Cuando las siglas no son todo: la f¨®rmula secreta de los alcaldes m¨¢s votados
?Qu¨¦ se necesita para ser un buen alcalde? ?Qu¨¦ cualidad aprecian sus votantes? ?Por qu¨¦ ganan las elecciones? Hemos recorrido Espa?a para entrevistar a ocho alcaldes que ya llevan m¨¢s de dos mandatos en el poder. Son los pol¨ªticos de la calle, aquellos que no necesitan de las encuestas para saber qu¨¦ piensan sus vecinos sobre su gesti¨®n. Se lo dicen a la cara, cada d¨ªa
Hace unos d¨ªas, una se?ora de La L¨ªnea de la Concepci¨®n se acerc¨® a Juan Franco y le dijo con cierto enfado:
¡ªAlcalde, el otro d¨ªa su hijo le dio una patada al m¨ªo.
¡ªY qu¨¦ quiere que yo le haga, si es defensa central¡
Es viernes. Son las dos de la tarde y hace un calor considerable en la plaza de toros de La L¨ªnea de la Concepci¨®n, un municipio gaditano de 63.000 habitantes situado a la sombra del pe?¨®n de Gibraltar, a una hora en coche de Marbella y a un paseo en barco de las costas de Marruecos. Un lujo o un polvor¨ªn, seg¨²n se mire. ¡°Yo soy el alcalde de dos ciudades¡±, explica, ¡°una de ellas es una ciudad normal, con unas ratios de desempleo y de formaci¨®n normales; y luego hay otra parte, que puede ser un 3% de la poblaci¨®n, que vive en una realidad paralela, en un Matrix donde el sistema de valores est¨¢ completamente distorsionado. Y, claro, de abuelos narcos y de padres narcos salen ni?os narcos¡±.
¡ªY con ese panorama, ?c¨®mo se le ocurre a un grupo de amigos sin una adscripci¨®n pol¨ªtica com¨²n presentarse a las municipales en 2015, gobernar por los pelos y, cuatro a?os despu¨¦s, borrar del mapa a la oposici¨®n?
¡ªPues yo te lo voy a contar, pero primero d¨¦jame que te ense?e lo bonita que nos ha quedado la plaza de toros.
Este viaje que empieza un viernes en La L¨ªnea terminar¨¢ el pr¨®ximo en Santa Coloma de Gramenet. Se trata de visitar a cuatro alcaldes y cuatro alcaldesas; unos j¨®venes y otros con larga experiencia, de partidos distintos y de ciudades con problemas diversos, pero con una caracter¨ªstica com¨²n: desde hace al menos dos mandatos han conseguido ganarse la confianza de sus vecinos m¨¢s all¨¢ de las siglas o de la ideolog¨ªa de cada cual. Son, valga la expresi¨®n, los pol¨ªticos de la gente, una parte m¨ªnima pero muy representativa de los 6.363 alcaldes (78,26%) y las 1.768 alcaldesas (21,74%) que gobiernan los 8.131 ayuntamientos espa?oles. La desproporci¨®n entre hombres y mujeres es considerable, pero nada que ver con la situaci¨®n en la primera legislatura democr¨¢tica. En las elecciones de 1979, las alcaldesas solo llegaban al 1% y la cifra de concejalas era del 3% ¡ªahora las mujeres ya ocupan el 40,82% de las concejal¨ªas¡ª. Es la evoluci¨®n de un pa¨ªs que ya se prepara para las elecciones municipales del 28 de mayo y que Luis Partida Brunete, de 76 a?os, ha presenciado sentado en el mismo sill¨®n, el de alcalde del municipio madrile?o de Villanueva de la Ca?ada.
¡ªTodo lo bueno que usted ver¨¢ aqu¨ª lo he hecho yo.
¡ªY lo malo, ?no?
