¡°Quisiera trasladar mi pesar a las familias de las tres personas que asesin¨¦¡±
M¨¢s de 40 presos de ETA han pedido perd¨®n por escrito en 2020 frente a una treintena el a?o anterior y ocho en 2018
El pasado julio, el preso de ETA Mikel Azurmendi, alias Hankas, envi¨® un largo texto manuscrito al director del Centro Penitenciario de Valencia en el que se quejaba de que, tras 22 a?os encarcelado, segu¨ªa clasificado en primer grado, el m¨¢s duro, lo que le imped¨ªa obtener beneficios penitenciarios. Condenado a 418 a?os por, entre otros atentados, el asesinato del concejal del PP de Sevilla Alberto Jim¨¦nez Becerril y su esposa en 1998, Azurmendi esgrim¨ªa que llevaba tiempo rechazando la violencia. ¡°S¨ª, reconozco el da?o que he causado¡±, afirmaba en la misiva. El pasado 11 de noviembre, el Ministerio del Interior anunciaba su traslado y el de su compa?era, la tambi¨¦n etarra Maite Pedrosa, a una prisi¨®n cercana al Pa¨ªs Vasco, la de Zuera (Zaragoza). La decisi¨®n provoc¨® una tormenta pol¨ªtica al coincidir con el apoyo parlamentario de EH Bildu a la tramitaci¨®n del proyecto de Presupuestos del Gobierno.
Azurmendi es uno de los 42 presos etarras que, en lo que va de a?o han pedido perd¨®n por carta, seg¨²n datos de la lucha antiterrorista a los que ha tenido acceso EL PA?S. La cifra es superior a la del a?o pasado, cuando fueron una treintena, y, sobre todo, a la de 2018, el a?o en el que ETA anunci¨® su disoluci¨®n, cuando fueron ocho. En la actualidad, permanecen recluidos en c¨¢rceles espa?olas 197 etarras. ¡°El salto ha sido cuantitativo, pero tambi¨¦n cualitativo¡±, se?alan fuentes policiales en referencia al contenido de las misivas. ¡°Al poco de la disoluci¨®n de ETA, los textos eran similares y se ajustaban a las directrices del EPPK [siglas en euskera del colectivo de presos de ETA] de no arrepentirse ni delatar. Ahora, las hay que tambi¨¦n reflejan arrepentimiento¡±, recalcan. En una de estas misivas, in¨¦dita hasta ahora, un etarra escribe: ¡°Quisiera trasladar mi pesar a las familias de estas tres personas [a las que asesin¨¦], pedirles perd¨®n¡±.
Las directrices a las que se refieren estas fuentes las marc¨® el EPPK en enero de 2018, cuando anunci¨® la ¡°total disposici¨®n¡± de sus reclusos a reconocer el dolor causado si con ello se mejoraba su situaci¨®n penitenciaria. En abril de ese a?o, ETA hac¨ªa p¨²blico un comunicado en el que tambi¨¦n admit¨ªa el da?o provocado como paso previo a su disoluci¨®n formal materializada semanas despu¨¦s. Algunos presos que segu¨ªan la disciplina de la banda ya hab¨ªan dado un primer paso en esa l¨ªnea, como Jagoba Cod¨® ¨Cal que la Audiencia Nacional dej¨® en libertad condicional el pasado agosto¨C quien en 2017 hab¨ªa hecho una renuncia gen¨¦rica a la violencia en un texto en el que afirmaba: ¡°Nadie es ajeno al dolor, ni al sufrido ni al causado, y penalmente lo estoy pagando¡±.
Tras aquellos dos comunicados, otros reclusos siguieron los pasos de Cod¨® con misivas con un contenido tambi¨¦n ¡°muy estandarizado¡±, destacan fuentes policiales. En una de ellas, su autor dec¨ªa querer utilizar ¡°las v¨ªas pol¨ªticas para fines pol¨ªticos¡± y reconoc¨ªa ¡°el da?o causado en las d¨¦cadas que existi¨® la organizaci¨®n a la que pertenec¨ª¡±. Todo ello, en un texto impersonal con apartados. Fuentes del Gobierno vasco que han seguido la evoluci¨®n de los presos de ETA destacan que ¡°estas cartas siguen siendo la mayor¨ªa y responden a un formato preparado por los abogados defensores¡±. En su opini¨®n, ¡°solo buscan facilitar el traslado a una c¨¢rcel pr¨®xima a Euskadi y mejorar las condiciones penitenciarias¡±, a?aden. EL PA?S ha intentado contactar con varios abogados de etarras, pero han declinado hablar. Tambi¨¦n Etxerat, la asociaci¨®n de familiares de los presos que permanecen dentro de la ortodoxia del EPPK, ha rehusado dar su opini¨®n.
