Los testimonios de Kitchen que conducen hasta la c¨²pula de Interior y del PP

Tres d¨ªas antes de su esperada comparecencia en la comisi¨®n Kitchen, Jos¨¦ Manuel Villarejo sale a pie de la Audiencia Nacional. Sin c¨¢maras y periodistas que lo persigan, camina tranquilo por la calle junto a su abogado. Acaba de firmar la comparecencia semanal que se le impuso como medida preventiva para evitar su fuga, seg¨²n explican fuentes de su entorno. Su mundo ha dado un giro dr¨¢stico en solo dos meses y medio. Desde noviembre de 2017 y hasta el pasado 2 de marzo, el comisario jubilado pasaba las horas entre rejas, con las comunicaciones intervenidas. Desde el 3 de marzo, cuando sale de prisi¨®n, se mueve con libertad y dedica parte de su tiempo a estudiar un sumario que lo sit¨²a a ¨¦l como epicentro de una macrotrama de corrupci¨®n que incluye la operaci¨®n para espiar sin control al extesorero Luis B¨¢rcenas con el presunto objetivo de arrebatarle papales comprometedores para altos cargos del PP.

El juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, instructor de la Audiencia Nacional, abri¨® la investigaci¨®n el 7 de noviembre de 2018: la pieza n¨²mero 7 del caso Villarejol. El d¨ªa 2 se lo hab¨ªa solicitado la Fiscal¨ªa tras recibir un informe de m¨¢s de 300 p¨¢ginas de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Polic¨ªa Nacional donde detallaban la gran cantidad de audios y documentos intervenidos a la trama que evidenciaban la existencia del despliegue urdido en el Ministerio del Interior. Dos a?os y medio despu¨¦s, las pesquisas dejan ya 13 imputados: Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, exministro del Interior; Francisco Mart¨ªnez, ex secretario de Estado de Seguridad; diez polic¨ªas ¡ªcuatro inspectores jefe; cuatro comisarios condecorados; el jefe del cuerpo con el Gobierno de Mariano Rajoy, Eugenio Pino; el ch¨®fer de B¨¢rcenas, Sergio R¨ªos, que ingres¨® en la polic¨ªa despu¨¦s de participar en Kitchen¡ª. El falso cura que asalt¨® la casa del extesorero y secuestr¨® a su familia fue desimputado tras no poder tomarle declaraci¨®n por los problemas mentales que padece.

Las miles de p¨¢ginas del sumario de la Operaci¨®n Kitchen ¡ªque investiga delitos como malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, prevaricaci¨®n, revelaci¨®n de secretos, blanqueo de capitales, cohecho y organizaci¨®n criminal¡ª se?alan tambi¨¦n a Mar¨ªa Dolores de Cospedal, ex secretaria general del PP, y a su marido, el empresario Ignacio L¨®pez del Hierro. Los fiscales pidieron el pasado a?o su imputaci¨®n, que el juez rechaz¨® en un primer momento y que ahora vuelve a estar sobre la mesa tras las nuevas averiguaciones del caso, donde se acumulan los testimonios de los protagonistas que apuntan a las c¨²pulas de Interior y del PP. Estas son algunas de las declaraciones clave:

Mart¨ªnez se?ala al exministro

El ex secretario de Estado de Seguridad, que admiti¨® que conoc¨ªa la existencia de la operaci¨®n de espionaje a B¨¢rcenas aunque afirm¨® que cre¨ªa que todo era legal, asegur¨® que el exministro estaba tambi¨¦n al tanto. As¨ª lo repiti¨® durante el tenso careo que mantuvieron ambos ante el juez: ¡°Yo lo ¨²nico que [hice] fue informarme sobre algo que t¨², [en referencia a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz], me hab¨ªas pedido [...] Me llamabas los viernes, los s¨¢bados, los domingos... Por la ma?ana, por la tarde, por la noche¡­ Y me parece normal. A veces un poco insistente, t¨² tambi¨¦n lo reconoc¨ªas, pero me parece normal [...] Yo era tu mano derecha, tu persona de confianza y a mucha honra¡±.

