Lejos del mundanal tejido: el taller artesanal que devolvi¨® la vida a un monasterio cisterciense en ruinas
Un taller textil manual, un jard¨ªn de plantas tint¨®reas y un centro de divulgaci¨®n conforman el proyecto ?bbatte, que ocupa parte de las ruinas del monasterio segoviano de Santa Mar¨ªa de la Sierra
Las amplias ventanas de la sede de ?bbatte ofrecen vistas muy distintas a las habituales en un taller textil. En lugar de un pol¨ªgono industrial, desde ellas se ven hect¨¢reas de bosques que se suceden hasta donde alcanza la vista: es la ladera norte de la sierra de Guadarrama (Segovia), en la linde entre pinares y robledales. Tambi¨¦n se ve una iglesia g¨®tica o, para ser m¨¢s exactos, lo que queda de ella. El monasterio cisterciense de Santa Mar¨ªa de la Sierra se desacraliz¨® tras la desamortizaci¨®n y hoy resiste solo parte de su estructura original. Lo que ha sobrevivido ¡ªsus capiteles con motivos animales, sus b¨®vedas con ¨¢nforas incrustadas para mejorar la ac¨²stica¡ª es imponente pero no inmortal. Elena Goded Rambaud, cofundadora del proyecto y propietaria de este conjunto, se pasea por la nave central del antiguo templo. Los pilares, cuenta, est¨¢n en mal estado por el efecto en la caliza de los orines del ganado que se cobij¨® aqu¨ª durante d¨¦cadas. Adem¨¢s, una vez al a?o deben contratar una gr¨²a para que quite las plantas silvestres que crecen en la parte superior de los arcos y evitar que rompan la roca cuando lleguen las heladas. ¡°En nuestra cabeza no entraba la idea de tener una ruina en nuestra vida¡±, explica. ¡°Pero esto es como una persona anciana que llega a tu vida: hay que cuidarla¡±.
Goded no es ni arque¨®loga ni experta en patrimonio, sino bi¨®loga y profesora universitaria. Sol¨ªa frecuentar la zona porque ten¨ªa una casa cerca, y un d¨ªa se encontr¨® con que la finca estaba a la venta. ¡°Iban a construir un hotel alrededor, un edificio moderno con el que no se ver¨ªan las ruinas. ¡®Ya se ha acabado la paz en este sitio¡¯, pensamos. Pero dos a?os despu¨¦s los propietarios nos llamaron y nos dijeron que vend¨ªan el proyecto. Nosotros no quer¨ªamos dedicarnos a la hosteler¨ªa, pero decidimos ofrecer algo a cambio para intentar que mantuviese su esencia. Dijimos una cifra y aceptaron¡±. Desde entonces, todo esto es suyo, y cierta magia subsiste. ¡°En el solsticio de invierno, la luz entra por el roset¨®n y cae exactamente sobre el lugar donde estuvo el altar mayor¡±, explica. ¡°Lo hemos comprobado¡±.
Sin embargo, el proyecto de Goded y de su hija, la dise?adora Camila Lanzas, no era de naturaleza contemplativa. ¡°Las cosas han de tener un uso, esto no puede ser un jarr¨®n en medio de la monta?a¡±, explica Goded. Durante su carrera acad¨¦mica, Goded se especializ¨® en investigar los usos tradicionales de las plantas en el sector textil. Daba cursos sobre plantas tint¨®reas y sobre tintes naturales, dirigidos a cient¨ªficos, profesores y t¨¦cnicos de vestuario. Cuando ella y su esposo compraron la propiedad, Camila acababa de terminar sus estudios de dise?o en Londres y vieron la posibilidad de materializar su idea de siempre: un taller textil, un jard¨ªn de plantas tint¨®reas y un centro de divulgaci¨®n que sirviera para mantener con vida aquel enclave, catalogado como bien de inter¨¦s cultural desde 1931.
