Munici¨®n armament¨ªstica
El rostro de Aznar est¨¢ cargado de raz¨®n y su mano parece una pistola. A veces, no hay muchas diferencias psicol¨®gicas entre el modo de cargarse de raz¨®n y el modo de cargar un arma. Lo que resulta llamativo de esta imagen es la sinton¨ªa entre lo que denota el rostro y lo que expresa la mano, a punto de ser disparada si alguien no lo impide. Dec¨ªa Borges que quiz¨¢ lo m¨¢s superficial del ser humano eran sus opiniones. Cierto, pero hay gente a la que le quitas las opiniones y la dejas desnuda. Los expol¨ªticos solo se manifiestan para opinar. Podr¨ªamos decir que cobran por opini¨®n como Hemingway cobraba sus art¨ªculos por palabras.
Por lo general, somos tan vanidosos que en las sobremesas y en las tertulias estamos deseando que nos den la vez para lanzar nuestra opini¨®n, o la que creemos nuestra, pues por lo com¨²n es que se trate de un refrito de lo escuchado aqu¨ª o le¨ªdo all¨¢. Hay pocas opiniones propias, de las que se desprenden, como el polen de las plantas, las semillas de las que luego florecen por doquier. En ese sentido, no nos diferenciamos mucho de la forma de trabajar de ChatGPT, que se limita a revisar lo escrito sobre un asunto para seleccionar y articular lo m¨¢s destacable. Usted y yo, adem¨¢s de consultar menos cantidad de documentaci¨®n, la articulamos m¨¢s despacio, pero el mecanismo, en el fondo, es id¨¦ntico. Tenemos mucho de robots, en fin. Lo que nos diferencia de ellos es que a veces confundimos las opiniones con munici¨®n armament¨ªstica, de ah¨ª el sintagma ¡°cargarse de raz¨®n¡±. Aznar es de los que hablan siempre ¡°cargados de raz¨®n¡±, pero no es el ¨²nico.
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