El equilibrio dif¨ªcil de Grande- Marlaska: ni incomodar a Marruecos ni a la Guardia Civil
La gesti¨®n pol¨ªtica de la tragedia de Melilla bascula del ¡°bien resuelto¡± de S¨¢nchez en un primer momento al paso atr¨¢s al final de Unidas Podemos
Bruselas, 24 de junio. Hace pocas horas que cientos de migrantes y refugiados han entrado por la fuerza en un puesto fronterizo que conecta Nador y Melilla. Solo 133 han conseguido superar el cord¨®n policial, pero ya ha trascendido que hay muertos y heridos. En ese momento circulan como la p¨®lvora v¨ªdeos grabados por las propias fuerzas de seguridad marroqu¨ªes en los que se intuye una batalla campal o c¨®mo esos agentes golpean brutalmente a personas en el suelo. Tambi¨¦n aquellas im¨¢genes en las que se ven decenas de cuerpos ¡ªunos encima de otros, no se sabe si vivos o muertos¡ª rodeados por gendarmes marroqu¨ªes. Preguntado por el suceso, el presidente Pedro S¨¢nchez, responde a los periodistas: ¡°Si ustedes ven las im¨¢genes, ver¨¢n tambi¨¦n que la gendarmer¨ªa marroqu¨ª se ha empe?ado a fondo precisamente en tratar de evitar este salto violento a la valla de la ciudad aut¨®noma de Melilla. Por tanto, creo que es importante reconocer el extraordinario trabajo que est¨¢ haciendo el Gobierno marroqu¨ª en coordinaci¨®n con las fuerzas de seguridad de Espa?a [¡] Y, en este caso, bien resuelto¡±.
S¨¢nchez dijo despu¨¦s que no hab¨ªa visto las im¨¢genes y mostr¨® su solidaridad con las familias de los muertos, pero esas primeras declaraciones ¡ªaunque fuesen matizadas m¨¢s tarde¡ª marcar¨ªan el discurso que el ala socialista del Gobierno ha mantenido hasta hoy. Las ideas con las que se ha construido el relato oficial son m¨¢s o menos las mismas desde el primer d¨ªa: la culpa fue de las mafias, fue un ¡°ataque violento¡± e ¡°intolerable¡± por parte de los refugiados, y la actuaci¨®n de la Guardia Civil fue ¡°legal, templada y proporcionada¡±. Un equilibrio entre la defensa sin fisuras de la actuaci¨®n espa?ola y el silencio sobre la cuestionada actuaci¨®n marroqu¨ª. Por otro lado, nunca el PSOE hab¨ªa defendido tanto las devoluciones en caliente, que antes condenaba. Ni recurrido tanto a t¨¦rminos como ¡°ataque¡±, ¡°asalto¡±, ¡°violento¡± o ¡°salvaguardar la integridad territorial¡±.
Unidas Podemos, como ya le ha ocurrido otras veces en la cuesti¨®n migratoria, ten¨ªa una posici¨®n inc¨®moda. El 27 de junio, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Igualdad, Irene Montero, guard¨® silencio sobre el tema: varias de las preguntas que estaban dirigidas a ella las respondi¨® la portavoz del Gobierno, Isabel Rodr¨ªguez. Al d¨ªa siguiente, Montero ya dijo: ¡°Los hechos que hemos visto son insoportables y tremendamente dolorosos¡±. Pidi¨® ¡°una investigaci¨®n independiente¡± y poner a disposici¨®n de las familias de los fallecidos los servicios consulares espa?oles. ¡°Debemos conocer lo que ha pasado, por las familias de los fallecidos y como sociedad¡±, dec¨ªa ese mismo d¨ªa la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz.
Buena parte de la polvareda pol¨ªtica que ha generado este asunto tiene que ver con que la informaci¨®n se ha dado a cuentagotas. Ver¨®nica Fumanal, asesora en comunicaci¨®n pol¨ªtica, analiza el discurso oficial: ¡°Se quiso zanjar un tema que genera much¨ªsimo conflicto con Marruecos y desde entonces hay una huida hacia delante con un discurso que es insostenible para un Gobierno progresista. Se confi¨® en que pasar¨ªa el tiempo y esto dejar¨ªa de ser noticia¡±.
