La mayor¨ªa de los ataques de Pegasus se produjeron tras la sentencia del ¡®proc¨¦s¡¯

M¨¢s de medio centenar de l¨ªderes independentistas catalanes fueron supuestamente espiados con el programa israel¨ª Pegasus, pero solo uno, el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi S¨¤nchez, fue v¨ªctima de este sistema durante el proc¨¦s, el desaf¨ªo secesionista que concluy¨® con la declaraci¨®n unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017. Durante aquellos meses en los que la Generalitat exhib¨ªa su pulso al Estado desobedeciendo al Tribunal Constitucional y organizando el refer¨¦ndum ilegal de independencia del 1-O, Pegasus no atac¨® los m¨®viles de los dirigentes secesionistas, pese a que en el caso de S¨¤nchez apunta a que ten¨ªa capacidad de hacerlo. Sin embargo, el inter¨¦s de Pegasus por los dirigentes independentistas se desat¨® a lo largo de 2019 y 2020, cuando los l¨ªderes del proc¨¦s ya hab¨ªan sido neutralizados por la v¨ªa judicial y el desaf¨ªo independentista hab¨ªa amainado.

El uso de Pegasus para conocer las intenciones y los movimientos del entorno independentista solo podr¨ªa ser legal si lo hubiera autorizado un juez, ya sea dentro de un procedimiento judicial de los muchos que se abrieron en los a?os ¨¢lgidos del proc¨¦s, o a trav¨¦s del permiso previo del magistrado del Tribunal Supremo encargado de controlar al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El servicio de inteligencia espa?ol tiene entre sus funciones la de ¡°prevenir y evitar cualquier amenaza a la integridad territorial de Espa?a¡±, y la ley que regula su control judicial previo considera que se pueden avalar medidas que afecten al secreto de las comunicaciones cuando ¡°resulten necesarias para el cumplimiento de las funciones asignadas al Centro¡±. Bajo este paraguas, se podr¨ªa haber solicitado la autorizaci¨®n judicial para interceptar las comunicaciones de los l¨ªderes independentistas, como de hecho se hizo mediante los sistemas habituales de intervenci¨®n telef¨®nica durante la instrucci¨®n judicial de algunas de las causas abiertas en el proc¨¦s.

Sin embargo, el grueso del presunto espionaje de Pegasus tuvo lugar cuando las principales causas judiciales contra los dirigentes independentistas ya estaban juzgadas o, al menos, con la instrucci¨®n terminada. De las 59 personas espiadas, seg¨²n el informe de Citizen Lab, solo los ataques a Jordi S¨¤nchez tienen aparentemente un v¨ªnculo claro con el proc¨¨s: ya en 2015, poco despu¨¦s de una gran manifestaci¨®n secesionista en Barcelona, recibi¨® el primer SMS de Pegasus. Y en 2017, cuando la asociaci¨®n que presid¨ªa lideraba las movilizaciones ciudadanas a favor de la independencia, fue atacado al menos cinco veces en fechas destacadas entre abril y octubre, entre ellas, en la Diada del 11 de septiembre, cuando la ANC congreg¨® alrededor de un mill¨®n de personas en las calles de Barcelona; y el 13 de octubre de ese a?o, tres d¨ªas antes de ser detenido y enviado a prisi¨®n preventiva acusado de sedici¨®n.

Pero, al margen de los ataques a S¨¤nchez, no se han documentado m¨¢s intrusiones de Pegasus durante 2017 y solo tres en 2018, cuando el Supremo estaba en plena instrucci¨®n de la causa del proc¨¦s. As¨ª, fueron pirateados los m¨®viles del presidente del PDeCAT, David Bonveh¨ª (seg¨²n el informe, ¡°en alg¨²n momento¡± entre el 30 de septiembre y el 30 de enero de 2019), y de Dolors Mas (¡±en alg¨²n momento¡± entre el 27 de septiembre de 2018 y el 28 de agosto de 2019), empresaria y pareja de Joan Matamala, amigo ¨ªntimo de Carles Puigdemont.

En 2019 fueron espiados, sin embargo, m¨¢s de una veintena de personas, siempre seg¨²n el informe de Citizen Lab. Entre febrero y junio el Supremo acogi¨® el juicio contra 12 l¨ªderes independentistas, pero la actividad de Pegasus alrededor de esas fechas es m¨ªnima, aunque existi¨®. Mientas se estaba celebrando la vista fueron atacados los m¨®viles de Bonveh¨ª; del diputado del Parlament por la CUP Carles Riera; o de Meritxell Bonet, periodista y esposa del entonces presidente de ?mnium Cultural, Jordi Cuixart, que estaba siendo juzgado y a quien Bonet visitaba en prisi¨®n. Pero las intrusiones del programa israel¨ª se incrementaron, sobre todo, a finales de ese a?o, tras la sentencia del Supremo que el 14 de octubre conden¨® a penas de entre 9 y 13 a?os de c¨¢rcel a 9 dirigentes secesionistas. A la publicaci¨®n de la resoluci¨®n judicial le siguieron d¨ªas de intensas movilizaciones que acabaron con decenas de detenidos, pero la principal actividad de Pegasus se produce semanas despu¨¦s, cuando estos episodios ya han cesado. Es el caso de la intrusi¨®n sufrida en noviembre por el m¨®vil de Matamala, cuyo terminal hab¨ªa sido atacado por primera vez en agosto; o por Josep Costa, abogado y exvicepresidente del Parlament, espiado supuestamente en diciembre y que tambi¨¦n lo hab¨ªa sido en julio.

Los ataques siguieron sucedi¨¦ndose en 2020, en pleno confinamiento decretado por el Gobierno el 14 de marzo para combatir la pandemia de covid-19. Durante los meses que dur¨® el estado de alarma (hasta mediados de junio), fueron presuntamente espiadas una decena de personas, entre ellas el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, el abogado Andreu Van den Eynde (defensor, entre otros, de Oriol Junqueras) o el exconsejero de Gobernaci¨®n de la Generalitat y exdiputado de ERC Xavier Vendrell, adem¨¢s de algunos atacados anteriormente, como Matamala o Bonveh¨ª. La actividad de Pegasus continu¨® durante el verano y hasta finales de ese a?o, cuando Espa?a viv¨ªa inmersa en la pandemia y el desaf¨ªo independentista hab¨ªa quedado aparentemente atr¨¢s.