Espa?a resiste al discurso antimigratorio de Vox, pero ?hasta cu¨¢ndo?
Los espa?oles siguen mostrando actitudes m¨¢s sosegadas ante los de fuera, pero los expertos advierten sobre algunos cambios
Los soci¨®logos llevan unos a?os d¨¢ndole vueltas al mismo asunto. Espa?a, que tiene uno de los porcentajes m¨¢s altos de extranjeros de su entorno, siempre se ha considerado una excepci¨®n por sus actitudes m¨¢s positivas ante la inmigraci¨®n, pero ?lo sigue siendo? ?Hasta cu¨¢ndo? Los expertos no tienen a¨²n clara su respuesta y no siempre est¨¢n de acuerdo. Joaqu¨ªn Arango, quiz¨¢ el m¨¢s reputado acad¨¦mico espa?ol en el estudio del fen¨®meno migratorio, y Sebastian Rinken, un soci¨®logo que investiga hace dos d¨¦cadas las migraciones con destino a Espa?a, han tenido a lo largo de los ¨²ltimos a?os una conversaci¨®n recurrente. Arango contin¨²a convencido de la mayor apertura de los espa?oles ante los de fuera, ve una sociedad m¨¢s resistente a los discursos de odio que campan a sus anchas en otros pa¨ªses europeos. Pero Rinken, menos optimista, hace tiempo que le advierte: ¡°Que viene el lobo¡±. Los dos tienen raz¨®n.
El lobo es Vox con un discurso antiinmigraci¨®n in¨¦dito en Espa?a. El pasado 20 de octubre, por poner un ejemplo, Santiago Abascal toc¨® todas las teclas del miedo en el Congreso y despleg¨® un abanico de bulos y prejuicios ¡ªsin datos, sin sustento¡ª impensable hace unos a?os. El l¨ªder de la ultraderecha describi¨® una Espa?a aterrorizada por los extranjeros. Polic¨ªas indefensos, ayudas que no llegan a los espa?oles, padres recibiendo en sus casas a hijos acuchillados e hijas violadas por bandas de menores extranjeros. En resumen, un Gobierno convertido en ¡°flautista de Hamel¨ªn¡± que importa yihadistas, delincuencia y genera inseguridad. El auge de Vox, coinciden todos los expertos consultados, no se debi¨® a la inmigraci¨®n, pero ?ha cambiado la percepci¨®n de los espa?oles sobre los extranjeros desde la irrupci¨®n del partido en las instituciones en 2018?
Espa?a, con 5,3 millones de extranjeros registrados, ha sido un caso de estudio en Europa, una excepci¨®n. El crecimiento de su inmigraci¨®n, en paralelo al boom econ¨®mico, fue m¨¢s tard¨ªo, pero mucho m¨¢s r¨¢pido e intenso que el de sus vecinos, sin que eso se tradujese en un rechazo de la poblaci¨®n local. Entre 2000 y 2009 el pa¨ªs lleg¨® a recibir medio mill¨®n de extranjeros por a?o, y en un suspiro la poblaci¨®n inmigrante pas¨® del 4% al 14% (hoy es del 11,4%, un 6,3% de ellos son extracomunitarios). No hubo estudios, ni encuestas que identificaran un malestar preocupante de los espa?oles ante la convivencia con el de fuera. ¡°Espa?a se considera un caso inusual en Europa porque el pa¨ªs ha mantenido una apertura hacia la inmigraci¨®n, incluso tras el impacto negativo generalizado de la Gran Recesi¨®n¡±, recoge un reciente estudio de Overseas Development Institute, un laboratorio de ideas brit¨¢nico. S¨ª hubo algunos incidentes, como cuando en 2000 los vecinos de El Ejido se alzaron contra los marroqu¨ªes con barras de hierro, pero los expertos insisten en que fueron puntuales.
Adem¨¢s, a diferencia de otros pa¨ªses de su entorno, Espa?a no ten¨ªa un partido de ultraderecha que azuzase el discurso contra la inmigraci¨®n y exist¨ªa entre los partidos una especie de acuerdo t¨¢cito de no usar ese asunto para sacar r¨¦ditos pol¨ªticos. La t¨®nica general que han captado los sondeos durante los ¨²ltimos 20 a?os ha sido la de una mayor aceptaci¨®n en comparaci¨®n con la media europea.