?bbatte, la plataforma que fundaron hace casi 13 a?os, tiene algo de todo eso. Es una firma de productos textiles de lujo, elaborados con fibras naturales y exigentes procesos artesanales, destinados principalmente al hogar: alfombras, mantas, almohadones, cortinas o colgaduras. En sus instalaciones ofrecen talleres de historia del traje y cursos de te?ido con pigmentos naturales. Pero tambi¨¦n es un ejercicio de memoria cr¨ªtica: esta zona fue, desde la Edad Media hasta el siglo XVI, un importante centro textil. Durante siglos, los pa?os de lana de Segovia gozaron de prestigio internacional, y algo de ese esp¨ªritu hab¨ªa pervivido. Sin ir m¨¢s lejos, Ana Mar¨ªa Mart¨ªn, la maestra tejedora del taller, se form¨® en los Talleres de San Pablo de Pr¨¢dena, no muy lejos de all¨ª. Aquella iniciativa pionera, y promovida por la alemana Gerda Kramer, quiso recuperar labores en decadencia, como el cardado de la lana, el hilado o el tejido con telar.
Sin embargo, ?bbatte es un proyecto m¨¢s ambicioso y, a su manera, m¨¢s contempor¨¢neo. Goded descubri¨® en los setenta el mundo de las plantas tint¨®reas, ¡°plantas cuya ra¨ªz, hoja o fruto se utiliza para te?ir¡±, explica. En los antiguos huertos del monasterio, ha reunido hasta 75 especies de todo el mundo, identificadas con carteles que se?alan su nombre com¨²n, las partes aprovechables y los colores que se obtienen de ellas. Goded menciona especies aut¨®ctonas, como la gayuba de la sierra de Guadarrama, y se detiene algo m¨¢s hablando de la rubia castellana, anta?o un tinte fundamental en la industria pa?era y que hoy debe importar desde la India. Explica las propiedades del zumaque, el fresno o la hierba pastel, que proporcionaba tinte azul antes de la llegada del ¨ªndigo. El clima segoviano no se lo pone f¨¢cil a las especies m¨¢s ex¨®ticas. Por eso planean construir un peque?o invernadero en un recinto cuyos muros, creen, son anteriores al establecimiento del C¨ªster. El clima no es la ¨²nica amenaza: han tenido que hacer m¨¢s alto el muro para impedir que los jabal¨ªes entren en el jard¨ªn. En todo caso, este jard¨ªn no tiene finalidad productiva, sino educativa. Para producir tintes en cantidad suficiente, cuenta, ser¨ªan necesarias muchas m¨¢s hect¨¢reas.
Casi lindando con el bosque, la caba?a destinada al te?ido est¨¢ cubierta, como el resto de las construcciones modernas del complejo, con madera. En el porche delantero, unas madejas de lana te?ida de color rojizo ¡ªla famosa rubia¡ª se secan al aire sobre el barandal. En el interior, dos de las empleadas se afanan en una tarea silenciosa y alqu¨ªmica, que exige procesos lentos y cuidadosos. Hasta all¨ª llegan fibras naturales procedentes de todo el mundo: lana merina, alpaca o vicu?a, lino y seda. ¡°Todo natural, y todo de la mejor calidad disponible¡±, explica Goded. En recipientes y tarros se almacenan los tintes naturales y las sustancias que ayudan a elaborarlos. En cubetas de agua con alumbre, la fibra se desapresta; es el mordentado, un proceso necesario para que el tinte se fije con eficacia. Hay l¨ªquenes, huesos de aguacate, rubia de India en un gran cubo, un polvo que recuerda a la tiza rojiza. Hasta el jab¨®n para los lavados es natural. Cada proceso dura al menos una hora, y exige intervalos de secado y reposo para que las fibras se atemperen. El resultado son colores tenues pero decididos, opuestos al brillo saturado de los pigmentos sint¨¦ticos. ¡°Utilizamos colores que no se definen con una palabra, hacen falta al menos dos¡±, explica Goded. ¡°Decimos que son colores lentos, por el proceso que requieren y por la percepci¨®n. Y todos armonizan entre s¨ª, porque los tintes tienen muchas mol¨¦culas de pigmento y algunas coinciden¡±. Si en el resultado hay peque?as irregularidades, no es porque no hayan tratado de evitarlas. ¡°Tienen imperfecciones, pero intentamos hacerlo lo mejor posible. Una cosa es que el color evolucione con el tiempo y otra es hacerlo mal desde el principio. Las artesan¨ªas han de tener maestr¨ªa¡±.
