Navarra impulsa la investigaci¨®n del c¨¢?amo como un sector estrat¨¦gico
El Gobierno foral lanza un proyecto para cultivar la planta con fines medicinales o terap¨¦uticos, dada su alta rentabilidad y su buena adaptaci¨®n al clima de la comunidad
Este 2023 se prev¨¦n cambios para flexibilizar la normativa espa?ola que regula la producci¨®n y comercializaci¨®n del c¨¢?amo, pero Navarra ya ha dado un paso adelante para aprovechar las posibilidades que entra?a este cultivo. El Gobierno foral se ha aliado con la Universidad P¨²blica de Navarra (UPNA), con el centro de investigaci¨®n biom¨¦dica Navarrabiomed, con el Instituto de Agrobiotecnolog¨ªa del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC-IDAB), con las sociedades p¨²blicas INTIA y Nasertic, y con la empresa privada Josenea para investigar, plantar y desarrollar variedades de c¨¢?amo que tengan bajos porcentajes de THC, el principio estupefaciente por el que es m¨¢s conocido, y que puedan destinarse a fines m¨¦dicos, cient¨ªficos, de investigaci¨®n o para el cultivo. Para ello la bautizada como Asociaci¨®n Navarra para la Investigaci¨®n del C¨¢?amo (ANIC) tendr¨¢ que tramitar una autorizaci¨®n previa de la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
La f¨®rmula es pionera en el territorio nacional, donde s¨ª existen ententes de empresas y universidades p¨²blicas o centros de investigaci¨®n, pero no con administraciones p¨²blicas involucradas, explican desde la asociaci¨®n impulsada en Navarra. En el futuro se permitir¨¢ la adhesi¨®n de nuevos socios, como agricultores o empresas farmac¨¦uticas, todo ello en una comunidad que es sede, por ejemplo, de Laboratorios Cinfa. La consejera navarra de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar G¨®mez, explica que llevan trabajando en el proyecto desde 2020. G¨®mez defiende que el cultivo del c¨¢?amo puede ser ¡°estrat¨¦gico¡± para la evoluci¨®n de la agricultura en la comunidad. ¡°Navarra tiene un gran potencial en toda la cadena de valor: un sector agrario fuerte, personal y centros de referencia en investigaci¨®n, as¨ª como importantes empresas tanto farmac¨¦uticas como agroalimentarias¡±, a?ade. Obtener la autorizaci¨®n de la AEMPS es un proceso complejo. En la actualidad, en Espa?a apenas hay 16 ententes o entidades autorizadas para investigar el c¨¢?amo, mientras que para producirlo con fines m¨¦dicos y/o cient¨ªficos solo se han emitido cinco licencias.
La asociaci¨®n impulsada por el Gobierno de Navarra pretende agrupar y coordinar a todos los actores que puedan llegar a operar con cualquier tipo de c¨¢?amo en la comunidad, desde centros de investigaci¨®n hasta agricultores, as¨ª como empresas que se especialicen en la transformaci¨®n industrial y comercializaci¨®n del producto final. Desde el Ejecutivo auton¨®mico consideran que tanto el c¨¢?amo industrial como el medicinal pueden constituir un cultivo alternativo para zonas econ¨®micamente desfavorecidas o en riesgo de despoblaci¨®n. La planta es conocida entre los expertos como el ¡°cerdo de los cultivos¡±, porque de ella se puede aprovechar pr¨¢cticamente todo y con una rentabilidad elevada.
Edurne Baroja, investigadora del CSIC-IDAB, apunta que la planta es ¡°agron¨®micamente interesante porque no es esquilmante, no es de las que consumen mucho del suelo, y es una alternativa buena dado que los suelos hoy en d¨ªa est¨¢n bastante empobrecidos¡±. A priori, Baroja considera que se adapta bien al clima navarro y que puede tener futuro por su elevada rentabilidad: ¡°En Navarra se cultiva principalmente cereal, pero la rentabilidad para el agricultor es m¨ªnima, muy, muy justa¡±.
La asociaci¨®n presentar¨¢ a la AEMPS un proyecto inicial con el objetivo de que les conceda una licencia de investigaci¨®n y, m¨¢s adelante, de cultivo. El plan consiste en un testeo de variedades y cuenta con una financiaci¨®n de 200.000 euros para el primer a?o de andadura. Los investigadores han seleccionado una treintena de variedades de c¨¢?amo ya autorizadas en la Uni¨®n Europea que tienen un alto contenido en CBD ¡ªcomponente no psicoactivo¡ª y bajo en THC, y que pueden adaptarse a las condiciones de cultivo de la comunidad foral. Se sembrar¨¢n esta misma primavera en condiciones controladas, en un invernadero. De ellas, se seleccionar¨¢n 10 para plantar en el campo y de estas, se quedar¨¢n con tres, con las que se realizar¨¢ un estudio m¨¢s pormenorizado.