¡ªClaro, tenga en cuenta que llevo siendo alcalde 44 a?os. Han sido 11 mandatos y ahora voy a hacer el duod¨¦cimo¡
¡ªEn el caso de que lo elijan¡
¡ªEspero que s¨ª, porque el trabajo lo he hecho, los deberes est¨¢n ah¨ª y la buena nota se refleja en las urnas. No hay que olvidar que, en 1979, hab¨ªa aqu¨ª un funcionario y 1.016 habitantes, ahora tenemos 240 funcionarios, 25.000 habitantes de derecho y en torno a 40.000 de hecho, en su mayor¨ªa universitarios. Lo que vea aqu¨ª es el reflejo de nuestra forma de actuar a lo largo de estos a?os. Villanueva de la Ca?ada fue pr¨¢cticamente destruida durante la Guerra Civil. Tuvo que ser reconstruida por la Direcci¨®n General de Regiones Devastadas¡
No hay m¨¢s que echar un vistazo a los resultados de las ¨²ltimas elecciones municipales en Villanueva y compararlos con los de las generales para comprobar que Luis Partida, que gobierna bajo las siglas del PP pero que empez¨® militando en la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) de Adolfo Su¨¢rez, tiene el perfil de esos alcaldes transversales, capaces de romper la inercia partidista e incluso ideol¨®gica de los votantes. Partida obtuvo en 2019 un total de 13 concejales, frente a 4 de Ciudadanos, 2 de Vox y otros 2 del PSOE. El 52% de sus vecinos le votaron a ¨¦l, mientras que en las generales su partido, el PP, solo obtuvo un apoyo del 34%. En n¨²meros redondos, el alcalde logr¨®, adem¨¢s de los de su partido, 1.800 votos de Vox, 400 de Ciudadanos, 700 del PSOE y casi 400 de Podemos¡
¡ªQu¨¦ barbaridad, alcalde. ?Y eso c¨®mo se hace?
¡ªTrabajo, ilusi¨®n, ganas y vocaci¨®n de servicio. Puedes fracasar en un proyecto, pero la gente va a decir que al menos lo intentaste. La gente valora la sinceridad. Yo no me ando con rodeos. Ah, y otra cosa.
¡ªD¨ªgame.
¡ªEn la pol¨ªtica municipal no se puede mentir. T¨² tienes que decir lo que vas a hacer, y si no lo haces, explicar por qu¨¦.
En eso consiste este viaje. En preguntar a estos alcaldes y alcaldesas ¡ªentre los que se encuentran algunos de los m¨¢s votados de Espa?a¡ª cu¨¢l fue su receta para que sus vecinos apostaran por ellos y, sobre todo, para que mantuvieran su confianza elecci¨®n tras elecci¨®n. Casi todas las entrevistas se hicieron paseando, mientras los alcaldes presum¨ªan de sus logros ¡ªuno ha combatido con escaleras mec¨¢nicas las acusadas pendientes de su ciudad, otro est¨¢ restaurando los edificios hist¨®ricos, aquella ha recuperado un gran paseo junto al r¨ªo¡¡ª, atend¨ªan alguna reclamaci¨®n de los vecinos ¡ªunos ¨¢rboles mal talados en Zamora, una farola que falta en una esquina arrasada por el volc¨¢n de La Palma¡¡ª o saludaban a aquella se?ora casi centenaria que hac¨ªa tiempo que no ve¨ªan ¡ª¡±hombre, Paquita, ?qu¨¦ tal est¨¢?, mire, estos son periodistas de EL PA?S, pero buena gente¡±, le aclar¨® Luis Partida a una de las vecinas m¨¢s antiguas de Villanueva de la Ca?ada¡ª. En general, un paseo amable en el mes de abril desde Canarias a Catalu?a y desde Valencia a Galicia en el que apenas vimos una nube y el alcalde de La L¨ªnea casi se achicharra mientras posaba para las fotos en los tendidos altos de la reci¨¦n restaurada plaza de toros.
¡ªDesde aqu¨ª se ve el Pe?¨®n. Es como un c¨ªclope. Siempre te est¨¢ mirando. No hay manera de esconderse.
Juan Franco tiene 47 a?os, es funcionario municipal en excedencia, licenciado en Derecho e Historia, un esp¨ªritu de liderazgo que ya tra¨ªa de f¨¢brica ¡ªcon 16 a?os entrenaba a un equipo de chavales y convenci¨® a sus padres para llev¨¢rselos a jugar un torneo de f¨²tbol a M¨¢laga¡ª y esa habilidad que tienen en C¨¢diz para atrapar al interlocutor. Antes de preguntarle cu¨¢l fue su secreto para que los vecinos de una ciudad acostumbrada al desen?canto lo votaran casi por unanimidad, merece la pena escuchar c¨®mo decidi¨® meterse en pol¨ªtica. Lo hace sentado en una terraza, con su segundo, Juan Mac¨ªas.
