Marbella a¨²n busca el bot¨ªn de Jes¨²s Gil
La ciudad apenas ha podido recuperar el 10% del saqueo cometido hace 20 a?os. El Estado fue capaz de meter en la c¨¢rcel a los culpables, pero no de encontrar todo su dinero
En el arc¨¦n de un cruce de carreteras, sobre una mesa plegable adornada con las banderas de Europa, Espa?a y Andaluc¨ªa, Juan Su¨¢rez ordena cada ma?ana su mercanc¨ªa en peque?as bolsas de pl¨¢stico transparente. Desde lejos parecen ristras de ajos, pero se trata de una cosecha m¨¢s propia del lugar: cientos de bolas de golf procedentes del rebusco en las urbanizaciones m¨¢s exclusivas de la Costa del Sol.
¡ª?A cu¨¢nto las vende?
¡ªEstas de aqu¨ª est¨¢n a 20 la docena y esas a 30¡
¡ª?Y cu¨¢les me recomienda?
¡ªHombre, eso depende del h¨¢ndicap de cada uno.
El h¨¢ndicap de Marbella sigue llam¨¢ndose Jes¨²s Gil. En primer lugar, porque los desmanes urban¨ªsticos, econ¨®micos y de gesti¨®n del que fuera alcalde de la ciudad desde 1991 a 2002 a¨²n no han sido reparados y tal vez no lo sean nunca. En segundo, porque su sombra negra sigue siendo utilizada por sus sucesores pol¨ªticos ¡ªya sea desde los sucesivos gobiernos municipales o desde la oposici¨®n¡ª para intentar justificar su propia incapacidad para enderezar el rumbo de esta ciudad de 140.000 habitantes, 114 kil¨®metros cuadrados, 27 kil¨®metros de playas, un clima de ensue?o y un enclave estrat¨¦gico para lo bueno y para lo malo. A 55 kil¨®metros del aeropuerto internacional de M¨¢laga, a 59 de Gibraltar y a un paseo en yate de la costa marroqu¨ª, la ciudad sigue siendo uno de los principales destinos del lujo m¨¢s exclusivo y tambi¨¦n un centro de operaciones de las mafias internacionales. Un alto representante de la Audiencia Nacional lo resume as¨ª: ¡°Una parte importante de nuestras investigaciones de tr¨¢fico de drogas pasan por Marbella, siempre hay alguna conexi¨®n que pasa por all¨ª¡±.
Hay todav¨ªa un tercer motivo de por qu¨¦ Jes¨²s Gil, fallecido en 2004 a los 71 a?os de edad, sigue siendo una losa para Marbella dos d¨¦cadas despu¨¦s de que abandonara el bast¨®n municipal tras ser condenado por tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n. El Estado, que logr¨® a trav¨¦s de las investigaciones policiales y de varios procesos judiciales ¡ªentre los que destacan los casos Malaya, Saqueo I y Saqueo II¡ª enviar a prisi¨®n a Gil y a sus colaboradores, se muestra incapaz de recuperar gran parte del expolio de las arcas municipales, que se calcula en m¨¢s de 500 millones de euros.
¡ªCuando yo llegu¨¦ a la alcald¨ªa, hasta el cementerio municipal estaba embargado.
?ngeles Mu?oz, alcaldesa de Marbella desde 2007 de forma casi ininterrumpida, se sienta en la pizzer¨ªa Triana. Hasta llegar a la mesa, ha empleado m¨¢s de media hora en charlar y fotografiarse con los vecinos que le sal¨ªan al paso, y hasta uno de ellos se ha bajado la mascarilla para ense?arle las cicatrices de dos quistes que se acaba de operar. ¡°Para muchos sigo siendo la doctora Mu?oz¡±, presume la alcaldesa y senadora del PP, que naci¨® en C¨®rdoba hace 62 a?os y que, antes de meterse en pol¨ªtica, ejerci¨® la medicina en Marbella. Mu?oz asegura que la herencia recibida de Gil y Gil a¨²n pesa. ¡°No solo por una deuda de m¨¢s de 500 millones de euros que todav¨ªa seguimos pagando¡±, explica, ¡°sino por la falta de equipamiento y de suelo p¨²blico, adem¨¢s de por la cantidad de pleitos a los que tuvimos que hacer frente. Le voy a poner un ejemplo: a un vecino le expropiaban una finca para hacer una obra p¨²blica, pero luego, en vez de hacerla, constru¨ªan una promoci¨®n de viviendas privadas salt¨¢ndose la ley. L¨®gicamente, la persona afectada reclamaba y el ayuntamiento ten¨ªa que indemnizarle. Si a eso se le a?ade que Gil no pag¨® jam¨¢s la Seguridad Social de los trabajadores municipales [que en Marbella superan los 3.000], ni las retenciones de Hacienda, ni el IVA¡, usted me dir¨¢. Todav¨ªa estamos empezando a recuperar equipamiento y paliando el d¨¦ficit para hacer colegios p¨²blicos, centros de salud¡
¡ª?Todav¨ªa? Pero si han pasado 20 a?os desde que se fue Gil¡
¡ªNuestros primeros a?os fueron para intentar sobrevivir. Ya le digo que, cuando llegu¨¦ a la alcald¨ªa en 2007, hasta el cementerio estaba embargado. Gil no hab¨ªa pagado la publicidad que hac¨ªa de Marbella en distintos clubes y la liga profesional de f¨²tbol embarg¨® el cementerio. Ten¨ªamos embargado todo lo embargable y nuestra determinaci¨®n era recuperar todo lo que se hab¨ªan llevado. Lo hemos intentado, pero no es f¨¢cil¡±.
