El Poder Judicial vegeta tras cuatro a?os de bloqueo
Los efectos de la interinidad del Consejo se han agravado tras la renuncia de Lesmes y la pol¨¦mica por el Constitucional
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tendr¨ªa que estar enfilando el ¨²ltimo a?o de un mandato de cinco. Seg¨²n el primer acuerdo alcanzado por el PSOE y el PP en noviembre de 2018, el presidente ser¨ªa el magistrado Manuel Marchena y habr¨ªa 11 vocales progresistas y 9 conservadores. En la carrera judicial se estar¨ªa ya hablando de qui¨¦nes se postulan para ser vocales del pr¨®ximo Consejo y los aspirantes estar¨ªan empezando a recabar apoyos entre sus compa?eros para tenerlos listos a la vuelta del verano, cuando el Consejo tendr¨ªa que enviar la lista de candidatos al Congreso y el Senado. Pero la realidad del ¨®rgano de gobierno de los jueces en Espa?a es muy distinta a la que ordena la Constituci¨®n y ese Consejo que ahora tendr¨ªa que estar apurando su mandato nunca existi¨®. En su lugar, los vocales elegidos en 2013 cumplen este domingo nueve a?os en el cargo, cuatro m¨¢s de los que marca la ley.
Tras el ¨²ltimo portazo del PP al pacto para renovar el CGPJ, cuando socialistas y populares lo daban ya por cerrado, el acuerdo entre los partidos se ve m¨¢s lejano que nunca a las puertas de un a?o con elecciones municipales, auton¨®micas y generales. Los consejeros, que llevan cuatro a?os con los despachos a medio recoger, asumen como muy probable que van a permanecer en el puesto hasta 2024, cuando hayan pasado los comicios generales.
¡°Hemos perdido toda esperanza. La sensaci¨®n es de decepci¨®n y frustraci¨®n¡±, afirma un vocal progresista, para quien el responsable ¨²nico es el Partido Popular. ¡°Nunca pens¨¦ que un partido que ha tenido responsabilidades de gobierno tenga esa ligereza a la hora de no renovar un ¨®rgano constitucional. El mayor desprestigio para Espa?a no es ni el modelo de consejo ni el de elecci¨®n, sino la no renovaci¨®n en s¨ª misma¡±, advierte en referencia a la exigencia de los populares de cambiar el modo de designaci¨®n de los miembros del CGPJ, la raz¨®n m¨¢s recurrente que han alegado los populares en estos cuatro a?os para negarse a renovar el ¨®rgano.
Los conservadores insisten en repartir culpas entre el PP y el Gobierno, al que acusan de ¡°boicotear¡± el pacto anunciando la reforma de la sedici¨®n. ¡°La situaci¨®n es vergonzosa, pero nuestra obligaci¨®n es seguir¡±, afirma un vocal de este sector que, como la mayor¨ªa de miembros del ¨®rgano, no se plantea dimitir. Todos defienden su gesti¨®n en el d¨ªa a d¨ªa del ¨®rgano de gobierno que, aseguran, permite que la justicia siga funcionando con cierta normalidad pese a lo excepcional de la situaci¨®n.
Pero, aunque los vocales sigan al frente, la pr¨®rroga del mandato est¨¢ afectando de manera muy directa al Poder Judicial. La consecuencia m¨¢s visible y que m¨¢s preocupa dentro y fuera del Consejo son las 69 vacantes que se acumulan ya en la c¨²pula de los principales ¨®rganos, empezando por el Tribunal Supremo, por el veto legal a que el CGPJ apruebe nombramientos discrecionales mientras est¨¦ en funciones. Al margen de las plazas sin cubrir, la situaci¨®n perjudica a la carrera de forma generalizada, asegura desde las asociaciones judiciales. ¡°Estar caducado hace cuatro a?os hace que pierdas fuerza respecto al resto de instituciones a las que tienes que estar reivindicando medios¡±, lamenta Mar¨ªa Jes¨²s del Barco, presidenta de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM), de tendencia conservadora y la mayoritaria de la carrera. De Barco pone un ejemplo reciente: en la ¨²ltima revisi¨®n de medidas de refuerzo para juzgados saturados o con necesidades especiales realizada por el Ministerio de Justicia, en septiembre pasado, cayeron muchas de las que estaban presupuestadas. ¡°El Consejo ha perdido autoridad moral y as¨ª es muy dif¨ªcil negociar nada¡±, se queja la presidenta de la APM.
Desde el lado progresista de la carrera las cosas no se ven mejor. ¡°Casi todo funciona, pero mal¡±, asegura Edmundo Rodr¨ªgue, miembro del escretariado de Juezas y Jueces para la Democracia (JJPD). ¡°Como no hay impulso, no hay nuevas iniciativas, no hay un objetivo que perseguir, es un ¨®rgano que vegeta¡±, a?ade Rodr¨ªguez, que incide en la falta de respuesta del ¨®rgano a los problemas de saturaci¨®n de muchos juzgados o la desidia en poner en marcha programas presenciales de formaci¨®n.
