El ¨²ltimo enigma sobre Josu Ternera
Dos guardias civiles que participaron en la detenci¨®n del exjefe de ETA recuerdan el arresto y las inc¨®gnitas que a¨²n existen sobre d¨®nde se ocult¨® durante 17 a?os
La puesta en libertad vigilada por motivos de salud de Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, ocurrida el pasado jueves es el pen¨²ltimo episodio de un relato con muchas inc¨®gnitas y pocas certezas. El dirigente etarra abandon¨® el jueves la prisi¨®n parisina de La Sant¨¦ con rumbo a un c¨¦ntrico piso en la capital francesa, protegido por los suyos ¡ªque lograron evitar la imagen de su salida¡ª y por una red de amigos tan influyentes como discretos que ahora le proporcionan cobijo. Durante 17 a?os, hasta su arresto en mayo de 2019, Ternera se movi¨® en la clandestinidad sin salir de Europa, al contrario que otros miembros de la banda terrorista que debieron buscar refugio fuera del continente. La Guardia Civil considera que, en esos a?os, cont¨® con el apoyo de una estructura ajena a la banda.
Las escasas certezas sobre Ternera ¡ªuno de esos dirigentes de apodo legendario de la segunda generaci¨®n de ETA, cuya trayectoria abarca desde la ¨¦poca m¨¢s sangrienta de la banda, a partir de 1980, y las negociaciones para su disoluci¨®n¡ª arrancan el 16 de mayo del a?o pasado. Ese d¨ªa, agentes de la Guardia Civil y la Direction G¨¦n¨¦rale de la S¨¦curit¨¦ Int¨¦rieure (DGSI) francesa lo arrestaron en una localidad de los Alpes franceses. EL PA?S ha recabado el testimonio de dos oficiales del instituto armado que participaron en aquella detenci¨®n, pero tambi¨¦n en otros operativos para su captura que fracasaron. D¨®nde se ocult¨® los 17 a?os que dur¨® su ¨²ltima huida sigue siendo un enigma. ¡°Seguimos pistas hasta en Sudam¨¦rica y ?frica, pero estamos convencidos de que nunca sali¨® de Europa¡±, aseguran. ¡°Efectivamente, nunca ha salido de Europa¡±, confirma una persona del entorno del dirigente etarra.
Nada se?ala en su exterior que el anodino edificio de seis plantas situado en los l¨ªmites de Madrid sea una instalaci¨®n de la Guardia Civil. Los coches no llevan distintivos policiales y no se ven uniformes. Solo cuando se ha franqueado el control de entrada, se descubre que es la sede del Servicio de Informaci¨®n, encargado de la lucha antiterrorista. Por primera vez, un oficial del instituto armado que particip¨® en aquella operaci¨®n accede a hablar con la prensa a condici¨®n de que no se revele su identidad.
Lleva una agenda gruesa que no abre. No lo necesita porque recuerda los detalles de aquel operativo, pero tambi¨¦n de los de muchas otras operaciones puestas en marcha para capturar al jefe etarra desde el 14 de noviembre de 2002. Ese d¨ªa, Urrutikoetxea, entonces diputado de Euskal Herritarrok ¡ªla marca electoral entonces de la izquierda abertzale¡ª en el Parlamento vasco, no acudi¨® a declarar al Tribunal Supremo por su implicaci¨®n en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza que cost¨® la vida a 11 personas, seis de ellas ni?os, en 1987. El d¨ªa de aquel atentado, este mando de la Guardia Civil ya trabajaba en la lucha antiterrorista. ¡°Los guardias civiles que acompa?aron a los agentes franceses que arrestaron a Urrutikoetxea el a?o pasado no hab¨ªan nacido el d¨ªa que ETA lo cometi¨®¡±, comenta.
