Un d¨ªa en El Fuerte, el hotel de lujo marbell¨ª que naci¨® de las ruinas de una fortificaci¨®n del siglo XVIII

Una de las especialidades del lujo silencioso es su capacidad para pasar inadvertido, aunque un ojo un poco observador o instruido lo capta al instante. Su manera de expresarse se manifiesta a trav¨¦s de una enorme riqueza de materiales, texturas y detalles, pero tiende a escoger la sobriedad frente a lo ostentoso y el virtuosismo creativo frente a la estridencia. Su concepto huye de los c¨®digos de la opulencia cl¨¢sica en favor de un dise?o meticuloso y complejo que a primera vista no se percibe, y que suele tender a construir una identidad propia que busca complicidades con la preexistencia arquitect¨®nica, el entorno y el contexto cultural, ofreciendo una revisi¨®n e integraci¨®n de lo tradicional con lo contempor¨¢neo.

Y esto es justo lo que ha hecho el dise?ador Jaime Beriestain (Santiago de Chile, 55 a?os) con el redise?o del hotel El Fuerte de Marbella, uno de los primeros alojamientos tur¨ªsticos que se abrieron en la ciudad, por el que han pasado personalidades de todo tipo: desde Walt Disney y su perro Pluto a Edgar Neville, Rafael Alberti o Antonio Mingote, as¨ª como numerosos personajes del mundo del espect¨¢culo y de la aristocracia. Abierto en 1957 por Jos¨¦ Luque Manzano, la propiedad contin¨²a hoy en manos de su esposa, Isabel Garc¨ªa Bard¨®n (Estepa, 86 a?os), y de sus cinco hijos, que decidieron emprender una actualizaci¨®n del hotel confiando en la experiencia de Beriestain en el dise?o de hoteles de lujo.

Jos¨¦ Luque Manzano lleg¨® a Marbella en el a?o 1956 ¡°para descansar y hacer una cura de estr¨¦s¡±, relata Garc¨ªa Bard¨®n. El descanso le dur¨® poco, porque enseguida adquiri¨® un terreno cerca del mar, que inclu¨ªa una casa y una f¨¢brica de harina, pero tambi¨¦n los restos de una antigua fortificaci¨®n del siglo XVIII: el fuerte de San Luis. De este singular vestigio tom¨® su nombre el hotel, que ser¨ªa inaugurado tan solo un a?o despu¨¦s, en una Marbella en la que todav¨ªa era dif¨ªcil vislumbrar el enclave tur¨ªstico en el que se convertir¨ªa despu¨¦s. ¡°Mi marido era un hombre muy emprendedor que, desafortunadamente, falleci¨® demasiado pronto. Nosotros nos dedic¨¢bamos a la industria de la agricultura y la alimentaci¨®n en Estepa, que a¨²n hoy mantenemos, pero decidimos continuar con su proyecto. Hoy tenemos un peque?o grupo de hoteles, una vocaci¨®n que nos surgi¨® con El Fuerte. Yo, de hecho, vivo en ¨¦l desde que llegu¨¦ a Marbella¡±, cuenta.

Aunque el espacio hab¨ªa pasado por varias ampliaciones y renovaciones desde que se inau?gur¨® en los a?os cincuenta, necesitaba una actualizaci¨®n total porque est¨¦ticamente se hab¨ªa quedado muy anticuado. ¡°Cuando vine la primera vez a visitarlo me encontr¨¦ con un hotel cl¨¢sico espa?ol. Pero, m¨¢s all¨¢ del interiorismo, lo m¨¢s importante era que no miraba al mar, porque una cosa es estar en primera l¨ªnea de playa y otra conectar con el mar¡±, cuenta Jaime Beriestain. ¡°La transformaci¨®n de todos los espacios, por tanto, ha sido completa. Para ello he tenido que abstraerme de c¨®mo era, ya que para poder crear algo tan diferente tienes que ser capaz de desvincularte. Si no, no puedes avanzar hacia algo nuevo¡±.

De c¨®mo era antes a c¨®mo es ahora, pr¨¢cticamente no han quedado ni las raspas. Sin embargo, la intervenci¨®n, aunque radical, ha fabricado concienzudamente la sensaci¨®n de ser un hotel que hubiera ido evolucionando con el tiempo. Beriestain ha conseguido inyectarle una identidad local genuina mediante h¨¢biles referencias culturales y tradicionales, que se manifiestan elegantemente con un enfoque contempor¨¢neo a trav¨¦s de los materiales, la paleta de color, el mobiliario, los complementos y el replanteamiento de los espacios. Un dise?o que combina tradici¨®n y modernidad, reformulando un actualizado estilo sofisticado y andaluz.

