El D¨ªa de la Memoria de las v¨ªctimas, la foto de la divisi¨®n en Euskadi
El recuerdo y homenaje a los afectados por la violencia terrorista no ha conseguido en 10 a?os concitar el acuerdo entre partidos
El D¨ªa de la Memoria naci¨® sin consenso en 2010 y, diez a?os despu¨¦s, poco ha cambiado. En todo este tiempo han resultado bald¨ªos los intentos de acordar unos m¨ªnimos ¨¦ticos y pol¨ªticos entre partidos e instituciones vascas en torno a un acto que, en su origen, pretend¨ªa homenajear y visibilizar a las v¨ªctimas. El objetivo inicial fue ¡°contribuir a la convivencia en paz y libertad y a la deslegitimaci¨®n total y radical de la violencia¡±, seg¨²n consta en la Ley de Reconocimiento y Reparaci¨®n a las V¨ªctimas del Terrorismo de 2008, germen de una conmemoraci¨®n que cumple una d¨¦cada de desencuentros y confrontaci¨®n. ¡°En Euskadi, las v¨ªctimas estuvieron olvidadas durante demasiado tiempo, por desgracia. Mi objetivo no fue saldar una deuda con ellas, sino hacerlas visibles y tenerlas presentes. Tristemente, no ha sido posible¡±, afirma el diputado socialista Patxi L¨®pez. Fue ¨¦l quien siendo lehendakari en 2010 instituy¨® esta iniciativa de recuerdo a los afectados por el terror de ETA. Este pr¨®ximo martes, 10 de noviembre, volver¨¢ a repetirse la imagen de la divisi¨®n.
El desacuerdo se ha institucionalizado en torno a las v¨ªctimas. La clase pol¨ªtica ha preferido airear sus diferencias en lugar de arropar conjuntamente a los damnificados por la violencia en Euskadi. En 2010 se descolgaron Aralar y Eusko Alkartasuna (los partidos de Patxi Zabaleta y Carlos Garaikoetxea, respectivamente), ahora enclavados en la entonces ilegalizada izquierda abertzale. Se ausentaron porque en la declaraci¨®n oficial no se hac¨ªa menci¨®n a las v¨ªctimas del franquismo y a quienes ¡°sufrieron graves violaciones de derechos humanos por parte del Estado espa?ol¡±. Al a?o siguiente, pocos d¨ªas despu¨¦s de que ETA anunciase p¨²blicamente el fin de su lucha armada tras sembrar el terror durante 43 a?os, se desmarcaron los nacionalistas, el PNV incluido, e hicieron una ofrenda floral por su cuenta. En las ediciones sucesivas ha sido el PP el que viene dando la espalda al D¨ªa de la Memoria, porque a las v¨ªctimas de ETA, de los Gal y del Batall¨®n Vasco Espa?ol se a?adi¨® a los que padecieron ¡°abusos policiales¡±, como hab¨ªan exigido los soberanistas.
La foto de la desuni¨®n se ha repetido sin soluci¨®n de continuidad hasta la actualidad. ¡°Quiz¨¢ la principal raz¨®n del desacuerdo sea que solo hace diez a?os que ETA abandon¨® definitivamente las armas. Esta d¨¦cada no ha supuesto todav¨ªa un relevo generacional al frente de los partidos, de las instituciones, ni de las asociaciones. Y tampoco es tiempo suficiente para cicatrizar algunas de las heridas. Generar consensos en torno a una cuesti¨®n tan delicada, cuando todav¨ªa estamos debatiendo sobre la cuesti¨®n de cu¨¢l es el relato que debiera pervivir, es un tema complejo que dificulta la unidad de los partidos¡±, afirma Mar¨ªa Silvestre, coordinadora del doctorado en Derechos Humanos de la Universidad de Deusto.
La memoria del pasado reciente es muy plural en el Pa¨ªs Vasco. El soci¨®logo Imanol Zubero, profesor titular de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), sostiene que, m¨¢s all¨¢ de las disputas pol¨ªticas que han salpicado al ¨¢mbito de las v¨ªctimas, ¡°la memoria es algo muy personal y no el sumatorio de memorias colectivas¡±. ¡°El gran problema en Euskadi es¡±, a su juicio, ¡°que las v¨ªctimas han sido consideradas perif¨¦ricas en la construcci¨®n de la convivencia¡±.
