Contorsionismo comercial
Una versi¨®n de la Torre de Babel actual es aquella por la que confundimos el escaparate de un sex shop con el de una farmacia o el de una tienda de c¨¢psulas de caf¨¦ con el de una joyer¨ªa. El mundo est¨¢ lleno de cosas que quieren parecerse a otras. El de la foto es un ejemplo m¨¢s. ?No tomar¨ªa usted a primera vista ese muestrario de alcoholes por una exposici¨®n de perfumes? Es verdad que hay gente que cuando se le acaba el whisky se bebe la colonia, pero no se sabe de nadie que cuando se le acaba la colonia se ponga dos gotas de whisky detr¨¢s de las orejas. Parece indiscutible en cualquier caso que los due?os de la marca de alcohol de la fotograf¨ªa han pretendido, quiz¨¢ inconscientemente, contaminarlo del prestigio de un perfume car¨ªsimo.
No es lo mismo regalar un frasco de Chanel N? 5 que una botella de Johnnie Walker, pero si logras que el Johnnie Walker sepa, psicol¨®gicamente hablando, a Chanel N? 5, habr¨¢s matado dos p¨¢jaros de un tiro. En la antig¨¹edad se fumaba mucho porque se asociaba al hombre Marlboro con la naturaleza. Y all¨ª estaba aquel famoso vaquero a caballo para demostrarlo. Poco falt¨® para que se vendieran sus cajetillas en las boticas. Luego, el vaquero muri¨® de c¨¢ncer de pulm¨®n y toda aquella mitolog¨ªa se vino abajo de repente. El significado ¡°salud¡±, asociado al t¨¦rmino ¡°Marlboro¡±, se desliz¨® por debajo de ¨¦l y dej¨® paso al significado ¡°muerte¡±. No somos nadie, pero, cuando lo logramos, preferir¨ªamos ser otros o ser al mismo tiempo este y aquel. Hay contorsionistas pol¨ªticos y productos comerciales que lo consiguen. De eso iba este art¨ªculo.
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