La mara?a judicial del ¡®caso Malaya¡¯ sigue enredada

Durante sus 15 a?os, entre 1991 y 2006, Juan Antonio Roca convirti¨® el urbanismo de Marbella (M¨¢laga, 143.000 habitantes) en su cortijo. Sus negocios ilegales en la gesti¨®n del suelo de la ciudad le granjearon una descomunal fortuna, y muchos a su alrededor, desde los concejales del extinto partido de Jes¨²s Gil a grandes promotores inmobiliarios, se lucraron con los llamados convenios urban¨ªsticos. Aquella burbuja corrupta que creci¨® a la luz del d¨ªa explot¨® en marzo de 2006 con la Operaci¨®n Malaya, la mayor macrocausa de corrupci¨®n municipal de la historia de Espa?a y que fue el preludio de otros grandes sumarios que vinieron despu¨¦s y que siguen marcando la vida pol¨ªtica.

Roca obtuvo la libertad condicional por Malaya en febrero de 2019 tras doce a?os entre rejas. Otro gran protagonista de aquella etapa, el exalcalde Juli¨¢n Mu?oz, tras varias entradas y salidas de la c¨¢rcel de Alhaur¨ªn de la Torre, consigui¨® permiso para cumplir su condena en casa en noviembre de 2018. Sin embargo, ambos, junto con otros pol¨ªticos y empresarios que firmaron aquellos convenios que saquearon el patrimonio de suelo de Marbella, siguen acudiendo peri¨®dicamente ante el juez. La ¨²ltima vez, esta misma ma?ana. El problema es que casi nadie sabe con exactitud cu¨¢ntas causas les quedan pendientes.

¡°Es muy dif¨ªcil, por no decir imposible¡± responden en la Fiscal¨ªa de M¨¢laga. De manera similar contestan desde el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. No saben a ciencia cierta el n¨²mero, la ¨²nica certeza es que a¨²n hay varios temas por juzgar. ¡°Quedan muchas todav¨ªa¡±, asegura uno de los abogados que representa a uno de los acusados y que cifra en al menos ¡°unas 50¡± las que a¨²n hay abiertas relacionadas con las irregularidades en el urbanismo marbell¨ª, que dejaron a la ciudad con una gran carencia de equipamientos p¨²blicos y un caos urban¨ªstico.

Fuentes de la Fiscal¨ªa explican que la mara?a judicial alrededor de Roca, Mu?oz y otros concejales y empresarios imputados se debe a que las causas provocadas por los desmanes urban¨ªsticos de Marbella salieron por tandas. Varias las tramita la Audiencia Nacional, como las derivadas de los casos Saqueo I y II. Otras pertenecen a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n de M¨¢laga y algunas m¨¢s las llevan los juzgados de Marbella. ¡°As¨ª es complicado saber exactamente cu¨¢ntas sentencias y cu¨¢ntos casos abiertos quedan¡±, explican fuentes fiscales. Algunos abogados tampoco lo saben, en ocasiones porque no llevan con sus clientes desde el inicio del proceso. Incluso no les queda claro a qu¨¦ parte de la investigaci¨®n se refiere la que sienta a sus defendidos en el banquillo. Son tantas las licencias y los convenios urban¨ªsticos investigados, los informes del Tribunal de Cuentas o las piezas separadas de Malaya que no recuerdan los nombres exactos de cada causa.

Sobre los procedimientos relacionados con el urbanismo marbell¨ª sobrevuela la idea de un acuerdo que corte el goteo de causas. Es una opci¨®n que baraja desde hace muchos a?os la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y que, adem¨¢s, est¨¢ permitida por la ley. Seg¨²n fuentes del Ministerio Fiscal, cuando hay acumulaci¨®n de condenas sobre unos hechos de la misma ¨¦poca ¡ªcomo ocurre en Marbella ¡ª se pueden unificar aplicando el triple de a?os a la m¨¢s grave de las penas. Para ello, eso s¨ª, deber¨ªan estar de acuerdo todas las partes: la propia Fiscal¨ªa, los acusados y las acusaciones particulares, adem¨¢s del propio Ayuntamiento de Marbella en el caso que haya responsabilidad civil. La responsabilidad penal, en algunos casos, ya ha prescrito. Mientras, Marbella apenas ha recibido el dinero perdido en la trama de corrupci¨®n, salvo los ingresados por las ventas de algunos bienes de Roca o algunos pagos realizados por el ex asesor de urbanismo obligado por distintas condenas.

Una de esas causas pendientes ha llevado esta misma ma?ana a Juan Antonio Roca y Juli¨¢n Mu?oz y una decena de exconcejales, responsables del Ayuntamiento de Marbella y empresarios a la Audiencia Provincial de M¨¢laga como acusados por diversos delitos relacionados irregularidades en la ordenaci¨®n del territorio. Roca y Mu?oz han reconocido haber cometido fraude y prevaricaci¨®n en varias operaciones urban¨ªsticas y se han conformado con las peticiones de la Fiscal¨ªa anticorrupci¨®n, con penas que oscilan entre los seis y los doce meses de prisi¨®n y 10 a?os de inhabilitaci¨®n. En sus conclusiones provisionales, el ministerio p¨²blico ha insistido en que Roca ejerc¨ªa un ¡°urbanismo a la carta¡± y negociaba con empresarios ¡°que estuviesen dispuestos a abonar la pertinente contrapartida¡±. Mientras, Mu?oz se limitaba a ratificar con su firma dichos acuerdos a¨²n a sabiendas de que eran ilegales. El exalcalde de Marbella lleg¨® a decir que firmaba documentos ¡°hasta en el cap¨® del coche¡± para defender que desconoc¨ªa su contenido.

Roca ha acudido presencialmente a la Ciudad de la Justicia, mientras que Mu?oz ha declarado por videoconferencia debido a su estado de salud. Es poblaci¨®n de riesgo y prefiere evitar cualquier incidencia al salir a la calle. Ninguno, eso s¨ª, volver¨¢ a la c¨¢rcel de momento. En la trayectoria de Roca hay media docena de condenas firmes y acumulaba m¨¢s de 27 a?os de prisi¨®n, pero el tribunal que ejecuta la sentencia de Malaya hizo una ¡°refundici¨®n¡± de penas fijando en 20 a?os su m¨¢xima estancia en la c¨¢rcel. En febrero del a?o pasado, una vez hab¨ªa cumplido tres cuartas partes de su condena ¡ªingres¨® en prisi¨®n en la primavera de 2006¡ª y tras su buen comportamiento y su voluntariado en C¨¢ritas, sali¨® en libertad condicional.

Seg¨²n fuentes penitenciarias, tambi¨¦n Juli¨¢n Mu?oz est¨¢ lejos de la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre, despu¨¦s de que la Audiencia Nacional le permitiera en octubre de 2018 cumplir su pena en r¨¦gimen de tercer grado bajo control telem¨¢tico y dependiendo del Centro de Inserci¨®n Social (CIS) de Algeciras. Ese permiso le fue concedido por Instituciones Penitenciarias desde principios de 2017, pero un a?o despu¨¦s se le revoc¨® tras ser sorprendido bailando sevillanas en un bar.