Sobrevolar Maspalomas en paraca¨ªdas, sobar anchoas y m¨¢s experiencias costeras por Espa?a para una primavera con may¨²sculas
De los cielos de la isla de Gran Canaria a la lonja de Estepona o una granja en Asturias. Doce propuestas para divertirse viajando por el litoral espa?ol
Menos pantallas, menos compra de bienes y m¨¢s experiencias novedosas, repiten como un mantra los modernos viajeros. Poca teor¨ªa y mucha pr¨¢ctica. En esa l¨ªnea, que incita la curiosidad de saber, se articulan estas 12 experiencias que se pueden vivir en distintos puntos de la costa espa?ola, desde elaborar anchoas a lanzarse en paraca¨ªdas o pernoctar en un faro.
Chute canario de adrenalina
Son siete minutos, apenas un rato de skydive (paracaidismo), los justos para saltar desde la avioneta enganchado al supervisor del t¨¢ndem por un arn¨¦s y emprender al un¨ªsono una ca¨ªda de 3.000 metros sobre el espectacular campo de dunas de Maspalomas (San Bartolom¨¦ de Tirajana), en el sur de la isla de Gran Canaria. Pasar de los 135 kilometros por hora de la inercia de la avioneta a los 240 kil¨®metros por hora que se alcanza durante el descenso supone todo un hito para cualquier mortal ¨¢vido de experiencias. Tras la euforia y la sensaci¨®n de libertad que produce la ca¨ªda libre, el paraca¨ªdas se abre por etapas un kil¨®metro y medio antes de aterrizar el t¨¢ndem suavemente en la playa del Ingl¨¦s. ¡°Se siente la fuerza del viento, la sensaci¨®n de flotar (no de caer), salvo que atravesemos una nube. Nada que ver con las sensaciones aterradoras de algunas atracciones de parques tem¨¢ticos, precisamente por la presencia de referencias visuales que nos hacen sentir la velocidad multiplicada¡±, apunta Leo Magno, consejero delegado de Ijump, la empresa que hace del paracaidismo una actividad l¨²dica y memorable por 299 euros cada salto. Ya solo por las vistas a¨¦reas del sur de Gran Canaria merece la pena.
El vuelo en t¨¢ndem se puede completar en pareja ¡ªdobles parejas, se entiende¡ª con un peque?o descuento. Asimismo se puede contratar un reportaje de fotos o v¨ªdeo por parte del mismo instructor ¡ªequipado con c¨¢maras handman de alta definici¨®n¡ª, o bien cabe la opci¨®n de inmortalizar el salto con un fot¨®grafo externo que se lance a la par que nosotros.
Marisqueo a la vista
A Illa de Arousa (Pontevedra), ¨²nico municipio insular de Galicia, es un precioso escenario desde el cual navegar por la r¨ªa arosana. En el puerto de Xucre, al norte de la isla, tiene su base el taxi acu¨¢tico Amare Turismo N¨¢utico. Su interesante Ruta de las Artes de Pesca, guiada, se lleva a cabo, obviamente, de lunes a viernes, salvo festivos, y en ella no existe un gui¨®n preestablecido ni ning¨²n mariscador se hace el encontradizo. Cada singladura es diferente, y las dos horas dan mucho de s¨ª. Quiz¨¢ lo m¨¢s curioso sea contemplar el marisqueo a flote: c¨®mo los ra?ieros capturan, de forma rudimentaria, las almejas vali¨¦ndose de un largo rastrillo ¡ªde nombre ra?o¡ª con u?as largas, que se clava en el fondo y, tras removerse, se iza a la embarcaci¨®n, no sin esfuerzo. Tambi¨¦n se observa c¨®mo se extraen navajas y camarones, chocos y pulpos, las centollas y, c¨®mo no, se visita una batea de ostras.
Habitualmente se circunda la isla, acerc¨¢ndose a fotografiar el islote playero de Areoso, de acceso restringido desde 2023. La salida m¨ªnima es para dos personas (120 euros), precio que se va rebajando hasta la mitad si se coincide con otros pasajeros, algo muy factible conforme avanza la primavera.
