Los ocho vocales rebeldes del Poder Judicial dilatan un acuerdo para el Constitucional que no garantizan
El grupo de miembros conservadores conjurados del ¨®rgano de gobierno de los jueces no ha decidido a¨²n si propondr¨¢ nombres concretos al sector progresista, que cuenta con sus candidatos al tribunal de garant¨ªas desde hace semanas
La primera reuni¨®n que los grupos conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) mantendr¨¢n el pr¨®ximo viernes se presenta sin expectativas de avances sustanciales en la negociaci¨®n para designar a los dos magistrados del Constitucional que le corresponde nombrar al ¨®rgano de gobierno de los jueces. Ni siquiera existe garant¨ªa alguna de que los representantes de los ocho vocales del Consejo conjurados para exigir unas ¡°reglas de juego¡± que est¨¢n dilatando todo el proceso vayan a acudir a la convocatoria con propuestas concretas de nombres de candidatos sobre los que iniciar el di¨¢logo.
La elecci¨®n de esos dos nombres es el eje de una negociaci¨®n que ya ha rebasado el l¨ªmite temporal legalmente establecido, un plazo que venc¨ªa este martes, 13 de septiembre. Sin embargo, el hecho de que esa fecha haya quedado atr¨¢s no ha imprimido un nuevo ritmo a un di¨¢logo que, en realidad, ni siquiera ha arrancado. De hecho, el grupo conservador les propuso a sus interlocutores del bloque progresista que la primera reuni¨®n para desbloquear la renovaci¨®n del Constitucional tuviera lugar la semana que viene, alej¨¢ndose sensiblemente del citado l¨ªmite legal, que fue establecido no ya para proponer candidatos, sino para haberlos elegido.
Para plantear que el primer encuentro fuera tras haber transcurrido al menos una semana despu¨¦s del plazo dado por la reforma legal que devolvi¨® competencias al Consejo del Poder Judicial y que pudiera proponer a los citados dos magistrados del ¨®rgano de garant¨ªas, el grupo conservador aleg¨® motivos de agenda. El argumento fue considerado por el grupo progresista como meramente dilatorio, con lo que la fijaci¨®n de la fecha para arrancar la negociaci¨®n estuvo a punto de convertirse en un episodio inicial conflictivo para la mesa de di¨¢logo.
Finalmente, el tira y afloja con las hojas del calendario se sald¨® con una convocatoria para el pr¨®ximo viernes: lo bastante lejos del 13 de septiembre para que se note que se ha rebasado el plazo legal, pero la misma semana en que debi¨® terminar la negociaci¨®n para renovar el tribunal de garant¨ªas. Esta primera reuni¨®n negociadora se har¨¢ por videoconferencia, ya que algunos de los vocales que han de participar en la cita siguen desempe?ando sus tareas jurisdiccionales en los lugares en que est¨¢n destinados, fuera de Madrid.
Escasas perspectivas de avance
Vistos los antecedentes de los tres meses transcurridos sin que se haya empezado siquiera a hablar de nombres de candidatos, y dado que ya ha sido dif¨ªcil incluso fijar la fecha para la primera reuni¨®n telem¨¢tica, la esperanza de que este inicio pueda servir para encauzar propuestas concretas es muy limitada, pr¨¢cticamente nula. En el caso de los conservadores, porque se muestran pasivos, a verlas venir, sin avanzar detalle alguno de cu¨¢l es la din¨¢mica que piensan seguir, ya sea por no desvelar su estrategia, o ya sea porque no la tienen, salvo que se trate de dilatar el proceso.
En el caso de los progresistas, la confianza en que en esta primera convocatoria se va a poder progresar hacia un acuerdo es muy escasa, no por falta de deseos de alcanzarlo, sino porque se teme una actitud de incomparecencia real de la contraparte. El sector de la izquierda judicial querr¨ªa que se pusieran nombres sobre la mesa sin m¨¢s proleg¨®menos, y de hecho tiene ya una primera propuesta compuesta sobre la que se hubiera podido empezar a negociar. Pero falta la otra mitad de la baraja, que nadie del sector conservador saca del caj¨®n.
Las identidades de los candidatos del sector progresista son conocidas desde comienzos del presente mes. De hecho, sonaban desde antes. Se trata de los magistrados del Supremo Jos¨¦ Manuel Bandr¨¦s, Pablo Lucas, ?ngeles Huet, Jacobo Barja de Quiroga y Eduardo Esp¨ªn. En cambio, desde el bloque conservador se sigue transmitiendo el mensaje de que no resulta f¨¢cil presentar candidatos porque muchos de los que hubieran podido serlo se han descartado, en parte, seg¨²n las fuentes consultadas, porque no hallan suficiente est¨ªmulo en la idea de ¡°acceder a un tribunal de garant¨ªas en el que van a estar en minor¨ªa¡±.
Esta situaci¨®n hace temer al sector progresista que sus interlocutores se han instalado en una estrategia dilatoria de la que ser¨¢ dif¨ªcil sacarles. De hecho, en medios del Consejo se manejan desde antes de la apertura del a?o judicial nombres como los de los magistrados Rafael Fern¨¢ndez Valverde, Francisco Mar¨ªn Cast¨¢n, In¨¦s Huerta, Antonio Sempere o Diego C¨®rdoba, todos ellos del ¨¢mbito conservador, que habr¨ªan manifestado su inter¨¦s en acceder al Constitucional sin que, de momento, su candidatura haya sido trasladada al grupo progresista, ni siquiera para un primer sondeo que permita abrir el di¨¢logo.
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