¡ªLa situaci¨®n era tan terrible que los ciudadanos corrientes solo ten¨ªamos dos opciones: o que se arreglara la situaci¨®n o salir pitando de La L¨ªnea. El deterioro de los servicios p¨²blicos era brutal, hasta el punto de que, en la legislatura 2011-2015, se llegaron a acumular 11 n¨®minas municipales pendientes de pago. Un d¨ªa, aquel grupo de amigos que nos conoc¨ªamos desde los 12 a?os nos volvimos a reunir para jugar un partido de f¨²tbol. Y mientras calent¨¢bamos, alguien dijo: ¡°En este equipo de aficionados hay gente m¨¢s preparada que en el equipo de gobierno de la ciudad¡±. Ah¨ª surgi¨® la idea. Si lo miramos desde la distancia, nos damos cuenta de que en aquel momento est¨¢bamos calentando el alcalde, el primer teniente de alcalde, el concejal de Urbanismo del futuro gobierno de la ciudad, el ide¨®logo del proyecto...
Juan Franco y sus amigos de la infancia crearon un partido y lo bautizaron La L¨ªnea 100¡Á100. En 2015 empataron con el PSOE a nueve concejales y dejaron al PP con cinco, a Izquierda Unida con uno y al Partido Andalucista con otro. Franco se propuso como alcalde de un gobierno de concentraci¨®n, los partidos principales se quitaron de en medio y se coron¨® en precario. Los resultados de cuatro a?os despu¨¦s hablan por s¨ª solos. La L¨ªnea 100¡Á100 obtuvo en 2019 el 67,5% de los votos y 21 de los 25 concejales en disputa. El PSOE se tuvo que conformar con 3 y el PP con 1.
¡ª?Me da usted la receta?
¡ªUna de las ideas principales fue: no hay que vender mucho, sino hacer mucho. La gente compra lo que haces, no compra lo que vendes. El secreto es hacer, hacer y hacer. Si te dedicas a vender no tienes tiempo de hacer. La segunda es que, como alcalde, me comunico con los ciudadanos directamente, por Facebook, por Instagram, quedo con ellos, me ven por la calle. La L¨ªnea no es una ciudad m¨¢s insegura que Marbella o que Estepona, pero tiene peor fama. No reh¨²yo el problema: soy el primer alcalde que ha reconocido abiertamente que tenemos un problema con el narco, pero sigo andando por la calle, sin escolta, y cualquiera se puede acercar a hablar conmigo. Ya lo hab¨¦is visto.
La siguiente parada es en Quatretonda, un municipio de la provincia de Valencia en el que, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en enero de 2022 estaban empadronados 2.143 habitantes, tres menos que en enero de 2021 y un par de cientos menos que hace 10 a?os. Este dato, casi milim¨¦trico, tiene tanta importancia en municipios peque?os que su alcaldesa, Aina Benavent, de la coalici¨®n Comprom¨ªs, se sabe de memoria ¡ªy lo subraya con una indisimulada alegr¨ªa¡ª cu¨¢ntos beb¨¦s han nacido en los ¨²ltimos a?os: ¡°En 2021, el a?o que naci¨® mi hija, nacieron solo ocho chiquillos, pero el a?o pasado fueron 26. Y este a?o tambi¨¦n se esperan bastantes, pero es algo extraordinario¡±.
Benavent, que tiene 35 a?os, es ingeniera agr¨®noma de formaci¨®n y ahora trabaja de maestra, cuenta que, adem¨¢s del envejecimiento de la poblaci¨®n, su otra gran preocupaci¨®n como alcaldesa es la escasez de vivienda. ¡°Habr¨¢ visto muchas casas vac¨ªas¡±, explica, ¡°pero son de personas que no las quieren poner a la venta, ya sea por nostalgia o porque no tienen necesidad. El caso es que cualquiera de esas viviendas, la t¨ªpica casa de pueblo de dos plantas y unos 200 metros cuadrados, cuesta a partir de los 150.000 euros y muchas de ellas est¨¢n para tirarlas. Y eso est¨¢ provocando que mucha gente, sobre todo j¨®venes, se acabe marchando.
