De canales y autopistas
?Qu¨¦ extra?eza, la de pasear, como las personas de la foto, por lo que, hasta no hace mucho, fue el fondo de un pantano! Observen esa vegetaci¨®n enferma que crece aqu¨ª y all¨¢ entre la piel cuarteada de un paisaje que tiene algo de cuero viejo y mal alimentado. Cada poco aparece en la prensa una imagen que nos habla de la huida del agua, porque el agua se va y se va, quiz¨¢ a la Luna, donde todas las potencias mundiales se empe?an en buscarla. La ¨²ltima en hacerlo con ¨¦xito ha sido la India, que ha colocado un sat¨¦lite en un lugar dificil¨ªsimo, nos dicen, donde podr¨ªa haber cantidades inagotables del preciado l¨ªquido, con perd¨®n de la met¨¢fora. Ya ven: hay zonas de la Tierra que evocan los paisajes lunares y al rev¨¦s.
El caso es que este verano han llegado a numerosas localidades de Espa?a camiones cisterna que nos tra¨ªan a la memoria las sondas espaciales. Frente a ellos hac¨ªan cola, con garrafas de pl¨¢stico, gentes que tienen ya tasada el agua que les est¨¢ permitido consumir a diario. Tantos litros para la higiene personal, tantos para la limpieza de la casa, tantos para beber, tantos para hacer la comida, tantos para regar los geranios, en el caso de que no est¨¦ prohibido el riego de las plantas. Un bien del que en mi infancia se dec¨ªa que era gratis, porque abundaba, empieza a escasear porque, como m¨¢s arriba dec¨ªamos, el agua se va, ignoramos ad¨®nde, pero se va, se va, se va el caim¨¢n. Hasta los barcos empiezan a tener problemas para navegar por el canal de Panam¨¢, ese tubo digestivo clave para la alimentaci¨®n del planeta que quiz¨¢ tengamos que reconvertir en autopista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.