Puglia, el ¨²ltimo refugio mediterr¨¢neo (al que todos quieren viajar)
Ubicada en el tac¨®n de la bota de la pen¨ªnsula italiana, anta?o vista con desd¨¦n por otras regiones y costas vecinas de m¨¢s renombre y glamur, brilla hoy como uno de los enclaves m¨¢s sorprendentes, bellos y con rincones a¨²n sin masificar

Cuentan que una copiosa nevada en Puglia (Apulia) impidi¨® a Lorenzo Bianchino, un ganadero de una peque?a aldea, llegar al mercado local para vender su leche fresca y su mozzarella. Para evitar que se echara a perder, Lorenzo mezcl¨® la cuajada, los restos de mozzarella y la crema de la capa superior del orde?o de la ma?ana y as¨ª, por accidente, naci¨® la burrata, el queso m¨¢s cotizado de esta regi¨®n de la Italia meridional. La burrata, que hasta no hace mucho era desconocida fuera de las fronteras de Italia, es hoy un plato omnipresente en restaurantes de todo el mundo. Y Puglia, un poco como la burrata, pas¨® de ser la costa pobre de Italia, mirada por encima del hombro desde el glamur de la costa Amalfitana y la elegancia de la Toscana, a convertirse en una de las regiones m¨¢s chics del pa¨ªs.
La banda sonora de Puglia siempre fue Felicit¨¤, de Al Bano, y Nel blu, dipinto di blu (Volare), de Domenico Modugno, ambos pulleses, sonando en escapadas familiares hasta el mar y las playas de Polignano a Mare y las casas de cuento (trulli) para la foto en Alberobello. Ahora, Puglia se vive de otra manera, desde el nuevo confort de las masserias y palacios restaurados entre campos de olivos centenarios, ciudades de piedra y en la calma turquesa del Adri¨¢tico y el J¨®nico.

Incluso el talentoso Mr. Ripley ¡ªversi¨®n de Jude Law¡ª, s¨ªmbolo del hedonismo a la italiana en la costa Amalfitana, cambi¨® Positano por las playas de Otranto, es que algo estaba pasando. No es el ¨²nico: Madonna, Justin Timberlake o los Beckham han elegido Puglia y el resort de lujo Borgo Egnazia como su propia fortaleza. En esta reconstrucci¨®n boutique de una aldea de piedra con callejuelas, capilla y plaza del pueblo, los amantes del lujo pueden vivir la experiencia de Puglia sin necesidad de salir del resort.
Los hay quienes entienden que estos campos y estas costas no son solo para visitarlos de refil¨®n, sino que merecen ser vividos. Lucia Silvestri, directora creativa de Bulgari, ha transformado una de las hist¨®ricas casas de piedra caliza de techo c¨®nico conocidas como trullis en su hogar, mientras que Helen Mirren, la residente m¨¢s ilustre del peque?o pueblo de Tricase, regenta junto con dos socios italianos Farmacia Balboa, un bar de c¨®cteles que hered¨® el nombre y el letrero de la farmacia del pueblo. La masseria del siglo XVI donde vive Mirren con su familia en medio del campo da pistas sobre una de las razones del nuevo flechazo con esta regi¨®n. Estas construcciones, salpicadas por los campos de Puglia, son granjas fortificadas, construidas hace cuatro siglos con gruesos muros para protegerse de los ataques de bandidos y piratas. Andrew Trotter, arquitecto y dise?ador ingl¨¦s afincado en Barcelona y enamorado del tac¨®n de la bota italiana donde se sit¨²a Puglia, fue uno de los primeros que supieron ver el discreto encanto de estos cortijos a la italiana y son ya siete las propiedades que ha recuperado y restaurado, transformando antiguas masserias en casas privadas o en estilosos hoteles boutique como Masseria Moroseta.
En Moroseta, cerca de Ostuni, se respira el aroma del Mediterr¨¢neo antiguo, entre olivos que se asoman a la piscina de los que se saca el aceite que empapa las tostadas de pan casero en cada desayuno. Paredes encaladas, formas simples y minimalismo en sus seis habitaciones para un lujo que se disfruta descalzo. En la mesa, la chef Giorgia Eugenia Goggi eleva a lo sublime la tradicional cucina povera de Puglia con productos sacados directamente de la huerta. Rodeado de olivos centenarios, el viajero intenta grabar este paisaje en su retina. M¨¢s tarde, a medida que el viaje lo lleve al sur, a la regi¨®n de Salento, recurrir¨¢ a esa imagen, cuando los campos de olivos se conviertan en un paisaje de ramas secas, con millones de olivos asolados por la temible bacteria Xylella fastidiosa, una asesina silenciosa que seca los ¨¢rboles y que ha abierto una herida profunda en el paisaje del sur de Puglia.

