Prisi¨®n por narcotr¨¢fico para cinco funcionarios de la c¨¢rcel de Navalcarnero
Dos de los trabajadores penitenciarios evitan su encarcelamiento tras depositar sendas fianzas de 5.000 euros
Una jueza ha ordenado este viernes el ingreso en prisi¨®n provisional sin fianza de tres de los cinco funcionarios de la c¨¢rcel de Navalcarnero (Madrid) detenidos por la Guardia Civil el pasado mi¨¦rcoles acusados de colaborar con una trama para introducir en este penal droga y otros objetos prohibidos, como tel¨¦fonos m¨®viles, seg¨²n ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Para los otros dos trabajadores penitenciarios arrestados en la Operaci¨®n Ori¨®n tambi¨¦n dict¨® el encarcelamiento, pero en su caso eludible si depositaban una fianza de 5.000 euros. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, ambos lo hicieron a ¨²ltima hora de la noche. La Fiscal¨ªa hab¨ªa pedido para todos prisi¨®n por los delitos de tr¨¢fico de estupefacientes, cohecho, prevaricaci¨®n y organizaci¨®n criminal.
La decisi¨®n de la magistrada se produce tras tomarles declaraci¨®n a lo largo de la jornada. Durante el interrogatorio, los cinco funcionarios negaron las acusaciones, aunque al menos uno admiti¨® que introdujo en la c¨¢rcel un paquete de manera irregular para un interno al que conoc¨ªa por residir en su misma localidad. No obstante, este trabajador insisti¨® que solo conten¨ªa art¨ªculos deportivos, seg¨²n detallan fuentes jur¨ªdicas. Los tres funcionarios para los que se dict¨® prisi¨®n sin fianza fueron conducidos a la prisi¨®n de Estremera, que cuenta con un m¨®dulo en el que son recluidos los miembros de las Fuerzas de Seguridad para evitar represalias de otros internos. Ingresaron sobre las tres y media de la madrugada de este s¨¢bado, seg¨²n fuentes penitenciarias.
En esta causa tambi¨¦n est¨¢n imputadas otras 12 personas, seis de ellos presos. Entre estos ¨²ltimos se encuentra el presunto cabecilla de la trama, un preso de origen dominicano encarcelado por homicidio en grado de tentativa. Los otros seis arrestados son familiares y amigos de estos ¨²ltimos que operaban fuera del penal para hacer pagos, conseguir la droga y abrir las cuentas bancarias donde la trama recib¨ªa el dinero que obten¨ªan de la venta del estupefaciente dentro de la c¨¢rcel.
La investigaci¨®n se inici¨® en 2019 con la denuncia presentada ante Instituciones Penitenciarias por la madre de un preso para protestar por la facilidad con la que su hijo, toxic¨®mano, consegu¨ªa droga en la prisi¨®n madrile?a. La mujer relat¨® que, cada vez que se comunicaba con su hijo, este le ped¨ªa que ingresara diferentes cantidades de dinero en una cuenta bancaria de una tercera persona para evitar que le agredieran los reclusos con los que hab¨ªa contra¨ªdo una deuda por facilitarle la droga. Instituciones Penitenciarias abri¨® una investigaci¨®n interna que incluy¨® el interrogatorio tanto del interno como de otros reclusos. Algunos de estos lo hicieron como testigos protegidos. Adem¨¢s de permitir la identificaci¨®n de los presos que supuestamente traficaban con la droga, el testimonio de los reclusos apunt¨® a la presunta implicaci¨®n de funcionarios.
Fuentes de la investigaci¨®n aseguran que, en un primer momento, las pesquisas se dirigieron a que la droga entraba en prisi¨®n en las visitas con contacto f¨ªsico ¡ªlos vis-¨¤-vis¡ª a los presos hechas por familiares y amigos, o a trav¨¦s de los internos que volv¨ªan de permisos. En este caso, la supuesta connivencia de los trabajadores parec¨ªa limitarse a hacer la vista gorda cuando entraba la droga. Sin embargo, en marzo de 2020, cuando el Ministerio del Interior orden¨®, durante el primer estado de alarma, el aislamiento de las c¨¢rceles para minimizar el riesgo de expansi¨®n del coronavirus en su interior, tanto estas visitas como las salidas de los presos se interrumpieron. La medida caus¨® un descenso dr¨¢stico del tr¨¢fico de drogas en el interior de las c¨¢rceles y un aumento considerable del precio de las dosis. Esta carencia de estupefacientes fue menor en algunos centros, como el de Navalcarnero, lo que dispar¨® la sospecha de que los narc¨®ticos segu¨ªan entrando en este penal por otras v¨ªas.
La investigaci¨®n de la Guardia Civil apuntan ahora a que los funcionarios detenidos aprovechaban que no se les registraba cuando entraban a trabajar para introducir en el centro penitenciario tanto la droga como otros objetos prohibidos, entre ellos tel¨¦fonos m¨®viles. Las pesquisas a¨²n no han determinado si los cinco arrestados actuaban de manera conjunta o, por el contrario, lo hac¨ªan sin conocer las actividades del resto.
Las intervenciones telef¨®nicas y seguimientos ha revelado que los integrantes de la trama que estaban en libertad ¡ªfamiliares de varios de los presos y alg¨²n exrecluso¡ª se encargaban de hacer llegar a los funcionarios los objetos que deb¨ªan introducir y pagarles por la colaboraci¨®n. Entre los arrestados tambi¨¦n hay lo que en la jerga policial se conoce como mulas, personas con escasos recursos que, por una peque?a cantidad de dinero, se prestaban a abrir las cuentas que recib¨ªan los pagos de los familiares de los presos por la droga o bien por transferencia o a trav¨¦s de una plataforma de pagos entre particulares. Una de las cuentas lleg¨® a registrar movimientos por un valor cercano a los 100.000 euros, detallan las mismas fuentes.
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