La Fiscal¨ªa archiva la investigaci¨®n sobre la tragedia de Melilla en la que murieron 23 personas
El ministerio p¨²blico no aprecia indicios de delito en la actuaci¨®n de los agentes espa?oles, sostiene que no presenciaron la avalancha y avala las devoluciones en caliente de migrantes y refugiados
La Fiscal¨ªa ha decidido archivar las diligencias sobre lo ocurrido el pasado 24 de junio en la frontera de Melilla que separa Espa?a de Marruecos. Seis meses despu¨¦s de los hechos, el ministerio p¨²blico no aprecia indicios de delito en la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad espa?olas en aquella jornada, en la que murieron, al menos, 23 personas. ¡°Del total de las diligencias de investigaci¨®n practicadas, no puede concluirse que la actuaci¨®n de los agentes intervinientes incrementara el riesgo para la vida e integridad f¨ªsica de los migrantes, por lo que no se les puede imputar un delito de homicidio imprudente¡±, concluye el escrito fiscal. Asimismo, a?ade, ¡°ninguno de los agentes actuantes en el operativo en tierra tuvo conocimiento de la avalancha producida y de sus fat¨ªdicas consecuencias¡±. Aunque la c¨¢mara del helic¨®ptero grab¨® la avalancha y el aplastamiento de decenas de de migrantes y refugiados, la Fiscal¨ªa asume que los agentes que sobrevolaron el lugar no supieron ¡°en ning¨²n momento que hab¨ªa personas en situaci¨®n de riesgo que necesitaban su auxilio¡±. De haberlo sabido, abunda, tampoco podr¨ªan haber prestado auxilio sin riesgo propio. La Fiscal¨ªa tambi¨¦n avala los 470 rechazos en frontera (devoluciones en caliente) realizados ¡°con la decisi¨®n necesaria, y sin demora¡±, por la Guardia Civil.
En su informe, por otro lado, la Fiscal¨ªa recuerda la obligaci¨®n de poner en marcha mecanismos ¡°reales¡± para garantizar que se pueda pedir asilo sin arriesgar la vida en las fronteras y se?ala la actuaci¨®n de algunos agentes que lanzaron ¡°decenas¡± de piedras contra los migrantes y refugiados durante la operaci¨®n policial por si fuesen causa de una infracci¨®n disciplinaria. El archivo de las diligencias, una hip¨®tesis con la que contaba el Ministerio del Interior, da ox¨ªgeno al ministro Fernando Grande-Marlaska, que ha mantenido una f¨¦rrea defensa de la actuaci¨®n espa?ola y ha evitado cualquier cr¨ªtica a las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes.
La ma?ana de aquel 24 de junio, cerca de 1.700 personas, seg¨²n fuentes oficiales, llegaron a la frontera de Nador con Melilla. Esta vez la intenci¨®n no era saltar la valla, sino forzar las puertas del puesto fronterizo de Barrio Chino que dan acceso a Espa?a. El recinto se convirti¨® en una ratonera, sin v¨ªa de escape. Los migrantes y refugiados lanzaron piedras y palos contra las fuerzas de seguridad, mientras que los agentes de ambos pa¨ªses dispararon durante m¨¢s de 40 minutos decenas de botes de humo y gas lacrim¨®geno. No consta, recoge el decreto, que el empleo de botes de humo lanzados por los agentes espa?oles ¡°produjera invisibilidad total ni supuestos de asfixia entre las personas all¨ª congregadas, toda vez que se trataba de un patio totalmente abierto en su parte superior y rodeado por vallas met¨¢licas, por lo que la entrada y salida de aire y otros gases era completamente fluida¡±.
Cuando el grupo logr¨® forzar las puertas del puesto fronterizo, se produjo una avalancha que dej¨® a decenas de personas aplastadas tanto en la zona de control operacional marroqu¨ª como en la espa?ola. Los tres agentes que volaban en el helic¨®ptero y vieron ese momento coincidieron en manifestar ante la fiscal que, ¡°a pesar de haber visto la aglomeraci¨®n de personas e incluso que unas saltaban por encima de otras, no pensaron que existiera riesgo para la integridad de los que all¨ª se hallaban¡±. De hecho, mantiene el escrito, en los audios grabados a partir de las 8.41 horas ¡°en ning¨²n momento se aprecia urgencia o sensaci¨®n de sorpresa, m¨¢s all¨¢ de la mera informaci¨®n de que la puerta hab¨ªa sido fracturada y los migrantes estaban entrando en territorio nacional¡±.
Tras el amontonamiento, la Guardia Civil se concentr¨® en contener a los cientos de personas que lograron entrar en Melilla, mientras que las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes despejaron el lugar de muertos y heridos. Las v¨ªctimas fueron golpeadas y amontonadas por los agentes marroqu¨ªes en una explanada en la que permanecieron al menos tres horas sin asistencia m¨¦dica. En este sentido la Fiscal¨ªa mantiene: ¡°Resulta evidente la falta de jurisdicci¨®n espa?ola para conocer de la actuaci¨®n desplegada por los agentes del orden p¨²blico de Marruecos en su pa¨ªs, antes, durante y con posterioridad a la avalancha mortal, as¨ª como en relaci¨®n con el trato dispensado a los migrantes, sanos o heridos, o a los cad¨¢veres y respecto a los tr¨¢mites seguidos para la identificaci¨®n de estos y entrega de los cuerpos a los familiares¡±.
