Baldosas hidr¨¢ulicas y terrazo para las casas del siglo XXI
Biel Huguet rescata el taller de industria artesana de su familia usando t¨¦cnicas centenarias pero renovando totalmente su dise?o.
Hace 90 a?os, en 1933, el abuelo de Biel Huguet abri¨® un taller artesano de baldosas hidr¨¢ulicas y terrazo en Campos, una peque?a poblaci¨®n en el sureste de Mallorca. Antes del bum del turismo, cada pueblo de la isla ten¨ªa sus propios fabricantes, ya que los caminos de entonces dificultaban los transportes. ¡°Todo este mundo artesano ligado a la construcci¨®n empez¨® a desaparecer en los a?os cincuenta con el impulso del turismo. Aquella producci¨®n artesanal, que hab¨ªa estado asociada al modernismo y a la arquitectura tradicional, se qued¨® obsoleta debido a que su proceso era muy laborioso, los costes altos y la capacidad de producci¨®n muy peque?a. Fue sustituida por productos industriales, que ven¨ªan de fuera y permit¨ªan construir m¨¢s r¨¢pido y barato¡±, cuenta Biel, y sigue: ¡°Se estima que hab¨ªa unos 100 peque?os fabricantes como mi abuelo en toda la isla. La mayor¨ªa fue cerrando o se reconvirti¨®. Mi padre mantuvo el negocio familiar haciendo vigas de hormig¨®n¡±. De hecho, fabric¨® las que el arquitecto dan¨¦s J?rn Utzon necesit¨® para su casa en Mallorca, desconocido en aquel momento, aunque despu¨¦s recibir¨ªa el Premio Pritzker.
En Campos hay un instituto de educaci¨®n secundaria que lleva el nombre del padre de Biel: Dami¨¤ Huguet. Est¨¢ considerado un ciudadano ilustre de la poblaci¨®n, pero no por su actividad fabril sino m¨¢s bien por su faceta ilustrada. ¡°Mi padre era un intelectual. A ¨¦l le interesaba la cultura y, en particular, la poes¨ªa, pero hered¨® la f¨¢brica de mi abuelo y, como era hijo ¨²nico, la mantuvo. Cuando yo era joven, la f¨¢brica no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s para m¨ª. Ni siquiera estudi¨¦ Arquitectura como consecuencia de ello, sino m¨¢s bien por la base cultural que me hab¨ªa dado mi padre. En los noventa, ¨¦l empez¨® a recuperar la producci¨®n tradicional de mi abuelo porque hab¨ªa conservado toda la maquinaria. Desafortunadamente, falleci¨® en aquel momento. Mi madre intent¨® vender o traspasar el negocio, pero no encontr¨® a nadie interesado. En aquellos a?os, en Arquitectura ya se hablaba mucho de la importancia de la rehabilitaci¨®n. As¨ª que di un giro totalmente inesperado y me la qued¨¦ yo, con esta idea en mente de que la rehabilitaci¨®n era lo que ven¨ªa. En esta decisi¨®n tuvieron mucho peso los valores en torno a la belleza que me hab¨ªa transmitido mi padre a trav¨¦s de la poes¨ªa. A m¨ª el hidr¨¢ulico me parec¨ªa muy bonito, desde que era estudiante y lo ve¨ªa en los pisos del Eixample de Barcelona¡±, recuerda.
Biel dej¨® Londres, donde hab¨ªa terminado su formaci¨®n como arquitecto t¨¦cnico, emprendiendo una doble vuelta a casa: la suya a Mallorca y la que dar¨ªa al taller. Comenz¨® a recuperar la producci¨®n de baldosa hidr¨¢ulica de motivos tradicionales, tanto para pavimentos deteriorados como nuevos destinados a proyectos de rehabilitaci¨®n. Para ello, a¨²n contaba con una prensa de su abuelo y unas cuantas trepas de la ¨¦poca. Hoy tiene alrededor de 500.
La baldosa hidr¨¢ulica se elabora con una base de cemento. Para el dibujo, en Huguet emplean una mezcla de polvo de m¨¢rmol de Macael y pigmentos. Todo ello se va acomodando manualmente en un molde, que define la medida y formato, juntamente con la trepa, que es la pieza con la que se hace el dibujo: una plantilla de metal que ayuda a delimitar los huecos donde se ha de ir echando cada color seg¨²n el dise?o. Despu¨¦s se prensa y se deja curar. En funci¨®n de la complejidad del dibujo, un artesano puede elaborar entre dos y ocho metros cuadrados al d¨ªa.
