De Prada, el continuo objetivo a abatir por el PP
El partido considera a este magistrado progresista, uno de los autores de la sentencia de G¨¹rtel que acab¨® con el Gobierno de Rajoy, una l¨ªnea roja para renovar el Poder Judicial
Jos¨¦ Ricardo de Prada (Madrid, 1957), magistrado con 30 a?os a las espaldas en la Audiencia Nacional, se sienta solo en un banco de la Comisi¨®n Consultiva de Nombramientos del Congreso. Mira a Carlos Rojas, diputado del PP, y le contesta contundente:
¡ªMi independencia es algo que queda absolutamente acreditado a lo largo de toda mi trayectoria profesional. Desde el primer momento hasta el ¨²ltimo. Desde mi primera resoluci¨®n hasta la ¨²ltima.
Es 16 de noviembre de 2018 y De Prada se somete a la evaluaci¨®n de tr¨¢mite de la C¨¢mara tras ser propuesto como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el PSOE y con el respaldo de Unidas Podemos. Los populares, aunque han aceptado su presencia en un acuerdo que terminar¨ªa rompi¨¦ndose, aprovechan la sesi¨®n para arremeter contra ¨¦l, todav¨ªa dolidos por la sentencia del caso G¨¹rtel que firm¨® en mayo de ese a?o y que provoc¨® la moci¨®n de censura que sac¨® a Mariano Rajoy de La Moncloa: ¡°No comparto parte de su trayectoria¡±, le espeta Rojas, que eleva el tono: ¡°Es bueno para la justicia espa?ola que deje de hacer lo que estaba haciendo; es decir, durante unos a?os dejar¨¢ usted de dictar sentencias¡±.
El tiempo pasa, pero ese resquemor sigue vivo. El PP ha convertido ahora a este juez, enmarcado en el sector progresista de la Audiencia, en una l¨ªnea roja para pactar la renovaci¨®n de un Consejo que enfila su tercer a?o con el mandato caducado. La formaci¨®n conservadora ha expuesto su presencia de nuevo en el acuerdo ¡ªal igual que la de la jueza Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero y exdiputada de Podemos¡ª como justificaci¨®n para volver a abandonar las negociaciones. Pero la obcecaci¨®n de los populares con De Prada viene de lejos.
Este firme defensor de la justicia universal que ha participado en tribunales penales internacionales sobre los cr¨ªmenes de la antigua Yugoslavia, est¨¢ considerado por sus m¨¢s cercanos como un juez muy garantista y lleva a?os en la diana del partido de Pablo Casado. Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, exministro del Interior e imputado por la Operaci¨®n Kitchen, ya lo calific¨® de ¡°indigno¡± en 2016 y pidi¨® al CGPJ que tomara medidas contra ¨¦l despu¨¦s de que dijera en una mesa redonda que la tortura a algunos miembros de la banda terrorista ETA hab¨ªa sido ¡°clara¡± y ¡°yo he tenido muchos casos de sospecha fuerte a la que los tribunales no han dado respuesta como corresponde a un Estado de Derecho¡±.
Una animadversi¨®n velada, que se destap¨® definitivamente tras la sentencia de G¨¹rtel. Rafael Hernando, actual senador y portavoz entonces del PP en el Congreso, le acus¨® solo unos d¨ªas despu¨¦s del fallo de tener una ¡°sinton¨ªa con el mundo proetarra¡±. Los populares le atribuyen las frases m¨¢s duras de una resoluci¨®n, respaldada tambi¨¦n por el magistrado Julio de Diego, que dio por acreditaba la caja b del partido ¡ªcomo as¨ª confirm¨® despu¨¦s el Tribunal Supremo¡ª y que, adem¨¢s, cuestionaba la ¡°credibilidad¡± de Rajoy, que compareci¨® como testigo en el juicio.
¡°Coincidiendo con G¨¹rtel, he sufrido m¨¢s ataques como juez desde la pol¨ªtica y desde los medios que secundan determinados planteamientos pol¨ªticos que en los otros 30 que llevo trabajando en la Audiencia Nacional¡±, explicaba en una entrevista con EL PA?S el propio De Prada, quien tambi¨¦n se opuso a la entrada en prisi¨®n preventiva de Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart, entonces presidentes de la Asamblea Nacional de Catalu?a y de ?mnium Cultural, a ra¨ªz del refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre de 2017. La consider¨® ¡°desproporcionada¡±.
Tras la primera sentencia contra G¨¹rtel, el PP centr¨® esfuerzos en recusarlo de los tribunales que iban a enjuiciar otras derivadas de la trama de corrupci¨®n. De hecho, consigui¨® apartarlo de la vista oral sobre la contabilidad paralela reflejada en los papeles de B¨¢rcenas ¡ªque comenz¨® este 8 de febrero¡ª. La Sala de lo Penal decidi¨®, en un re?ido debate resuelto con el voto a favor de ocho magistrados y la oposici¨®n de otros siete, sacarlo por incluir en ese primer fallo una argumentaci¨®n sobre la caja b que no era ¡°absolutamente necesaria¡± y que ¡°compromete¡± su imparcialidad.
De Prada entr¨® en la carrera judicial tras un breve paso de seis a?os por la abogac¨ªa. Perteneciente a la asociaci¨®n Juezas y Jueces para la Democracia; y cercano al antiguo magistrado Baltasar Garz¨®n, al que manifest¨® su apoy¨® en p¨²blico tras su inhabilitaci¨®n; se ha mostrado cr¨ªtico con el actual funcionamiento del CGPJ, pero tambi¨¦n con la propuesta de que la elecci¨®n de la mayor¨ªa de vocales dependa de los propios jueces y no de las C¨¢maras, como ocurre actualmente: ¡°La elecci¨®n corporativa es problem¨¢tica, muy problem¨¢tica, porque significa una p¨¦rdida importante de legitimidad en cuanto a que se desconecta de la sociedad¡±, dice: ¡°Que pueda venir establecida desde un sistema de votaci¨®n parlamentaria, en principio, no tiene que plantear ning¨²n problema. Otra cosa distinta es que responda m¨¢s o menos a posibles negociaciones. Pero c¨®mo funciona la pol¨ªtica es algo complicado¡±.
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