Mario Ruiz es el abogado que, al frente del equipo jur¨ªdico municipal, ha seguido durante los ¨²ltimos a?os el rastro del bot¨ªn.
¡ªA pesar de muchos a?os de esfuerzo, de trabajo y de investigaci¨®n, ya es pr¨¢cticamente imposible devolverle a la ciudad lo que se le hab¨ªa saqueado. Una vez que se consigui¨® detener, condenar y meter en la c¨¢rcel a Jes¨²s Gil y a sus m¨¢s cercanos colaboradores ¡ªPedro Rom¨¢n, Juan Antonio Roca, Juli¨¢n Mu?oz...¡ª algunas instituciones del Estado se olvidaron de lo que era m¨¢s importante: ejecutar la sentencia hasta el final, rastrear los bienes a trav¨¦s de las conexiones societarias de los condenados.
¡ª?Cu¨¢nto dinero ya no se va a recuperar?
¡ªMillones, cientos de millones, ?tal vez 300 millones...? Alguien pensar¨ªa que todos estos se?ores iban a tener todo su dinero en un para¨ªso fiscal m¨¢s o menos f¨¢cil de localizar. Pero o no lo tienen o no se les ha encontrado.
¡ª?Se les ha buscado?
¡ªAh¨ª yo he echado en falta... Ver¨¢, as¨ª como en la parte inicial hubo un esfuerzo tremendo de la Agencia Tributaria para buscar los bienes, despu¨¦s, ciertamente no lo ha habido. Y ahora quien ¨²nicamente puede hacerlo es la Fiscal¨ªa del Estado, que tiene las herramientas y la capacidad de orden¨¢rselo a los funcionarios de la administraci¨®n general del Estado. Entre otras cosas, no se ha hecho un estudio en profundidad de averiguaci¨®n patrimonial de bienes. No, no se ha hecho.
¡ª?Ser¨ªa posible todav¨ªa?
¡ªAbsolutamente. Aunque ya est¨¢n prescribiendo algunos casos.
Todas las causas ¡ªlas justas y tambi¨¦n las que no lo son¡ª suelen tener un nombre propio detr¨¢s. Tambi¨¦n el funcionamiento del Estado. Mario Ruiz pone dos ejemplos. El juez Jos¨¦ Godino, presidente del tribunal que juzg¨® el caso Malaya, y Estefan¨ªa Olaya, la letrada de la administraci¨®n de Justicia que se encarga de la ejecuci¨®n de las penas impuestas en la Audiencia Nacional. ¡°Ellos dos¡±, subraya Mario Ruiz, ¡°han ayudado mucho a que las sentencias se cumplan y Marbella recupere parte del dinero¡±.
¡ªPor cierto, ?cu¨¢nto dinero se ha recuperado?