Apicultores por un d¨ªa
El Perell¨® (Tarragona), ribere?o del Mediterr¨¢neo, es el primer pueblo catal¨¢n productor de miel, en buena medida por Mel Muria, firma creada en 1881 y a la que avalan seis generaciones de apicultores. La visita guiada al Centro de Interpretaci¨®n Ap¨ªcola causa una conmoci¨®n indiscutible en torno a las abejas, esas peque?as criaturas que tan bien se organizan y que tan relevantes son para la naturaleza e incluso nuestra supervivencia.
Despu¨¦s de explicar los productos de la colmena, las distintas funciones, tipos de ahumadores... se ve un v¨ªdeo en torno a la cultura ap¨ªcola, se pasa por la sala de extracci¨®n de miel, por la de envasado, por el museo y la fuente de miel, para finalizar con una degustaci¨®n, entre variedades ecol¨®gicas, con jengibre, naranja o prop¨®leo, entre otras. Merced al acristalamiento, hasta los m¨¢s aprensivos pueden curiosear enjambres a medio metro de distancia.
Lo mejor llega cuando el s¨¦quito de coches particulares parte hacia las colmenas, situadas a cinco kil¨®metros. Una vez vestidos con trajes de apicultor (son los ni?os los que m¨¢s disfrutan vestidos de astronautas), se abre la colmena y se sacan los panales rebosantes de abejas sedadas con el ahumador, distinguiendo a las obreras y a los z¨¢nganos; solo con much¨ªsima suerte se ve a la reina. Conviene reservar (precio: 13 euros; ni?os de 3 a 12 a?os, 9,10 euros).
Sobando anchoas
Llega la primavera y con ella el acercamiento para el desove a la costa cant¨¢brica del bocarte pata negra, el Engraulis encrasicolus ¡ªm¨¢s conocido como anchoa del Cant¨¢brico¡ª, en su migraci¨®n anual. Una particular manera de empaparse de este mundo conservero consiste en acercarse a Santo?a (Cantabria), capital indiscutible de la anchoa en salaz¨®n, producto semifresco sin¨®nimo de mar.
Aqu¨ª, Conservas Ana Mar¨ªa ha dado un salto cualitativo, sustituyendo la cl¨¢sica visita a la l¨ªnea de producci¨®n por la apertura, a finales de 2023, de la Galer¨ªa de Arte de la Anchoa, donde se documenta la evoluci¨®n hist¨®rica de la actividad y se ense?a su minucioso proceso de elaboraci¨®n artesana. Durante el recorrido guiado aparece la escenograf¨ªa de un barco encallado en el fondo del mar, junto con una rosa de los vientos y una carta de navegaci¨®n del Cant¨¢brico datada en 1940. Tras el v¨ªdeo de la costera del bocarte (pescado con redes de cerco) se asiste a la demostraci¨®n de una filetera limpiando y sobando anchoas de acuerdo a usos ancestrales. La entrada cuesta cinco euros e incluye una degustaci¨®n.
La visita a la galer¨ªa se puede alargar, dos domingos al mes, con un singular taller de Sobado de Anchoa, en el que se incluye la elaboraci¨®n completa ¡ªen cuesti¨®n de 80 minutos¡ª de un tarro de anchoas que el visitante podr¨¢ llevarse despu¨¦s a su casa (precio: 25 euros; 12 euros, menores de 12 a?os).
Velas, geles y aromas de Ibiza
Silvia Ripoll (Elche, 43 a?os) era profesora de Matem¨¢ticas en un instituto de Ibiza y, tras sufrir problemas de salud, decidi¨® cambiar de vida adoptando h¨¢bitos m¨¢s saludables, alej¨¢ndose de la toxicidad de ambientadores, desodorantes, cremas o productos de cosm¨¦tica. No solo le¨ªa con lupa las etiquetas, sino que se form¨® en una escuela de cosm¨¦tica, cuyas pr¨¢cticas con ingredientes naturales ibicencos distribu¨ªa entre sus amistades. Debido al ¨¦xito cosechado decidi¨® hacer buena su vocaci¨®n pedag¨®gica y poner en marcha Sa Terra, transmitiendo su saber en talleres personalizados.