La Operaci¨®n Infancia Robada ¡ªbautizada as¨ª en homenaje a los ni?os que murieron en aquel atentado¡ª es solo la ¨²ltima de una larga lista de operativos para capturar al que durante m¨¢s de tres lustros se convirti¨® en objetivo prioritario de las fuerzas de seguridad. ¡°Hemos seguido m¨¢s de un centenar de pistas, todas las que nos llegaban, por muy descabelladas que fueran¡±, se?ala el otro oficial. El origen de algunas de estas eran informaciones recabadas por la propia Guardia Civil. Otras llegaron desde servicios policiales de otros pa¨ªses. Tambi¨¦n las hubo facilitadas por ciudadanos. ¡°Una persona llam¨® para decirnos que lo hab¨ªa visto en el aeropuerto de una capital europea. Dud¨¢bamos mucho que Ternera se arriesgara a pasar varios controles policiales para viajar en avi¨®n, pero se comprob¨®. Result¨® ser falsa¡±, recuerda.
Se hicieron gestiones en Sud¨¢frica, donde la izquierda abertzale ha tenido aliados. Tambi¨¦n en M¨¦xico, Cuba y Venezuela, pa¨ªses con colonias importantes de antiguos miembros de la banda. ¡°Incluso en Espa?a. Era aqu¨ª donde ten¨ªa mayor y mejor infraestructura para ocultarse, y lo investigamos¡±, a?ade. Y, por supuesto, en Francia, Suiza, B¨¦lgica, Italia, Alemania¡ Todas, sin ¨¦xito.
Las pocas certezas de aquellos a?os le sit¨²an tambi¨¦n en Europa. Ternera particip¨® en los encuentros celebrados entre ETA y el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en Ginebra (Suiza) y Oslo (Noruega) antes del atentado de la T-4 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, que puso fin en 2006 al proceso de di¨¢logo. Tambi¨¦n estuvo en 2012 en la capital noruega como parte de la delegaci¨®n etarra que aguard¨® a que el Ejecutivo de Mariano Rajoy enviara a alguien a negociar con ellos. Meses despu¨¦s, Urrutikoetxea estuvo a punto de ser detenido cuando, en compa?¨ªa de su pareja y la hija de corta edad de ambos, resid¨ªa en la localidad francesa de Durban-sur-Ari¨¨ge, cerca de Andorra, donde lleg¨® a ser fotografiado mientras paseaba. Cuando la polic¨ªa francesa entr¨® en la vivienda, hab¨ªa huido. Nunca se supo si alguien le alert¨® o, simplemente, descubri¨® que le segu¨ªan. Una llamada recibida en el tel¨¦fono fijo de la vivienda desde Nairobi (Kenia), aliment¨® a¨²n m¨¢s el misterio.
Desde entonces y hasta su detenci¨®n, ni rastro de su paradero, pese a que ¨¦l fue uno de los dos dirigentes de ETA ¡ªel otro fue Soledad Iparraguirre, Anboto, recientemente condenada a 122 a?os de c¨¢rcel en su primer juicio en Espa?a¡ª que leyeron el comunicado con el que ETA anunci¨® su disoluci¨®n en 2018. ¡°La clave de su ¨¦xito en ocultarse ha estado en que no us¨® las estructuras de la banda, al menos de manera continuada¡±, se?ala el alto mando de la Guardia Civil. ¡°Se ha movido en una estructura paralela, formada por amigos y conocidos no siempre ligados a la organizaci¨®n¡±, a?ade su compa?ero.
Cuando fue arrestado llevaba al menos dos meses viviendo en una solitaria caba?a de madera de Saint-Nicolas-de-V¨¦roce, un municipio de apenas 250 residentes a los pies del Mont Blanc. Se relacionaba poco con los vecinos. Los que lo trataban, como la due?a de la ¨²nica tienda que no cierra en todo el a?o o un cuidador de las pistas de esqu¨ª, cre¨ªan que era un escritor venezolano, Bruno Mart¨ª, en busca de inspiraci¨®n para un nuevo libro.