¡ª?Y si no fuera por el envejecimiento de la poblaci¨®n y de lo dif¨ªcil que les resulta a los j¨®venes conseguir una vivienda?
¡ªEn Quatretonda se vive muy bien ¡ªpresume con una sonrisa de felicidad¡ª y creo que la clave para que los vecinos sigan confiando en m¨ª es la cercan¨ªa. Aunque parezca mentira, hay muchos vecinos que vienen aqu¨ª a que los escuches. A unos les puedes ayudar, a otros no, pero al menos sienten que est¨¢s cerca de ellos, que tienen mi tel¨¦fono y que cualquiera puede tener el recurso de llamarme o de enviarme un mensaje y decirme: ¡°Aina, esto no est¨¢ bien¡±.
¡ª?Y qu¨¦ le cuenta la gente?
¡ªDe todo. Hasta problemas personales o de pareja. Algunos no te conocen, pero conf¨ªan en que les puedas ayudar. Para m¨ª eso es lo m¨¢s bonito de la pol¨ªtica local.
De una alcaldesa joven a un veterano en la pol¨ªtica. Francisco Guarido tiene 65 a?os, pertenece a Izquierda Unida y es el alcalde de Zamora. Es otro de esos regidores que consiguieron darle la vuelta al tablero electoral con la ¨²nica carta de presentaci¨®n de su trabajo, primero en la oposici¨®n y luego en el gobierno. De hecho, mientras IU bajaba en Castilla y Le¨®n, Guarido fue creciendo en Zamora desde la primera vez que se present¨® a la alcald¨ªa. Fue en 1999, y entr¨® por los pelos, con el 5,1% de los votos. En las elecciones municipales de 2015, el PP logr¨® en Zamora 10 diputados; Izquierda Unida, 8, y el PSOE, 5. Guarido se erigi¨® en alcalde con el apoyo de los socialistas y, cuatro a?os despu¨¦s, en 2019, los resultados dejaron claro que al candidato comunista lo votaron partidarios del PP e incluso de Vox. Guarido logr¨® el 48% de los votos ¡ªm¨¢s del doble que el PP¡ª, se hizo con 14 concejales mientras los populares bajaban a 6 y los socialistas a 3.
¡ª?Cu¨¢l fue la clave de ese ¨¦xito a contracorriente?
¡ªCreo que una parte del ¨¦xito la tuvo una revista que repart¨ªamos en los buzones cada dos meses y en la que cont¨¢bamos lo que ¨ªbamos haciendo, ya fuera cuando est¨¢bamos en la oposici¨®n o luego en el gobierno. 33.000 ejemplares con mucha informaci¨®n. Mucha pedagog¨ªa, ninguna foto nuestra, y multitud de estad¨ªsticas, de gr¨¢ficos. Lo hac¨ªamos con el dinero que pon¨ªamos los cargos p¨²blicos.
De paseo por Zamora, Guarido cuenta que es muy importante que el cargo p¨²blico ¡ªya sea en la alcald¨ªa o en cualquier otro lugar¡ª lo haga por una cuesti¨®n de valores, de militancia, de querer cambiar la ciudad¡ ¡°Al estilo cl¨¢sico¡±, resume. ¡°Y para ello¡±, advierte, ¡°no puedes tener ataduras de ning¨²n tipo. Uno tiene que estar dispuesto a coger la maleta y marcharse en cualquier momento. Eso es muy importante para uno mismo y tambi¨¦n para que la gente lo perciba as¨ª. Ninguna atadura econ¨®mica, ni de sueldo, ni de prebendas¡¡±.
¡ª?Usted sabe qu¨¦ le valoran m¨¢s sus votantes?
