El Gobierno trabaja en la redefinici¨®n del concepto de poblaci¨®n ajustada para el reparto de fondos entre comunidades
El Ejecutivo baraja negociar la deuda con las autonom¨ªas m¨¢s endeudadas como instrumento de equidad
El Gobierno trabaja para cumplir su promesa de presentar, antes de que acabe noviembre, un documento de trabajo sobre el nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Las posibilidades que se han barajado son tres, seg¨²n fuentes de expertos que trabajan en la reforma: abordarla de forma profunda pero sin contar con Catalu?a, dejar el modelo como est¨¢ o hacer unos cambios est¨¦ticos y acometer el problema de la deuda que ha supuesto y supone la infrafinanciaci¨®n para algunas comunidades de manera que se utilizar¨ªa como una instrumento de equidad. Las dos primeras est¨¢n pr¨¢cticamente descartadas por el problema pol¨ªtico que supondr¨ªa, tanto para comunidades gobernadas por el PSOE como para las del PP, adem¨¢s de gravar el conflicto con Catalu?a. Sin embargo, si entre los socialistas existen, entre comunidades como Castilla-La Mancha o la Valenciana, discrepancias sobre los criterios que se deben primar, entre los populares (cuyo voto es necesario para sacar adelante la reforma) tambi¨¦n existen may¨²sculas diferencias entre el planteamiento de Madrid, Andaluc¨ªa o Galicia. As¨ª, los mayores esfuerzos se centran en realizar ajustes de manera que se fije un m¨ªnimo com¨²n que, aunque no contentar¨¢ a todas las autonom¨ªas, s¨ª que marcar¨¢ criterios t¨¦cnicos complicados de desbancar.
Actualmente, el Fondo de Garant¨ªa de Servicios P¨²blicos, que es desde el que se reparte el grueso de los fondos, se distribuye en un 97% por variables demogr¨¢ficas (en lo que respecta a Sanidad, Educaci¨®n y Protecci¨®n Social) y otro 3% que realiza correcciones no demogr¨¢ficas entre las que se encuentra la superficie del territorio, la dispersi¨®n geogr¨¢fica y la insularidad. El problema es que ese fondo que se rige por la poblaci¨®n ajustada de la que hablan la mayor¨ªa de presidentes auton¨®micos no es el que marca la total distribuci¨®n de los recursos con los que se financian la sanidad, la educaci¨®n y los servicios sociales, sino que existen otros par¨¢metros ¡°pol¨ªticos¡± que hacen que ese criterio se diluya y desequilibre el reparto.
As¨ª, los t¨¦cnicos trabajan en que sea la poblaci¨®n ajustada la que f¨®rmula base y en un reajuste del concepto para que se aproxime m¨¢s a la realidad y recoja las reivindicaciones de las comunidades.
Entre las variables que se podr¨ªan incorporar para ponderar el criterio de poblaci¨®n ajustada se encuentra la ampliaci¨®n de la poblaci¨®n que ahora se toma como base para definir los recursos que se destinan a educaci¨®n. Actualmente solo se toma como referencia a los censados de entre 0 y 16 a?os y lo que se pretende es que se ampl¨ªe hasta los 24, que incluir¨ªa a quienes cursan FP o grados universitarios. El debate est¨¢ en si se toma como base a toda la poblaci¨®n hasta los 24 o de 0 a 16 seg¨²n el dato de poblaci¨®n y, adem¨¢s, a los matriculados en la educaci¨®n no obligatoria.
Otro de los ajustes en los que se trabaja es en la consideraci¨®n del riesgo de pobreza dentro de los recursos destinados a protecci¨®n social. En cuanto a la dispersi¨®n, que es uno de los baremos que las comunidades despobladas quieren que se prime, el hecho es que este criterio incluye a todas las entidades singulares, un t¨¦rmino administrativo que recoge todas las ¨¢reas que se considera habitables, aunque no lo est¨¦n. Los t¨¦cnicos consideran que el concepto se deber¨ªa revisar para que se tuvieran en cuenta ¨²nicamente las entidades habitadas y ponen como ejemplo Mieres (Asturias), en donde hay 250 entidades singulares que computan a la hora de percibir esa parte de la financiaci¨®n.
Al margen de la reformulaci¨®n de lo que se considere poblaci¨®n ajustada, tambi¨¦n se est¨¢n tratando la inclusi¨®n de nuevas variables, como la renta per c¨¢pita dado que, por ejemplo en Sanidad, las comunidades m¨¢s ricas ejercen menor presi¨®n sobre el sistema p¨²blico que las pobres. Entre las nuevas variables tambi¨¦n se baraja la poblaci¨®n flotante, por la que apuesta Baleares, donde se producen extraordinarias diferencias de poblaci¨®n entre el invierno y el verano, cuando los servicios p¨²blicos se ven desbordados por personas que no est¨¢n empadronadas en las islas y que, por tanto, no son contabilizadas a la hora del reparto de fondos. Tambi¨¦n se contempla se?alar unos costes fijos, para compensar la diferencia que supone la implantaci¨®n de servicios, de manera que no sea m¨¢s gravosa para las comunidades peque?as que para las grandes.
Adem¨¢s de las nuevas variables, fuentes conocedoras de la reforma admiten que se est¨¢ valorando la necesidad de abordar el tema de la deuda de las comunidades que, como la valenciana, han ido gastando como si percibieran una partida para compensar la infrafinanciaci¨®n con cargo a deuda.
Para Juan P¨¦rez, t¨¦cnico de investigaci¨®n del Ivie, el reajuste de la f¨®rmula de poblaci¨®n ajustada no deber¨ªa suponer grandes cambios respecto a los pesos actuales, lo que podr¨ªa permitir llegar a un acuerdo entre las comunidades. ¡°El principal problema es que el reparto actual de los fondos no obedece a la poblaci¨®n ajustada¡±, asegura, puesto que existen otros fondos (el de suficiencia y los de convergencia), que ¡°desvirt¨²an¡± el reparto. ¡°Es l¨®gico que cada comunidad pida que se prime el baremo que m¨¢s le beneficia, pero hay que buscar criterios t¨¦cnicos que tengan una justificaci¨®n sostenida en datos y estad¨ªsticas¡±, alega.
En lo que est¨¢n de acuerdo todas las comunidades es en la necesidad de que el montante total a repartir entre las autonom¨ªas para la financiaci¨®n de los servicios p¨²blicos esenciales sea mayor.
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