Vinos para brindar junto a la chimenea

El invierno es la mejor estaci¨®n para explorar la Espa?a del sol y los estilos de vino que ofrecen mucho en un solo sorbo, ya sea por la concentraci¨®n natural y las buenas maduraciones de las regiones de donde proceden como por los m¨¦todos de elaboraci¨®n.

Para quien no haya sucumbido a¨²n a los encantos de los vinos generosos (Jerez y Montilla son las grandes referencias en Espa?a), es el momento para aventurarse. No hay mejor manera de rematar un d¨ªa complicado que acurrucarse en el sof¨¢ con un amontillado viejo. Algunos preferir¨¢n la mayor estructura de un oloroso o un palo cortado, pero a m¨ª me gusta encontrar ese rastro salino de la primera crianza bajo el velo de flor, como ocurre en el muy yodado y afilado Amontillado Solera del Castillo, una edici¨®n limitada de Lustau para conmemorar su 125? aniversario que envejece en El Puerto de Santa Mar¨ªa y tiene 21,5 grados de alcohol.

Es el ejemplo m¨¢s reciente que he disfrutado de estos vinos que reconfortan y que por su intensidad y persistencia se pueden consumir en cantidades muy moderadas. La elaboraci¨®n implica habitualmente la adici¨®n de alcohol (fortificaci¨®n), pero adem¨¢s la concentraci¨®n que se produce durante el envejecimiento contribuye al aumento paulatino del grado.

Al aportar cierta dulzura y untuosidad, el alcohol es un buen aliado para conseguir paladares amplios, envolventes y voluptuosos que encajan muy bien en ese imaginario de los vinos reconfortantes de chimenea.

M¨¢s all¨¢ de los generosos, los de 14% de alcohol se han convertido en la graduaci¨®n habitual de una gran mayor¨ªa de los tintos y muchos superan esta barrera. Independientemente de la moda de las maduraciones un tanto extremas, por suerte en retroceso, y del aumento de las temperaturas medias a causa del calentamiento global, muchas regiones espa?olas ofrecen de forma natural vinos de potencia y concentraci¨®n que son perfectos para disfrutar en esta ¨¦poca del a?o. Son el resultado l¨®gico de su clima y, a menudo, de los bajos rendimientos de la vi?a, ya sea por la escasez de agua o la edad avanzada de las cepas.

El gran reto para los productores que trabajan en esas regiones es buscar una expresi¨®n equilibrada de lo que les da la tierra. El momento de vendimia, la mayor o menor extracci¨®n que se haga durante la fermentaci¨®n y la elecci¨®n de los recipientes y tiempos adecuados de envejecimiento son fundamentales. Pero tambi¨¦n es interesante explorar los recursos de frescura que puedan tener a su alcance.

En zonas continentales como la Ribera del Duero, las acusadas diferencias t¨¦rmicas entre el d¨ªa y la noche permiten que la variedad tempranillo preserve la acidez durante el proceso de maduraci¨®n. En la vecina Toro, el efecto es algo menos marcado y las maduraciones llegan antes y habitualmente de forma m¨¢s acelerada. En el altiplano levantino y el extremo suroriental de Castilla-La Mancha reina la bobal, una variedad r¨²stica capaz de conseguir buenos ¨ªndices de alcohol y acidez de forma simult¨¢nea.

El mapa de los tintos del sol incluye tambi¨¦n las regiones de la monastrell que confluyen entre las provincias de Murcia y Alicante y contin¨²a hacia el norte por la Terra Alta y las laderas escarpadas y pizarrosas del Priorat en Catalu?a, donde mandan la garnacha y la cari?ena. En el Mediterr¨¢neo, la calidez a menudo se atempera con las fragantes notas de hierbas mediterr¨¢neas y monte bajo que aparecen frecuentemente en los vinos. Aqu¨ª tambi¨¦n existe una larga tradici¨®n de vinos dulces, fortificados y oxidativos. Los m¨¢s famosos son quiz¨¢s el fondill¨®n alicantino y los rancios catalanes.

Mientras escrib¨ªa estas l¨ªneas he recibido un paquete de Vall Llach con tres frascos diminutos acompa?ados de los versos del poeta Miquel Mart¨ª i Pol que simbolizan el pasado, presente y futuro de esta bodega de Priorat. El ¨²ltimo estaba vac¨ªo, el del medio conten¨ªa una cari?ena de la ¨²ltima cosecha y el primero era un rancio seco con la madurez, sequedad y dureza de la tierra que, sin embargo, hab¨ªa concentrado de forma importante su acidez durante el envejecimiento. Incluso en las situaciones m¨¢s extremas surgen caminos de armon¨ªa.

Jumilla. G¨¦mina Cuv¨¦e Selecci¨®n 2018

Tinto. Jumilla Bodegas BSI. 100% monastrell. 14,5% vol. 15 euros.

La gama Gémina es la joya de la corona de la cooperativa más grande de Jumilla que se centra exclusivamente en viñedos de pie franco (sin injertar) y que en los últimos tiempos muestra perfiles cada vez más equilibrados. Este vino se elabora con cepas de más de 30 años de monastrell y rendimientos inferiores a un kilo por planta, resultado natural del cultivo de secano en una de las zonas con menos recursos hídricos de España. Es sabroso, profundo y terroso; una expresión muy sincera de su tierra. 

Priorat. Salanques 2019

Tinto. Priorat Celler Mas Doix. 65% garnacha, 25% cari?ena, 10% syrah. 15% vol. 35 euros.

Los vinos de Mas Doix tienen la virtud de unir concentración y nervio. No hay más secreto que unas cepas muy viejas (80 años las garnachas y 110 las cariñenas en este vino) con bajos rendimientos y su ubicación en uno de los pueblos más frescos de Priorat. Aquí hay mucho de todo: fruta, energía, estructura, acidez, persistencia y el final reconfortante que sirve de hilo conductor a este artículo. Pero también paisaje y terruño: unos mentolados muy finos enmarcados por ese fondo oscuro de la pizarra que, a ratos, recuerda al alquitrán. 

Toro. Pintia 2016

Tinto. Toro Bodegas y Vi?edos Pintia. 100% tinta de Toro (tempranillo). 14,5% vol. 49 euros.

En una de las zonas donde más fácilmente se desbocan los vinos por exceso de potencia y alcohol, la apuesta de Vega Sicilia con su proyecto Pintia siempre ha apuntado a la finura. Con lluvias refrescantes en septiembre y una maduración más lenta de lo habitual, esta es una de mis añadas favoritas por su refinamiento, profundidad y expresividad (violeta, aceituna, mentolados). La cosecha de 2017 que sale en unas semanas al mercado es algo más cálida, pero con el punto fuerte de su volumen amable y textura envolvente.