La habitaci¨®n de Alexandra no es su hogar
A los 29 a?os Alexandra Arispe tiene un trabajo fijo a jornada completa. Aun as¨ª, no le llega para poder vivir sola en una ciudad como Madrid y se ve abocada a compartir piso con dos desconocidas que conoci¨® en una ¡®app¡¯
La casa de Alexandra Arispe tiene tres dormitorios, dos ba?os, un gran sal¨®n y una cocina que da a una terraza larga y estrecha desde la que se ven los tejados de otros pisos. El suelo es de baldosa blanca. Las paredes tienen gotel¨¦. En el sal¨®n hay un sof¨¢ rinconero, una tele y una mesa de comedor con sus sillas. En una de las paredes cuelga enmarcado un puzzle terminado al que le faltan varias piezas que se perdieron. La casa de Alexandra es espaciosa y funcional y podr¨ªa estar en cualquier aplicaci¨®n de b¨²squeda de pisos con el enunciado de ¡°acogedor piso de tres dormitorios en el madrile?o barrio de Usera¡±. De hecho lo est¨¢. Porque la casa de Alexandra no es su casa.
Alexandra lleva 10 a?os viviendo en este piso con su gato Danger. En el sal¨®n hay fotograf¨ªas antiguas de su familia y otras recientes de ella y sus hermanos. Tiene tres, ella es la peque?a. Hasta hace poco m¨¢s de un a?o, en esta casa viv¨ªa con su madre y una prima. Su madre muri¨® en plena pandemia por culpa de la covid. La prima emigr¨® a otro pa¨ªs. A los 28 a?os se vio sola en un piso cuyo alquiler est¨¢ en los 800 euros y con un trabajo en una multinacional en la que le pagan 1.050 por 40 horas semanales. Si quer¨ªa seguir viviendo en el piso que hab¨ªa compartido con su familia, deb¨ªa empezar a alquilar las dos habitaciones que le sobraban. Subi¨® las fotos del piso a una p¨¢gina que se llama Badi y que ella apoda ¡°el Tinder de los pisos¡±. La gente a la que le encajan las habitaciones que alquila le escriben y comienza una breve interacci¨®n con el prop¨®sito de ver si podr¨ªan llegar a vivir juntas. Ahora mismo comparte la casa con dos chicas de 22 a?os. ¡°Es un poco casa hotel¡±, aclara, ¡°algunas veces nos encontramos en la zona com¨²n pero no hacemos vida juntas¡±. Hay d¨ªas en los que Alexandra se levanta a las 4.30. Otros, vuelve a casa a las 22.30 porque ha tenido turno de tarde. Esos d¨ªas no quiere ni sentarse a ver la tele. ¡°Solo quiero irme a la cama, no socializar¡±.
Seg¨²n el Informe anual de pisos compartidos en Espa?a del portal de pisos.com, los inquilinos de 18 a los 25 a?os suponen el 51,24% del total de los que comparten piso, seguido del intervalo de entre 26 y 35 a?os, que ocupa el 29,22%. En Barcelona se paga de media 453 euros por habitaci¨®n y en Madrid se llega a los 426 euros mensuales. En Ciudad Real, por ejemplo, alquilar una habitaci¨®n sale por 157 euros. Alexandra paga por su cuarto unos 400 euros dependiendo del mes. Dependiendo de los gastos. Eso equivale al 40% de su salario. Lo que le queda de n¨®mina lo destina a pagar el cr¨¦dito de su coche y el que pidi¨® para estudiar una carrera que nunca ha ejercido: un doble grado de Periodismo y Relaciones Internacionales. Se ha planteado vivir sola, pero con su presupuesto no encuentra nada en Madrid. ¡°A las afueras encuentras algo de 15 metros cuadrados que llaman estudio pero es una habitaci¨®n con cocina. Llegu¨¦ incluso a mirar en los pueblos. En San Mart¨ªn de la Vega, Perales del R¨ªo¡ Nada. Ni en Legan¨¦s¡±. La idea de vivir sola acab¨® en la papelera. ¡°Al final del mes miras la cuenta y dices ¡®me quedan siete euros, menos mal que en tres d¨ªas cobro¡¯. La soluci¨®n para pagar un piso es casarse o buscarse un sugar daddy [un hombre mayor que cubre los gastos y recibe sexo] que te resuelva la vida. O abrirte un Only Fans¡±, ironiza. Por el momento, lo que tiene claro es que acabar¨¢ y¨¦ndose de Espa?a. Quiz¨¢ a Irlanda, donde vive una de sus hermanas. O quiz¨¢ vuelva a Bolivia, pa¨ªs del que emigr¨® hace 20 a?os con su madre. Ya estuvo un verano trabajando de camarera en Londres. Viv¨ªa en un piso patera. Pagaba 80 libras a la semana y dorm¨ªan seis chicas en una habitaci¨®n sin cerradura y la ropa debajo de la cama en una maleta.
Con la compra de un piso ni siquiera fantasea. ¡°Incluso teniendo un trabajo fijo tienes un sueldo que no te llega m¨¢s que a fin de mes, ?c¨®mo pretendes ahorrar 30.000 euros de entrada y luego pagar una hipoteca? La gente tiene pisos ahora o por herencias o porque en pareja se lo pueden permitir¡±. Hoy, su realidad es comer en 15 minutos tras esta entrevista y entrar a trabajar. Volver¨¢ al piso de noche aunque cuando entre por la puerta, no sentir¨¢ estar volviendo a casa. ¡°Este piso fue mi hogar, cuando viv¨ªa con mi familia. Ahora no tengo un hogar. Mi habitaci¨®n es mi espacio pero no es mi hogar. Y eso es a lo que puedo aspirar de momento. No pido una mansi¨®n, solo un sitio tranquilo en el que vivir sola. Mi hogar ser¨ªa el sitio en el que pudiera hacer mi biblioteca¡±, dice se?alando a las estanter¨ªas del sal¨®n que rebosan de libros de Anne Rice, Tolkien y en el que tampoco falta Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez.
¡ª ?C¨®mo te ves en cinco a?os?
¡ª No lo s¨¦. Sinceramente, no lo s¨¦. Me gustar¨ªa saberlo. Me gustar¨ªa tener un plan.
¡ª ?Cu¨¢l es tu plan ahora?
¡ª Mi plan ahora es sobrevivir. Sobrevivir y mantener lo poco que tengo.