El bloque de investidura orilla los art¨ªculos m¨¢s pol¨¦micos de la ¡®ley mordaza¡¯ para avanzar en su reforma
Los seis partidos han cerrado este martes cambios en una quincena de apartados, tras eludir abordar los seis que provocan discrepancias
La negociaci¨®n parlamentaria para la reforma de la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza, ha llegado este martes a la orilla de su particular r¨ªo Rubic¨®n que les impide cerrar un acuerdo. Los seis partidos que llevan cerca de un a?o negociando en la sombra ¨DPSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, EH Bildu y Junts¨D han mantenido un nuevo encuentro, esta vez de manera telem¨¢tica, para cerrar los cambios en una quincena de art¨ªculos de la pol¨¦mica ley que aprob¨® el PP con su mayor¨ªa absoluta en 2015, pero han evitado abordar los seis puntos que provocan mayores discrepancias, seg¨²n coinciden en detallar fuentes parlamentarias conocedoras del desarrollo de la reuni¨®n. Son los ¨²ltimos en los que no hay acuerdo y, por tanto, el escollo final para cerrar un acuerdo. Pese a estas diferencias, para PSOE, Unidas Podemos y PNV, los avances alcanzados hasta ahora son ¡°suficientes¡± para sacar adelante la reforma. ERC, EH Bildu y Junts creen, sin embargo, que el acuerdo est¨¢ ¡°muy lejos¡±.
Este martes, el caso m¨¢s significativo de ese intento de soslayar los puntos pol¨¦micos para avanzar en la negociaci¨®n ha sido el art¨ªculo 37, que detalla qu¨¦ infracciones son catalogadas como leves. Los representantes de los seis partidos han acordado cambios en cinco de los apartados del mismo, entre ellos el que pone fin a la obligaci¨®n de comunicar con car¨¢cter previo cualquier manifestaci¨®n. Sin embargo, han evitado abordar el punto cuarto, que fija las sanciones por faltas de respeto a los agentes, uno de los m¨¢s utilizados por las Fuerzas de Seguridad para sancionar. Hasta ahora, los socialistas se muestran intransigentes en este punto y han rechazado las dos propuestas planteadas para reformarlo. Una, la de Unidas Podemos, que quiere limitar estas sanciones a los ¡°insultos o injurias¡±, como ya recog¨ªa en las enmiendas que present¨® en solitario cuando se inici¨® el debate. La otra, la del PNV, propone castigar las ¡°expresiones o conductas¡± que desacrediten el ejercicio de la funci¨®n de los agentes.
Tampoco han abordado los apartados que recogen la utilizaci¨®n por parte de la Polic¨ªa del material antidisturbios y, en concreto, de las pelotas de goma para hacer frente a las algaradas callejeras (art¨ªculo 23); el que avala los rechazos en frontera, conocidos como devoluciones en caliente, de migrantes en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla (disposici¨®n adicional d¨¦cima); el que sanciona ¡°la desobediencia o resistencia a la autoridad o a sus agentes¡±, que fue masivamente utilizado por la polic¨ªa para castigar los que se saltaron el confinamiento durante la pandemia (art¨ªculo 36.6); el que determina la responsabilidad subsidiaria de los convocantes de una manifestaci¨®n por los incidentes que se puedan producir en el transcurso de la misma (art¨ªculo 30.3), y el que permite a las Fuerzas de Seguridad instalar controles en lugares p¨²blicos para identificar y cachear personas, y registrar veh¨ªculos (art¨ªculo 17.2). No obstante, las mismas fuentes detallan que en este ¨²ltimo punto hay un principio de acuerdo que los seis partidos intentar¨¢n cerrar en los pr¨®ximos d¨ªas.
