¡°Cainita¡± o ¡°deber moral¡±: dos visiones enfrentadas en los debates de las leyes de memoria
PP, Vox y Ciudadanos repiten los mismos argumentos que ya se plantearon en 2007, pese a que el propio texto los desmiente
¡°Cainita¡±, ¡°indigna¡±, ¡°indecente¡±, ¡°sectaria¡±, ¡°totalitaria¡±, ¡°ataque vil y miserable¡±, ¡°destructiva¡±, ¡°purga¡±, ¡°revanchista¡±, ¡°traici¨®n a los espa?oles¡±... Todo esto han dicho los partidos de la derecha sobre las leyes de memoria en Espa?a. ¡°Una ley para el reencuentro, que nos hace mejores como pa¨ªs¡±, ¡°deber moral¡±, ¡°impulso a los valores democr¨¢ticos¡±, ¡°acto de justicia¡±, ¡°deuda ¨¦tica¡±... han replicado los portavoces de la izquierda. Los debates parlamentarios sobre las dos normas de reparaci¨®n a las v¨ªctimas de la Guerra Civil y la dictadura ¡ªla de Memoria Hist¨®rica, aprobada en 2007, y la de Memoria Democr¨¢tica, que pas¨® su tr¨¢mite final el pasado mi¨¦rcoles en el Senado¡ª han estado entre los m¨¢s acalorados que se han vivido en las C¨¢maras. Ya lo reconoc¨ªa en 2007 el senador del PP Alejandro Mu?oz Alonso: ¡°Estoy seguro de que ninguna ley de las que han pasado por las Cortes en esta legislatura [la primera de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en la que se aprobaron, entre otras, la de Educaci¨®n, violencia de g¨¦nero, Igualdad, antitabaco, matrimonio homosexual o carn¨¦ por puntos] ha producido tanta pol¨¦mica y despertado tantas pasiones¡±. Y confesaba Casas i Bed¨®s, del grupo parlamentario de la extinta CiU, en la C¨¢mara alta: ¡°Con los vocer¨ªos que he escuchado esta tarde, creo que no hemos estado a la altura. Al escuchar algunas expresiones me daban ganas de salir del hemiciclo, ir a tomarme una copa y volver, porque me ha parecido demencial¡±.
Han pasado casi 15 a?os entre una ley y otra y muchos de los argumentos no han cambiado.
Lo que dice y lo que no dice la ley. La ¡°literalidad oculta¡±. Los dos aspectos de la legislaci¨®n en materia de memoria que m¨¢s pol¨¦mica han generado no aparecen en el texto. Son el supuesto ataque a la Transici¨®n y a la Constituci¨®n de 1978 y la supuesta inclusi¨®n de las v¨ªctimas del GAL como v¨ªctimas del franquismo. Ambas normas, la de 2007 y la de 2022, contienen en su exposici¨®n de motivos loas al periodo de restauraci¨®n de la democracia tras la muerte de Franco. Los primeros p¨¢rrafos de la de 2007 dicen: ¡°El esp¨ªritu de la Transici¨®n da sentido al modelo constitucional de convivencia m¨¢s fecundo que hayamos disfrutado nunca¡±. La ley de memoria democr¨¢tica de este a?o abunda en ello: ¡°El esp¨ªritu de nuestra Transici¨®n pol¨ªtica ha sido la base de la ¨¦poca de mayor esplendor y prosperidad que ha conocido nuestro pa¨ªs¡±. Pero ya en 2007 el PP se sirvi¨® de un nuevo concepto, ¡°la literalidad oculta¡±, para criticar no lo que dec¨ªa la ley, sino lo que este partido interpretaba que quer¨ªa decir. Argumentaba Mu?oz Alonso: ¡°En cualquier texto hay que distinguir el significado manifiesto y el latente. La estricta literalidad oculta tiene, y con frecuencia, una intenci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de la apariencia¡±.
Los diputados y senadores populares han sostenido que las leyes de memoria son ¡°una voladura¡± y ¡°una ¡°enmienda a la totalidad¡± a la Transici¨®n, al ¡°gran pacto constitucional de 1978¡å y a la Ley de Amnist¨ªa de 1977. M¨¢s all¨¢ de que el propio texto lo contradice, el diputado socialista Valent¨ªn Garc¨ªa G¨®mez recordaba en uno de los debates parlamentarios que Alianza Popular (la primera marca del PP) se abstuvo en la votaci¨®n de la Ley de Amnist¨ªa y que en 1978, al aprobarse el proyecto de Constituci¨®n, ocho de los diputados de AP la apoyaron, tres se abstuvieron y cinco votaron en contra. ¡°Quienes estuvieron m¨¢s fuera que dentro, ahora, 44 a?os despu¨¦s, no pueden, aunque quieran, apropiarse de la Transici¨®n¡±, afirm¨®. ERC, por su parte, ha afeado al PSOE lo contrario que el PP, es decir, lo que llama ¡°sacralizaci¨®n¡± de la Transici¨®n y que no se haya derogado la Ley de Amnist¨ªa. La nueva norma de memoria democr¨¢tica no la deroga, aunque recuerda ¡°la obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos¡± de interpretarla ¡°conforme al Derecho Internacional Humanitario, seg¨²n el cual los cr¨ªmenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideraci¨®n de imprescriptibles¡±.
