Tampoco caben Chaplin ni Keaton ni Gila ni Plauto
La impresi¨®n es que nadie quiere gobernar ni alcanzar el poder ni independizarse, nadie aspira a mejorar ni organizar nada |?Columna de Javier Mar¨ªas
Con la columna de hace una semana, ¡°Aqu¨ª no cabe ning¨²n Marx¡±, me qued¨¦ sin duda muy corto. Claro que la escrib¨ª cuando todav¨ªa no se hab¨ªa producido la c¨®mica y sospechosa votaci¨®n de la Reforma Laboral en el Congreso, que vale la pena rememorar: un partido navarro se hab¨ªa comprometido a aprobarla, pero en el ¨²ltimo instante sus dos representantes apelaron a su turbio pensamiento navarro y desobedecieron a sus mandos navarros. Y, oh casualidad, a continuaci¨®n, o un poco antes, un diputado del PP afirm¨® haberse equivocado cuatro veces y vot¨® a favor, mientras sus dem¨¢s compa?eros lo hac¨ªan en contra. El PSOE afirm¨® sin pruebas que a los pensadores navarros los hab¨ªa sobornado el PP, y en cambio nadie ha sugerido la posibilidad de que el PSOE sobornara al torpe, cuando parece bastante l¨®gico: ?se puede ser tan torpe, en verdad, como el diputado llamado Casero? Ese voto err¨®neo o comprado fue determinante para que la mencionada Reforma resultara aprobada, con lo que la Ministra de Trabajo D¨ªaz, en vez de fracasar estrepitosamente, obtuvo s¨®lo un inapelable fracaso moral. Esta votaci¨®n no solamente expuls¨® de esta ¨¦poca y este pa¨ªs a los Hermanos Marx, sino a Chaplin, Laurel y Hardy, Buster Keaton, Jerry Lewis, Bob Hope, los Monty Python, los responsables de Aterriza como puedas y por supuesto a Gila, uno de cuyos gags telef¨®nicos bien podr¨ªa haber sido: ¡°?Se pueden poner las Ministras de Trabajo o de Igualdad?¡± ¡°No, en este momento est¨¢n muy ocupadas votando¡±. ¡°Ah. ?La Reforma Laboral?¡± ¡°No, hombre, qu¨¦ dice. La canci¨®n del Festival de Benidorm¡±. Habr¨ªa carecido de gracia, por realista.
El momento en que suelo perder todo inter¨¦s y me lavo las manos repetidamente, con jab¨®n y con gel, es aquel en el que los aliados se empiezan a detestar y a pelear entre s¨ª. Es el signo de esta legislatura, gobernada por una coalici¨®n que asegura ¡°gozar de excelente salud¡± mientras se zahieren y critican unos a otros, se echan las culpas, se ponen zancadillas y se apu?alan. Los del actual PSOE, para mayor inri, odian a los del antiguo PSOE, y los de Podemos, de corta vida, ya se han escindido bien: M¨¢s Pa¨ªs, las Mareas gallegas, la secci¨®n andaluza, la catalana de Colau¡
Y qu¨¦ decir de los independentistas catalanes: es dif¨ªcil encontrar inter¨¦s en gentes de la Edad de Piedra, cuando tambi¨¦n los humanos eran p¨¦treos e incapaces de razonar, comprender ni aun escuchar. Pero si adem¨¢s los de Esquerra abominan de Junts ¡Á Cat, ¨¦stos de la CUP, ¨¦stos de los colauitas y ¨¦stos del anexionado PSC, entonces uno les da la espalda sin m¨¢s.
Apenas hab¨ªa pasado un mes del destierro de todos los c¨®micos modernos cuando lleg¨® la gresca del PP para echar tambi¨¦n a Arist¨®fanes, Plauto y Terencio. La direcci¨®n acus¨® de corrupci¨®n a su dirigente m¨¢s celebrada, D¨ªaz Ayuso, la cual, por su parte, llevaba tiempo lanz¨¢ndoles dardos y flechas al Presidente del partido, Casado, y a su lugarteniente Egea. Hay que recordar que a esa mujer la hab¨ªa nombrado el mismo Casado para optar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, que ella conquist¨® sobrada, barriendo, entre otros, a su fatuo contrincante Iglesias, que ¡ªno se olvide¡ª abandon¨® la Vicepresidencia del Gobierno para arrebatarle Madrid. Tambi¨¦n nombr¨® Casado portavoz de su formaci¨®n a Cayetana ?lvarez de Toledo, para luego expedientarla y sancionarla, mientras lo m¨¢s amable que ella dice de su partido se resume as¨ª: ¡°Es un vertedero¡±. Talento y ojo no se le pueden negar a Casado: es de los que cala a las personas con echarles tan s¨®lo un vistazo.
Con anterioridad Albert Rivera hundi¨® a Ciudadanos y lo dej¨® inservible para su sucesora Arrimadas, quien tuvo a su vez sus reyertas con correligionarios.
Si salimos de la pol¨ªtica, el panorama no cambia, es de divisi¨®n: unas feministas est¨¢n enfrentadas a otras a cuenta de los o las transg¨¦nero, que una nueva ley consagra como mujeres o varones a voluntad de los o las solicitantes. Y otras feministas andan a la gre?a a cuenta de la prostituci¨®n: unas quieren abolirla y prohibirla, sin aprender de la Historia que eso jam¨¢s ha funcionado, y otras regularizarla para que las trabajadoras del sector tengan mayor protecci¨®n e higiene, atenci¨®n m¨¦dica y dem¨¢s. Esto es, el mayor adversario de las feministas hoy es¡ feministas distintas.
La impresi¨®n causada es que nadie quiere gobernar ni alcanzar el poder ni independizarse; nadie aspira a mejorar ni organizar nada en ning¨²n terreno; y que todos, absolutamente todos, est¨¢n s¨®lo atentos a su parcelita o sill¨®n rid¨ªculos, a sus insignificantes deseos y a sus discusiones bizantinas; y que, en consecuencia, nadie trabaja ni imagina ni piensa, al estar todos absortos en lo ya conseguido: en sus sueldos, en sus cargos, en sus organizaciones min¨²sculas, en sus ojeadas furtivas y complacidas al espejo (pese a la tremenda competencia, el ejemplo m¨¢ximo de engreimiento es Laura Borr¨¤s). No s¨¦ c¨®mo pretenden que se los tome en serio. No s¨¦ c¨®mo los rebajados medios de comunicaci¨®n dedican p¨¢ginas y horas a esta patulea de vagos pueriles y jactanciosos, incapacitados para conducir un pa¨ªs. Ni siquiera Freedonia, aquella naci¨®n demente de Sopa de ganso gobernada por Groucho Marx, podr¨ªan ¨¦stos conducir.
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