Yolanda D¨ªaz y F¨¦lix Bola?os, unidos ante el abismo
La salvaci¨®n de la reforma laboral por un error encadena a los socios de la coalici¨®n
No es f¨¢cil acertar sobre el grado de ansiedad que soportaron el pasado jueves los responsables pol¨ªticos de las partidos, sus direcciones parlamentarias y sus diputados y senadores. No solo en Madrid hubo taquicardias. La votaci¨®n en la C¨¢mara baja de la reforma laboral caus¨® p¨¢nico pasajero en Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, aunque no as¨ª en Navarra. La desobediencia de los dos diputados de UPN, al votar en contra de la nueva legislaci¨®n laboral, frente a lo que hab¨ªa acordado la direcci¨®n del partido navarro con el Gobierno central, mantiene el grave conflicto interno en plena ebullici¨®n. ¡°Cre¨ª que trataba con gente decente¡±, lamenta el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, interlocutor con el l¨ªder de UPN, Javier Esparza. El presidente del partido navarro ha pedido perd¨®n al PSOE y ha obtenido el apoyo de su partido para la expulsi¨®n de Carlos Garc¨ªa Adanero y Sergio Sayas. Su voluntad de ocultaci¨®n, al no desvelar el sentido de su voto, alimenta la tesis de los partidos, incluso del suyo, de que alguna fuerza pol¨ªtica de la bancada de la derecha estaba al tanto de su desobediencia. Imposible de demostrar, por ahora.
La consecuencia, esa s¨ª est¨¢ verificada, es que har¨¢n uso de la doctrina constitucional para quedarse con su esca?o y hacer caso omiso a la exigencia de UPN de que se vayan y corra la lista. En sus puestos ir¨ªan un diputado del PP y otro de Cs, ya que los tres partidos concurrieron en la candidatura Navarra Suma.
Antes del alboroto de la votaci¨®n, cuando parec¨ªa que no habr¨ªa problema con el apoyo de UPN, se conclu¨ªa en sectores socialistas, tambi¨¦n de Unidas Podemos y desde luego de ERC, que Yolanda D¨ªaz sal¨ªa debilitada. No se ten¨ªa en cuenta su ¨¦xito rotundo al abrochar el pacto sobre la reforma laboral con sindicatos y empresarios. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo cargaba con el bald¨®n de no haber sido capaz de convencer a ERC, PNV y Bildu de que votaran una norma equilibrada para los agentes sociales.
El PNV s¨ª negoci¨® cuestiones de fondo. ERC, no, seg¨²n el relato de socialistas, de D¨ªaz y de Unidas Podemos. Su empe?o en centrarse exclusivamente en la izquierda independentista y en el PNV, y no abrir la puerta a Cs y otros, como UPN, fue lo que m¨¢s se destac¨® en los proleg¨®menos de la sesi¨®n parlamentaria. Otros, abrieron esas puertas: el ministro socialista de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, F¨¦lix Bola?os, y el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Santos Cerd¨¢n. No sali¨® bien por la traici¨®n al pacto de los dos parlamentarios navarros. Un fiasco que hizo recordar al PSOE la fallida moci¨®n de censura en Murcia por el transfuguismo de Ciudadanos, a espalda de In¨¦s Arrimadas. En la reforma laboral, Cs se atuvo al qu¨¦ se pactaba y no con qui¨¦n.
Para la historia pol¨ªtica de esta agitada legislatura queda que la reforma sali¨® por el error humano, puro y duro, de un diputado del PP. No triunf¨® Yolanda D¨ªaz en su af¨¢n de conseguir los votos de ERC, y a Bola?os le sali¨® mal la operaci¨®n navarra.
Lo ocurrido en la votaci¨®n del jueves tendr¨¢ consecuencias en varias direcciones. M¨¢s Pa¨ªs, Comprom¨ªs, Coalici¨®n Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PRC pueden sumarse, no es una novedad, a proyectos del Gobierno de coalici¨®n. La posici¨®n de ERC y Bildu alienta la desconfianza. En el Gobierno se da por seguro que lo ocurrido anticipa la batalla electoral en Catalu?a, la de ERC frente a Unidas Podemos/En Com¨² Podem, con Yolanda D¨ªaz como referente nacional y electoral.
Tampoco a Bildu le viene bien un realce de Podemos en el Pa¨ªs Vasco, reactivado por Yolanda D¨ªaz. En la misma onda pol¨ªtica puede situarse a la CUP y al BNG, aunque estos partidos, al igual que Bildu, rechazaron el texto desde el primer momento por considerarlo casi el mismo que la ley vigente, aprobada por el PP. ¡±Que salga adelante, pero no con mi voto¡±. Esta fue la s¨ªntesis cr¨ªtica y enojada de miembros del Gobierno sobre la actitud cerrada de la izquierda nacionalista; adem¨¢s de referencias ¡°a la pureza de cierta izquierda¡±.
El mundo no se acaba, apunt¨® el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, en la agitada sesi¨®n parlamentaria, en la que se apreci¨® el agobio en las filas republicanas y peneuvistas. En el Gobierno se preguntan en alto si este episodio llevar¨¢, tanto a ERC como a Bildu, a reflexionar sobre las consecuencias del todo o nada.
Pasadas las horas s¨ª ha habido reflexiones que indican que los socios de la coalici¨®n volver¨¢n a estar a su lado la mayor¨ªa de veces. La alternativa, si hubiera un adelanto electoral por el bloqueo continuo, ser¨ªa un posible gobierno del PP y Vox, que puede llegar, pero por qu¨¦ adelantarlo, se?alan las fuentes consultadas. Mejor reconocer que son ¡°socios encadenados¡± al PSOE y Unidas Podemos, se?alan distintos interlocutores. Eso s¨ª, Pedro S¨¢nchez no va a renunciar a aceptar la mano que Ciudadanos pueda ofrecerle en proyectos de gran relevancia. Esta es la actitud que mantuvieron los sindicatos en las v¨ªsperas de la votaci¨®n, seg¨²n recogi¨® EL PA?S de fuentes sindicales. ¡°Por nosotros, como si nos votan todos los diputados¡±.
De las pocas certezas tambi¨¦n resalta las dificultades que la oposici¨®n conservadora va a poner a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Sobre este episodio mantiene el criterio jur¨ªdico y reglamentario de que actu¨® como deb¨ªa al no de permitir que el diputado del PP rectificara su error con una nueva votaci¨®n.
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