El Gobierno vasco ha convocado este martes en la sede del Instituto Gogora, en Bilbao, el acto oficial del D¨ªa de la Memoria bajo el lema Mirar hacia atr¨¢s para seguir adelante. ¡°Se trata de que la memoria no ha de ser un arma arrojadiza, sino un instrumento de cohesi¨®n, no de divisi¨®n¡±, afirma la consejera de Igualdad, Justicia y Pol¨ªticas Sociales, Beatriz Artolazabal. El PP ya ha adelantado que no acudir¨¢ porque no acepta que en ese foro se recuerde tambi¨¦n a las v¨ªctimas ¡°de motivaci¨®n pol¨ªtica y abusos policiales¡±. El partido que lidera Carlos Iturgaiz no quiere coincidir en un acto con EH Bildu mientras no condene el terrorismo etarra, y organizar¨¢ su propio homenaje ante el monolito por las v¨ªctimas del terrorismo en Vitoria.
Las v¨ªctimas tampoco estar¨¢n en la cita oficial. Covite marca distancia porque las pol¨ªticas p¨²blicas de memoria impulsados por el Ejecutivo de Urkullu ¡°omiten a los terroristas de ETA como los causantes de la mayor vulneraci¨®n de derechos humanos vivida en el Pa¨ªs Vasco en los ¨²ltimos 50 a?os¡±. Este colectivo llama la atenci¨®n de un v¨ªdeo elaborado por el Instituto Gogora con motivo de la celebraci¨®n del D¨ªa de la Memoria. Varios j¨®venes ofrecen testimonios sobre el pasado de sufrimiento sin referirse en ning¨²n momento a ETA, seg¨²n la asociaci¨®n, y en el que se habla de violencia de forma gen¨¦rica.
Paralelamente al acto gubernamental, la Delegaci¨®n del Gobierno en Euskadi y el Memorial de las V¨ªctimas del Terrorismo celebrar¨¢n un d¨ªa antes otro acto de reconocimiento en el que se incidir¨¢ en la ¡°revictimizaci¨®n¡± que supone para las v¨ªctimas los homenajes conocidos como ongi etorris que la izquierda abertzale rinde a presos de ETA cuando son excarcelados.
¡°Quienes deben explicar su posicionamiento ¨¦tico-pol¨ªtico son quienes se descuelgan. Demasiados a?os estuvieron las v¨ªctimas olvidadas para que luego la clase pol¨ªtica hagamos distinciones. El principal terrorismo que sufrimos durante 40 a?os fue el de ETA, que dej¨® el mayor n¨²mero de v¨ªctimas. Es triste utilizar este asunto en la confrontaci¨®n pol¨ªtica¡±, opina el exlehendakari L¨®pez. .
El D¨ªa de la Memoria arranc¨® ¡°contaminado¡± porque, dice Zubero, ¡°los nacionalistas consideraron que fue una iniciativa partidista¡±, pero ¡°lo menos importante es qui¨¦n lo organiza¡±: ¡°La clave es aceptar que las v¨ªctimas necesitan el respaldo de todos, algo que no se ha conseguido por la confrontaci¨®n pol¨ªtica que durante todo este tiempo ha frustrado acuerdos b¨¢sicos entre los partidos¡±. ¡°Confiemos en que el paso del tiempo ayude a trabajar la unidad en torno a esta cuesti¨®n. Lo que ocurre es que quienes, por edad, tenemos inter¨¦s en resolver esta falta de cohesi¨®n no nos ponemos de acuerdo. Y las nuevas generaci¨®n, que podr¨ªan hacerlo sin tantas ataduras, no tienen este asunto en su agenda¡±, a?ade.
La soci¨®loga Silvestre, directora del Deustobar¨®metro, entiende que ¡°las v¨ªctimas de ETA, sin duda, merecen todo el reconocimiento social e institucional, merecen verdad, justicia y reparaci¨®n, pero ello no puede suponer negar la existencia de otras v¨ªctimas que tambi¨¦n han sufrido la p¨¦rdida de seres queridos. La memoria que construyamos conjuntamente no puede obviar el sufrimiento y vivencias de todas y cada una de las partes, siempre desde el indiscutible suelo ¨¦tico de la absoluta deslegitimaci¨®n del uso de la violencia¡±.
L¨®pez concluye que la memoria debe ser ¡°un pilar fundamental sobre el que construir la convivencia de la sociedad vasca¡±, porque el recuerdo y reconocimiento de las v¨ªctimas ¡°sirve de muro para impedir la vuelta atr¨¢s y que en el futuro nadie m¨¢s empu?e una pistola y mate a quien piense diferente¡±. ¡°Cuando uno hace memoria, lo hace a trav¨¦s de valores ¨¦ticos y democr¨¢ticos. Si olvidamos eso, corremos el riesgo de construir una sociedad amoral¡±, sentencia el dirigente del PSOE.
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