Esa es la filosof¨ªa, de hecho, de SACo, Sociedad Artesan¨ªa Contempor¨¢nea, un proyecto fomentado por Goded Rambaud para agrupar a varios talleres artesanos con esa misma vocaci¨®n. Otro de los miembros de la asociaci¨®n, el madrile?o ?lvaro Catal¨¢n de Oc¨®n, incide en esa visi¨®n. ¡°Yo creo que la artesan¨ªa muere en el momento en que se hace un souvenir de ella, y aqu¨ª se le da un sentido contempor¨¢neo y un uso actual¡±, explica. Catal¨¢n de Oc¨®n, premio Nacional de Dise?o y fundador del proyecto PET Lamp, que confecciona l¨¢mparas con t¨¦cnicas de cester¨ªa con la colaboraci¨®n de comunidades artesanales de todo el planeta, est¨¢ en Segovia para supervisar junto a Goded el resultado de Siesta, su primer proyecto conjunto, que consiste en un kit formado por una manta y una almohada. La manta est¨¢ dividida en varios segmentos, en funci¨®n de la parte del cuerpo a la que est¨¢ destinada: alpaca con seda en el tramo superior, el correspondiente al cuello; alpaca m¨¢s pesada en la zona destinada al cuerpo; y un pliegue con una costura que envuelve los pies del usuario. Es un objeto cotidiano reinterpretado desde el dise?o contempor¨¢neo. ¡°La est¨¦tica de la manta habla del uso¡±, explica el dise?ador. ¡°Por ejemplo, las l¨ªneas marcan los puntos por donde hay que plegar la manta, igual que el cambio en la inclinaci¨®n de las rayas. Los cambios de tono indican cambios de textura. Nada es ornamental sin m¨¢s, sino un lenguaje propio¡±.
Tanto esta manta como el resto de los objetos de ??bbatte se tejen en el taller m¨¢s amplio de sus instalaciones. All¨ª, Ana Mar¨ªa Mart¨ªn, Cristina Escribano y Mar¨ªa del Carmen Gimeno trabajan en telares manuales para producir las lujosas variaciones que despu¨¦s la firma vende en su tienda online o en su local en la calle de Villanueva, en el barrio de Salamanca de Madrid. Montar la urdimbre de una pieza puede llevar hasta dos d¨ªas de trabajo, y hacen falta dos personas para ello. El resto del tejido se hace individualmente, durante tres o cuatro d¨ªas. Una manta puede tardar entre 10 y 15 d¨ªas. Hay ciertos detalles dif¨ªciles de encontrar en otros talleres, como la cadeneta cosida con aguja en el propio telar que remata las mantas cuando est¨¢n concluidas. O la experiencia necesaria para calcular la fuerza necesaria para que cada pasada sea regular y no se generen zonas m¨¢s y menos densas en el tejido. Cuando una nueva tejedora entra en la empresa, pasa meses practicando. ¡°Una carrera universitaria son cuatro a?os, pero aqu¨ª puedes tardar cinco o seis hasta tener de verdad la mano hecha¡±, apunta Goded.
Su hija y cofundadora del proyecto, Camila Lanzas, es la directora creativa y quien idea los dise?os y encarga las hilaturas. La fascinaci¨®n que desprende el proyecto no es solo subjetiva: han recibido varios premios y este a?o el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico les ha concedido una ayuda para construir un lavadero para alfombras y una peque?a sala de muestras y venta, as¨ª como para formar a personas de la zona que quieran aprender a cultivar rubia y hierba pastel. Pero sus planes de futuro son tan sensatos como los colores de sus alfombras. ¡°En el taller podr¨ªan caber m¨¢s personas, pero ?bbatte no va a crecer. Nuestro concepto es este. No quiero hacer otro pabell¨®n con m¨¢s telares porque eso ser¨ªa una industria artesanal, no unos talleres manuales. Son conceptos distintos¡±.
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