¡°Hemos usado mucho el m¨¢rmol, pero no porque representa el lujo sino porque es un material noble, natural y muy duradero. En el suelo de las habitaciones lo hemos trabajado de una manera muy curiosa, cort¨¢ndolo con un formato como de baldosa tradicional de barro. Despu¨¦s lo hemos envejecido y abujardado. El proceso de colocaci¨®n se ten¨ªa que hacer pieza a pieza, lo cual nos permit¨ªa, por otro lado, poder incluir de un modo aparentemente aleatorio una pieza de color verde, generando diferentes patrones de dibujo. Una vez me lleg¨® un comentario por redes que me encant¨®. Dec¨ªa algo as¨ª como que la habitaci¨®n era muy bonita, pero que era una pena que el suelo no se hubiera cambiado. Y yo me qued¨¦ tan orgulloso, porque eso era justamente lo que persegu¨ªa¡±, cuenta el interiorista.

Este modo en el que el estudio de Beriestain trabaj¨® el m¨¢rmol es un claro ejemplo de c¨®mo han abordado, en todo el proyecto, tanto lo tradicional como el lujo desde un planteamiento contempor¨¢neo. ¡°Es un acabado de lujo, pero no un lujo estridente. Si ¨ªbamos a usar m¨¢rmol, ten¨ªamos que hacerlo evitando que fuera de un modo ostentoso, sino m¨¢s bien conectando con ese suelo de barro de una casa de campo andaluza. La cuesti¨®n era generar una sensaci¨®n de tradici¨®n del lugar: de que est¨¢s en Andaluc¨ªa y no en otro sitio¡±.

Con la pandemia, Jaime Beriestain se dio cuenta de que pod¨ªa dirigir su estudio y obras tan complejas como la de El Fuerte en remoto, as¨ª que desde hace un tiempo vive en Par¨ªs, mientras que su estudio contin¨²a en Espa?a. ¡°Cuando ten¨ªa 28 a?os me vine de Chile a Barcelona para hacer un m¨¢ster y, en ese tiempo, gan¨¦ un concurso para dise?ar un hotel Hilton. A partir de ah¨ª, la vida me fue sucediendo¡±, reflexiona. Aquello marc¨® su futuro. Sent¨ªa como si Barcelona le hubiera elegido a ¨¦l en lugar de a la inversa, y que las ra¨ªces que hab¨ªa echado quiz¨¢ se hab¨ªan hecho demasiado profundas. As¨ª que a sus 50 decidi¨® volver a vivir la experiencia de instalarse en otro pa¨ªs. ¡°Cuando cambias de ciudad, te sorprende todo. Estoy como cuando llegu¨¦ a Barcelona, sintiendo que la vida no te la agotas¡±.

Desde entonces, el estudio de Jaime Beriestain se ha hecho muy conocido tanto por sus proyectos de hoteles de lujo como por su particular manera de trabajar, ya que suelen dise?ar todo lo que pueden a medida del proyecto: desde los pavimentos al mobiliario. ¡°Nosotros trabajamos as¨ª, lo hacemos casi todo personalizado. Es la parte m¨¢s fascinante de mi trabajo, que est¨¢ muy focalizado en los detalles. Cada proyecto es ¨²nico. Cada uno tiene su concepto. Somos un estudio boutique, nos dedicamos a la alta costura¡±, resume.

Casi todos los muebles, complementos y revestimientos de El Fuerte han sido dise?ados y manufacturados a medida del concepto creado para el proyecto, tanto los de las habitaciones como los de las ¨¢reas de descanso, las terrazas y los restaurantes. Materiales como el m¨¢rmol o las baldosas cer¨¢micas se han elaborado e instalado de manera personalizada, incluido zellige de Marruecos, empleado para evocar la conexi¨®n hist¨®rica de Andaluc¨ªa con la cultura ¨¢rabe. Son esos revestimientos en estos dos materiales la principal se?a de identidad de este hotel, no solo por la abundancia de su uso, sino tambi¨¦n por las formas creativas en que se han proyectado para cada espacio.

Los materiales naturales y las referencias a diferentes artesan¨ªas resultan, asimismo, incontables: la piedra natural en m¨²ltiples versiones, la inclusi¨®n de la piel en diversas tipolog¨ªas de asientos, las alfombras de esparto, las arpilleras, los encordados¡­ Hasta los tiradores de los armarios son ¨²nicos, realizados en talleres de herrer¨ªa, igual que las celos¨ªas instaladas en los exteriores e interiores.

¡°Tiendo a desarrollar mis ideas en colaboraci¨®n con el saber hacer de talleres artesanos. Con la tradici¨®n que tenemos en Espa?a en este ¨¢mbito y estamos obsesionados con ser modernos¡­¡±, reflexiona Jaime Beriestain. ¡°Para m¨ª, la artesan¨ªa representa un papel muy importante en la cultura y la historia de un pueblo. Espa?a tiene una tradici¨®n muy rica en muchas ¨¢reas: metalister¨ªa, cristal, vidrios soplados, alfombras¡­, pero muchos de estos oficios est¨¢n desapareciendo. As¨ª que, en la medida en que podemos trabajar con artesanos, lo hacemos. De este modo, ayudamos a salvaguardar nuestra cultura e historia¡±.