La derecha europea enmienda la plana al PP de Feij¨®o por el impuesto a las energ¨¦ticas

Ursula von der Leyen, descendiente de una familia alemana de abolengo aristocr¨¢tico, miembro del Partido Popular Europeo, exministra de Angela Merkel y presidenta de la Comisi¨®n Europea, sali¨® este mi¨¦rcoles as¨ª en defensa de los impuestos extraordinarios a las compa?¨ªas energ¨¦ticas: ¡°En los tiempos en que vivimos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores. En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes m¨¢s los necesitan¡±. Solo 24 horas antes de estas palabras de Von der Leyen, su correligionaria espa?ola, la secretaria general y portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, despachaba ese tipo de argumentos como demag¨®gicos: ¡°La demagogia de decir que este impuesto va a ir directamente a proteger a los m¨¢s d¨¦biles es falsa¡±.

El PP, junto a Vox y Ciudadanos, vot¨® el martes en el Congreso contra la creaci¨®n de estos impuestos, una medida respaldada por una amplia mayor¨ªa de 187 diputados. En el debate, lo m¨¢s parecido al discurso de la presidenta de la Comisi¨®n Europea se escuch¨® entre los portavoces de la izquierda, como la socialista Patricia Blanquer: ¡°?Qui¨¦n puede estar en contra de ayudar a los que m¨¢s sufren a costa de los beneficios millonarios y crecientes que se embolsan bancos y energ¨¦ticas derivados precisamente de la situaci¨®n que est¨¢ asfixiando a las familias?¡±.

Las palabras de Von der Leyen para defender unos grav¨¢menes con los que Bruselas espera recaudar 140.000 millones de euros encontraron el respaldo inmediato de otro conservador alem¨¢n, este de la pura cepa de Baviera. Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo, defendi¨® sin rodeos la iniciativa de la Comisi¨®n: ¡°Hay que hacer m¨¢s. Los mercados est¨¢n especulando contra la solidaridad europea cuando el invierno ser¨¢ realmente caliente¡±.

El PP espa?ol se ha erigido en una nueva excepci¨®n ib¨¦rica, en este caso dentro de la derecha continental. El suyo es otro combate: desde?ar cualquier medida que contribuya a engordar ¡°la caja de S¨¢nchez¡±, una manera de referirse a la recaudaci¨®n fiscal del Estado que Gamarra emple¨® el martes en el Congreso en no menos de una decena de ocasiones. ¡°Nosotros apoyaremos todo lo que sea bajar los recibos a los espa?oles y que paguen menos impuestos, y no podemos apoyar medidas cuyo ¨²nico objetivo es que la caja del se?or S¨¢nchez tenga m¨¢s dinero a su disposici¨®n¡±, argument¨® la secretaria general del PP al anunciar su no a los nuevos impuestos.

A pesar de que la Comisi¨®n Europea ya se ven¨ªa inclinando desde hace d¨ªas por intervenir en los beneficios de las energ¨¦ticas, los populares se escudaron en Bruselas para sostener justamente lo contrario. Gamarra anunci¨® el voto negativo de su grupo a los nuevos grav¨¢menes, horas antes del debate del martes y tras unos d¨ªas de indecisi¨®n, a la vez que ped¨ªa un gesto al PSOE: retirar la propuesta a la espera de conocer el ¡°marco¡± fijado por Bruselas. Este mi¨¦rcoles, tras el anuncio de Von der Leyen, la portavoz del PP se adentr¨® por nuevos vericuetos argumentales: ¡°No son lo mismo. La tasa de Bruselas es para reducir los recibos de los europeos y el impuesto de S¨¢nchez solo para recaudar m¨¢s¡±.

La Comisi¨®n Europea ha bendecido solo los grav¨¢menes a las energ¨¦ticas, no a la banca, tambi¨¦n incluida en el paquete promovido por PSOE y Unidas Podemos. En este segundo caso, la derecha sostiene que contradice los criterios del Banco Central Europeo (BCE). Pero las andanadas de los populares han ido en bloque contra ambos impuestos. El martes, tras el anuncio de Gamarra, subi¨® a la tribuna del Congreso su compa?ero Mario Garc¨¦s, inspector de Hacienda y exsecretario de Estado de Servicios Sociales. Donde Bruselas ve un modo de impedir que las energ¨¦ticas se lucren m¨¢s a costa de los consumidores, Garc¨¦s solo apreci¨® una muestra de ¡°felon¨ªa fiscal permanente y generalizada¡±. Los nuevos grav¨¢menes, arguy¨® el diputado, son producto de un ¡°pensamiento decadente¡±, de la querencia de los socialistas por ¡°una econom¨ªa planificada, arbitraria y doctrinaria¡±, cuyos postulados est¨¢n pr¨®ximos ¡°al comunismo m¨¢s bilioso del siglo XX que pretende colectivizar grupos para estigmatizarlos¡±.

Antes de que hablase Von der Leyen, este mi¨¦rcoles hubo sesi¨®n de control al Gobierno en el Congreso, donde Pedro S¨¢nchez arremeti¨® contra Gamarra por oponerse a los impuestos extraordinarios. El presidente aprovech¨® para insistir en la tesis que defiende desde hace semanas: ¡°Nosotros gobernamos para la mayor¨ªa y cuando lo hicieron ustedes pusieron todas las instituciones al servicio de una minor¨ªa poderosa¡±. Gamarra evit¨® entrar en el asunto de los grav¨¢menes, y S¨¢nchez le arroj¨® una conclusi¨®n: ¡°El programa del PP es el de las grandes energ¨¦ticas de este pa¨ªs¡±.

Los populares tambi¨¦n interpelaron a la vicepresidenta tercera y ministra de Transici¨®n Energ¨¦tica, Teresa Ribera, a prop¨®sito de otro asunto bendecido por Bruselas: la ¡°excepci¨®n ib¨¦rica¡±, el mecanismo para limitar el precio del gas. El diputado Juan Diego Requena se lanz¨® contra Ribera: ¡°Esto es un timo y usted es la timadora¡±. Y no solo eso. Comoquiera que el nuevo mecanismo ha obligado a importar m¨¢s gas licuado de Rusia, Requena hizo a la vicepresidenta ¡°responsable de la financiaci¨®n de Putin¡±. Ribera prefiri¨® ¡°obviar los insultos¡± y se dedic¨® a dar las cifras que revelan que el sistema ha facilitado la ca¨ªda de precios en los mercados mayorista y regulado. Los populares obvian ese dato y se agarran a que, por el contrario, ha provocado subidas en los nuevos contratos del mercado libre.

Hay un reparo a la propuesta de los partidos del Gobierno que comparten sus detractores y algunos de los grupos que, pese a todo, votaron a favor de que la iniciativa se admitiese a tr¨¢mite: c¨®mo se puede determinar que las compa?¨ªas no repercutan este coste a los consumidores. En el propio Ejecutivo reconocen que el texto necesita importantes ajustes jur¨ªdicos que se introducir¨¢n durante el tr¨¢mite de elaboraci¨®n de la ley. Grupos que votaron a favor, como el PNV, tambi¨¦n anuncian enmiendas de fondo. El PP, de momento, est¨¢ en otra onda y ni siquiera sintoniza con sus correligionarios europeos.