En lo alto de una colina se divisa la ciudad blanca de Ostuni. La presencia de un aparcamiento para autobuses da pistas de que el peaje de la belleza se paga en turistas. Afortunadamente, fuera de temporada, la ciudad seduce a medida que uno se pierde sin rumbo por sus callejuelas y a¨²n m¨¢s cuando la luz del atardecer convierte en naranja el blanco impoluto de las murallas que abrazan la ciudad. Tambi¨¦n aqu¨ª los m¨¢s sibaritas tienen un oasis en La Selva, un antiguo trulli remodelado por Acqua di Puglia, una empresa familiar dedicada a la recuperaci¨®n de antiguas construcciones en la regi¨®n.
Es hora de cenar y en Cisternino, a 17 kil¨®metros de Ostuni, a la plaza del pueblo se llega guiado por el olor a brasa. Las macellerias t¨ªpicas de aqu¨ª tienen un mostrador de carnicer¨ªa donde elegir las piezas para degustar a la brasa. Pocas tan aut¨¦nticas como la Rosticceria L¡¯Antico Borgo, un negocio familiar con dos generaciones troceando las piezas de carne y rellenando salchichas. Entre sus especialidades, la carne de burro, a la brasa o en estofado cocinado con hortalizas y vino tinto. En la carta tampoco faltan las famosas bombette pugliese (rollitos de carne rellenos de queso y tocino).
La siguiente parada hacia el sur es Lecce, la capital de la regi¨®n de Salento, una ciudad de piedra a la que se le cae el Barroco de las manos. Puglia es campo, pero tambi¨¦n es fantas¨ªa de ciudades barrocas. El hotel Palazzo Luce, de la coleccionista milanesa Anna Maria Enselmi, transform¨® la antigua residencia del siglo XIV de Maria d¡¯Enghien, condesa de Lecce y reina de N¨¢poles, en un espacio donde la historia convive con su colecci¨®n de muebles y objetos de dise?o italiano contempor¨¢neo. Lecce es una ciudad bell¨ªsima que pide perderse por sus calles siempre mirando hacia arriba observando sus balconadas barrocas y las fachadas de sus 40 iglesias y cerca de 100 palacios. Lejos de ser un museo al aire libre, es una ciudad vibrante, vivida por sus propios habitantes, que al caer la tarde se dan cita en el ritual del paseo, recorriendo de arriba abajo sus calles sin otro prop¨®sito aparente que el caminar en compa?¨ªa de otros. La piedra color blanquecino es la misma con la que el escultor Renzo Buttazzo, armado con los mismos cinceles que emplearon los canteros para construir la ciudad hace 400 a?os, usa en su estudio a las afueras de la ciudad, creando esculturas minimalistas que desaf¨ªan los excesos del Barroco.
Siguiendo hacia el sur, en el pueblo de Galatina esperan los frescos del siglo XIV m¨¢s bellos de Puglia, en la bas¨ªlica rom¨¢nica g¨®tica de Santa Caterina d¡¯Alessandria. Aqu¨ª est¨¢ tambi¨¦n una de las dulcer¨ªas m¨¢s antiguas de Italia, la Pasticceria Andrea Ascalone, abierta en 1740, donde naci¨® el pasticciotto, un dulce t¨ªpico de masa quebrada rellena de sabrosa crema pastelera.

