La guerra cae sobre las granjas gallegas: ¡°La subida de costes nos ha reventado la caja¡±

La granja de 270 vacas de V¨ªctor Bello acumula alabanzas y distinciones. Es una explotaci¨®n modelo, de esas que visitan los presidentes auton¨®micos y sus consejeros cuando se acercan elecciones. Pero este ganadero de Trazo (A Coru?a), que lleva 25 a?os trabajando 70 horas semanales y sin vacaciones por ¡°vocaci¨®n¡±, nunca se ha sentido tan desolado como ahora. A 4.000 kil¨®metros del frente, la guerra de Ucrania ha hecho estallar problemas arrastrados desde hace a?os en un sector esencial que se siente abandonado. ¡°La subida de costes me ha reventado la caja porque somos los que menos cobramos de Europa por la leche¡±, resume. Por si fuera poco, la industria l¨¢ctea ha anunciado que dejar¨¢ de recogerles los litros que orde?an a diario por la huelga del transporte. Es la primera vez en su vida que se plantea cerrar.

Bello pone n¨²meros al desastre. En la Galicia f¨¦rtil que se permite tener 400 hect¨¢reas de tierras agrarias abandonadas, este ganadero de 46 a?os depende del cereal for¨¢neo para alimentar a sus reses, sobre todo del que se cultiva en Ucrania, y ahora paga por ¨¦l 6.000 euros m¨¢s al mes. En este 2022 su factura de la luz ha escalado hasta los 3.400 euros mensuales, frente a los 1.200 del a?o pasado. El gasoil para mover su maquinaria cuesta el doble y el precio del fertilizante, que tambi¨¦n contiene derivados del petr¨®leo, va camino de triplicarse.

Con la globalizaci¨®n econ¨®mica, el sector agroalimentario en Espa?a, del que Galicia es una potencia, ha aumentado su dependencia del exterior. ¡°Es dif¨ªcil entender que en la comunidad gallega haya tierras abandonadas y no se usen para producir forrajes¡± con los que alimentar a los animales, apunta Roberto Garc¨ªa, portavoz del sindicato Uni¨®ns Agrarias. Garc¨ªa subraya que en Galicia, donde se produce el 40% de la leche de Espa?a, casi el 90% de las granjas venden por debajo del precio de coste fijado por las autoridades cuando a¨²n no hab¨ªa estallado la guerra en Ucrania (40 c¨¦ntimos el litro): ¡°No puede ser que seamos los que m¨¢s barato vendemos cuando tenemos costes parecidos al resto. Para bajar esos costes es imprescindible la tierra, usarla para producir forrajes¡±.

Bello coincide en que la guerra ha hecho estallar errores del pasado. ¡°Hay miles de hect¨¢reas de tierras agrarias en Galicia plantadas de eucaliptos y ahora resulta que dependemos del cereal de Ucrania¡±. Y plantea una cuesti¨®n ante una actividad que se va a pique: ¡°Imaginen que dependi¨¦ramos de la carne y la leche de Ucrania. ?C¨®mo estar¨ªa Espa?a ahora?¡±.

La subida salvaje de costes llega a un sector que lleva muchos a?os denunciando que se le paga por la leche el precio m¨¢s bajo de Europa. El margen que obtienen por la venta es ¨ªnfimo. El ganadero de Trazo guarda en casa recibos en pesetas de lo que le pagaban por la leche cuando empez¨®, hace ya 25 a?os, y ha descubierto con indignaci¨®n que rondan lo que a¨²n cobra hoy.

Los sindicatos agrarios citan casos de productos l¨¢cteos sin apenas transformaci¨®n en los que intermediarios se han llegado a embolsar beneficios del 600%. La Ley de la Cadena Alimentaria que pretende combatir esos abusos y erradicar la venta a p¨¦rdidas no se est¨¢ cumpliendo, denuncia Uni¨®ns Agrarias. ¡°El Gobierno pretende que sea el ganadero el que denuncie los incumplimientos, pero la leche es un producto perecedero y si los denunciados no se lo recogen, se pierde. Hay que poner a funcionarios a inspeccionar y sancionar¡±, defiende su portavoz, Roberto Garc¨ªa.

Bello asegura que la crisis en las granjas gallegas es de tal calibre que no quedan fuerzas ni para protestar. ¡°Nos sentimos muy desamparados y no vemos soluci¨®n. Hemos tenido momentos complicados, pero ninguno como este. Hay un silencio muy jodido¡­¡± Cuando ¨¦l empez¨® a finales de los noventa, en Galicia se ganaban la vida 100.000 ganaderos; ahora no llegan a 7.000, ilustra.

En este tiempo, Bello cree que la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC) de la Uni¨®n Europea ha ido deteriorando la imagen del campo, present¨¢ndolo ante la sociedad como ¡°un sector subvencionado¡± y ¡°banalizando la leche y la carne¡±. A su juicio, la UE deber¨ªa dejar de repartir ayudas para abaratar en origen los productos alimenticios b¨¢sicos, porque acaban recibi¨¦ndolas hasta terratenientes de la aristocracia. ¡°Esas ayudas deber¨ªan recibirlas las familias necesitadas para comprar esos productos b¨¢sicos. Y el productor deber¨ªa cubrir costes y tener ganancias¡±, sostiene.

La crisis sanitaria en la que la agricultura y ganader¨ªa fueron esenciales y no pararon ni en los peores momentos no ha servido para que este sector se sienta valorado. ¡°Ni con dos a?os de pandemia se ha dado cuenta la sociedad de que lo primero es comer¡±, lamenta Bello. Por primera vez se plantea incluso cerrar una explotaci¨®n en la que tambi¨¦n trabaja su pareja y tres empleados. A uno de ellos al que se le acaba el contrato el 1 de abril no le puede renovar. Para empezar, deber¨¢ pensarse bien, como el resto de sus compa?eros, si se lanza a gastar los 70.000 euros que le cuesta la campa?a de cultivo de forrajes que se prolonga durante el mes que viene y hasta mediados de mayo. La decisi¨®n es peliaguda y dolorosa: ¡°Tengo que pensar si planto forrajes para el a?o que viene o gastamos los que tenemos y cerramos¡±.