Sin embargo, frente a este tipo de textos, en los ¨²ltimos meses varios presos han remitido cartas en las que incluso citan a las personas que asesinaron. ¡°Reconozco el da?o causado a las v¨ªctimas consecuencia de mi actividad armada en dicha organizaci¨®n, sobre todo a las tres v¨ªctimas mortales [incluye el nombre y apellidos de cada una de ellas], as¨ª como a sus seres queridos y a las personas que fueron heridas¡±, recoge una misiva manuscrita en la que el preso etarra, cuya identidad no se facilita para evitar represalias, a?ade: ¡°Reconociendo la gravedad de haberles arrebatado la vida y a¨²n la imposibilidad de devolv¨¦rsela, quiero que este reconocimiento y este pesar contribuya a reparar en parte el da?o y sufrimiento causado a las v¨ªctimas del terrorismo, a todas las v¨ªctimas¡±.
¡°No deber¨ªa haber pasado¡±
¡°ETA, en su d¨ªa, reconoci¨® el da?o causado, as¨ª como el colectivo de presos. Yo, de mi lado, tambi¨¦n quiero reconocer el da?o que la lucha armada ha causado durante todos estos a?os, asimismo comprometerme a superar todos los problemas del conflicto¡±, escribi¨® otro etarra el a?o pasado. En esta segunda misiva, este recluso a?ad¨ªa: ¡°Eso no deber¨ªa haber pasado y quiero decirlo porque es as¨ª como lo siento, de la misma forma que pienso que hace tiempo que se deber¨ªa haber buscado una soluci¨®n para terminar con tanto sufrimiento¡±. El interno de ETA terminaba reconociendo que el dolor y da?os causados ¡°no tienen soluci¨®n¡± y mostrando su ¡°respeto a los fallecidos, heridos y dem¨¢s v¨ªctimas¡±.
Fuentes del Gobierno vasco consideran que este tipo de textos son un avance, aunque lamentan que todav¨ªa sean pocos: ¡°No llegan a la docena¡±. Y culpa de ello a una parte de la izquierda abertzale, que en su opini¨®n no permite a los reclusos de ETA ¡°ir m¨¢s all¨¢ y hacer en estos textos un verdadero planteamiento cr¨ªtico de lo que fue la violencia terrorista¡±. La Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT) se muestra mucho m¨¢s esc¨¦ptica y duda, incluso, de que existan estas misivas. Carmen Ladr¨®n de Guevara, abogada de la asociaci¨®n, critica que Interior utilice su existencia para justificar los acercamientos. ¡°Nunca nos han ense?ado estas cartas. Ni a nosotros, como asociaci¨®n, ni a ninguna v¨ªctima¡±. Para esta abogada, que ha ejercido la acusaci¨®n en los ¨²ltimos juicios contra etarras, el ¡°verdadero arrepentimiento¡± no est¨¢ en estas misivas sino ¡°en la colaboraci¨®n con la justicia, y eso no lo estamos viendo¡±.
Por el contrario, Roberto Manrique, herido de gravedad en el atentado del Hipercor de Barcelona, de junio de 1987, en el que murieron 21 personas, cree que estas cartas son ¡°positivas¡±. En enero de 2011, con ETA a¨²n activa, Manrique recibi¨® una de uno de los etarras que coloc¨® aquel coche bomba, Rafael Caride Sim¨®n, entonces acogido a la llamada V¨ªa Nanclares de reinserci¨®n. En ella, el etarra afirmaba: ¡°Reconozco el da?o y sufrimiento que causaron en personas como usted las acciones llevadas a cabo durante nuestra militancia en ETA. No soy insensible al dolor y sufrimiento que las mismas generaron; de ah¨ª mi compromiso sincero en tratar de ayudar a cerrar esas heridas y en que nadie m¨¢s sufra lo que ustedes han sufrido¡±. Manrique, que un a?o despu¨¦s de aquella misiva mantuvo un encuentro ¡°reparador¡± en prisi¨®n con el etarra, se muestra convencido de su sinceridad: ¡°Cre¨ª en su arrepentimiento¡±.
Manrique recalca que este tipo de gestos no debe traducirse en beneficios penitenciarios: ¡°Si me dicen que mi encuentro le pod¨ªa permitir recortar un minuto de su condena, hubiera dicho que no por respeto al resto de las v¨ªctimas que caus¨®¡±. Despu¨¦s de 19 a?os en c¨¢rceles espa?olas y otros siete en francesas, Caride Sim¨®n sali¨® de la c¨¢rcel en agosto de 2019. Llevaba dos a?os en semilibertad. ¡°Es la ley y hay que acatarla. Me consta que ha estado en prisi¨®n el tiempo del que ten¨ªa que estar¡±, se?ala esta v¨ªctima.
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