Para asomarse al mar, pocos lugares mejores que Otranto. Desde el mirador sobre su impresionante muralla, un mar turquesa se extiende sobre el puerto deportivo y ba?a la playa de la ciudad. Su catedral, Santa Maria Annunziata, invita tambi¨¦n a zambullirse en ella, con sus mosaicos del siglo XIII. Cerca de Otranto est¨¢n los Faraglioni di Sant¡¯Andrea, formaciones rocosas en el mar moldeadas por siglos de viento. A tan solo cuatro kil¨®metros, los paisajes de piedra son de nuevo los protagonistas y en la Grotta della Poesia el suelo se abre en una gigantesca gruta de agua verd¨ªsima.
Siguiendo la costa hacia el sur se llega a Tricase. Su encantadora plaza Pisanelli, delimitada por el castillo de Gallone, la iglesia Madre y la iglesia de San Domenico, es el sal¨®n de estar de los habitantes del pueblo. Reunidos aqu¨ª cada tarde, sentados en las escaleras de San Domenico, bajo su fachada de color naranja suave que parece estar siempre ba?ada por la hora m¨¢gica. No es de extra?ar que Campari eligiera esta plaza como escenario donde rodar un anuncio donde unos atractivos j¨®venes disfrutan del aperitivo en la terraza de Farmacia Balboa. Al lado, en la terraza del Caffe Pisanelli, el aperitivo de Aperol Spritz es una fiesta acompa?ada de tapas de alb¨®ndigas, risotto, melanzane, pulpo y almendras fritas. En la hora de la tarde en que las golondrinas hacen piruetas en el aire buscando insectos, los ancianos charlan al fresco en los bancos y los ni?os juegan al f¨²tbol en la plaza, la esencia del sur de Italia se vive y se bebe en esta explanada.
Tricase, adem¨¢s de pueblo, es puerto, y all¨ª, en La Taverna del Porto, se come la mejor cucina marinara de Puglia. Desde el puerto arranca la carretera m¨¢s evocativa de Puglia, abrazada a la costa de Salento rumbo a Santa Mar¨ªa de Leuca, el puente Ciolo de 40 metros de altura es el mirador perfecto para observar la bah¨ªa y, para algunos valientes, la plataforma desde donde saltar a un mar que, aqu¨ª, se convierte en dos, en la confluencia del Adri¨¢tico y el J¨®nico en el punto m¨¢s al sur del tac¨®n de la bota.
La siguiente parada es Ugento, un pueblo cuyo castillo, el Castello di Ugento, adem¨¢s de ser un espectacular hotel, alberga en sus antiguas bodegas el Puglia Culinary Center, un centro gastron¨®mico que ha puesto la cocina de esta regi¨®n en el mapa internacional. Para alojarse, el viajero puede elegir el campo y el minimalismo de Masseria Caposella, una antigua granja de muros blancos, frutales y piscina de piedra. Al d¨ªa siguiente, tras un desayuno de huevos de corral y zumo de fresas reci¨¦n exprimidas, bajo el ca?izo, se antoja una visita a la queser¨ªa Galatea di Rocco Prontera, donde elaboran de forma artesanal burrata, provola, mozzarella y caciocavallo y ricotta. En la trastienda, tras un mostrador repleto de quesos a la venta, se elabora la burrata amasando la cuajada de vaca hasta obtener una consistencia el¨¢stica, para hacer las bolas de la envoltura exterior. En su interior, los sfilacetti o restos de cuajada se salan y se mezclan con nata para hacer la stracciatella, el manjar que se desparrama en el plato cuando rompemos la ?burrata con la cuchara.


















Seguimos camino hasta la costa oeste del tac¨®n, rumbo a las llamadas Maldivas de Puglia por el incre¨ªble tono de sus aguas. Aqu¨ª est¨¢n algunas de las mejores playas de arena de la regi¨®n, como la de Pescoluse al sur y la de Punta della Suina, a la que se llega a pie atravesando un buc¨®lico bosque de pinos. Muy cerca de aqu¨ª, la ciudad costera de Gallipoli desprende un curioso aire de familiaridad. Y es que Gallipoli podr¨ªa ser la hermana italiana de C¨¢diz, construida como esta sobre un t¨®mbolo de arena que se adentra en el mar, con su similar malec¨®n amurallado, sus mismas calles estrechas y su playa de la Purit¨¤, en el centro hist¨®rico, un gui?o a La Caleta gaditana, aunque con el agua considerablemente m¨¢s verde.
En el muelle, varios puestos venden al peso cigalas, almejas, pulpo y los famosos erizos de mar, una exquisitez muy de Puglia, y muy de C¨¢diz, para llevar o para comer al grill all¨ª. La calle principal del centro hist¨®rico que conduce a la catedral de Santa ?gueda es la arteria donde se acumula el grueso del turismo. Afortunadamente, solo es necesario perderse por las callejuelas para ver otra ciudad, donde las cosas ocurren a otro ritmo y donde es posible encontrar un artesano en su portal haciendo cester¨ªa. Sus dedos de 85 a?os siguen domando el mimbre de sus enormes trampas para capturar langostas, convertidas hoy en objetos decorativos con vocaci¨®n marinera. Tradiciones de cester¨ªa como esta, y como el bordado y el encaje, de actualidad en las pasarelas, con Dolce & Gabbana incorpor¨¢ndolas en la colecci¨®n que el pasado a?o presentaba en Alberobello, con los tullis como fondo a sus desfiles. Otras, como la cer¨¢mica, han moldeado ciudades como Grottaglie. En este lugar de paisajes ricos en arcilla, 50 talleres contin¨²an produciendo cuencos, vasijas, platos y objetos decorativos, siguiendo una tradici¨®n que se remonta a tiempos medievales. Almacenes excavados en la roca algunos y otros, como la Alfarer¨ªa Fassano, con 18 generaciones dedicadas a la alfarer¨ªa desde el a?o 1620, en el interior de una antigua iglesia medieval, conservando a¨²n sus hornos hist¨®ricos.
Los salentinos, con la modestia del humilde, han descrito su tierra as¨ª: Lu sule, lu mare, lu jentu (el sol, el mar y el viento). A?¨¢dase un pu?ado de maravillas m¨¢s y se estar¨¢ m¨¢s cerca de entenderla.
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