Interior mantiene a la mitad de los presos de ETA en el r¨¦gimen penitenciario m¨¢s duro
Un 46% de los reclusos etarras est¨¢n clasificados en primer grado, sin posibilidad de pedir permisos, frente al 2% de los internos por delitos comunes
El Ministerio del Interior mantiene a 90 de los 197 presos etarras (el 45,7%) clasificados en primer grado penitenciario, el m¨¢s duro y que les impide, por ejemplo, solicitar permisos, seg¨²n datos de la lucha antiterrorista. El porcentaje es sensiblemente inferior al de febrero de 2018, poco antes de que ETA anunciase su disoluci¨®n. Entonces, de los 245 reclusos de la banda, 209 estaban en este r¨¦gimen cerrado, el 88%. El actual porcentaje a¨²n est¨¢ lejos del de presos comunes, inferior al 2%.
Durante a?os, la pol¨ªtica penitenciaria en la lucha contra ETA siempre se ha sustentado en dos elementos. Por un lado, la dispersi¨®n de sus reclusos por prisiones de todo el territorio espa?ol, puesta en marcha en 1989 por el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez. Por otro, la clasificaci¨®n penitenciaria de los reclusos de la banda, que determina tanto el r¨¦gimen de vida al que se les somete como la posibilidad de acceder o no a determinados beneficios penitenciarios como permisos, la semilibertad e, incluso, aspirar a la libertad condicional. Tras la llegada de Pedro S¨¢nchez al Gobierno, en 2018, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha flexibilizado ambas, aunque a distinta velocidad.
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As¨ª, en los ¨²ltimos dos a?os y medio, Interior ha acometido el traslado a c¨¢rceles m¨¢s pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco y Navarra de 153 presos de ETA. Los cinco ¨²ltimos, este viernes. Una parte importante, adem¨¢s, tras el verano, una vez que se puso fin al estado de alarma que impidi¨® durante meses los movimientos de reclusos entre c¨¢rceles para minimizar el riesgo de expansi¨®n del coronavirus dentro de las prisiones. Adem¨¢s, de los etarras acercados, 116 han pasado a ocupar celdas en prisiones de estas dos comunidades o de provincias lim¨ªtrofes o cercanas a ambas, seg¨²n fuentes policiales.
Esta pol¨ªtica de acercamiento ha sido m¨¢s acusada en Francia, el otro pa¨ªs en el que a¨²n existen presos de ETA. La llegada a la presidencia de Emmanuel Macron se tradujo, a comienzos de 2018, en el inicio de un progresivo traslado de estos reclusos a prisiones pr¨®ximas a la frontera con Espa?a. De los 29 terroristas actualmente presos en Francia, uno, el exdirigente etarra Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, est¨¢ en semilibertad en Par¨ªs a la espera de que la justicia francesa lo juzgue y decida sobre su entrega a Espa?a. Otros 21 est¨¢n en las c¨¢rceles de Lannemezan y Mont-de-Marsan, las m¨¢s cercanas a Espa?a. Esta cifra ser¨ªa a¨²n mayor si estos presidios tuvieran m¨®dulo de mujeres. Su inexistencia mantiene alejadas a las seis etarras all¨ª encarceladas.
Con el art¨ªculo 100.2
En la clasificaci¨®n penitenciaria de los presos tambi¨¦n ha habido cambios significativos. De hecho, gran parte de los ¨²ltimos traslados de presos han venido acompa?ados de lo que se conoce como progresiones de grado. Es decir, el paso de un recluso a un r¨¦gimen de vida en prisi¨®n m¨¢s liviano del que reg¨ªa su d¨ªa a d¨ªa hasta ese momento. A veces, con pasos intermedios. As¨ª, de los 90 etarras que hasta ayer se manten¨ªan en primer grado penitenciario, a 39 se les ha comenzado a aplicar el art¨ªculo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que les permite disfrutar de algunos de los beneficios penitenciarios de una clasificaci¨®n penitenciaria mejor, seg¨²n los datos que maneja Sare, una plataforma ciudadana de apoyo a los presos vascos que en los ¨²ltimos a?os ha convocado manifestaciones en el Pa¨ªs Vasco para reclamar su acercamiento a prisiones pr¨®ximas a la comunidad aut¨®noma vasca.
Adem¨¢s, hay 96 presos etarras (el 48,7% del total) en segundo grado penitenciario o r¨¦gimen ordinario. Entre ellos, los cinco reclusos cuyo pr¨®ximo traslado se anunci¨® este viernes. Todos ellos han presentado en los dos ¨²ltimos a?os escritos en los que acatan la ley con el fin de mejorar su situaci¨®n en prisi¨®n. Estar en segundo grado supone, entre otros beneficios, que una vez que han cumplido un cuarto de la condena, pueden solicitar permisos, hasta 24 d¨ªas al a?o. No obstante, la concesi¨®n de estas salidas depende de Interior y, en ¨²ltima instancia, del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, Jos¨¦ Luis de Castro.
El actual porcentaje de presos etarras en segundo grado es cuatro veces mayor que en febrero de 2018, tres meses antes de la disoluci¨®n de ETA. Entonces, ¨²nicamente el 11,8% (29 internos) de los 245 reclusos de la banda hab¨ªan sido progresados al r¨¦gimen ordinario. En el caso de los presos comunes, este porcentaje se eleva a cerca del 75%, seg¨²n las estad¨ªsticas penitenciarias.
Adem¨¢s, desde que Grande-Marlaska est¨¢ al frente de Interior, 17 presos de ETA han accedido al tercer grado penitenciario o r¨¦gimen abierto ¡ªtambi¨¦n conocido como semilibertad¡ª. De ellos, seis han sido ya excarcelados al haber cumplido sus condenas y los 11 restantes (el 5,6% del colectivo) siguen en este r¨¦gimen penitenciario. A algunos se les ha colocado una pulsera de control telem¨¢tico, lo que les permite terminar de cumplir sus penas en casa sin tener que ir a prisi¨®n. En el caso de los terceros grados, la diferencia con los reclusos condenados por delitos no relacionados con terrorismo es tambi¨¦n elevada: algo m¨¢s de un 18% de los 46.000 internos tienen ya la semilibertad, en una tendencia que va al alza.
El coronavirus y el futuro frenazo de las excarcelaciones
La cifra de 197 presos de ETA es la m¨¢s baja desde hace cuatro d¨¦cadas y descender¨¢ en los pr¨®ximos tres a?os en, aproximadamente, medio centenar, seg¨²n las estimaciones coincidentes de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT) y la plataforma Sare de apoyo a los presos. Pasados esos a?os, ambas asociaciones auguran un frenazo en las excarcelaciones, ya que buena parte de los etarras que seguir¨¢n entonces en prisi¨®n fueron juzgados tras la reforma del C¨®digo Penal de 2003 que elev¨® el cumplimiento efectivo de las penas hasta los 40 a?os. Por ello, el colectivo de presos etarras (EPPK en sus siglas en euskera) ha hecho llegar a partidos, sindicatos y asociaciones del Pa¨ªs Vasco y Navarra la necesidad de reclamar al Gobierno que elimine este punto de la ley. Tambi¨¦n reclama la excarcelaci¨®n de los enfermos graves (una quincena) y de los mayores de 65 a?os (una cifra similar) por la crisis del coronavirus, as¨ª como que los m¨¢s de 60 etarras que ya han cumplido tres cuartas partes de su pena accedan a la libertad condicional.
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