No es una pregunta f¨¢cil de responder. Ni esa ni pr¨¢cticamente ninguna relacionada con multas e indemnizaciones. ?Cu¨¢nto se ha cobrado? ?Cu¨¢nto queda por cobrar? ?Qu¨¦ destino se le ha dado? Conseguir una respuesta a esas preguntas es misi¨®n casi imposible. Salvo en el caso de Estefan¨ªa Olaya, la letrada de la Audiencia Nacional, que respondi¨® de forma diligente y al c¨¦ntimo de los importes recuperados, el resto de las administraciones implicadas ¡ªAudiencia Provincial de M¨¢laga y Tribunal de Cuentas¡ª han tardado semanas en ofrecer una respuesta, y esta ha sido parcial y llena de lagunas. Sobre las causas juzgadas en la Audiencia Nacional ¡ªlos casos Saqueo 1 y Saqueo 2¡ª, la letrada Olaya explica: ¡°De Saqueo I est¨¢ pr¨¢cticamente todo pagado. La responsabilidad civil ascend¨ªa a 24.387.073,77 euros, m¨¢s los intereses, que se liquidaron en 11.280.919,55. Estas cantidades est¨¢n abonadas a trav¨¦s de la venta de distintos bienes inmuebles y del patrimonio societario, principalmente de Juan Antonio Roca [asesor y gerente de Urbanismo de Jes¨²s Gil]. La que nos queda pendiente ahora es Saqueo II. La Secci¨®n Tercera de la Audiencia Nacional impuso a los condenados la obligaci¨®n de pagar diversas cantidades indemnizatorias al Ayuntamiento de Marbella, algo m¨¢s de 51 millones de euros, y a la Seguridad Social, m¨¢s de 16 millones. Pero la ejecuci¨®n de los bienes embargados en este procedimiento est¨¢ resultando m¨¢s lenta por las diversas incidencias que surgen en esta fase de apremio...¡±.
O lo que viene a ser lo mismo: 20 a?os despu¨¦s del saqueo cometido por el entonces alcalde Jes¨²s Gil, su primer teniente de alcalde, Pedro Rom¨¢n, su gerente de Urbanismo, Juan Antonio Roca, y su sucesor en la alcald¨ªa, Juli¨¢n Mu?oz ¡ªadem¨¢s de las decenas de secundarios que se apuntaron a meter la mano en la caja y que tambi¨¦n resultaron condenados¡ª, la maquinaria del Estado no solo no ha conseguido ejecutar unas sentencias que se dictaron hace a?os ¡ªel Tribunal Supremo confirm¨® la de Saqueo I en 2010, la de Malaya en 2015 y Saqueo II en 2016¡ª, sino que a menudo se muestra ap¨¢tica a la hora de acometer los embargos. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de caudales p¨²blicos, el Tribunal de Cuentas abri¨® en su d¨ªa procedimientos paralelos a los de la Audiencia de M¨¢laga y la Audiencia Nacional y, de hecho, la mayor¨ªa de los bienes est¨¢n o estuvieron embargados por dos tribunales a la vez. Cuando se produce esta situaci¨®n, quien cobra primero es quien haya formulado antes la reclamaci¨®n en el registro de la propiedad, y en el caso de Marbella la mayor¨ªa de las preferencias las tiene el Tribunal de Cuentas. ?Qu¨¦ sucede si este tribunal ¡ªcomo han denunciado a este peri¨®dico varias fuentes¡ª no ejecuta los embargos o lo hace muy lentamente? Pues que quienes est¨¢n a la cola para ejecutar los bienes ¡ªen este caso Audiencia de M¨¢laga, Audiencia Nacional, Agencia Tributaria o Ayuntamiento de Marbella¡ª no lo hacen hasta que d¨¦ el paso el Tribunal de Cuentas, que tiene preferencia.
Despu¨¦s de casi un mes intentando obtener una respuesta, la portavoz de este ¨®rgano que fiscaliza las cuentas del Estado ha respondido que todav¨ªa se ¡°est¨¢ intentando conseguir la ejecuci¨®n de al menos 16 sentencias de juicios contables dictadas entre los a?os 2001 y 2007, con condenas que van desde los 6.000 euros hasta los 57 millones¡±, y que la cantidad total recaudada ¡°no se sabe¡±, pero s¨ª que ¡°al menos 172 millones de euros est¨¢n todav¨ªa pendientes de ejecuci¨®n y hay que seguir persiguiendo a los responsables¡±. Y a?ade: ¡°En el caso de Jes¨²s Gil, a los herederos, y tambi¨¦n se est¨¢ yendo contra Juli¨¢n Mu?oz, Juan Antonio Roca, Pedro Rom¨¢n... Est¨¢n embargados inmuebles, coches, motos, planes de pensiones, los derechos de autor de un libro que public¨® Juli¨¢n Mu?oz...¡±. Ante las preguntas de si alguno de estos procedimientos puede estar a punto de prescribir y si considera que esos 172 millones de euros que intenta cobrar desde hace al menos 15 a?os ¡ªla ¨²ltima sentencia fue de 2007¡ª podr¨¢n cobrarse realmente, el Tribunal de Cuentas no responde.
Por su parte, la Audiencia de M¨¢laga asegura que el dinero entregado a Marbella por la ejecuci¨®n de las condenas del caso Malaya es de 32 millones de euros y que pronto se alcanzar¨¢n otros pagos hasta completar un total de 42 millones.
