El PP se enreda con los menores extranjeros

Los menores extranjeros no acompa?ados, menos de 9.000 en toda Espa?a, ganan protagonismo en la agenda pol¨ªtica de la derecha. Vox los pone en la picota cuestionando los recursos p¨²blicos que se destinan a su acogida y es partidario de su expulsi¨®n sin miramientos, y el PP esboza estos d¨ªas sus planes para un colectivo que, aunque no llega al 0,4% de todos los extranjeros extracomunitarios que viven en Espa?a, provoca acalorados debates entre sus votantes. La posici¨®n del partido de Pablo Casado no es clara y en apenas dos semanas ha defendido cosas distintas.

El pasado 14 de julio, Casado visit¨® Melilla y pidi¨® un refuerzo en las fronteras entre otros motivos ¡°por la presi¨®n que tenemos con los menas¡±. El l¨ªder del PP plante¨® ¡°evaluar¡± cu¨¢l es la edad para ser considerado un menor extranjero no acompa?ado, aquel que tras ser declarado en desamparo recibe protecci¨®n y acogida por parte del Estado. ¡±No es lo mismo una persona con 17 a?os que tiene probablemente una autonom¨ªa personal y econ¨®mica en Marruecos hace cuatro, que un menor de 12 o 13 a?os¡±, afirm¨® frente a la valla. Con respecto a los m¨¢s peque?os, los de 12 o 13 a?os, Casado mantuvo que ¡°lo pasan fatal y que tienen no solo un desarraigo familiar sino tambi¨¦n una vulnerabilidad socioecon¨®mica [por la] que el Estado espa?ol tiene que reforzar, donde haya una presi¨®n como en Ceuta y Melilla, los medios que necesitan para su tratamiento¡±.

D¨ªas despu¨¦s, fuentes del PP matizaron que no hay ninguna iniciativa en marcha y que no se trata de ¡°quitar ayuda a los mayores de 16 a?os¡±. Aseguran que la clave de lo que quer¨ªa decir Casado, aunque no lo mencionase, es priorizar la reagrupaci¨®n de los menores de 16 a?os en su pa¨ªs de origen. Los mismos menores que d¨ªas antes sufr¨ªan ¡°desarraigo familiar¡± y para los que hab¨ªa que reforzar los medios ante su vulnerabilidad.

Enrique L¨®pez, consejero de Justicia en la Comunidad de Madrid, explic¨® a EL PA?S la idea. Antes advirti¨®: ¡°No estamos formulando un cambio de legislaci¨®n. [La de Casado] fue una reflexi¨®n y es una aspiraci¨®n de formulaci¨®n cuando gobierne¡±. A la hora de tratar a los menores extranjeros, L¨®pez defiende, como Casado, que habr¨ªa que diferenciar a aquellos que tienen hasta 15 a?os, pero ¡°para centrar en ellos los esfuerzos de reagrupamiento porque tienen menos autonom¨ªa para decidir sobre su futuro¡±. La edad de emancipaci¨®n de los menores en Espa?a, recuerda el consejero varias veces, est¨¢ fijada en 16 a?os.

Si los menores de 16 a?os tienen ¡°menos autonom¨ªa¡± para decidir sobre el retorno a su pa¨ªs, podr¨ªa deducirse que sus repatriaciones ser¨ªan m¨¢s f¨¢ciles. Pero en los procesos de reagrupaci¨®n, tanto la ley de extranjer¨ªa como la jurisprudencia, otorgan al menor de 12 a?os ¡ªe incluso de menos si tiene juicio suficiente¡ª la posibilidad de participar. Puede hacerlo por s¨ª mismo si tiene m¨¢s de 16 a?os o a trav¨¦s de un representante si tiene menos. En la pr¨¢ctica, el rechazo del ni?o a rehacer el camino de vuelta, tenga la edad que tenga, suele ser incompatible con la protecci¨®n del inter¨¦s superior del menor que pregona la Convenci¨®n de Derechos del Ni?o de la que Espa?a es signataria. Y esto, la negativa del ni?o a volver, es lo que suele ocurrir en la inmensa mayor¨ªa de los casos. ¡°Esto tiene que interpretarse en base al c¨®digo civil que fija el grado de emancipaci¨®n a los 16 a?os. El menor [de esa edad] no tiene potestad para decidir¡±, discrepa L¨®pez.

