El Gobierno hace gestiones para repatriar el cad¨¢ver del jornalero muerto por un golpe de calor en Murcia

La ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, se puso en contacto telef¨®nico el pasado viernes con la hermana de Eleazar Bland¨®n, el temporero nicarag¨¹ense que falleci¨® el s¨¢bado de la semana pasada por un golpe de calor en Murcia. D¨ªaz se comprometi¨® con Ana Bland¨®n, la ¨²nica familiar del fallecido que vive en Espa?a, a hacer las gestiones necesarias para repatriar el cad¨¢ver a Nicaragua, seg¨²n han confirmado la propia hermana y fuentes del Ministerio de Trabajo. El Ministerio de Asuntos Exteriores colaborar¨¢ en la operaci¨®n.

El traslado del cuerpo de Bland¨®n era una de las mayores preocupaciones de la familia y, sobre todo, de la madre de la v¨ªctima, que perdi¨® a su marido en Texas en 2016 mientras trabajaba en la construcci¨®n, en parecidas circunstancias a las de su hijo.

Tras una primera consulta con una funeraria, la hermana calcul¨® que la repatriaci¨®n podr¨ªa alcanzar los 5.000 euros, un importe que la familia no dispone. Pocas horas despu¨¦s de la muerte, la comunidad nicarag¨¹ense se moviliz¨® para recaudar fondos, pero el dinero no era el ¨²nico obst¨¢culo. La operaci¨®n no es tan sencilla en mitad de una pandemia y las restricciones de movilidad que limitan los vuelos complicaban la repatriaci¨®n del cad¨¢ver.

Aunque se busca realizar el traslado del cuerpo cuanto antes, no hay a¨²n una fecha concreta. La hermana del jornalero, seg¨²n ha adelantado la Cadena SER, tambi¨¦n recibi¨® la llamada de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, para comunicarle que asumir¨¢ los tr¨¢mites administrativos y log¨ªsticos para la repatriaci¨®n.

Con el paso de los d¨ªas, han trascendido nuevos datos de la investigaci¨®n por la muerte de Eleazar Bland¨®n tras una jornada en la que se registraron en Murcia temperaturas superiores a los 44 grados. El hombre que lo emple¨® de forma irregular, Pedro P., reconoci¨® a la Guardia Civil que lo tuvo tres d¨ªas trabajando sin darlo de alta ¡ªla v¨ªctima no ten¨ªa permiso de trabajo¡ª. El jefe, titular de una empresa de prestaci¨®n de servicios agr¨ªcolas, neg¨®, sin embargo, haber abandonado a su empleado en el centro de salud, como inform¨® el 112 y mantuvo la hermana del fallecido. ¡°Lo llev¨® y dej¨® sus datos de contacto. Volvi¨® m¨¢s tarde para ver c¨®mo estaba y supo que hab¨ªa fallecido porque ya se encontr¨® all¨ª a la polic¨ªa judicial¡±, asegura su abogado, Tom¨¢s Ballesteros.

El letrado niega tambi¨¦n que su cliente se demorase en prestarle auxilio cuando vio que Bland¨®n se encontraba mal y asegura que corrieron ¡°como flechas¡± para dejarlo en el ambulatorio. La hermana de Bland¨®n, sin embargo, declar¨® a EL PA?S, tras haber hablado con compa?eros y amigos de la v¨ªctima, que su traslado se retras¨®, primero porque la furgoneta con la que hab¨ªan llegado al campo no estaba y, despu¨¦s, porque esperaron a que todos los trabajadores terminasen la faena para aprovechar el viaje.

El detenido fue dejado en libertad con cargos y sin fianza al d¨ªa siguiente del suceso por el juez instructor que dirige las investigaciones. El magistrado se?ala en su auto que de lo actuado hasta ahora se deducen indicios ¡°bastantes¡± de un posible delito contra los derechos de los trabajadores. Las diligencias del caso recogen adem¨¢s que Pedro P. neg¨® en un principio conocer a Bland¨®n. En una primera declaraci¨®n asegur¨® que viajaba en su furgoneta cuando se encontr¨® en la cuneta a una persona a la que acab¨® llevando al centro de salud. ¡°Fue un lapsus¡±, justifica su abogado. ¡°?l reconoci¨® que era su trabajador y eso es lo que consta. Una cosa es como empieza la frase y otra como se termina¡±, a?ade.

La Inspecci¨®n de Trabajo ha abierto tambi¨¦n una investigaci¨®n sobre el caso y, seg¨²n fuentes conocedoras del proceso, se est¨¢ examinando a la empresa de Pedro P., Plantaciones del Sureste, y la situaci¨®n de los 40 trabajadores que constan dados de alta y de otro que estaba empleado de forma irregular el d¨ªa del suceso.

Cuando Bland¨®n sufri¨® la insolaci¨®n que, seg¨²n los primeros indicios, provoc¨® su muerte por una parada cardiorrespiratoria, estaba trabajando descargando sand¨ªas en una finca propiedad de la empresa Ros Esparragal. El despacho ad&law que representa a la compa?¨ªa ha explicado a EL PA?S que su cliente fue llamado como testigo y que ha colaborado en todo momento con la investigaci¨®n. El letrado Manuel Mart¨ªnez aclara que, en este caso concreto, su cliente subcontrat¨® los servicios de la empresa del detenido y es esta la que, por contrato, debe responder por las circunstancias de sus empleados. ¡°En este caso, existe un contrato con una empresa de prestaci¨®n de servicios y es ella la responsable de hacer cumplir las medidas de prevenci¨®n de riesgos laborales, higiene, seguridad y la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n¡±, recalca.