La necesidad de tomar conciencia de que no estamos solos ante el dolor
Nos redimensiona como seres humanos y nos permite comprender mejor la vida
Un c¨¦lebre proverbio indio dice que uno solo posee aquello que no puede perder en un naufragio. La pregunta es: ?qu¨¦ queda de uno mismo cuando todo se ha hundido?
Esta es la cuesti¨®n que aborda la coach y terapeuta transpersonal Alba Ferret¨¦ en su libro El naufragio sereno, sobre los beneficios que aparecen cuando nuestra vida se va a pique y no queda m¨¢s remedio que conquistar nuevas islas, abri¨¦ndonos a posibilidades desconocidas.
Algunas situaciones vitales en las que sentimos que hemos dejado de tocar tierra y nadamos a la deriva:
- Un accidente o enfermedad ¡ªincluyendo los trastornos psicol¨®gicos¡ª que nos limita y reduce nuestra calidad de vida.
- Una ruina econ¨®mica que nos arranca de nuestra zona de confort, oblig¨¢ndonos a replantear nuestro d¨ªa a d¨ªa.
- Una ruptura sentimental o la p¨¦rdida de un ser amado que nos sit¨²a en la soledad y la melancol¨ªa.
Cualquiera de estas tesituras plantea un serio desaf¨ªo a quien la est¨¢ viviendo. Se trata de un viaje no elegido, como el de Robinson hacia su isla, en el que el primer peligro es la victimizaci¨®n. Sentir que eres presa de una injusticia, mientras el resto sigue con su vida, es obviar que todo el mundo naufraga antes o despu¨¦s.
Uno de los ejemplos cl¨¢sicos del budismo para ilustrarlo es la ense?anza del grano de mostaza. Se cuenta que una mujer fue a ver al buda con su hijo muerto entre los brazos y le rog¨® desesperada que le diera una medicina para devolver la vida a su peque?o. El iluminado le dijo entonces:
¡ª¡±De acuerdo, pero primero deber¨¢s traerme un grano de mostaza de una casa donde no haya muerto nadie¡±.
La mujer corri¨® a llamar a las puertas de la vieja aldea, pero en todos los hogares donde preguntaba hab¨ªa fallecido alguien. Cuando se dio cuenta de que nunca obtendr¨ªa ese grano de mostaza, el mensaje cal¨® dentro de ella: el mundo es un inmenso duelo del que nadie se libra.
Al asumir esto, enterr¨® a su hijo y asumi¨® que su tristeza era compartida por la humanidad entera.
En momentos de gran dolor, tomar conciencia de que no estamos solos en nuestra crisis, que miles, millones de personas est¨¢n batallando para salir de su propio naufragio, no es un ¡°consuelo de tontos¡±, como dice el refr¨¢n, sino que nos dimensiona como seres humanos y nos permite comprender mejor la vida.
Volviendo al libro de esta joven terapeuta, Alba Ferret¨¦ apunta cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta al afrontar una adversidad vital:
- Comprender que las crisis son c¨ªclicas y necesarias. No se puede navegar por la vida sin naufragar de vez en cuando.
- Aprovechar que la dificultad hace emerger nuestras creencias limitantes sobre nosotros mismos. Como dec¨ªa Warren Buffett: ¡°Es cuando baja la marea que se sabe qui¨¦n nadaba desnudo¡±. Es entonces cuando podemos cambiarlas.
- Identificar las herramientas de las que disponemos para vivir el naufragio. Muchas de ellas no las conoceremos hasta que la existencia nos ponga a prueba.
- Acoger el ¡°nuevo yo¡± que surge cuando termina la crisis para regresar a la vida con una mirada distinta.
Con esta sabidur¨ªa podremos responder ya a la pregunta: ?qu¨¦ es lo que no puedes perder en un naufragio?
Cada lector encontrar¨¢ sus propias respuestas, pero entre ellas puede estar el prop¨®sito que gu¨ªa tu existencia o tus ganas de vivir, m¨¢s all¨¢ de los obst¨¢culos que haya que sortear.
Se atribuye a Freud la frase ¡°Doy gracias a la vida porque nada me fue f¨¢cil¡±. El fundador del psicoan¨¢lisis tuvo que lidiar contra la incomprensi¨®n y el descr¨¦dito en sus inicios y contra el nazismo que le oblig¨® a huir a Londres siendo ya un anciano enfermo. Estas tribulaciones le permitieron explorar el esp¨ªritu humano, empezando por el suyo, a trav¨¦s de la adversidad. De haber tenido una existencia pl¨¢cida y previsible, su visi¨®n habr¨ªa sido mucho m¨¢s restringida.
Nietzsche dijo que lo que no nos mata nos hace m¨¢s fuertes. Habr¨ªa que a?adir que tambi¨¦n nos hace m¨¢s sabios. Haber superado naufragios nos ense?a qui¨¦nes somos y nos capacita para ayudar a otros.
Solo quien conoce los abismos del sufrimiento puede empatizar plenamente con quien se halla a la merced de los elementos, aportando algunas herramientas que le sirvieron para salir a flote hasta iniciar otra vida.
Tal vez la sabidur¨ªa de los n¨¢ufragos sea haber descubierto que, cuando parece que es el fin, algo nuevo y emocionante est¨¢ empezando.
El derecho a estar deprimido
En El naufragio sereno se cita a James Davies, el autor del libro Sedados, quien denuncia que la depresi¨®n es demonizada y tratada con f¨¢rmacos porque el des¨¢nimo va en contra de la productividad. ?No tenemos, entonces, derecho a estar deprimidos cuando pasamos por un naufragio existencial?
La tenista Naomi Osaka se apart¨® un tiempo del circuito ante la ansiedad que le causaba la obligaci¨®n de ganar. Prioriz¨® su salud mental y cont¨® su historia a la revista Time, que public¨® una portada con el titular: ¡°It¡¯s O.K. not to be O.K.¡±, est¨¢ bien no estar bien.
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