguaje visual ¨²nico fundamentado en la eliminaci¨®n de las capas superficiales de paredes y otros soportes con herramientas y t¨¦cnicas no convencionales. Comenz¨® a interactuar con el entorno urbano a trav¨¦s de la pr¨¢ctica del grafiti a principios de la d¨¦cada de 2000. Al retirar las capas de la cultura material como un arque¨®logo urbano moderno, reflexiona sobre el impacto de la urbanidad, el desarrollo y la homogeneizaci¨®n global en los paisajes y las vidas de las personas. Destruyendo para crear, ofrece declaraciones visuales poderosas y po¨¦ticas a partir de materiales que la ciudad deshecha, humanizando las zonas deprimidas con sus conmovedores retratos a gran escala.
Desde 2005 ha estado presentando su trabajo por todo el mundo en exposiciones y eventos, desde trabajos con comunidades en las favelas de R¨ªo de Janeiro hasta colaboraciones con reputadas instituciones, como MAAT (Museo de Arte, Arquitectura y Tecnolog¨ªa) de Lisboa; el Centro Contempor¨¢neo de Artes de Cincinnati; Le Centquatre-Paris (Par¨ªs); el museo CAFA, en Pek¨ªn; el Hong Kong Fundaci¨®n de Arte Contempor¨¢neo; el Palacio de Tokyo de Par¨ªs; y el Museo de Arte Contempor¨¢neo de San Diego (EE UU).
?vido experimentalista, adem¨¢s de su innovadora t¨¦cnica de tallado en bajorrelieve, Vhils ha ido desarrollando su est¨¦tica personal en una pluralidad de medios: desde la pintura con stencil, o estarcido, hasta el grabado en metal, desde explosiones pirot¨¦cnicas hasta instalaciones escult¨®ricas. Tambi¨¦n ha dirigido varios v¨ªdeos musicales, cortometrajes y dos producciones teatrales. Trabaja con varias galer¨ªas l¨ªderes, incluida la Galer¨ªa Vera Cort¨ºs (Portugal) y la Galer¨ªa Danysz (Francia y China), Delimbo Gallery (Espa?a) y Over the Influence Gallery (Hong Kong y EE UU). Su obra est¨¢ representada en varias colecciones p¨²blicas y privadas de varios pa¨ªses. Art Reef es su ¨²ltimo proyecto, con el que colabora para recuperar los ecosistemas marinos y lanzar un mensaje ambientalista.
Informaci¨®n pr¨¢ctica
- Buceo. Easy Divers son colaboradores en el proyecto de Art Reef. Un centro cinco estrellas que cuenta con un magnífico catamarán tuneado para el buceo.
- Dormir. Hotel Santa Eulália, un alojamiento con acceso a una magnífica playa justo en frente del Art Reef y a cinco minutos del puerto de Albufeira.
- Comer. Si le gustan los vinos, en Veneza Restaurant los tienen todos, casi literalmente, para regar un menú portugués de primer orden.
- Visitar. A una hora de Alfubeira espera Sagres, la barbilla de la península Ibérica, el extremo suroccidental de Europa, orlada por paisajes salvajes fantásticos para el surf. Destino ineludible.
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