Pocas personas creen que puedan elaborarse champ¨²s caseros, pero as¨ª es; el indicado para cabello graso, por ejemplo, lo amasa Ripoll con salvia, romero, arcilla verde y agua de mar. En el taller de velas se usa cera de soja, arroz y coco, junto con aromas de lavanda, c¨ªtricos o vainilla con Ylang-Ylang. Los perfumes s¨®lidos se trabajan con las mismas esencias usadas en las velas. Se organizan tambi¨¦n talleres de ambientadores, jabones, lapices de labios, te?idos vegetales para el pelo, prensado bot¨¢nico y hasta un set de belleza para mascotas. Los talleres duran unas tres horas: comienzan con un refrigerio y uno acaba llev¨¢ndose a casa un libro digital con informaci¨®n complementaria, junto con el material elaborado. Cuesta unos 45 euros por persona.
Bajo un manto de estrellas
En la isla canaria de La Palma mirar la b¨®veda celeste es como ponerse gafas de realidad virtual, pero sin el como. Cada noche, dependiendo de la presencia o no de viento o de mar de nubes, la astrof¨ªsica Ana Garc¨ªa, directora de AstroLaPalma, elige para sus tours astron¨®micos un mirador celeste, entre los 16, casi todos monta?osos, con los que est¨¢ dotada la llamada isla bonita. Al llegar, una vez se apagan las luces de los coches, un ¡°ooohh¡± de asombro sale de las bocas de los astroturistas ante el espect¨¢culo de estrellas contemplado desde un entorno natural. Tal es lo que depara esta isla declarada Reserva Starlight ¡ªlo que la reserva de la biosfera es a la tierra¡ª, el m¨¢ximo galard¨®n que certifica la calidad de los cielos, entre los mejores del mundo. Y es que La Palma cifra su orgullo para el disfrute astron¨®mico en su altura (hay que ir abrigado), una reducida contaminaci¨®n lum¨ªnica, la baja densidad demogr¨¢fica y la estabilidad atmosf¨¦rica, todo lo cual dar¨¢ la opci¨®n de buscar con un telescopio, y asesorados por gu¨ªas Starlight, una estrella doble, una galaxia vistosa, quiz¨¢ una nebulosa o una constelaci¨®n... y siempre la inevitable Osa Mayor. Todo explicado en un lenguaje sencillo y did¨¢ctico.
Esta primavera se dejar¨¢ ver el planeta J¨²piter, y para este verano ser¨¢ visible Saturno con sus sensacionales anillos. Precio, 33 euros (transporte no incluido). Preguntar por los tour fotogr¨¢ficos.
En horario diurno se suceden las visitas al Gran Telescopio Canarias, situado en el Roque de los Muchachos, la segunda cumbre canaria tras el Teide, elevado 2.434 metros sobre el nivel del mar.
Lo que hicieron los romanos por nosotros
Quien no haya estado en Cartagena (Regi¨®n de Murcia) durante el ¨²ltimo decenio se ha perdido un enorme caudal de descubrimientos romanos que Cartagena Puerto de Culturas est¨¢ pronta a divulgar. Hablamos de una de las urbes m¨¢s antiguas de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, estrat¨¦gico puerto natural conquistado por Roma en el a?o 209 antes de nuestra era.
Empezado a excavar en 2008, el foro, el centro de lo que fue la ciudad romana, se abri¨® a las visitas ¡ªsu museo y sus 5.500 metros cuadrados¡ª en 2021, con gran protagonismo por parte de las Musas, cuatro de las mejores pinturas romanas peninsulares, sin contar las termas, el templo de Isis o la curia (ayuntamiento). En las visitas guiadas se pueden alquilar tabletas que ayudan a recrear virtualmente el foro tal y como era. Antes de pasear junto a las gradas se visita el Museo del Teatro, con el mural pict¨®rico dedicado a Marte, fabuloso trampantojo escultural que ha llegado a la actualidad fragmentado. Cabe la posibilidad de usar gafas virtuales. Las excavaciones bajo la plaza de toros siguen deparando sorpresas en el anfiteatro romano (siglo I) ¡ªen especial, la fosa bestiaria y la gran sala reservada a los gladiadores¡ª, que se espera abra al p¨²blico despu¨¦s del verano. El tiquet combinado para cuatro museos cuesta 13 euros.