Los aniversarios de mandato prorrogado del CGPJ empiezan a ser ya una (mala) costumbre, pero los vocales admiten que del anterior a este han pasado muchas cosas que han agravado la situaci¨®n. La primera, la dimisi¨®n en octubre pasado del presidente, Carlos Lesmes, que ha dejado un ¨®rgano descabezado en el que la interinidad es visible hasta en las convocatorias p¨²blicas, donde junto al nombre del sustituto de Lesmes, el vocal Rafael Mozo, figuran siempre las siglas ¡°p. s.¡± (presidente suplente) y que en los actos organizados en el Supremo ha dado lugar a escenas llamativas al no tener sitio reservado en la presidencia (al frente de la cual se ha situado el jefe de la Sala Primera del tribunal, Francisco Mar¨ªn Cast¨¢n).
La elecci¨®n de Mozo, acordada por 16 de los 18 miembros del pleno y que est¨¢ recurrida ante el CGPJ, fue pactada como una decisi¨®n a corto plazo dando por hecho que las conversaciones que iniciaron el PSOE y el PP el d¨ªa de la dimisi¨®n de Lesmes dar¨ªan sus frutos. Pero ahora la mayor¨ªa de los vocales prev¨¦n que Mozo se jubilar¨¢ en el cargo el pr¨®ximo mes de julio, cuando cumple 72 a?os, y habr¨¢ que elegir a un nuevo sustituto del sustituto. Manteniendo la tesis de nombrar al vocal de mayor edad que gui¨® la designaci¨®n de Mozo, el encargo recaer¨ªa sobre Vicente Guilarte, del sector conservador.
Lesmes se fue sin cumplir su ¨²ltimo compromiso: dejar nombrados a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponde elegir al Gobierno. Dos meses despu¨¦s, el sector progresista y el conservador siguen sin ponerse de acuerdo y la negociaci¨®n se ha convertido, en palabras de un consejero progresista, en un ¡°vodevil¡± que ahonda en la maltrecha imagen del ¨®rgano. ¡°Hasta ahora, el desprestigio no era culpa nuestra. Nosotros est¨¢bamos cumpliendo nuestro trabajo, eran los partidos los que hac¨ªan el da?o no renovando el Consejo. Pero el espect¨¢culo de no nombrar a los magistrados del Constitucional es nuestra responsabilidad, no nos lo podemos permitir¡±, admite este vocal, que responsabiliza a los conservadores de ir solapando excusas desde el inicio de la negociaci¨®n.
Hasta ahora, pese a sus diferencias ideol¨®gicas, el ¨®rgano se ha mantenido relativamente unido frente a las cr¨ªticas y las dudas sobre su interinidad, y ha cerrado filas en las situaciones m¨¢s delicadas, como tras la dimisi¨®n de Lesmes, cuando las discrepancias iniciales sobre su sucesi¨®n se zanjaron con un acuerdo amplio entre los dos grupos. Pero la posibilidad de que el CGPJ deje los nombramientos sin hacer por falta de acuerdo abrir¨ªa una brecha entre los dos bloques que, admiten los vocales, puede tener consecuencias imprevisibles.
69 plazas sin cubrir en la c¨²pula judicial
El retraso de cuatro años en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha dejado ya 69 plazas vacantes en la cúpula judicial: más de un tercio de los alrededor de 200 puestos discrecionales en los principales tribunales. Las vacantes son consecuencia de la reforma legal impulsada en 2021 por el Gobierno para vetar que el actual Consejo pudiera seguir decidiendo sobre los principales cargos de la justicia. La carrera tiene opiniones encontradas sobre la oportunidad de esta medida, pero todos coinciden en que ha generado una situación difícil de sostener.
El Tribunal Supremo es el órgano más afectado, ya que todos sus magistrados son designados de forma discrecional, por lo que cada juez que se jubila, fallece o renuncia deja una silla vacía. Ya lo están 16 de sus 79 puestos, y de aquí a final de año está prevista la salida, por jubilación, de otro magistrado. Las salas más afectadas son la Tercera (Contencioso-Administrativo), con nueve vacantes, y la Cuarta (Social), donde ha habido que reestructurar las secciones de enjuiciamiento, pero las dificultades se extenderán el próximo año a todo el tribunal. Magistrados consultados consideran imprescindible negociar con el Ministerio de Justicia un plan de choque con medidas de refuerzo extraordinarias, un asunto que hasta ahora se ha estado posponiendo a la espera de la renovación.
Las vacantes afectan también a otros tribunales, desde la Audiencia Nacional (que tiene sin cubrir la presidencia de la Sala Penal) a más de medio centenar de puestos en Audiencias Provinciales y tribunales superiores de justicia, donde se encuentran pendientes de nombramiento siete presidencias.
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