Con lo que Biel no contaba era con la cantidad de gente que pasa por la isla y que terminar¨ªa contribuyendo a su proyecto. ¡°Al principio, mi idea era hacer un producto para un mercado local que permitiera recuperar la arquitectura tradicional. El giro hacia dise?os contempor¨¢neos para un mercado internacional ha sido poco a poco. Por un lado, por mi propia inquietud e inter¨¦s por innovar. Por otro, porque los dise?adores se han acercado a nosotros atra¨ªdos por la capacidad de personalizaci¨®n del producto, su textura, su manufactura artesana, lo bien que envejece¡, pero no quer¨ªan usarlo para rehabilitar sino para proyectos contempor¨¢neos¡±, se?ala.
Entre estos dise?adores, y tambi¨¦n arquitectos, se encuentran Sybilla, Alberto Lievore, Carme Pin¨®s, Llu¨ªs Clotet, Mart¨ªnez Lape?a & El¨ªas Torres, Alfredo H?berli y, m¨¢s recientemente, Jasper Morrison y el estudio Pentagram. Con todos ellos, Huguet ha hecho colecciones de dise?o contempor¨¢neo, al mismo tiempo que colaboraba con otros estudios en el desarrollo de soluciones espec¨ªficas para sus proyectos, desde los arquitectos locales TEd¡¯A y Feina hasta firmas internacionales como MVRDV o Sergison Bates. En todos los casos, se ha explorado de nuevas est¨¦ticas a formatos en los que se experimenta con el volumen o con la incorporaci¨®n de la junta al dise?o.
¡°El edificio F¨®rum de Barcelona, de Herzog & de Meuron, supuso un hito para nosotros. Buscaban a alguien que les hiciera una baldosa muy particular: una pieza hexagonal que no era plana. Ten¨ªa unos canales y una peque?a depresi¨®n central de modo que, cuando se colocaba aleatoriamente, parec¨ªa un trencad¨ªs contempor¨¢neo de color blanco. Esto era una puesta al d¨ªa de una tradici¨®n, ya no era rehabilitar. Era una innovaci¨®n t¨¦cnica total, pues se trataba de una pieza en tres dimensiones. Est¨¢bamos haciendo algo nuevo, pero con tradici¨®n¡±, apunta Biel.
Despu¨¦s del hidr¨¢ulico, le lleg¨® el turno al terrazo. La base de este tipo de material es tambi¨¦n cemento y la capa que amalgama se puede colorear con pigmentos, pero su est¨¦tica la definen los ¨¢ridos que se emplean en su composici¨®n, es decir, los fragmentos visiblemente m¨¢s grandes, que tradicionalmente han sido de sobrantes de piedra natural o vidrio reciclado. Huguet ha innovado no solo con la est¨¦tica de la capa que amalgama, sino tambi¨¦n con los fragmentos, a trav¨¦s de nuevos colores y tama?os, su aleatoriedad, su disposici¨®n en el dise?o¡ Tambi¨¦n ha experimentado con fragmentos de otras naturalezas como corcho, posidonia, metales, materiales reflectantes y hasta desechos de zapatillas Nike. Aparte, lo ha usado para elaborar piezas con volumen, como lavabos, mesas, bancos y objetos, empleando moldes, como se hace con otros materiales sint¨¦ticos, solo que su proceso artesano permite ir colocando los fragmentos a mano en una meticulosa operaci¨®n de colada.
¡°Para el edificio de la Filarm¨®nica de Szczecin, en Polonia, dise?o de Barozzi Veiga, hicimos de todo: suelos, revestimientos, lavabos¡ Fue la constataci¨®n de que un edificio tan importante y contempor¨¢neo como este (premio Mies van der Rohe 2015) se pod¨ªa hacer con materiales producidos artesanalmente, y tambi¨¦n de que los artesanos, con su oficio, pueden contribuir a hacer una mejor arquitectura contempor¨¢nea t¨¦cnica y est¨¦ticamente¡±, reivindica Biel, todav¨ªa asombrado hasta d¨®nde han sido capaces de innovar.
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