La distancia que separaba a Espa?a del resto de socios de la UE, sin embargo, se va acortando, pero por ahora las encuestas no reflejan un importante impacto de Vox en la opini¨®n p¨²blica sobre la inmigraci¨®n. Al menos en el conjunto de la poblaci¨®n.
Los espa?oles, a juzgar por los sondeos, siguen sin estar demasiado preocupados por la inmigraci¨®n. Un 7% de los entrevistados la ve como uno de los dos principales problemas que afronta el pa¨ªs, seg¨²n el ¨²ltimo Eurobar¨®metro de la pasada primavera. Es uno de los porcentajes m¨¢s bajos de la UE, cuya media est¨¢ en el 10%, y est¨¢ lejos del 23% de Chipre o del 16% de B¨¦lgica. A los espa?oles les preocupa m¨¢s el desempleo, la situaci¨®n econ¨®mica, la sanidad, la inflaci¨®n y hasta la deuda p¨²blica. La percepci¨®n solo cambia cuando la perspectiva deja de ser nacional y se pregunta por los principales desaf¨ªos a nivel europeo. En esa tesitura, y en l¨ªnea con la media europea, uno de cada cuatro espa?oles s¨ª sit¨²a la inmigraci¨®n entre los tres retos principales de la Uni¨®n.
El CIS revela una tendencia parecida. Exceptuando el verano de 2006, cuando la llamada crisis de los cayucos cop¨® d¨ªa y noche todos los telediarios, la inmigraci¨®n no ha sido una preocupaci¨®n relevante entre los espa?oles. Y sigue sin serlo. Tras ese pico, de hace 16 a?os, ha sido rara la encuesta en la que m¨¢s de un 4% de los espa?oles marcase la inmigraci¨®n como preocupaci¨®n principal. Los picos puntuales ¡ªque no superan el 16% de los encuestados¡ªcoinciden con per¨ªodos en los que ha aumentado la entrada de pateras, una porci¨®n peque?a de la realidad migratoria en Espa?a pero con amplio eco medi¨¢tico.
Joaqu¨ªn Arango ve una ¡°fort¨ªsima asociaci¨®n¡± entre la presencia de la inmigraci¨®n en los medios y la preocupaci¨®n por el tema. ¡°La mayor parte de nuestros conciudadanos piensa que la inmigraci¨®n es Ceuta y Melilla, Arguinegu¨ªn y Algeciras y Motril, pero a nadie le preocupan los que entran por Barajas, que son muchos m¨¢s, o los que vienen por carretera desde Rumania. Nuestras actitudes responden a la presencia medi¨¢tica y al tipo de presencia medi¨¢tica¡±, mantiene el soci¨®logo. Carmen Gonz¨¢lez Enr¨ªquez, investigadora del Real Instituto Elcano, a?ade una advertencia: ¡°Que la inmigraci¨®n no sea una de las principales preocupaciones de los espa?oles no significa que las actitudes negativas frente a la inmigraci¨®n no est¨¦n aumentando, sobre todo en algunos sectores de la poblaci¨®n¡±.
Lo que s¨ª empiezan a mostrar las encuestas es la polarizaci¨®n del tema. El soci¨®logo Sebastian Rinken public¨® un estudio el a?o pasado que, aunque constata que el rechazo al inmigrante en Espa?a sigue siendo claramente minoritario, las actitudes ante los extranjeros dependen cada vez m¨¢s de la ideolog¨ªa. Las proporciones declaradas de antipat¨ªa antinmigrante se circunscriben al 5% entre encuestados con ideolog¨ªa de izquierdas, frente al 27% entre personas con ideolog¨ªa de centro o de derechas. Los marroqu¨ªes est¨¢n en el blanco de la diana. Al poner estos datos en perspectiva, no obstante, se observa que otros colectivos provocan much¨ªsimo m¨¢s rechazo: el 38% de los encuestados manifiesta antipat¨ªa hacia los alcoh¨®licos, y el 75% hacia los pol¨ªticos.
