Nacho Carretero y Arturo Lezcano, rodaje de una amistad
Los dos periodistas, y amigos desde hace 20 a?os, se embarcan en una aventura juntos: convertir sus minuciosas investigaciones period¨ªsticas en series de ficci¨®n.
Enfundados en oscuras sudaderas, los periodistas Nacho Carretero y Arturo Lezcano ¡ª40 y 46 a?os¡ª corren por el puerto de su A Coru?a natal, recreando una fuga policial; se cuelan furtivamente en las v¨ªas del tren; posan con actitud misteriosa junto a un coche¡ Esta cinematogr¨¢fica sesi¨®n de fotos se inspira en el reportaje sobre el crimen organizado en la Costa del Sol que estos dos compa?eros de profesi¨®n, y amigos desde hace 20 a?os, escribieron recientemente. Un trabajo publicado en EL PA?S al que han dedicado incontables horas, viajes y tardes de ca?as. Y que supuso el empuj¨®n definitivo para montar su propia productora, Ailalelo, con la que aspiran a convertir sus minuciosas investigaciones period¨ªsticas en series de ficci¨®n.
La primera, en marcha con el apoyo de Movistar, naci¨® precisamente de ese reportaje. Y no es para menos. La historia habla de mafiosos de la Camorra, delincuentes y narcotraficantes de todo el planeta que veranean a sus anchas en la lujosa e irreverente Marbella. Algo que ocurre desde hace d¨¦cadas en esta ciudad del sur. ¡°Fue un tema que siempre nos fascin¨®¡±, arranca Carretero. ¡°Y siempre nos pregunt¨¢bamos [de ca?as] por qu¨¦ nadie lo contaba como merec¨ªa¡±, sigue Lezcano. As¨ª que decidieron hacerlo ellos. Juntos.
Se conocieron en 2002, durante los entrenamientos del Deportivo de La Coru?a. En aquel entonces cubr¨ªan para distintos medios los partidos de ese club con el que rieron, gritaron o lloraron y al que a¨²n hoy son fieles ¡ªaunque los dos viven en Madrid, siguen siendo socios¡ª. En aquellos a?os la gente empez¨® a verlos como un t¨¢ndem. ¡°Nos siguen viendo as¨ª, aunque hemos pasado m¨¢s a?os de amistad a distancia que juntos¡±, dicen.
El deseo de ser periodistas trotamundos les uni¨®. Y tambi¨¦n separ¨® sus caminos en 2005. ¡°Siempre me quise ir de A Coru?a, pero mis padres no ten¨ªan los medios econ¨®micos para pagarme estudiar fuera¡±, recuerda Carretero, que ese a?o se fue a Madrid a ¡°currar de camarero¡±. Con lo que ahorraba se autoenviaba a territorios como Palestina para escribir reportajes que malvend¨ªa a su regreso. Lezcano, como buen gallego, se fue a hacer las Am¨¦ricas. Desembarc¨® en Argentina en 2006, luego en Brasil en 2012. Y regres¨® a Espa?a en 2018. En esos 12 a?os fund¨® una productora de informativos con la que recorri¨® todo el subcontinente cubriendo grandes acontecimientos para medios de todo el planeta. Un sue?o cumplido.
Carretero vivi¨® tambi¨¦n ¡°un periodo dulce de viajes y experiencias brutales, pero no ten¨ªa un pavo¡±. Recuerda lo mucho que deseaba que su amigo lo contratase. Lezcano le corta: ¡°Y yo te dije: ¡®T¨ªo, est¨¢s bien como est¨¢s. Haz de base Madrid, p¨ªrate aqu¨ª y all¨¢, que te vas a terminar colocando seguro¡¯. Y ?bum! Gran visionario yo¡±, r¨ªe. Lo dice por el ¨¦xito repentino de su colega. La mecha fue un reportaje por el 20? aniversario del genocidio en Ruanda. ¡°?Me lo compraron en 17 medios de toda Europa!¡±. Le llamaron entonces de peri¨®dicos como El Espa?ol o EL PA?S. Y escribi¨® su gran ¨¦xito, Fari?a (Libros del KO), y En el corredor de la muerte (Espasa), ambos convertidos en series. Esos trabajos le dieron experiencia audiovisual. Y Lezcano, que trabaja en Podium Podcast y en programas como Salvados, ha cosechado un perfil a medio camino entre el rigor period¨ªstico y la creatividad audiovisual. ¡°Siempre hab¨ªa un ruido de hacer algo juntos. ?bamos creciendo cada uno, form¨¢ndonos, hasta que se dio el momento¡±. La decisi¨®n la tomaron, evidentemente, estando de ca?as. ¡°Hab¨ªamos vuelto de Marbella, del repor, y comentando todo vimos claro que era la historia perfecta para una serie¡±, resume Lezcano, que acaba de publicar Madrid, 1983 (Libros del KO).
Meterse en la piel de unos actores era quiz¨¢s lo ¨²nico que les faltaba por hacer antes de arrancar Ailalelo. As¨ª que esa tarde se prestan al juego de las fotos con la paciencia y el buen rollo que les caracteriza. Y en cuanto el amago de rodaje termina, lo tienen claro: ¡°?Unas cervezas, no?¡±.
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