Tambi¨¦n se han negado hechos que luego han resultado ser ciertos. El 29 de junio, en el Congreso, Grande-Marlaska neg¨® que los agentes marroqu¨ªes entrasen en territorio espa?ol para ayudar a la Guardia Civil a devolver en caliente a los migrantes y refugiados. Respond¨ªa as¨ª al diputado de EH-Bildu, Jon I?arritu: ¡°Da por hechos probados que gendarmes marroqu¨ªes entraron en territorio espa?ol. Falsedades de este tipo, salvo existencia de prueba, le sugiero que no las repita¡±. Las im¨¢genes que prueban la incursi¨®n de gendarmes marroqu¨ªes pod¨ªan verse en el diario P¨²blico un d¨ªa despu¨¦s de la tragedia, pero el ministro, seg¨²n contaron en su entorno, no las hab¨ªa visto. El 21 de septiembre, en su primera comparecencia en el Congreso sobre el asunto, Grande-Marlaska ya no neg¨® la evidencia, pero rechaz¨® que los marroqu¨ªes actuasen en suelo espa?ol. Las im¨¢genes muestran que s¨ª lo hicieron.
El 3 de julio, en una entrevista a EL PA?S, el presidente S¨¢nchez, ante la pregunta de si tras ver las im¨¢genes que hab¨ªan circulado cre¨ªa que se estaban respetando los derechos humanos, respondi¨®: ¡°Me parece que esa respuesta la tiene que dar el Gobierno de Marruecos¡±. Es lo m¨¢s lejos que se ha llegado respecto a la actuaci¨®n del pa¨ªs vecino. Cinco d¨ªas despu¨¦s, Fernando Grande-Marlaska daba un espaldarazo p¨²blico a su socio en una visita a Rabat: el trabajo de Marruecos para contener la inmigraci¨®n irregular era ¡°importante¡± y deb¨ªa ser ¡°reconocido¡±. Parad¨®jicamente, las palabras m¨¢s cr¨ªticas las pronunci¨® la comisaria europea de Interior. Ylva Johanson insisti¨® en los ¡°medios violentos¡±, pero tambi¨¦n dijo: ¡°Es inaceptable que la gente muera de esta manera en nuestra frontera de la UE¡±. ¡°Hay que hacer todo por salvar vidas y tratar a la gente con respeto y de conformidad con sus derechos¡±.
Para entonces ya hab¨ªa mucha informaci¨®n que suscitaba m¨¢s preguntas que respuestas. La Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH) hab¨ªa denunciado que Marruecos estaba abriendo fosas en el cementerio de Nador para enterrar a toda prisa los cad¨¢veres [algo que Rabat ha negado]. Varias ONG ped¨ªan investigaciones a ambos lados de la frontera y los supervivientes, que hab¨ªan empezado a relatar las agresiones que hab¨ªan sufrido por parte de los agentes marroqu¨ªes, denunciaron incluso que fueron los golpes los que provocaron la muerte de algunos de ellos.
El asunto se enfri¨® durante el verano, pero a la vuelta de las vacaciones resucit¨® con la comparecencia de Grande-Marlaska el 21 de septiembre en el Congreso. All¨ª, el ministro asegur¨® que los hechos hab¨ªan ocurrido en un tercer pa¨ªs y solo ¡°tangencialmente¡± en Espa?a. Pero, ?d¨®nde empieza Espa?a en ese puesto fronterizo? ¡°Los l¨ªmites entre los pa¨ªses est¨¢n meridianamente claros desde hace muchos a?os¡±, afirm¨® el ministro el mi¨¦rcoles en el Congreso. Hasta hoy, aunque los diputados le han preguntado varias veces d¨®nde est¨¢n esos l¨ªmites, Grande-Marlaska no ha respondido.
Desde su ministerio se ha rechazado cualquier posible responsabilidad (por acci¨®n o por omisi¨®n) de las autoridades espa?olas y se ha generado confusi¨®n sobre la definici¨®n del territorio. Aunque la totalidad del recinto est¨¢ construida en Espa?a, como indican el catastro y los acuerdos internacionales que delimitan la frontera, el departamento de Grande-Marlaska rechaza de plano hasta hoy que Espa?a ejerza la soberan¨ªa sobre todo el lugar. Sus colaboradores han acu?ado conceptos como ¡°zona de tr¨¢nsito¡±, ¡°zona operacional conjunta¡± o ¡°tierra de nadie¡± que han ido desplazando de lugar. La ¡°tierra de nadie¡±, por aquellas fechas, la situaban en el patio bajo control marroqu¨ª donde se concentraron inicialmente cientos de personas mientras forzaban las puertas que dan acceso a Espa?a. Hasta que lleg¨® la BBC.