¡ªEn total ¡ªresume el abogado Mario Ruiz¡ª habremos conseguido despu¨¦s de tantos a?os de esfuerzo recuperar 37 millones de euros en dinero y 12 o 15 en bienes. Y creo que es un ¨¦xito, pero, claro, en comparaci¨®n con lo que la ciudad perdi¨® sabe a poco...
Apenas un 10% de ese bot¨ªn valorado por la alcaldesa en m¨¢s de 500 millones. Una deuda con Hacienda que la ciudad sigue pagando a plazos y que provoca circunstancias tan curiosas como la que relata el abogado Mario Ruiz.
¡ªHar¨¢ un par de a?os, logramos conseguir 12 millones de euros de la venta de un hotel que ten¨ªa Juan Antonio Roca en Murcia. El juez Godino vino a entregar el cheque en mano, se hizo una ceremonia solemne y el pleno aprob¨® por unanimidad construir una residencia de ancianos.
¡ª?Y se construy¨®?
¡ªNo. Porque Hacienda lleg¨® al d¨ªa siguiente y dijo que ese dinero era para ellos, a cuenta del pago de la deuda. Tal cual. La alcaldesa dijo que no, que pele¨¢semos ese dinero. Y todav¨ªa estamos de pleitos.
De esta historia, que resume de forma muy gr¨¢fica las peripecias de una ciudad que persigue el bot¨ªn que se llev¨® un alcalde y sus secuaces, surgen varios interrogantes. Uno, obvio, es por qu¨¦ el Estado se muestra tan eficaz a la hora de enviar a un condenado a prisi¨®n y, sin embargo, es incapaz de recuperar el dinero robado. Otra, tambi¨¦n necesaria, es si las tropel¨ªas llevadas a cabo por Gil pueden servir todav¨ªa de excusa a la alcaldesa Mu?oz y a los dem¨¢s grupos municipales, que 20 a?os despu¨¦s a¨²n no han construido una residencia de ancianos de titularidad p¨²blica.
¡ªAqu¨ª ¡ªse justifica la regidora¡ª tenemos equipamiento privado de primer nivel, el problema es que durante muchos a?os hemos tenido un agujero de equipamiento p¨²blico.
El decano de los arquitectos de M¨¢laga, Francisco Sarabia, y el secretario general de CC OO, Fernando Cubillo, han alertado precisamente del aumento de la desigualdad. El decano Sanabria explica que en Marbella se est¨¢ produciendo ¡°una importante brecha social¡± entre ¡°un segmento de poblaci¨®n de mucho poder adquisitivo que llega a la ciudad atra¨ªdo por el lujo y ese otro segmento de trabajadores que se dedica a atenderles; una brecha que nuestros responsables pol¨ªticos deber¨ªan intentar corregir, intentando que todo ese lujo y esas plusval¨ªas retornaran de alguna manera¡± a las familias m¨¢s desprotegidas. Una brecha que se hace cada vez m¨¢s grande en el caso de la vivienda. ¡°Los pisos, incluidos los p¨²blicos, que se construyen en M¨¢laga y m¨¢s si cabe en Marbella¡±, explica Sanabria, ¡°est¨¢n fuera del alcance del salario de un trabajador medio; cada vez hay m¨¢s diferencia entre la clase trabajadora y la de alto standing¡±.
El sindicalista Cubillo exhibe una cantidad de datos abrumadora para llegar a un par de conclusiones: ¡°Los ingresos que genera el turismo no se quedan en Marbella. En primer lugar, porque muchas de las grandes empresas tur¨ªsticas pertenecen a fondos de inversi¨®n m¨¢s preocupados de blanquear recursos que de invertir. Valga este ejemplo: ?en qu¨¦ otra ciudad de 140.000 habitantes hay 2.947 empresas de actividades inmobiliarias? Y, en segundo lugar, el 51% de los trabajadores de M¨¢laga ingresan por debajo del salario m¨ªnimo. Esto en Marbella es peor a¨²n, porque la vivienda es m¨¢s cara y los trabajadores se tienen que ir. Ya no hablamos de barrios dormitorio, sino de comarcas dormitorio¡±.
En la ciudad del lujo, la desigualdad es cada vez mayor, y a pocos metros de las urbanizaciones m¨¢s exclusivas surgen cada vez m¨¢s barrios salpicados de pobreza. Rafaela S¨¢nchez, la responsable de C¨¢ritas en La Divina Pastora, dice que ¡°hay familias de parados que les da verg¨¹enza pedir para comer, cuando la verg¨¹enza deber¨ªamos sentirla los dem¨¢s¡±.
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