M¨¢s all¨¢ del imperio romano, cabe destacar la exposici¨®n sobre espionaje abierta, hasta el final del verano, en el Museo-Refugio de la Guerra Civil, que ten¨ªa capacidad para 5.500 personas. Recordar incluir en la visita a Cartagena la traves¨ªa en barco hasta la bocana del puerto.
Granja con encanto astur
Una de las excursiones familiares que combina a las mil maravillas con una visita al Museo del Jur¨¢sico de Asturias ¡ªque acaba de cumplir 20 a?os¡ª es la que programa, en la localidad asturiana de Colunga, la Granja Escuela Conlleu. Es esta una explotaci¨®n familiar con dos d¨¦cadas a sus espaldas, magn¨ªfica para conocer un mont¨®n de razas aut¨®ctonas repartidas a su aire por los praos de la finca. Durante el recorrido se puede interaccionar y dar de comer a los animales (el alimento lo proporciona la casa). En este arca de No¨¦ despierta el entusiasmo el gochu asturcelta, cerdo de orejas tan grandes que le tapan los ojos, y la oveja xalda, de lana oscura y el porte de una cr¨ªa de oveja merina. Junto a la pareja de caballos asturcones, de andar bonito, y su cr¨ªa, corretean la muy vivaces gallinas pita pintas, de vistoso plumaje moteado de negro sobre blanco. Vacas las hay asturiana de los valles, asturiana de la monta?a y La Vaca Lola: la pinta, la de raza frisona protagonista de las canciones infantiles. Uno de los burros es enano, y tanto los conejos de angora como la cabra enana no se cansan de recibir abrazos por parte de la concurrencia. El precio de la visita (6 euros), de unas dos horas de duraci¨®n, tiene el aliciente de un paseo infantil en poni.
El ¡®flysch¡¯, Churruca y los dinosaurios
La geolog¨ªa y el turismo tienen en los geoparques su piedra de toque; y, de momento, ninguno dispone de un cat¨¢logo tan variado de experiencias como el que brinda el Geoparque de la Costa Vasca, en torno a un fenomeno tan vistoso como es el flysch, donde la erosi¨®n marina ha generado una alternancia entre estratos duros (calizas y areniscas) y blandos (arcillas y margas). En Zumaia, Deba y Mutriku, al caminar rodeados de flysch, entenderemos la dimension del tiempo geol¨®gico, un libro de miles de p¨¢ginas en el que cada capa tiene 10.000 a?os.
Una de las excursiones m¨¢s atractivas durante los atardeceres primaverales consiste en embarcar en Zumaia, durante la bajamar, para detenerse frente a las cala de Algorri y as¨ª discernir una de las capas geol¨®gicas m¨¢s interesantes: el llamado l¨ªmite K-T, capa arcillosa de color oscuro fundamental para entender c¨®mo los dinosaurios se extinguieron tras el impacto, hace 65 millones de a?os, de un gigantesco meteorito frente a la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n (M¨¦xico). Despu¨¦s, a pie, se puede caminar hasta el mirador de Algorri y bajar a recorrer la playa de Itzurun, cuyas paredes hojaldradas la dotan de un gran valor est¨¦tico. La rasa mareal se tapiza en primavera con un alga de color verde fosforescente.
En Mutriku, aparte del museo de ammonites gigantes, se acaba de abrir, para visitas guiadas, el palacio Arrietakua (del siglo XVIII), donde vivieron el militar e ingeniero naval Antonio de Gazta?eta, as¨ª como Cosme Dami¨¢n Churruca, h¨¦roe de la batalla de Trafalgar: el m¨¢s egregio pasado marinero vasco. Las entradas tambi¨¦n se pueden adquirir en el geoparque.