El enredo con las v¨ªctimas de los GAL vino a prop¨®sito de la disposici¨®n adicional decimosexta de la ley de memoria democr¨¢tica, que establece la creaci¨®n de una comisi¨®n t¨¦cnica para estudiar posibles vulneraciones de derechos humanos hasta 1983, ya en democracia. Fue por una enmienda presentada por el PSOE y Unidas Podemos a su propio texto y para incluir a v¨ªctimas como Yolanda Gonz¨¢lez, asesinada por la extrema derecha en 1980. Pero al apoyarla, entre otros partidos, Bildu, la derecha ha interpretado que es una cesi¨®n a ¡°los herederos de ETA¡± y que podr¨ªa abrir la puerta a que v¨ªctimas del GAL esgrimieran sus casos como v¨ªctimas del franquismo. ¡°S¨¢nchez¡±, declar¨® In¨¦s Arrimadas, de Ciudadanos, ¡°entrega a Bildu la mal llamada ley de memoria para que reescriban nuestra historia democr¨¢tica quienes celebraban con cava los cr¨ªmenes de ETA¡±. El expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lleg¨® a decir que la ley es ¡°un disparate hecho por terroristas¡±.
Simetr¨ªa en los argumentos del PP, Vox y Ciudadanos. Las fuerzas pol¨ªticas de la derecha han insistido en los sucesivos debates en que las leyes de memoria reabren heridas, dividen a los espa?oles y pretenden reescribir la historia. Y lo han hecho empleando frases muy parecidas. Amelia Salanueva (PP): ¡°Es una ley revisionista¡ Nos oponemos a que se use el BOE para reescribir la historia, es una muestra de totalitarismo¡±; Jos¨¦ Manuel Mar¨ªn Gasc¨®n (Vox): ¡°Es la imposici¨®n totalitaria de una visi¨®n sectaria de la historia de Espa?a¡±; Jaime Mateu Ist¨²riz (PP): ¡°Es un proyecto indecente, rupturista con la convivencia y con unas consecuencias imprevisibles por las cuales la historia les juzgar¨¢¡±; Francisco Contreras (Vox): ¡°Divide a los espa?oles y a sus antepasados en buenos y malos, pretende suprimir la diversidad natural de opiniones sobre cuestiones hist¨®ricas¡±; Miguel S¨¢nchez L¨®pez (Ciudadanos): ¡°Vienen a rescatar el odio y el rencor por un pu?ado de votos. Es miserable¡±; Isidro Mart¨ªnez Oblanca (Foro): ¡°Desentierra odios e infecta a la sociedad de cainismo, revanchismo y sectarismo ideol¨®gico¡±.
La ley de memoria hist¨®rica lleva vigente casi 15 a?os y no consta que haya provocado enfrentamientos entre descendientes de uno y otro bando. En 2008, el CIS hizo un estudio titulado Memorias de la Guerra Civil y el franquismo en el que un 83,8% de los encuestados compart¨ªa que ¡°el Estado deber¨ªa ser el encargado de recuperar e identificar todos los restos [de v¨ªctimas de la represi¨®n franquista]¡± y un 72,2% se mostraba de acuerdo en que, ¡°durante el franquismo, las v¨ªctimas de la Guerra Civil tuvieron un reconocimiento diferente seg¨²n el bando al que pertenecieron¡±.
