El triunfo del terraplanismo

El 23 de febrero de 2021 se celebr¨® en el Congreso de los Diputados un espect¨¢culo casi tan fascinante como el del 23 de febrero de 1981. Los portavoces de seis partidos con representaci¨®n parlamentaria (ERC, EH Bildu, JuntsxCat, PDeCat, CUP y BNG) difundieron un manifiesto en el que se proclama que el intento de golpe de Estado del 23 de febrero fue ¡°una operaci¨®n de Estado¡± destinada a ¡°blindar el r¨¦gimen del 78¡±; en otras palabras: el golpe lo organiz¨® Juan Carlos I. Extra?amente, el acto no cont¨® con la presencia del todav¨ªa vicepresidente Iglesias, aunque s¨ª con su sonriente aprobaci¨®n. Poco despu¨¦s me entrevistaban acerca del aniversario del golpe en la televisi¨®n p¨²blica catalana, donde acababan de difundir con generosidad el acto del Congreso; as¨ª que, cuando el presentador del programa me cedi¨® la palabra, no tuve m¨¢s remedio que decir que lo que acababan de contar nuestros representantes democr¨¢ticos era un bulo. Sorprendido, el presentador me pregunt¨®, con gran amabilidad, si no me parec¨ªa bien cuestionar la versi¨®n oficial de los hechos; yo le repet¨ª, con la misma amabilidad (o eso intent¨¦), que lo que hab¨ªan emitido era simplemente un bulo y a?ad¨ª que lo que no me parec¨ªa bien era que los periodistas contribuyeran a la difusi¨®n de bulos, y mucho menos en una televisi¨®n p¨²blica, porque la verdad crea hombres y mujeres libres, mientras que la mentira s¨®lo crea esclavos.

Me equivoqu¨¦: no deb¨ª responder eso. Pido disculpas al periodista, a la audiencia de TV3 y a la afici¨®n en general. Lo que deb¨ª decir es que s¨ª, ya basta de versiones oficiales: Juan Carlos I mont¨® el golpe del 23 de febrero. Y no s¨®lo eso: el coronavirus es un coronacirco dise?ado por Bill Gates, el hombre jam¨¢s lleg¨® a la Luna, Espa?a es una dictadura, los catalanes cagamos mel i mat¨®, Elvis Presley vive oculto en las Monta?as Rocosas, el PSOE organiz¨® los atentados de Atocha (con la colaboraci¨®n de ETA) y Mocedades y Mari Trini los de las Torres Gemelas (con la colaboraci¨®n de Juan Carlos I). Y por supuesto deb¨ª a?adir que la Tierra es plana: ?pero c¨®mo demonios hemos podido tragarnos durante siglos la trola de que es redonda! ?Por Dios santo, as¨®mense a la ventana!¡­ Bien. Se preguntar¨¢n ustedes por qu¨¦ me sulfuro tanto por algo que al fin y al cabo ocurri¨® hace 40 a?os. La respuesta es triple. Primero, porque soy catal¨¢n y en Catalu?a ha triunfado el terraplanismo, que est¨¢ en el Gobierno. Segundo, porque ¡ªlamento tener que repetirme¡ª el pasado no ha pasado todav¨ªa: es una dimensi¨®n del presente sin la cual el presente est¨¢ mutilado. Y, tercero, porque lo primero que aprende cualquiera que tiene el poder o que aspira a ¨¦l ¡ªpor torpe o necio que sea¡ª es que para controlar el presente y el futuro es necesario controlar primero el pasado; dicho de otro modo: todo indica que en los ¨²ltimos a?os Juan Carlos I ha cometido unas cuantas fechor¨ªas ¡ªpor las cuales espero que responda ante la justicia¡ª, pero es un hecho que no s¨®lo par¨® el golpe del 23 de febrero, sino que fue fundamental para la extinci¨®n de la dictadura y la creaci¨®n de una democracia en Espa?a, de manera que los protagonistas de la charlotada del Congreso y sus palmeros piensan que aniquilar a Juan Carlos I es indispensable para aniquilar la democracia que ¨¦l contribuy¨® a crear, tambi¨¦n llamada R¨¦gimen del 78. Y, si para ello hace falta decir que la Tierra es plana, se dice. Y punto.

S¨ª: hay que cuestionar las llamadas verdades oficiales; pero, si la verdad oficial es verdad y la alternativa es un bulo, entonces hay que quedarse con la verdad oficial. S¨ª: la ¨²nica forma de hacer algo ¨²til con el futuro es tener el pasado siempre presente (sobre todo, el peor pasado); pero ese pasado debe ser veraz, no una versi¨®n ama?ada por quien aspira a llegar al poder, o a eternizarse en ¨¦l. S¨ª: la esencia del poder consiste en su voluntad de crecer y perpetuarse ¡ªpor eso todo pol¨ªtico contiene en germen un tirano¡ª, pero lo mejor que podemos hacer los ciudadanos para combatir su voracidad insaciable es combatir sus mentiras, que son el instrumento de la tiran¨ªa. El triunfo del terraplanismo es el triunfo de la esclavitud.