Dormir en un faro
El faro de Isla Pancha, unido a la costa de Ribadeo (Lugo) por un puente de hormig¨®n de 16 metros, fue pionero en Espa?a a la hora de reconvertir viviendas de fareros en alojamiento. En este caso, son dos apartamentos gemelos de alto nivel (unos 200 euros la noche), con capacidad para cuatro personas cada uno, en los que no faltan la luz con dom¨®tica o el inodoro al modo japon¨¦s, con chorritos. Dichos apartamentos ocupan el edificio del faro original, de 1859, de planta cuadrada y tejado de pizarra a cuatro aguas. A 60 metros se yergue el faro cil¨ªndrico de 1983, en franjas negras y blancas. Su misi¨®n: iluminar la entrada a la r¨ªa de Ribadeo, separadora de Galicia y Asturias.
La experiencia es ¨²nica, sintiendo el constante batir de olas (impresionan las marejadas), el paso de aves y embarcaciones, as¨ª como el hipn¨®tico haz de luz que acompa?a toda la noche.
Al islote se accede libremente a pie, y cabe la opci¨®n de sentarse a tomar algo en la terraza parcialmente acristalada, que abre a partir de junio, de 12.00 a 19.30. La presencia de u?a de gato, de porte rastrero, genera una sensaci¨®n contradictoria, puesto que no deja de ser una planta invasora, si bien su mar de color p¨²rpura en este faro resulta fascinante durante el mes de abril, en el apogeo de su floraci¨®n.
Lo que fue garita del atalayero y caseta de los pr¨¢cticos (marinos que asesoran al capit¨¢n en la maniobra de entrada y atraque en el puerto), hoy sirve de mirador con forma de pajarera de madera, sin cierres laterales. A 10 minutos se encuentra la tur¨ªstica playa de Las Catedrales.
Agricultores de puertas abiertas
Si alguna etiqueta cabe adjudicar a la experiencia de Terragust es la del turismo agrario: hacer llegar al consumidor la agricultura que se practica en Manacor (Mallorca), unida a la vivencia que supone comer en primavera rodeados de ¨¢rboles frutales, y, en verano, junto a los vi?edos. Cinco agricultores han resuelto ense?ar sus fincas de cultivo ¡ªmayormente de verduras¡ª y explicar las forma de cultivo, las variedades aut¨®ctonas, la manera en que se recolectan sus frutas, verduras y hortalizas. Acto seguido se entrega un sombrero y una bolsa de tela para recolectar y llevarse a casa lo que se pueda cargar.
La visita se complementa con un men¨² degustaci¨®n de productos con los que antes nos hemos familiarizado: pa amb oli (sustancioso emparedado pay¨¦s) con pan artesano de Terragust, aceite de oliva mallorqu¨ªn, tomate de ramillete, embutidos Can Company, quesos menorquines, vinos y licor de hierbas. El tour guiado y la comida ¡ªunas tres horas en total¡ª cuestan 70 euros (15 euros para ni?os entre 2 y 12 a?os). En verano el precio sube a 75 euros, al incluirse una actuaci¨®n musical. Dos d¨ªas antes se recibe en el m¨®vil la ubicaci¨®n exacta de la explotaci¨®n elegida a visitar. Preguntar por la manera de adoptar un ¨¢rbol.
En la lonja
Los d¨ªas laborables, una escenograf¨ªa burbujeante y marinera se despliega en el puerto pesquero de la malague?a Estepona. All¨ª tiene Shonia Cruz su empresa Turismo Marinero, enfocada en dar a conocer la cultura, tradici¨®n y gastronom¨ªa marinera de la Costa del Sol. Sus excursiones se cuentan por experiencias. Los Secretos del Caladero, de unas tres horas de duraci¨®n, comienza con una traves¨ªa mar¨ªtima para asistir, en vivo y en directo, al ¨²ltimo lance de un barco arrastrero en su caladero. Una vez en el muelle se podr¨¢ ser testigo, sobre las cubiertas de los barcos, del final de la clasificaci¨®n de las capturas.
Todo en la lonja respira humedad y salitre; se identifican pescados y mariscos reci¨¦n descargados y se cuentan los pormenores de la subasta digital, antes de empezar un taller en el que se sugieren trucos para reconocer los pescados verdaderamente frescos y salvajes de los que no lo son, as¨ª como a conocer sus propiedades organol¨¦pticas (a partir de 47 euros).
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