Esas gambas que compraste ayer
Freud defin¨ªa lo siniestro como la aparici¨®n del horror en lo cotidiano, esto es sin duda muy siniestro
A¨²n estoy impactada por esa noticia que sali¨® hace unos d¨ªas de los tres restaurantes y una helader¨ªa en Tarragona, propiedad de un matrimonio de presuntos canallas (una espa?ola y un italiano), que al parecer estaban servidos por camareros esclavos, unos pobres chavales colombianos que eran captados en las escuelas de hosteler¨ªa de su pa¨ªs con las mentiras de siempre, a saber, una oferta de pr¨¢cticas con cuatro horas de trabajo al d¨ªa, dos jornadas de descanso a la semana y 500 euros al mes. La empresa se encargaba de sacar los billetes de avi¨®n y arreglarlo todo, y despu¨¦s los hac¨ªan trabajar como animales para pagar la deuda, 12 y 15 horas al d¨ªa sin descanso. Adem¨¢s, los hacinaban en literas en pisos inmundos y los obligaban a contratar cursos car¨ªsimos de hosteler¨ªa a los que no asist¨ªan, pero con los que les regulaban los papeles como estudiantes. De su sueldo se descontaban todas estas marruller¨ªas, de manera que a veces tan solo cobraban 20 euros al mes. Al final fueron detenidas 12 personas tras las denuncias que algunas de las v¨ªctimas presentaron en comisar¨ªas de Alicante y de El Ejido, todas ellas muy lejos de Tarragona, lo que puede dar idea del miedo que ten¨ªan. Por cierto, hazme el favor de espolvorear la palabra ¡°supuestamente¡± sobre el p¨¢rrafo anterior y sobre lo que sigue, por el aquel de no tener problemas legales con los presuntos malos.
Es el mismo tipo de enga?o con que atraen a las chicas que terminan en las atroces mafias de prostituci¨®n, pero, ya se sabe, siendo mujeres y adem¨¢s putas, como que lo tenemos medio asimilado. Quiero decir que en cualquier viaje que hagamos por carretera en Espa?a seguro que pasamos por delante de varias de esas t¨ªpicas casas de las afueras, con nombres como Las Mu?ecas o El Para¨ªso y con, f¨ªjate qu¨¦ curioso, barrotes en todas las ventanas, y ni nos inmutamos. Y, sin embargo, esas muchachas son esclavas, forman parte de los 50 millones de esclavos que se calcula que hay en el mundo actualmente, seg¨²n cifras de Walk Free. S¨ª, repitamos la palabra, esclavos puros y duros. Unos 28 millones hacen trabajos forzados, y los otros 22 millones, todas mujeres, son producto del matrimonio forzado, lo que viene a ser casi una persona de cada 150 que hay en el mundo. Y a muchas de ellas las casan antes de los 16 a?os. Seg¨²n el ?ndice Global de Esclavitud de 2023, los pa¨ªses con mayor prevalencia son, por este orden, Corea del Norte (el peor, con 104,6 esclavos por cada 1.000 personas), Eritrea, Mauritania, Arabia Saud¨ª y Turqu¨ªa, y los que menos, en orden ascendente, Suiza (su prevalencia, la menor, es de 0,5), Noruega, Alemania, Pa¨ªses Bajos y Suecia. Espa?a no est¨¢ demasiado mal, ocupa el puesto 26? entre 160 naciones con un 2,3 de prevalencia, pero casi todos los pa¨ªses de la antigua UE punt¨²an mucho mejor, salvo Italia (3,3), Portugal (3,8) y Grecia (6,4). Y, en cualquier caso, tener m¨¢s de dos esclavos por cada 1.000 habitantes me parece aterrador.
Aunque pensamos poco en ello, no nos sorprende o¨ªr hablar de cuando en cuando de la trata de personas en Espa?a, siempre en relaci¨®n con los puticlubs y tambi¨¦n con explotaciones agr¨ªcolas salvajes y empleados emigrantes a los que tiranizan. Pero lo de los restaurantes de la costa de Tarragona nos ha dejado temblando: ?Esclavos ah¨ª, tan a la vista, quiz¨¢ sirvi¨¦ndonos un pincho de tortilla! El principal local de la supuesta mafia se llama La Sirga y puedes entrar en su p¨¢gina web, en donde siguen anunciando chefs estupendos y vistas de la playa con una verborrea llena de pretensiones para servir pizzas y paellas (el local fue clausurado tras la operaci¨®n policial). Freud defin¨ªa lo siniestro como la aparici¨®n del horror en lo cotidiano, y esto es sin duda muy siniestro. La pr¨®xima vez que vaya a un restaurante tur¨ªstico con emigrantes despepit¨¢ndose por servir las comandas voy a sentirme tentada de pasarles un papelito preguntando: ¡°?Necesitas ayuda?¡±. En qu¨¦ terrible ignorancia de la realidad vivimos. ?Sabes que Tailandia, el tercer exportador de mariscos del mundo, est¨¢ acusado de utilizar esclavos birmanos y camboyanos en sus barcos? Trabajan 20 horas al d¨ªa y pueden pasar a?os sin pisar tierra. Esas gambas congeladas tan tiesas e inocentes que compraste ayer en el supermercado rezuman sufrimiento. Madre m¨ªa.
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