ETA, omnipresente. La protagonista de los ¨²ltimos plenos sobre la ley de memoria democr¨¢tica ha sido la banda terrorista, disuelta en 2018. Obviando que existe una ley de v¨ªctimas del terrorismo desde 2011 para ¡°rendir homenaje¡± y prestarles un ¡°apoyo integral¡±, varios grupos han planteado la ley de memoria como una especie de competici¨®n de v¨ªctimas. El l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, cit¨® a asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo a una foto-reuni¨®n en pleno debate en el Congreso. Algunos colectivos, como el que preside Consuelo Ord¨®?ez, hermana de un concejal popular asesinado por ETA, Gregorio Ord¨®?ez, se desmarcaron de la cita por considerar que les estaban ¡°utilizando¡±. Durante el debate de la ley, Salanueva (PP) declar¨®: ¡°?Acaso para este Gobierno son m¨¢s importantes las v¨ªctimas de la Guerra Civil que las de ETA? Parece que s¨ª¡±; Guillermo D¨ªaz (Ciudadanos): ¡°No miran al asesinado, preguntan las motivaciones del asesino. Si lo mat¨® un fascista, ok, a proteger su recuerdo por ley. Si lo mat¨® un terrorista, a tapar su recuerdo. Pintan pancartas con sangre ajena, tambi¨¦n la de las v¨ªctimas del franquismo, porque cuando uno es utilitarista lo es para todo. Como los asesinados de ETA estorban, se olvidan¡±. Estefan¨ªa Beltr¨¢n de Heredia, del PNV, replic¨®: ¡°Las v¨ªctimas del terrorismo tienen su propio marco regulatorio. Mezclar e intentar confundir es una actitud absolutamente rastrera y vil¡±.
Trato desigual. Otro de los mantras m¨¢s repetidos en los debates ha sido que se trata de una ley para las v¨ªctimas de un solo bando, el republicano. El texto no lo dice y el PSOE ha insistido muchas veces en que la norma ampara a todas las v¨ªctimas: ¡°La ley¡±, ha afirmado el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, ¡°define como v¨ªctima a toda persona que haya sufrido da?o f¨ªsico, moral o psicol¨®gico o menoscabo de sus derechos fundamentales¡± como consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura. Pero, como tambi¨¦n han se?alado los grupos de izquierda en ambas C¨¢maras, la mayor¨ªa de las v¨ªctimas sin reparar pertenecen al bando republicano porque durante la dictadura franquista los asesinados por ese bando ya fueron homenajeados. Sus familias fueron compensadas econ¨®micamente, y los responsables de los cr¨ªmenes, juzgados en la llamada Causa General, mientras que los descendientes de los asesinados por el bando franquista ni siquiera ten¨ªan un lugar al que llevar flores. Se podr¨ªa decir que la primera ley de memoria es obra de Franco, porque fue el dictador el primero en encargar un censo de desaparecidos y un protocolo de exhumaci¨®n de v¨ªctimas ¡ªsolo del bando llamado nacional¡ª. En todo caso, si familiares de un asesinado a manos del bando republicano solicitaran ayuda para exhumar los restos, la ley tambi¨¦n los ampara. Declar¨® durante el debate en el Congreso ??igo Errej¨®n, de M¨¢s Pa¨ªs: ¡°Hay una diferencia moral fundamental: los hijos y los nietos de los vencedores saldr¨¢n de aqu¨ª con sus derechos intactos; los hijos y los nietos de los que nunca se dieron por vencidos volveremos a casa con el orgullo de decirles que este pa¨ªs comienza a reconocerles la deuda que ten¨ªa con ellos¡±.
Intrusos en el debate: del aborto a la guerra de Ucrania. Otro de los aspectos que m¨¢s ha surgido en el Parlamento es si estas leyes hac¨ªan falta. Planteaba Salanueva (PP) en el Senado: ¡°?Acaso es la ley que necesitan los espa?oles en plena crisis energ¨¦tica, subida de precios e inflaci¨®n y una crisis geopol¨ªtica con la guerra a las puertas de Europa para solucionar sus problemas?¡±. A menudo, el debate sobre la ley de memoria ha derivado hacia otros temas. Dec¨ªa Alberto Catal¨¢n Higueras (UPN): ¡°?Por qu¨¦ en nuestro pa¨ªs se castiga el enaltecimiento del franquismo y del fascismo y no el del comunismo? ?Por qu¨¦ en Espa?a se persigue rezar ante una cl¨ªnica abortiva [el delito es acosar a las mujeres que acuden a ellas] y no se proh¨ªben los enaltecimientos de una banda terrorista? [el C¨®digo Penal ya lo castiga con penas de uno a tres a?os de c¨¢rcel].¡±
Legislar en materia de memoria no implica paralizar otras medidas impulsadas por cualquiera de los dem¨¢s ministerios. El relator de Naciones Unidas Pablo de Greiff, que ha asesorado al Gobierno espa?ol para elaborar esta ley y ahora forma parte de la misi¨®n de la ONU para Ucrania, recuerda que las pol¨ªticas de memoria ¡°no son un invento de Espa?a o de un partido pol¨ªtico, sino asuntos de Estado que responden a obligaciones internacionales¡±. De Greiff lamenta el ¡°desafortunado¡± enfrentamiento que la norma ha provocado en el Parlamento. ¡°La democracia espa?ola es mucho m¨¢s fuerte de lo que esas opiniones sugieren y no solo no se va a resentir con la nueva ley, sino que se va a fortalecer¡±, a?ade.
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