Un anonimato sospechoso
¡±A comienzos de mayo de 2019 nos lleg¨® informaci¨®n de que alguien estaba intentando concertar una cita m¨¦dica en una zona de los Alpes franceses para alguien que quer¨ªa mantener el anonimato. No sab¨ªamos qui¨¦n era, si Josu Ternera, otro etarra huido, un jefe de la mafia calabresa o, simplemente, una persona sin inter¨¦s policial, pero no dudamos en activar el operativo¡±, se?ala el alto mando de la Guardia Civil, que admite que no sab¨ªan ni el d¨ªa ni el centro hospitalario. ¡°Cre¨ªamos que pod¨ªa ser ¨¦l porque conoc¨ªamos sus problemas de pr¨®stata¡±, a?ade. En coordinaci¨®n con la DGSI, la Guardia Civil despleg¨® en un corto espacio de tiempo un amplio dispositivo en una decena de centros m¨¦dicos de la zona ¡ª ¡°solo descartamos cl¨ªnicas podol¨®gicas o dentales¡±, a?ade¡ª y esperaron varios d¨ªas, hasta que lo vieron aparecer en uno de los hospitales en los que se hab¨ªan apostado. ¡°Era la primera vez que lo ve¨ªamos en todos estos a?os¡±, reconoce el otro oficial.
Cuando descendi¨® del veh¨ªculo del vecino que se hab¨ªa ofrecido a llevarle al lugar, agentes franceses y espa?oles se le acercaron. Uno de los primeros llevaba muletas para simular una cojera y no despertar sospechas. Cuando no ten¨ªa posibilidad de escapar, fue detenido. La Operaci¨®n Infancia Robada pon¨ªa fin a 17 a?os de b¨²squeda. ¡°Sentimos una gran satisfacci¨®n, quiz¨¢ mayor que en otras detenciones por lo que significaba, pero no bridamos con champ¨¢n. No es nuestro estilo¡±, recalca el oficial. Su compa?ero aclara que la ca¨ªda de Urrutikoetxea ¡°no es el punto final, sino un punto y seguido. A¨²n tenemos que detener a otros huidos¡±, destaca. De aquella operaci¨®n, la Guardia Civil guarda como recuerdo una de las muletas que us¨® el agente que lo abord¨®. ?Y la segunda? ¡°Est¨¢ en Par¨ªs, en la sede de la DGSI. Fue un trabajo en equipo¡±, detalla.
Los influyentes avalistas del exjefe de ETA en Par¨ªs
Ahora, la amenaza del coronavirus en las c¨¢rceles ¡ªen la prisi¨®n de La Sant¨¦ donde estaba recluido se detectaron varios brotes¡ª ha terminado por facilitar la libertad de Ternera bajo la vigilancia de una pulsera de control telem¨¢tico. Al haber fallecido Joinet, ha sido una profesora de la prestigiosa Escuela Nacional Superior de Par¨ªs, la instituci¨®n que forma a la ¨¦lite de Francia, la que ha facilitado su domicilio para que el etarra resida mientras la justicia francesa pone fecha a los dos juicios que a¨²n tiene pendientes en el pa¨ªs y decida si lo entrega a Espa?a por las cuatro demandas de extradici¨®n cursadas por la Audiencia Nacional.
Se trata de un piso en el c¨¦ntrico distrito 3 de Par¨ªs, a un tiro de piedra de la plaza de la Rep¨²blica, que suele concentrar todas las protestas francesas, y a un corto paseo a pie del tur¨ªstico barrio Le Marais. La Universidad de La Sorbona, donde seg¨²n sus abogados se ha matriculado en tercer a?o de Historia, est¨¢ a apenas media hora de caminata. Ternera podr¨¢ salir a la calle dos horas por la ma?ana y otras cinco por la tarde. Fuera de estos horarios, tambi¨¦n podr¨¢ abandonar el piso para ir al m¨¦dico, reunirse con sus abogados o ir a clase, siempre con autorizaci¨®n previa.
Fuentes cercanas a Ternera aseguran que en estos momentos est¨¢ ¡°con el subid¨®n de la salida de prisi¨®n¡±. ¡°Tiene cerca de 70 a?os, est¨¢ enfermo y lo ¨²nico que quiere es poder estar con su familia¡±, se?alan estas fuentes, que aseguran que ¡°no tiene pensado volver a la actividad pol¨ªtica. Su papel se acab¨® con la disoluci¨®n de ETA¡±.
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