Garc¨ªa Casta?o y la captaci¨®n del ch¨®fer

El comisario Enrique Garc¨ªa Casta?o, El Gordo, fue el primero que se acerc¨® a Sergio R¨ªos para tratar de captarle. Fracas¨® en el intento. Pero, seg¨²n cont¨®, la trama consigui¨® su objetivo gracias a la irrupci¨®n en escena de Andr¨¦s G¨®mez Gordo, entonces inspector jefe y asesor de Cospedal: ¡°Comienza el tema con la figura del conductor. Me acerco al conductor, le ofrezco que trabaje por el bien del Estado y que me d¨¦ informaci¨®n. Me pregunta qu¨¦ tipo de informaci¨®n y le digo que su jefe, B¨¢rcenas, estaba investigado por corrupci¨®n y hay... Pero, como ya dije, el conductor no quiso saber nada de m¨ª. Yo le doy un tel¨¦fono y al d¨ªa siguiente me llama por tel¨¦fono G¨®mez Gordo, y me pregunta ¡®qui¨¦n eres t¨²'. Y me encuentro que aparece en la direcci¨®n adjunta de la Polic¨ªa un se?or que est¨¢ fuera de la polic¨ªa y que trae de la mano al conductor. Y dice: ¡®Este est¨¢ dispuesto a colaborar, a dar informaci¨®n, pero solamente trabaja conmigo¡±.

Sergio R¨ªos detalla los encuentros

Tras la intermediaci¨®n de G¨®mez Gordo, entra en escena Villarejo, que asume la interlocuci¨®n con el ch¨®fer. As¨ª lo resumi¨® R¨ªos al juez: ¡°En un principio no me propone nada y me dice que contin¨²e el trabajo. Me dijo: ¡®T¨² no te preocupes, tienes que quedarte, tienes que echarnos una mano. Est¨¢s pegado a ¨¦l. Es importante¡¯. Y yo le pregunt¨¦: ¡®?En qu¨¦ yo puedo ayudar?¡¯. Y me dijo: ¡®Mira, lo principal que te voy a pedir es que no obstaculices¡¯, entiendo que en los seguimientos y tal. ¡®Y yo te pedir¨ªa que colabores de otra manera: todo lo que veas y nos puedas ir diciendo, te lo vamos a agradecer. Con qui¨¦n se re¨²ne, a d¨®nde vais, si escuchas algo en el coche, si sabes t¨² algo de m¨¢s...¡±.

Pino reconoce el uso de fondos reservados

Eugenio Pino admiti¨® al juez que se pag¨® con fondos reservados al ch¨®fer. El jefe de la Polic¨ªa con el Gobierno de Rajoy tambi¨¦n explic¨® que ¨¦l mismo puso fin a la operaci¨®n, aunque defiende que el objetivo de la misma era encontrar las cuentas en Suiza de B¨¢rcenas y otros dirigentes del PP para ponerlas a disposici¨®n del juez: ¡°A m¨ª me pidieron fondos... El se?or [Sergio] R¨ªos Esgueva trabaj¨® un tiempo sin recibir fondos. Pero de la noche a la ma?ana, parece ser, se qued¨® sin trabajo. Y pretend¨ªan los controladores, que siguiera informando, se pidi¨® una ayuda para que siguiera sin necesidad de que tuviera que dejar el trabajo¡±. ¡°La iniciativa de seguir [al entorno de B¨¢rcenas] fue del inspector G¨®mez Gordo¡±. ¡°S¨ª, di la orden de finalizar [la operaci¨®n Kitchen]. Antes lo consult¨¦ con el secretario de Estado de Seguridad. Le dije: ¡®Esto no pinta bien, vamos a cortar¡±.