Tr¨¢gica despedida a la orilla del Bidasoa: ¡°Abdulaye solo so?aba un futuro mejor, formarse y trabajar¡±
El t¨ªo de Abdulaye Kulibaly, migrante ahogado cuando intentaba cruzar a nado la frontera de Ir¨²n con Francia, evoca la memoria de su sobrino
¡°Voy a cruzar por el bosque, t¨ªo¡±, fue lo ¨²ltimo que le dijo Abdulaye a Mohamed Lamine Camara, por tel¨¦fono, apenas 48 horas antes de morir. ¡°Por el bosque no, yo conozco el camino, por el bosque no hay camino¡±, record¨® este viernes que le respondi¨® ¨¦l a su sobrino desde Nantes (Francia). Unos d¨ªas despu¨¦s un amigo le alert¨® de que el migrante ahogado en el Bidasoa podr¨ªa ser su sobrino Abdulaye. Mohamed reconoci¨® ayer el cad¨¢ver en San Sebasti¨¢n y le despidi¨® con unos versos del Cor¨¢n, dejando que la corriente se llevase un ramo de flores en un punto cercano a donde se ahog¨®, en los r¨¢pidos de la curva de San Miguel. ¡°Solo so?aba un futuro mejor, formarse y trabajar¡±, recordaba ayer su familiar, muy afectado.
El t¨ªo despidi¨® al sobrino con un acto breve pero emotivo. Apenas si se escuchaba el agua de una peque?a cascada golpeando las piedras tras de s¨ª. De cuclillas en la orilla del Bidasoa, el r¨ªo que arranc¨® la vida y el sue?o de su sobrino, se humedec¨ªa la cabeza y las manos con su agua y rezaba durante unos segundos en voz baja. Lo hizo en un remanso del cauce a escasos metros de los meandros en los que Abdulaye, que no sab¨ªa nadar, se hundi¨® el domingo pasado.
¡°Solo quiero decir que lo que le ha pasado a mi sobrino no tiene que pasar a otras personas y a otras familias¡±, dijo a los periodistas congregados en el lugar. ¡±Yo tambi¨¦n cruc¨¦ el mar para llegar a Espa?a, pero para pasar del Pa¨ªs Vasco a Francia utilic¨¦ el autob¨²s, que es lo que hay que hacer, porque cruzar el r¨ªo tiene sus consecuencias. Hay que tener paciencia¡±, pide a todos los migrantes que puedan escucharle.
Las vidas de Mohamed y Abdulaye estaban siendo paralelas. Mohamed tambi¨¦n sali¨® de Guinea en busca de un futuro mejor. Pas¨® por Irun y pernoct¨® en el albergue que gestiona la Cruz Roja, el mismo del que sali¨® su sobrino hacia un final desgraciado. Pero Mohamed pas¨® en autob¨²s. No se fio de ning¨²n grupo, de ninguna voz que le suger¨ªa que hab¨ªa v¨ªas mejores y m¨¢s r¨¢pidas. La ¨²ltima vez que habl¨® con ¨¦l, el viernes antes del domingo en que falleci¨®, le pidi¨® paciencia. ¡°Espera el tiempo que haga falta, eres como mi hermano y vienes a mi casa. Pero por favor ven en autob¨²s¡±, recuerda que le pidi¨®.
Pero Abdulaye ten¨ªa prisa. Confi¨® en un acompa?ante que cuando las corrientes empezaron a tirar de ¨¦l, le solt¨®. El sue?o de Mohamed, de 31 a?os, transportista y taxista de noche en Guinea y ahora reci¨¦n formado en alba?iler¨ªa en Nantes, Francia, donde reside, era como el de Abdulaye, y se reduc¨ªa a algo tan b¨¢sico como tener un futuro. Mohamed acaba de lograr la residencia en Francia, casi tres a?os despu¨¦s de llegar y tras un largo viaje desde su natal Guinea hasta Casablanca. De all¨ª a la pen¨ªnsula y finalmente a Nantes, v¨ªa Ir¨²n. Su t¨ªo era un modelo para Abdulaye.
¡°Pero a m¨ª nadie me dijo nada del r¨ªo. Cuando estuve aqu¨ª (En Ir¨²n, en 2018) no tuve mucha relaci¨®n con la gente. Estar con la gente te puede cambiar la opini¨®n. Andaba siempre solo y el d¨ªa que pas¨¦, pas¨¦ solo¡±, recuerda el t¨ªo: ¡°Tengo mucho dolor¡±. Acompa?ado ayer en todo momento por el director de Migraciones y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta , que le dej¨® todo el protagonismo al guineano, Mohamed explicaba: ¡°ha sido el destino el que ha decidido que las cosas sean as¨ª. Ahora lo que quiere la familia es que el cuerpo sea repatriado a Guinea y necesita apoyo para que esto pueda hacerse¡±.
Necesitan 7.000 euros para repatriar el cad¨¢ver y evitar lo que sucedi¨® a la primera v¨ªctima del Bidasoa, el joven de Costa de Marfil, Yaya, que falleci¨® de igual forma el pasado 22 de mayo. Despu¨¦s de un mes en una bolsa de pl¨¢stico tuvo que ser trasladado al cementerio musulm¨¢n de Burgos sin que la mezquita de Ir¨²n pudiera despedirle con un oficio religioso por el estado del cuerpo. En la p¨¢gina francesa de colectas en internet Le Pot Commun han recaudado en apenas 30 horas unos 3.000 euros para la repatriaci¨®n de Abdulaye, y las aportaciones siguen subiendo la cifra.
Dos j¨®venes pirag¨¹istas que entrenaban en los r¨¢pidos de la curva de San Miguel se acercaron para darle el p¨¦same y trasladarle que, de haber podido ayudarle, lo hubieran hecho. Uno de los instructores y un alumno le estrecharon la mano. Mohamed no pas¨® un d¨ªa agradable en San Sebasti¨¢n. El trago de identificar a su sobrino, el de recordar su propia traves¨ªa en el centro de acogida de Cruz Roja en Hilanderas, Ir¨²n, donde charl¨® un rato con el personal que conoci¨® a Abdulaye, y finalmente reconocer el tramo en el que se ahog¨® para llorar su marcha completaron una jornada muy dura. Por la tarde ten¨ªa que hacerse una PCR para mostrarla hoy en la frontera, de vuelta a Nantes. ¡°Gracias a todos por el apoyo¡±, se despidi¨® con sencillez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.