¡°La etapa importante ser¨¢ durante la obtenci¨®n de la pl¨¢ntula, que luego se trasplantar¨¢¡±, explica la investigadora Edurne Baroja. ¡°Le haremos un seguimiento sobre el crecimiento fisiol¨®gico y fenol¨®gico del cultivo para determinar momentos ¨®ptimos o correlaciones buenas que nos permitan predecir si el cannabinoide no interesante, es decir, el psicoactivo, va a producirse en cantidades altas como para tener que eliminar la cosecha¡±.
Reconoce Baroja que es un proyecto a largo plazo, de al menos tres a?os, por lo que previsiblemente la normativa estatal cambiar¨¢ antes. Sin embargo, quieren aprovechar el tiempo: ¡°El objetivo es ir por delante de la normativa para que cuando esta cambie, podamos tener algo que ofertar. Es decir, adelantarnos al mercado y ofrecer variedades que cumplan los requisitos para que el agricultor las pueda utilizar sin riesgo a que le destruyan la cosecha¡±. Un segundo objetivo del estudio es caracterizar las plantas por su crecimiento y contenidos en cannabinoides y explorar as¨ª su posible comercializaci¨®n por industrias del sector agroalimentario, por ejemplo, como prote¨ªnas y l¨ªpidos de elevado inter¨¦s nutricional.
En esta primera fase, el proyecto se va a ubicar en la finca de Josenea (en Lumbier), que cumple con los estrictos requisitos exigidos por la AEMPS para poder investigar y cultivar el c¨¢?amo. Es un entorno cerrado, videovigilado y cercano tanto a un n¨²cleo de poblaci¨®n como a una comisar¨ªa de polic¨ªa. La elecci¨®n de la finca puede influir en el resultado del estudio por el clima, as¨ª que los investigadores plantean la posibilidad de repetir el an¨¢lisis en otras zonas m¨¢s h¨²medas o secas de Navarra.
La asociaci¨®n pretende obtener una autorizaci¨®n de la AEMPS bajo la cual puedan trabajar distintos agricultores. ¡°No obstante, las licencias, en principio, se enfocan a que sean de la asociaci¨®n, no a repartir entre los agricultores¡±, matizan sus responsables. Por lo que, si alguna entidad quiere trabajar en este ¨¢mbito en Navarra, deber¨¢ formar parte de ANIC.
La Asociaci¨®n de Profesionales del C¨¢?amo en Navarra ha criticado la puesta en marcha ¡°unilateral¡± y ¡°poco transparente¡± de ANIC. Critica que ninguna de la treintena de empresas dedicadas al comercio del c¨¢?amo en la comunidad foral ha recibido una invitaci¨®n seria para participar en la asociaci¨®n, a pesar de que algunas llevan ya dos d¨¦cadas en el sector. Asimismo, denuncia que en los ¨²ltimos tres a?os han sufrido constantes inspecciones e intervenciones policiales en sus establecimientos. La ¨²ltima, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que el Ejecutivo foral aprobara su incorporaci¨®n a ANIC.
Una normativa compleja
El Congreso de los Diputados cre¨® a mediados del a?o pasado una comisi¨®n para flexibilizar la compleja legislaci¨®n que regula en Espa?a el cultivo del c¨¢?amo. La previsi¨®n es que los cambios se puedan aplicar ya este a?o. Esta planta se cultiva desde hace milenios, fundamentalmente para obtener fibra, grano o semillas, es decir, tiene un uso industrial y carece o posee una proporci¨®n muy peque?a de THC, su principio estupefaciente. La Uni¨®n Europea permite su cultivo con un l¨ªmite del 0,3% de THC en la planta, lo que abre las puertas a sembrar hasta una treintena de variedades, pero en Espa?a, la normativa es m¨¢s r¨ªgida.
Los cultivos de plantas que puedan producir estupefacientes requieren la autorizaci¨®n previa de la AEMPS, incluso cuando se empleen semillas inscritas en el cat¨¢logo com¨²n de variedades de especies de plantas agr¨ªcolas de la UE. Hay una excepci¨®n: que las plantaciones no contengan THC y se destinen al cultivo industrial. Es el caso de las que se usan para el calzado de esparto, fines cosm¨¦ticos, la construcci¨®n o para el alpiste de los canarios (el ca?am¨®n). Si es as¨ª, no es necesario pedir una licencia y la regulaci¨®n depende del Ministerio de Agricultura.
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