El 1 de noviembre, la cadena brit¨¢nica lanz¨® un documental sobre la tragedia. De las ocho revelaciones que presentaba el reportaje, siete ya hab¨ªan sido contadas por los medios espa?oles, pero profundizaba en un asunto a¨²n por explotar: m¨¢s all¨¢ de lo que dijese el catastro, la avalancha, que dej¨® muertos y heridos graves, se produjo tambi¨¦n en una zona que est¨¢ bajo control espa?ol. Tambi¨¦n situaba a los marroqu¨ªes entrando en esa zona y arrastrado a las v¨ªctimas de la avalancha hacia su lado. La BBC present¨® las mismas im¨¢genes que llevaban meses circulando, pero las localizaba por primera vez en el recinto con un guardia civil explicando a c¨¢mara que aquellas puertas por las que se precipit¨® la gente eran Espa?a. Interior critic¨® el documental por acusar de ¡°hechos tan graves¡± sin pruebas, e insisti¨® en que no hubo muertos del lado espa?ol.
A partir de ese d¨ªa, seg¨²n la informaci¨®n que se facilitaba desde el ministerio a los medios de comunicaci¨®n, la ¡°zona operacional conjunta¡± o la ¡°tierra de nadie¡± creci¨® unos metros y pas¨® a ocupar tambi¨¦n el espacio tras las puertas en el que cayeron las v¨ªctimas de la avalancha. Semanas despu¨¦s, ya no se niega que la avalancha dej¨® personas del lado espa?ol, pero se mantiene que no hubo muertos. Que haya fallecidos es importante por las consecuencias jur¨ªdicas que puede tener el caso en Espa?a y porque desmiente las palabras del ministro, pero mientras se pone el foco en ello se ignora que no hay dudas de que hubo heridos que quedaron atrapados del lado espa?ol y que las autoridades espa?olas no intervinieron.
La BBC reaviv¨® la presi¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica sobre el ministro. Tras casi cinco meses pidi¨¦ndolo, el 7 de noviembre un grupo de diputados de la Comisi¨®n de Interior viaj¨® a Melilla y pudo ver parte de las im¨¢genes a¨¦reas grabadas por la Guardia Civil. Los diputados salieron de all¨ª diciendo que la avalancha hab¨ªa dejado v¨ªctimas (e incluso muertos) en Espa?a. ¡°Todo parece indicar que se produjeron fallecidos en zona de control de las autoridades espa?olas y si ha ocurrido as¨ª son las autoridades espa?olas las que son competentes para llevar adelante las investigaciones¡±, declar¨® Enrique Santiago, diputado de Unidas Podemos. El 18 de noviembre, Unidas Podemos, junto a EH-Bildu y ERC, entre otros, pidieron una comisi¨®n de investigaci¨®n que tumbaron el PSOE y el PP.
Los medios, entre ellos EL PA?S, tambi¨¦n tuvieron acceso a algunos fragmentos de los v¨ªdeos. El visionado de las im¨¢genes revelaba detalles desconocidos como que el helic¨®ptero hab¨ªa registrado la avalancha y a la gente pidiendo auxilio, pero dej¨® de grabar el lugar enseguida. O que hab¨ªa personas aparentemente desmayadas en Melilla que no recibieron asistencia m¨¦dica. El 25 de noviembre, los diputados tuvieron acceso a puerta cerrada a todas las grabaciones. Los grupos volvieron a cuestionar las explicaciones dadas por Grande-Marlaska, aunque ese d¨ªa, Enrique Santiago ya hab¨ªa rebajado el tono. La pol¨¦mica generada por la rebaja de penas que trajo la ley del solo s¨ª es s¨ª hab¨ªa puesto en el disparadero a Irene Montero y el PSOE la apoy¨® ante los ataques de la derecha: no era el momento de crear m¨¢s divisiones. Santiago ya no es partidario de una comisi¨®n de investigaci¨®n.
El pasado 29 de noviembre, EL PA?S public¨® una investigaci¨®n junto a Lighthouse Reports y tres medios internacionales sobre la tragedia. El documental aporta nuevas evidencias: un testigo y los guardias marroqu¨ªes que fueron grabados arrastrando cuerpos del lado espa?ol al marroqu¨ª apuntan a que al menos hubo un muerto en la zona controlada por Espa?a. Al d¨ªa siguiente, el ministro volv¨ªa a comparecer. ¡°Cualquier conjetura como las que se est¨¢n realizando [¡] de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente de la Guardia Civil, hubiesen permitido que este tipo de hechos tr¨¢gicos sucediesen en nuestro pa¨ªs sin hacer nada, es una grave irresponsabilidad¡±. En sus tres intervenciones, durante las cuatro horas que dur¨® aproximadamente la comparecencia, el ministro mencion¨® la palabra ¡°violento¡± para referirse al ¡°ataque¡± 22 veces. La palabra ¡°Marruecos¡± apenas la cit¨® en cuatro ocasiones.
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