¡ªEvidentemente aqu¨ª la gente no es comunista. Pero s¨ª que nos reconoce much¨ªsimo la dedicaci¨®n plena que tenemos, la honradez ¡ªcreo que la gente de derechas conf¨ªa m¨¢s en nosotros que en su propio partido¡ª, y valora tambi¨¦n una trayectoria. Piensan: ¡°Estos t¨ªos empezaron con Izquierda Unida, siguen con Izquierda Unida y, a pesar de la convulsi¨®n de Podemos y dem¨¢s, siguen con Izquierda Unida. Esta gente es de fiar¡¡±.
¡ª?Cu¨¢l es su mayor satisfacci¨®n?
¡ªComprobar que cuando se hacen cosas justas con decisi¨®n y sin grandes aspavientos, la gente las acepta. Aqu¨ª cambiamos los nombres de las calles sin ninguna resistencia, incluso el PP vot¨® a favor de algunos cambios. Una de mis mayores satisfacciones quiz¨¢s es que, gracias a nosotros, en Castilla y Le¨®n se mira a los comunistas de otra manera.
En la r¨ªa de Vigo hay dos municipios, uno frente al otro, que son la noche y el d¨ªa. Por el n¨²mero de habitantes, por el color pol¨ªtico de sus alcaldes y tambi¨¦n por la forma de hacer pol¨ªtica. Moa?a no llega a los 20.000 habitantes, Vigo tiene 300.000. La alcaldesa de Moa?a es del Bloque Nacionalista Galego (BNG), se llama Leticia Santos, tiene 37 a?os y de su gobierno destaca lo siguiente: ¡°Una de las principales diferencias es que el Ayuntamiento est¨¢ liderado por dos mujeres, la candidata socialista y yo. Eso no es habitual. Y las dos tenemos muy interiorizados valores que transmitimos al resto. La pol¨ªtica feminista, la defensa de nuestra identidad como gallegos, nuestra lengua, nuestra cultura¡ Y tambi¨¦n la cuesti¨®n medioambiental. Una de las primeras cosas que hicimos, y que nos han valorado mucho, es recuperar espacios para que la gente camine, sin la molestia constante de los coches¡¡±. Al otro lado de la r¨ªa, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, de 76 a?os y una larga carrera pol¨ªtica en el PSOE (lleg¨® a ser ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo con Felipe Gonz¨¢lez), se ha convertido en un fen¨®meno que no necesita presentaci¨®n.
¡ª?Eh, Abel, ?te haces una foto con nosotros?
Dar un paseo con el alcalde es un espect¨¢culo en s¨ª. Unos estudiantes de bachillerato le piden que se haga una foto con ellos, desde una ventana de un piso alto le saludan a gritos; Caballero se deja querer y posa como una estrella. En su despacho, junto a un ventanal tras el que luce esplendorosa la r¨ªa, casi no hacen falta preguntas. Su discurso de ¨¦xito est¨¢ avalado por unos resultados que nadie iguala. Es alcalde de Vigo desde 2007, pero si entonces consigui¨® 44.000 votos, nueve concejales y necesit¨® el apoyo del BNG para superar al PP y poder gobernar, ahora tiene 101.000 votos, el 67% del total, 20 de los 27 concejales de la corporaci¨®n y sigue sumando. Su discurso puede parecer una loa a s¨ª mismo, pero nadie como ¨¦l se lo puede permitir.
¡ª?Y ser¨ªa capaz de resumir cu¨¢l es la base de su ¨¦xito?
¡ªEl trabajo de alcalde es un ejercicio de empat¨ªa. Y la empat¨ªa la consigues a trav¨¦s de la gesti¨®n, de que todo vaya bien, pero tambi¨¦n de la relaci¨®n directa, del di¨¢logo, del pararte con todo el mundo, y de escuchar. Y, aunque no lo parezca, una alcald¨ªa es un ejercicio permanente de humildad. Hay que atender mucho a lo que te digan. Todo el tiempo, todo el tiempo.