El estudio menciona a Vox como una de las hip¨®tesis para explicar esta tendencia. ¡°La presencia institucional de un partido con ret¨®rica antiinmigrante estar¨ªa animando a personas con ideolog¨ªa de derechas, especialmente aquellas con un ideario muy derechista, a expresar posicionamientos crecientemente desfavorables¡±, defiende el documento. La presencia de Vox, al mismo tiempo, estar¨ªa induciendo a personas con ideolog¨ªa de izquierdas a declarar posicionamientos cada vez m¨¢s favorables en materia migratoria. ¡°El efecto domin¨® que se ha visto en otros pa¨ªses donde la inmigraci¨®n se ha convertido en una materia t¨®xica en el debate p¨²blico, aqu¨ª no ha ocurrido¡±, mantiene Rinken. ¡°Ahora, que hay una minor¨ªa nada desde?able que prefiere que Espa?a sea un pa¨ªs libre de inmigrantes, s¨ª, pero esto suced¨ªa antes de Vox. La diferencia es que ahora Vox puede ser un altavoz y un catalizador¡±.
Gonz¨¢lez, del Real Instituto Elcano, que ha investigado con Rinken el efecto de la ultraderecha en este asunto, mantiene: ¡°Es indudable que el discurso de los partidos pol¨ªticos influye en c¨®mo la poblaci¨®n concibe la sociedad en la que viven. El discurso de Vox ha tenido un impacto en las opiniones sobre la inmigraci¨®n, pero hay otros factores: no olvidemos que estamos en una nueva crisis econ¨®mica y que cuando aumenta el desempleo suele traducirse en aumento de las posiciones antiinmigracion¡±. Para Gonz¨¢lez, Espa?a resiste al discurso del odio, pero se acorta la distancia que la separaba de la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos.
Las nuevas generaciones
El trabajo diario de Karoline Fern¨¢ndez, directora el Observatorio espa?ol del racismo y la xenofobia, va restando optimismo a sus an¨¢lisis. Cada dos meses hace p¨²blico un balance del discurso de odio en las redes sociales y hay varios, dependiendo de la actualidad, que son inquietantes. En el de mayo y junio del a?o pasado, que reflej¨® el efecto de las elecciones a la Comunidad de Madrid y la entrada masiva de personas en Ceuta, los discursos de odio en las redes contra los inmigrantes crecieron un 28,5%. Tras los inmigrantes en general, los menores extranjeros, blanco favorito de Vox, concentraban casi un tercio de los ataques. ¡°Ahora est¨¢ m¨¢s socialmente aceptado adoptar discursos racistas¡±, sentencia. Fern¨¢ndez se?ala a la ultraderecha, pero tambi¨¦n las sucesivas crisis. ¡°Hacen falta medidas estructurales. A una sociedad que no cubre sus necesidades m¨ªnimas, como el empleo o la vivienda, no se le puede exigir que sea hospitalaria¡± advierte. Para Fern¨¢ndez, Espa?a ya no es una excepci¨®n. ¡°No es un tema del que nos podamos olvidar porque tendremos problemas con las generaciones siguientes¡±.
El secretario de Estado de Migraciones, Jes¨²s Perea, mantiene que Espa?a no est¨¢ libre de la amenaza del discurso xen¨®fobo. ¡°Nuestra respuesta, algo m¨¢s emp¨¢tica est¨¢ condicionada por algunos factores como la memoria de la Espa?a que tuvo que emigrar, pero eso no puede conducir a la autocomplacencia¡±. Perea se?ala el reto de interiorizar ¡°con naturalidad¡± que Espa?a necesita inmigrantes y el de ¡°evitar modelos fallidos¡± que perjudiquen a los m¨¢s j¨®venes. ¡°Es crucial que no haya peajes que generen frustraci¨®n en las segundas generaciones; que el ascensor social opere sin limitaciones para ellos¡±.
El estudio del Overseas Development Institute tambi¨¦n desliza cierta preocupaci¨®n en sus conclusiones: ¡°Con los recientes ¨¦xitos electorales de Vox, el panorama est¨¢ cambiando. C¨®mo evolucionan las narrativas p¨²blicas y pol¨ªticas en este nuevo contexto probablemente determinar¨¢ si hay una reacci¨®n significativa contra los inmigrantes en Espa?a en el futuro¡±.
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