En el resto de art¨ªculos abordados este martes ¨Dy que los seis partidos llevar¨¢n a la reuni¨®n de la ponencia parlamentaria que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo jueves con la presencia ya de PP, Vox y Ciudadanos, que se oponen a la reforma¨D, destacan algunos que provocan recelos entre los sindicatos y asociaciones de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil, que salieron a la calle en noviembre de 2021 para protestar por la reforma y que han mostrado recientemente su disposici¨®n a repetir las movilizaciones. As¨ª, los seis partidos han pactado incluir la exigencia de que tanto las declaraciones de los agentes como los textos de sus actas y atestados ¡°resulten coherentes, l¨®gicos y razonables¡± para que conserven la presunci¨®n de veracidad que hasta ahora les daba la ley sin ning¨²n condicionante. Los sindicatos policiales creen que estos requisitos pueden dejar sin cobertura legal muchas de sus actuaciones.
Otro punto acordado ha sido la reducci¨®n del importe de las multas para las infracciones leves y graves, y la modificaci¨®n de la cuant¨ªa inferior de las muy graves. As¨ª, las leves se situar¨ªan, si es aprobada la reforma, entre los 100 y los 500 euros (ahora llegan a los 600) y las graves, entre 501 y 25.000 euros (est¨¢n entre los 600 y los 30.000 euros). Finalmente, las muy graves ir¨ªan desde los 25.001 a los 600.000 (en la actualidad se mueven en la horquilla entre los 30.001 y los 600.000 euros).
Tambi¨¦n, se contempla la posibilidad de eludir en algunos casos el pago de las mismas mediante la reparaci¨®n del da?o causado, as¨ª como sustituirlas por ¡°actividades de reeducaci¨®n¡± en determinadas infracciones, entre ellas las que se impongan por consumir droga en la calle. Donde todav¨ªa hay alg¨²n fleco pendiente es en la redacci¨®n del nuevo art¨ªculo 53 bis de la ley, sobre el fraccionamiento o suspensi¨®n de las sanciones en funci¨®n de la capacidad econ¨®mica del infractor. El PSOE, que junto a Unidas Podemos hab¨ªa propuesto la modificaci¨®n de este punto, ha pedido ahora esperar a un informe del Ministerio de Hacienda para cerrarlo, coinciden en se?alar varias fuentes consultadas.
En la reuni¨®n tambi¨¦n se ha acordado incorporar al texto una disposici¨®n adicional, a partir de una enmienda de EH Bildu, para incluir en los programas de formaci¨®n de las Fuerzas de Seguridad del Estado, ¡°nuevos m¨®dulos formativos sobre mediaci¨®n y empleo de m¨¦todos adecuados como v¨ªa alternativa de soluci¨®n de conflictos¡±. Seg¨²n el texto, la mediaci¨®n deber¨¢ ser el ¡°est¨¢ndar de trabajo [de los polic¨ªas] ante la ciudadan¨ªa¡±.
Una excepci¨®n para la burundanga
Los seis partidos favorables a la reforma de la ley mordaza estudian como evitar que algunas de las modificaciones que pretenden incluir en el articulado tengas efectos indeseados, como ha ocurrido, por ejemplo, en la llamada ley del solo sí es sí. Fuentes conocedoras de la negociación señala que están buscando fórmulas para que la prevista rebaja de las multas por consumo de drogas en la vía pública no beneficie la tenencia de sustancias como la burundanga, el escopalomina, la ketamina o la GBL, no utilizadas para el autoconsumo sino para la llamada sumisión química que acompaña algunos casos la violencia sexual. Para ello, los partidos favorables a cambiar la norma estudian incluir en el articulado una mención específica a ellas para que su tenencia se siga castigando como hasta ahora, sin rebajas. El acuerdo, que se llevará a la reunión de la ponencia parlamentaria prevista para este jueves, pretende salir al paso a las recientes críticas lanzadas por el PP, contrario a la reforma de la ley mordaza y que aseguraba que los cambios que pretendía introducir el bloque de investidura iba a impedir a la policía sancionar a los que estas drogas.
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