Los partidos min¨²sculos cotizan m¨¢s fuerte que nunca en el Congreso
Formaciones con un solo diputado adquieren un papel relevante y vuelven a ser decisivas para la reforma laboral


Joan Baldov¨ª tuvo en su mano la investidura de Pedro S¨¢nchez. Con cambiar su s¨ª por un no, el ¨²nico diputado de Comprom¨ªs recuerda que hubiese podido cerrar el paso de La Moncloa al l¨ªder socialista. Hace algunos meses, a 20 minutos de la votaci¨®n en el Congreso de la ley para regularizar a los interinos de la Administraci¨®n, Baldov¨ª segu¨ªa colgado del tel¨¦fono, conversando a la vez con su partido y con el jefe de gabinete de la ministra de Hacienda. Mar¨ªa Jes¨²s Montero hablaba ya en la tribuna, y all¨ª, con la campana a punto de sonar, anunci¨® las modificaciones que reclamaban el diputado valenciano y ERC para aprobar una ley que sin su apoyo no hubiese salido.
La vida en el Congreso m¨¢s fragmentado desde 1977 tiene estos momentos trepidantes. Y sus protagonistas no son solo los aliados principales del Gobierno, como ERC y PNV, sino formaciones de un solo diputado. Baldov¨ª lleg¨® a tener otros tres compa?eros en el Parlamento, pero, en la pr¨¢ctica, su peso pol¨ªtico es mayor ahora. Cuando una votaci¨®n est¨¢ comprometida, hasta el ¨²ltimo esca?o cuenta y el Ejecutivo reba?a apoyos. ¡°A veces te llaman 24 horas antes: ¡®Es que nos ha fallado fulanito¡¯¡±, cuenta Ana Oramas, de Coalici¨®n Canaria. ¡°Hay quien aprovecha para pedir cosas que no tienen nada que ver con lo que se vota. Yo a eso no entro¡±. Los tel¨¦fonos de los grupos peque?os vuelven a sonar estos d¨ªas con frecuencia. Faltan menos de dos semanas para que se vote la reforma laboral y un ¨²nico diputado podr¨ªa inclinar de nuevo la balanza.
Oramas, con 17 a?os en el Congreso, ¨C ¡°un lince total, saca petr¨®leo de debajo de las piedras¡±, la elogia un compa?ero del Grupo Mixto-, ya vivi¨® varias veces lo que es tener a un Gobierno pendiente de una fuerza muy peque?a: ¡°Yo fui la diputada 176 de Zapatero, y en Coalici¨®n Canaria fuimos el 176 y el 177 de Rajoy¡±. Siempre que no ha habido mayor¨ªas absolutas, alguna formaci¨®n minoritaria se ha colado en el centro de la escena. La diferencia, resalta Oramas, ¡°es que ahora no hay diputado 176¡å. Ahora el diputado 176 son muchos. Lo puede atestiguar el portavoz del grupo socialista, H¨¦ctor G¨®mez, obligado a cuidar la relaci¨®n con hasta 15 interlocutores diferentes.
La prueba de los ¨¦xitos parlamentarios de los grupos peque?os es que le crecen los ¨¦mulos: las plataformas de la Espa?a vaciada. Su precursor, el diputado de Teruel Existe, Tom¨¢s Guitarte, explicaba hace poco lo que ha supuesto dar el salto al Parlamento: ¡°Hemos conseguido m¨¢s en dos a?os que en 20¡å. ¡°Es que si no est¨¢s ah¨ª, no te hacen caso¡±, confirma Jos¨¦ Mar¨ªa Maz¨®n, del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), uno de los apoyos m¨¢s s¨®lidos del Gobierno. ¡°Ya no son solo las cosas que puedas conseguir, es que por lo menos te escuchan. Algunos hablan de chantaje, pero no se trata de eso. Es que no te pisoteen¡±. Su posici¨®n en el Congreso permite a estos grupos presumir de utilidad. Lo subraya el nacionalista gallego N¨¦stor Rego: ¡°Yo creo que el BNG, con un solo diputado, es m¨¢s ¨²til a los gallegos que los otros 22¡å.
Poner por delante la defensa de intereses territoriales no implica que se desentiendan de las cuestiones generales, aseguran todos los consultados. Baldov¨ª y Rego esgrimen su compromiso con las pol¨ªticas de izquierda. Y Oramas manifiesta que su grupo se posiciona siempre sobre los grandes temas sin mezclarlos con las reivindicaciones canarias. ¡°Nos toca opinar de todo¡±, apuntala Baldov¨ª con su punto de sorna.
Frente a las formaciones grandes, los min¨²sculos exhiben su mayor libertad de acci¨®n. ¡°Yo no me equivoco en ninguna votaci¨®n¡±, bromea Isidro Mart¨ªnez Oblanca al constatar el hecho indiscutible de que ¨¦l nunca se podr¨ªa confundir con las consignas de su grupo: su grupo, Foro Asturias, es ¨¦l. Pocos diputados como Oblanca pueden acreditar tanto esfuerzo para dejarse o¨ªr pese a las estrecheces de la minor¨ªa. Portavoz del Grupo Mixto en cuatro comisiones, el parlamentario asturiano contabiliza ya, entre estas y los plenos, 500 intervenciones en lo que va de legislatura. Aunque alineado con la derecha opositora, ha conseguido aprobar iniciativas en el pleno, como una en defensa de la industria asturiana.
En laboriosidad pocos le ganan a Rego. Ya puede tener solo un minuto para hablar que all¨ª sale a que se escuche a toda prisa la voz del BNG. A los Presupuestos el nacionalista gallego present¨® 300 enmiendas y otras 100 a la ley Cela¨¢, aun a sabiendas de que la inmensa mayor¨ªa ser¨ªan derrotadas. ¡°No soy yo solo, es el trabajo de toda una organizaci¨®n para que se conozcan nuestras alternativas¡±, comenta Rego, cada vez m¨¢s alejado del Gobierno, al que reprocha no haber cumplido los compromisos del acuerdo suscrito con ¨¦l para la investidura.
Los m¨¢s minoritarios est¨¢n obligados a convivir en grupos heterog¨¦neos con diferencias ideol¨®gicas abismales. Hay dos en el actual Congreso, el Plural y el Mixto, y en este ¨²ltimo coinciden la aguerrida derecha navarra y el independentismo anticapitalista catal¨¢n. Se podr¨ªa suponer un campo de batalla, pero, al contrario, ofrecen un curioso contrapunto a la polarizaci¨®n. Los consultados son un¨¢nimes: ambos grupos funcionan sin especiales problemas internos. Oblanca ya lo experiment¨® antes en el Senado, donde convivi¨® pac¨ªficamente con Amaiur, antecesor de EH Bildu. ¡°Y ahora igual¡±, remacha, ¡°no nos vamos a tomar caf¨¦s, pero nos llevamos bien¡±.
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