En este viaje que casi termina hemos conocido a alcaldes que pr¨¢cticamente han construido calle a calle municipios destruidos por la guerra ¡ªel de Villanueva de la Ca?ada¡ª, otros que tratan, con una f¨®rmula nueva y arriesgada, sin el patrocinio de los grandes partidos pol¨ªticos, refundar una ciudad acosada por las mil tentaciones del narcotr¨¢fico, el blanqueo y los para¨ªsos fiscales ¡ªel de La L¨ªnea de la Concepci¨®n¡ª; tambi¨¦n a alcaldesas j¨®venes ¡ªlas de Quatretonda y Moa?a¡ªque ejercen de artesanas de la pol¨ªtica, tratando a sus vecinos uno a uno, incorporando con naturalidad a la cotidianidad de las cosas los valores de la igualdad, el feminismo, el respeto por el medio ambiente. Hay alcaldes que, durante a?os, han buzoneado portal a portal la garant¨ªa de su honradez, hasta el punto de rescatar el viejo prestigio de los comunistas que, con sus renuncias, forjaron la Transici¨®n. Pero, a pesar de sus m¨¦ritos innegables, ninguno de ellos ¡ªafortunadamente¡ª tuvo que presenciar durante 89 largos d¨ªas con sus noches de espanto la destrucci¨®n de su territorio. La alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia Garc¨ªa Leal, de 50 a?os, militante del PP, vio c¨®mo la lava del volc¨¢n sepultaba barrios enteros, el cementerio, las plataneras, viviendas de familias que se quedaron sin nada. A ella tambi¨¦n le hemos preguntado lo que a todos ¡ª?qu¨¦ hace falta para ser un buen alcalde?¡ª, pero casi no era necesario. La vimos luchar entonces, bajo la lluvia de ceniza y el rumor constante de la erupci¨®n, y la hemos vuelto a acompa?ar ahora durante toda una tarde visitando a los vecinos que intentan todav¨ªa rescatar algunas de sus casas medio sepultadas.
¡ªAlcaldesa, ?en qu¨¦ se diferencia el trabajo de alcaldesa de cualquier otro cargo pol¨ªtico?
¡ªLo primero es que aqu¨ª no se desconecta. Eres alcalde en tu despacho y tambi¨¦n en la calle. Somos los aut¨®nomos de la pol¨ªtica. No hay respiro. Y, por otra parte¡ Mira, yo he sido diputada regional y el otro d¨ªa estuve en el Congreso de los Diputados explic¨¢ndole a todos los portavoces qu¨¦ necesita La Palma para seguir adelante, porque hay cosas que se prometieron y no llegan¡ Pero bueno, vi aquello¡ Y, por decirlo de alguna manera, aqu¨ª el postureo no tiene mucho recorrido, aqu¨ª te conocen desde el instituto. Por eso, ahora, cuando preparamos la campa?a, pienso: qu¨¦ vamos a decir que no hemos dicho o no hemos hecho ya.
La ¨²ltima cita es en Santa Coloma de Gramenet con Nuria Parl¨®n, de 48 a?os, alcaldesa desde 2009 por el Partido de los Socialistas de Catalu?a (PSC). Si la alcaldesa de Los Llanos ten¨ªa por delante reconstruir un territorio, Parl¨®n ¡ªque goza ya de gran experiencia en la pol¨ªtica¡ª afronta un reto no menos dif¨ªcil, el de seguir construyendo una casa com¨²n con mimbres muy diferentes: un 22% de los vecinos son personas mayores ¡ªen muchos casos trabajadores de otras regiones que emigraron con el sue?o de volver y se fueron quedando¡ª y otro 22% son de procedencia extranjera, que abarca 116 nacionalidades.
¡ª?Qu¨¦ hace falta para manejar una ciudad as¨ª y arrasar elecci¨®n tras elecci¨®n?
¡ªHay que tener paciencia, te tiene que gustar escuchar a los vecinos, pero tambi¨¦n una actitud de liderazgo, porque con escuchar o decir que s¨ª no es suficiente. Hay que tomar decisiones sabiendo de antemano que no todo el mundo va a quedar contento. Hay que tener en cuenta adem¨¢s que esta es una ciudad de 120.000 habitantes pero que nos relacionamos como en un pueblo peque?ito, estamos todos muy juntos y hay una actividad pol¨ªtica especialmente intensa. Todo el mundo te conoce y muchos tienen tu tel¨¦fono. No dejas de ser alcaldesa ni un segundo.
Hay una frase que nos hemos guardado para el final, pero que, de uno u otro modo, han pronunciado los ocho entrevistados.
¡ªLo fundamental para ser un buen alcalde es que te guste la gente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.