Una confesi¨®n que evita un delito
El rey em¨¦rito deb¨ªa pagar su deuda con Hacienda en el momento de la regularizaci¨®n
El delito fiscal es el ¨²nico que puede eludirse con la confesi¨®n y la reparaci¨®n del da?o. En cualquier otro, esta reparaci¨®n solo servir¨ªa para atenuar una futura pena; pero, en el caso del delito contra la Hacienda P¨²blica, el pago de lo defraudado libera al contribuyente de la sanci¨®n administrativa y de la actuaci¨®n judicial. Esta posibilidad, a la se ha acogido Juan Carlos I, est¨¢ recogida en el art¨ªculo 305.4 del C¨®digo Penal, que establece que la regularizaci¨®n de la situaci¨®n tributaria ¡°impedir¨¢¡± perseguir las irregularidades contables cometidas previamente.
La ley exige que la regularizaci¨®n se haga antes de que Hacienda notifique ¡°el inicio de actuaciones de comprobaci¨®n o investigaci¨®n¡± o de que la Administraci¨®n o la justicia realicen actuaciones que permitan al contribuyente tener ¡°conocimiento formal¡± de la apertura de diligencias.
Fuentes jur¨ªdicas aseguran que el rey em¨¦rito no ha sido informado de la investigaci¨®n por el uso de tarjetas con fondos opacos, que es a la que se refiere la regularizaci¨®n efectuada. De hecho, el comunicado del abogado de Juan Carlos I hecho p¨²blico este mi¨¦rcoles subraya que el pago de 673.393,72 euros, que incluye recargos e intereses, se ha hecho ¡°sin requerimiento previo¡±. Hacienda tampoco ha iniciado ninguna comprobaci¨®n sobre sus declaraciones de IRPF, una decisi¨®n que lamenta el Sindicato de T¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). ¡°Desde que empezaron a salir informaciones sobre posibles irregularidades fiscales por parte del rey em¨¦rito pedimos a Hacienda que analizara el caso, como se habr¨ªa hecho con cualquier contribuyente¡±, afirma el secretario general de Gestha, Jos¨¦ Mar¨ªa Mollinedo.
El camino para evitar el delito se inicia con la presentaci¨®n de una declaraci¨®n complementaria por cada a?o que se quiera regularizar, en la que se deben incluir todos los ingresos que en su momento se obviaron. ¡°Tiene que ser una declaraci¨®n completa y veraz¡±, advierte Mollinedo. La Agencia Tributaria es la encargada de comprobar que se cumplan estos requisitos. El rey em¨¦rito ha tenido la posibilidad de consultar previamente con Hacienda sobre el procedimiento para intentar la regularizaci¨®n, pero nunca podr¨ªa obtener una garant¨ªa de que esa declaraci¨®n salda la deuda. ¡°Implicar¨ªa entrar en las bases de datos y eso es irregular¡±, se?ala el representante sindical.
Juan Carlos I deb¨ªa pagar su deuda con Hacienda en el momento en que presentase la declaraci¨®n complementaria. Para ello, se le obliga a abonar la cantidad defraudada, m¨¢s los intereses de demora (un 5%) y los intereses por pago fuera de plazo (el 20% si han pasado m¨¢s de 12 meses desde que finaliz¨® el plazo oficial para presentar esa declaraci¨®n).
Si Hacienda da por regularizada la situaci¨®n, el monarca quedar¨¢ exento no solo de un hipot¨¦tico delito fiscal sino tambi¨¦n de otros posibles delitos subordinados a este, como podr¨ªa ser el de blanqueo de capitales, ya que el C¨®digo Penal establece que no se podr¨¢n perseguir ni las irregularidades contables ni ¡°otras falsedades instrumentales¡±.
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