La polic¨ªa deber¨¢ emitir un aviso previo ¡°verbal¡± y ¡°audible¡± antes de cargar contra una manifestaci¨®n

La reforma de la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza, que los partidos est¨¢n negociando en el Congreso, incluir¨¢ medidas para minimizar el riesgo de que las protestas callejeras acaben en altercados. Entre ellas, la obligaci¨®n de que los polic¨ªas que participen en el operativo de seguridad de una manifestaci¨®n lancen un aviso previo a los asistentes de que van a utilizar material antidisturbios para disolver la concentraci¨®n. ¡°Antes de adoptar las medidas, las unidades actuantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deber¨¢n avisar de tales medidas a las personas afectadas de manera verbal claramente audible, con indicaci¨®n expresa del plazo previo a la adopci¨®n efectiva de las mismas¡±, recoge el texto aprobado este jueves en la reuni¨®n de la ponencia parlamentaria, a cuyo contenido ha tenido acceso EL PA?S. La redacci¨®n es una propuesta recogida en una de las enmiendas conjuntas de PSOE y Unidas Podemos, aunque tambi¨¦n apuntaban en la misma l¨ªnea las propuestas por ERC.

No obstante, el texto prev¨¦ incorporar una excepci¨®n a esta medida: no ser¨¢ exigible la advertencia policial cuando ¡°se produzca una alteraci¨®n de la seguridad ciudadana con armas, artefactos explosivos u objetos contundentes o de cualquier otro modo peligroso¡±. En ese caso, los agentes ¡°podr¨¢n disolver la reuni¨®n o manifestaci¨®n o retirar los veh¨ªculos y obst¨¢culos sin necesidad de previo aviso¡±, detallan fuentes conocedoras del nuevo texto. La medida es similar a la que, desde hace a?os, ponen en pr¨¢ctica los Mossos d¡¯Esquadra en Catalu?a, cuyos agentes anuncian con meg¨¢fonos e, incluso, a trav¨¦s de sus perfiles de la red social Twitter la puesta en marcha de ¡°una intervenci¨®n policial inminente¡± para disolver una manifestaci¨®n con material antidisturbios.

La medida se convertir¨¢ en el punto tercero del art¨ªculo 23 de la futura ley, en el que se recogen diferentes aspectos del ejercicio del derecho de reuni¨®n y manifestaci¨®n en lugares p¨²blicos. En este mismo art¨ªculo, varios socios parlamentarios del Gobierno intentan incluir tambi¨¦n la prohibici¨®n expresa del uso de las pelotas de goma como material antidisturbios, a lo que se niega tanto el PSOE como los tres partidos de la derecha, PP, Vox y Ciudadanos. No obstante, el art¨ªculo ha sufrido otros cambios. As¨ª, en su primer punto se recoger¨¢ ahora que ¡°la carencia del tr¨¢mite previo de comunicaci¨®n [de la celebraci¨®n de una concentraci¨®n], aun pudiendo considerarse infracci¨®n leve, no ser¨¢ motivo para impedir el ejercicio de las libertades de reuni¨®n y manifestaci¨®n¡±. Hasta ahora, la falta de ese tr¨¢mite era motivo suficiente para que la polic¨ªa pueda disolver la protesta.

El nuevo texto que se quiere aprobar tambi¨¦n recalca que ¡°las medidas de intervenci¨®n [policial] para el mantenimiento o el restablecimiento de la seguridad ciudadana¡± deben guiarse ¡°en todo momento por un enfoque de derechos humanos y ser¨¢n graduales y proporcionadas a las circunstancias. La disoluci¨®n de reuniones y manifestaciones constituir¨¢ el ¨²ltimo recurso¡±, a?ade en l¨ªnea con una enmienda conjunta presentada por PSOE y Unidas Podemos. Este punto es uno de los que m¨¢s pol¨¦mica ha creado entre los sindicatos de la Polic¨ªa Nacional y las asociaciones de la Guardia Civil, que consideran que es la antesala a la prohibici¨®n del uso de las pelotas de goma, un material que los agentes consideran imprescindible para hacer frente a los altercados callejeros.

El texto del nuevo art¨ªculo 23 es uno de la quincena que este jueves se han incorporado al texto de la ponencia parlamentaria sobre la ley mordaza tras una reuni¨®n que ha durado poco m¨¢s de 40 minutos. Los partidos han acordado celebrar un nuevo encuentro la pr¨®xima semana para abordar la ¨²ltima media docena de los puntos de la ley en los que a¨²n no han llegado a acuerdo los grupos parlamentarios partidarios de la reforma: PSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, EH Bildu y Junts. Se trata, precisamente, de los aspectos de la norma que m¨¢s discrepancias genera entre ellos.

Adem¨¢s del acuerdo que recoge la utilizaci¨®n por parte de la polic¨ªa del material antidisturbios y, en concreto, de las pelotas de goma, a¨²n no hay consenso en el que fija las sanciones por faltas de respeto a los agentes (art¨ªculo 37.4); en el que avala los rechazos en frontera, conocidos como devoluciones en caliente, de migrantes en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla (disposici¨®n adicional d¨¦cima); en el que sanciona ¡°la desobediencia o resistencia a la autoridad o a sus agentes¡±, que fue masivamente utilizado por la polic¨ªa para castigar los que se saltaron el confinamiento durante la pandemia (art¨ªculo 36.6); en el que determina la responsabilidad subsidiaria de los convocantes de una manifestaci¨®n por los incidentes que se puedan producir en el transcurso de la misma (art¨ªculo 30.3), y en el que permite a las fuerzas de seguridad instalar controles en lugares p¨²blicos para identificar y cachear personas, y registrar veh¨ªculos (art¨ªculo 17.2).

Pese a estas diferencias, PSOE, Unidas Podemos y PNV creen que los avances alcanzados hasta ahora son ¡°suficientes¡± para sacar adelante la reforma. Sin embargo, ERC, EH Bildu y Junts consideran que el acuerdo est¨¢ ¡°muy lejos¡±, precisamente por las grandes diferencias que a¨²n hay en esta media docena de puntos, algunos de ellos considerados ¡°l¨ªneas rojas¡±.