Seg¨²n public¨® El Mundo, en el PP consideran que la repatriaci¨®n de los m¨¢s peque?os y, a su vez, la concentraci¨®n de recursos en ellos ¡°frenar¨¢ la llegada masiva de j¨®venes ya casi adultos a Espa?a¡±. L¨®pez no quiso explicar el fin que se persigue con la idea propuesta. Preguntado sobre el efecto que tendr¨ªa enfocarse en repatriar a los ni?os, que son un porcentaje m¨ªnimo del total, en lugar de a los adolescentes, que son la inmensa mayor¨ªa, el consejero despeja: ¡°No hablo en t¨¦rminos de eficiencia, sino jur¨ªdicos¡±.

Aunque se presente como una f¨®rmula m¨¢gica recurrente, devolver a los ni?os que migran solos no es nada f¨¢cil. La legislaci¨®n espa?ola es muy garantista y la jurisprudencia ha ido blindando las reagrupaciones ante los abusos que cometi¨® la Administraci¨®n en el pasado. Pero es que, adem¨¢s, los pa¨ªses de origen no colaboran para documentar y cumplir los requisitos del retorno. Las reagrupaciones de ni?os migrantes en origen son casi inexistentes en Espa?a hace tres lustros, gobierne quien gobierne. Las memorias anuales de la Fiscal¨ªa, que supervisa estos procesos, est¨¢n cargadas de lamentos de los fiscales por la ¡°nula¡± cooperaci¨®n de pa¨ªses como Marruecos. En Ceuta se est¨¢ viendo c¨®mo en los pocos casos en los que el menor y su familia quieren volver a estar juntos, las repatriaciones han fracasado porque Rabat frustra algo tan b¨¢sico como que los padres se acerquen a la frontera para que pueda comprobarse, por ejemplo, que el ni?o no los rechaza al verlos.

La reagrupaci¨®n de menores no es una idea exclusiva de la derecha. El mismo PSOE de Pedro S¨¢nchez tambi¨¦n intent¨® reactivarla hace poco m¨¢s de dos a?os. El Ministerio del Interior y la Secretaria de Estado de Migraciones quisieron resucitar los acuerdos vigentes con Marruecos, pero no se logr¨® ni una sola repatriaci¨®n. ¡°Hay que contar con la participaci¨®n de los pa¨ªses, especialmente de Marruecos. Hay que instar al Gobierno de Espa?a a que presione¡±, mantiene L¨®pez.

Una idea que no es nueva

La idea de Casado de diferenciar entre menores y mayores de 16 a?os tampoco es nueva. Ya la recogi¨® una instrucci¨®n de la Fiscal¨ªa de 2003, que se opon¨ªa a decretar en desamparo y acoger de forma autom¨¢tica a los menores extranjeros de m¨¢s edad. Seg¨²n razonaba la Fiscal¨ªa, si el Estado no interviene en la vida de los menores emancipados a partir de 16 a?os, aquellos que trabajan por cuenta ajena y que son independientes, carec¨ªa de sentido hacerlo en el caso de menores inmigrantes que entraban en Espa?a de forma clandestina y sin estar acompa?ados de sus padres. ¡±No cabe imaginar otra prueba m¨¢s notoria de vida independiente que esta¡±, argumentaba la Fiscal¨ªa para tratarles como adultos tambi¨¦n para su repatriaci¨®n. Esa instrucci¨®n fue derogada un a?o despu¨¦s. Un nuevo texto afirmaba que hab¨ªa generado ¡°vacilaciones y dudas¡± e interpretaciones no compatibles con el inter¨¦s superior del menor. El Consejo General de la Abogac¨ªa tambi¨¦n denunci¨® las condiciones ¡°infrahumanas¡± en las que hab¨ªa encontrado a menores marroqu¨ªes retornados gracias a esa instrucci¨®n.