Cuatro meses desde que el Rey rompi¨® amarras con su padre

Felipe VI hizo p¨²blica, el pasado 15 de marzo, su decisi¨®n m¨¢s dolorosa: privar a su padre de la asignaci¨®n de casi 200.000 euros anuales que percib¨ªa de los fondos p¨²blicos, mientras renunciaba a cualquier herencia que pudiera corresponderle de sus cuentas en el extranjero. M¨¢s all¨¢ de las dudas que suscitaba la decisi¨®n ¡ªno puede renunciarse a una herencia hasta que fallece quien hace el legado¡ª, su significado estaba claro: el Rey romp¨ªa amarras con su padre, que ha encarnado la instauraci¨®n de la Monarqu¨ªa constitucional en Espa?a. La decisi¨®n fue a¨²n m¨¢s dura que la de despojar a su hermana Cristina del Ducado de Palma, pero inevitable para levantar un cortafuegos que protegiera a la instituci¨®n, despu¨¦s de que fiscales espa?oles y suizos empezaran a investigar supuestos fondos de Juan Carlos I en para¨ªsos fiscales.

La decisi¨®n lleg¨® en un momento en que la sociedad espa?ola estaba confinada por la pandemia y atenazada por la incertidumbre. La cacerolada contra la Monarqu¨ªa del 18 de marzo, alentada desde Unidas Podemos, un partido que forma parte del Gobierno, fue un serio aviso.

Los tres meses siguientes no ofrecieron el mejor escenario para reparar los da?os a la imagen de la instituci¨®n. Recluidos en La Zarzuela, los Reyes solo pod¨ªan realizar salidas espor¨¢dicas dentro de la regi¨®n de Madrid, lo que intentaban compensar mediante videoconferencias diarias con los principales protagonistas de la lucha contra el virus. El discurso televisivo que Felipe VI dirigi¨® al pa¨ªs el 18 de marzo result¨® tard¨ªo ¡ªla mayor¨ªa de sus hom¨®logos ya lo hab¨ªa hecho¡ª y, quiz¨¢, algo fr¨ªo.

El fin del confinamiento ha permitido a los Reyes iniciar una gira sin precedentes por todas las comunidades aut¨®nomas, que les ha llevado ya a Canarias, Baleares, Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Han recuperado el contacto directo con los ciudadanos en lugares tan emblem¨¢ticos como la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, Benidorm o el barrio de las Tres mil viviendas en Sevilla. Fuentes de la Casa del Rey aseguran que no se trata de una campa?a de imagen, sino de impulsar la recuperaci¨®n econ¨®mica de los sectores m¨¢s golpeados por la crisis, como el turismo.