El hecho de que la Fiscal¨ªa no vea delito no significa que se hayan despejado todas las dudas que a¨²n sobrevuelan sobre la forma de actuar de ambos pa¨ªses durante el incidente. Entre ellas, la tajante afirmaci¨®n de Grande-Marlaska de que no hubo muertos en el lado espa?ol. La ¨²ltima investigaci¨®n period¨ªstica sobre lo ocurrido, una colaboraci¨®n de Lighthouse Reports con EL PA?S y otros tres medios internacionales, aport¨®, de hecho, nuevas evidencias (la declaraci¨®n de un testigo y una conversaci¨®n entre agentes marroqu¨ªes cuando arrastraban cuerpos) que apuntan a que al menos una persona muri¨® en la zona espa?ola del recinto. La Fiscal¨ªa no entra en esta cuesti¨®n. Por su parte, varias organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos est¨¢n estudiando el escrito para estudiar la posibilidad de llevar el caso ante un juez.
La Fiscal¨ªa abri¨® diligencias el 28 de junio ante ¡°la trascendencia y gravedad¡± de lo ocurrido, conocido gracias a las im¨¢genes divulgadas en redes sociales. Los hechos pod¨ªan afectar a los derechos humanos y los derechos fundamentales, seg¨²n explic¨® la entonces fiscal general, Dolores Delgado. La investigaci¨®n, por otro lado, era compleja porque parte de los hechos sucedieron en Marruecos, un pa¨ªs que, seg¨²n se ha sabido estos meses, no ha colaborado demasiado en la investigaci¨®n y no ha facilitado, por ejemplo, las autopsias de los fallecidos. Los ¨²nicos datos oficiales sobre las muertes y sus causas, recuerda la Fiscal¨ªa en su escrito, son los facilitados por las autoridades marroqu¨ªes en el informe emitido a requerimiento del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Tras leer ese documento, la fiscal decidi¨® incluirlo en el procedimiento porque ¡°ning¨²n otro dato distinto de los all¨ª reflejados se iba a obtener por parte de las autoridades del pa¨ªs vecino con independencia de la herramienta de cooperaci¨®n judicial internacional que se empleara¡±. El escrito de la fiscal da credibilidad a la versi¨®n marroqu¨ª de que los migrantes y refugiados murieron por asfixia mec¨¢nica compatible con una presi¨®n tor¨¢cica externa en el momento de la estampida y que no presentaban hemorragias externas.
Sobre los cuestionamientos sobre la asistencia que se prest¨® a los heridos que entraron en Melilla la fiscal detalla que se produjeron al menos cinco desvanecimientos y que, conforme a las declaraciones de los agentes, estos fueron atendidos por miembros de la Guardia Civil con titulaci¨®n sanitaria, al menos en primeros auxilios y soporte vital b¨¢sico. Los agentes aseguraron que no requirieron asistencia m¨¦dica ¡°al margen de esa primera atenci¨®n¡±, por lo que fueron posteriormente entregados a las autoridades marroqu¨ªes. 134 personas lograron quedarse en Espa?a.
Las diligencias han estado coordinadas por la fiscal de sala de Extranjer¨ªa, Beatriz S¨¢nchez, que viaj¨® a Melilla en julio. All¨ª se entrevist¨® con cuatro supervivientes, tres agentes de la Polic¨ªa Nacional y 14 de la Guardia Civil, responsables de la vigilancia de la frontera. Tambi¨¦n se estudiaron diversos informes entregados por las fuerzas de seguridad del Estado y se analizaron las comunicaciones entre el Centro Operativo Complejo (COC), los pilotos del helic¨®ptero y del dron y los operativos de la Guardia Civil que se hallaban en el lugar de los hechos. Entre sus conclusiones, la Fiscal¨ªa se?ala que la actuaci¨®n de los migrantes, entre 700 y 800 personas [que entraron en el puesto fronterizo], ¡°fue en todo momento hostil y violenta, tanto hacia los agentes marroqu¨ªes como hacia los espa?oles¡±.
Un elemento clave de la investigaci¨®n han sido las im¨¢genes grabadas por un dron y un helic¨®ptero de la Guardia Civil. Esos v¨ªdeos, a los que tuvo acceso EL PA?S, permiten reconstruir parte de los hechos porque muestran momentos clave, como la llegada del grupo descendiendo el monte hacia la frontera, la avalancha que se produjo cuando lograron forzar las puertas que dan acceso a Espa?a y la posterior contenci¨®n de los agentes espa?oles de las cientos de personas que consiguieron entrar en Melilla. Las im¨¢genes fueron motivo de cuestionamiento al Ministerio del Interior, ya que presentaban grandes lapsos temporales de los que no hay registro. El Ministerio del Interior mantuvo siempre que facilit¨® todas las grabaciones disponibles y que los cortes se deben a motivos operacionales como el repostaje del helic¨®ptero o la necesidad de cambiar las bater¨ªas al dron. En ese sentido, se interrog¨® al piloto y copiloto del helic¨®ptero que sobrevol¨® la frontera durante los sucesos y al teniente coronel Arturo Ortega, jefe accidental de la Comandancia de Melilla, que confirm¨® esa cuesti¨®n.
Cuando trascendi¨® la gravedad del episodio en la frontera, tanto el Defensor del Pueblo como la Fiscal¨ªa abrieron sendas investigaciones. A lo largo de estos meses, el Defensor, que no investiga delitos, ha hecho p¨²blicas sus conclusiones, que difieren de las de la Fiscal¨ªa. Entre ellas, la instituci¨®n ha se?alado que la devoluci¨®n de 470 personas a Marruecos no se ajust¨® a la legalidad y ha pedido explicaciones sobre la falta de asistencia m¨¦dica a los heridos, no solo aquellos atrapados en el amontonamiento, sino tambi¨¦n a aquellos que entraron en Melilla.
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