Repatriados desde el infierno 44 meses despu¨¦s
Relato del calvario vivido por las mujeres y ni?os espa?oles repatriados este lunes desde Siria, del sufrimiento de sus familias y la lentitud del Gobierno espa?ol
Recordaba el jueves Mar¨ªa Yolanda Cobos que una de las cosas que m¨¢s hab¨ªa sufrido en los ¨²ltimos a?os fue saber que su hija sufr¨ªa problemas de salud, ansiedad; que no contaba con suficiente atenci¨®n m¨¦dica en el campamento sirio de Al Roj, a un tiro de piedra de la frontera sureste de Turqu¨ªa. Uno de esos problemas ocurri¨® en marzo del pasado a?o. Cobos y su marido, Luis Mart¨ªnez, sab¨ªan que algo le pasaba a Yolanda, recluida en el noreste sirio junto a los cuatro hijos que tuvo con el yihadista Omar el Harchi. Le dol¨ªa el pecho, hab¨ªa sido trasladada a un centro sanitario, pero no hab¨ªa informaci¨®n disponible sobre su estado. El dolor y frustraci¨®n en aquellos momentos de los padres de esta espa?ola fue muy grande. Seg¨²n lo relataba Cobos ante la prensa, en Madrid, con las manos en al pecho y una cruz cristiana por el cuello, su marido, Luis Mart¨ªnez, romp¨ªa a llorar de emoci¨®n. Porque la historia que precedi¨® a la repatriaci¨®n el lunes de 15 ciudadanos espa?oles desde el noreste sirio, entre ellos, su hija, casi cuatro a?os despu¨¦s de ser localizados, ha sido sin duda la de esos ni?os y mujeres varados en un limbo legal a las puertas de una guerra, pero tambi¨¦n la de los familiares que reclamaban su retorno sin respuesta de las autoridades.
La reportera
El relato no empieza en Siria sino en Madrid, muchos a?os antes de que el proyecto de califato echara a andar en el pa¨ªs ¨¢rabe. Es en la capital espa?ola donde Yolanda Mart¨ªnez, hoy de 37 a?os, y Luna Fern¨¢ndez, de 36, tambi¨¦n repatriada, contrajeron matrimonio con dos individuos a la postre vinculados a la brigada Al ?ndalus, una c¨¦lula de captaci¨®n de yihadistas que oper¨® en la mezquita de la M-30 de Madrid entre los a?os 2011 y 2014. Con ellos, con El Harchi y Mohamed el Amin Aabou, viajar¨ªan las dos hace algo m¨¢s de ocho a?os a Siria para formar parte de aquel autoproclamado Estado isl¨¢mico. En marzo de 2019, la aventura de terror que capitane¨® el terrorista iraqu¨ª Abubaker al Bagdadi lleg¨® a su fin con su derrota en la ciudad de Baguz. Los campamentos del Kurdist¨¢n sirio empezaron a abarrotarse de mujeres y ni?os vinculados a miembros del grupo Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). All¨ª, un mes despu¨¦s, en abril, la reportera de EL PA?S Natalia Sancha localiz¨® a tres mujeres espa?olas junto a sus cr¨ªos.
Para muchos familiares, como Manuela Grande, madre de Luna Fern¨¢ndez, o Hafida Dadach, abuela de cuatro ni?os hu¨¦rfanos repatriados, fue la primera prueba de vida que ten¨ªan en a?os. La revelaci¨®n fue tal que el contenido del v¨ªdeo apareci¨® incluido el pasado mi¨¦rcoles en el auto del juez Santiago Pedraz en el que orden¨® la prisi¨®n preventiva de Mart¨ªnez y Fern¨¢ndez, acusadas de pertenencia a organizaci¨®n terrorista. El ?rea de Protecci¨®n del Menor de la Comunidad de Madrid se ha hecho cargo de los menores¨D. Aquella primera aparici¨®n p¨²blica conten¨ªa un error: se mezclaban los apellidos Miludi y Fares para hablar de la misma mujer, pero eran dos personas diferentes. En total, cuatro mujeres con ra¨ªces espa?olas estaban recluidas en el noreste sirio. Junto a las dos repatriadas el lunes se encontraban Lubna Miludi, natural de Ceuta, y Lubna Fares, nacida en Marruecos, pero casada con un yihadista espa?ol.
El ministerio
¡°Despu¨¦s de aquello y de reunir la documentaci¨®n¡±, explic¨® el jueves el abogado Jos¨¦ Luis Laso, que representa a los familiares, ¡°nos recibi¨® el ministro Josep Borrell¡±. Fue el primero de los tres titulares de la cartera de Exteriores que han tenido que lidiar con la repatriaci¨®n de los espa?oles en los ¨²ltimos cuatro a?os. Borrell manifest¨® que hab¨ªa decidido traerlos, pero ah¨ª se qued¨® la cosa. As¨ª lo ha manifestado en alguna conversaci¨®n telef¨®nica Luis Mart¨ªnez, padre de Yolanda: ¡°Luego se fue a Europa [como alto representante de la Pol¨ªtica Exterior de la UE] y se olvid¨®¡±. Las gestiones quedaron paralizadas por las reticencias del Ministerio del Interior ante al riesgo de radicalizaci¨®n que supon¨ªan los reclusos.
El tiempo transcurri¨®. Junto a esas cuatro mujeres viv¨ªan en total 17 menores, todos bajo custodia de la administraci¨®n kurda que gobierna el noreste sirio. A partir de las entrevistas, testimonios e im¨¢genes recopiladas se puede describir los campamentos en los que estaban encerradas como una suerte de prisiones a cielo abierto en pleno desierto: violencia, hurtos, incendios; carencia de alimentos, comunicaci¨®n y sanidad, y proselitismo con la amenaza a¨²n latente de los rescoldos del ISIS.
La huida
Una de las tres mujeres que la periodista Natalia Sancha conoci¨® fue Lubna Fares, casada con Navid Sanati, un yihadista espa?ol de origen iran¨ª muerto en el frente. En febrero de 2020, Fares, que hoy tiene 44 a?os, escribi¨® a su suegra, Mahin Jafari, para contarle que se hab¨ªa escapado junto a sus tres hijos. No quer¨ªa seguir en Al Hol, campamento atestado de desplazados del califato y que ha llegado a albergar a m¨¢s de 60.000 personas. Desde entonces, las autoridades espa?olas no han logrado localizarla. Tampoco sabe d¨®nde est¨¢ la familia de Sanati, consultada por este peri¨®dico. La abuela de los ni?os no se encuentra bien; no se recuper¨® del golpe que sufri¨® con el terrible viaje al yihadismo de su hijo.
Por aquel entonces, Arancha Gonz¨¢lez Laya estaba al frente de Exteriores. Seg¨²n el relato de los abogados de las familias, Gonz¨¢lez Laya ignor¨® el tema de la repatriaci¨®n. Tambi¨¦n lo hizo, seg¨²n esta misma versi¨®n, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, todav¨ªa en el cargo. Pese a que las fuerzas de seguridad espa?olas hab¨ªan contactado con las familias en alg¨²n momento al inicio de las investigaciones, todo aquello se cort¨® de forma radical. El retorno de los espa?oles estaba bloqueado.
Bruselas
Hab¨ªa que llamar a otra puerta, as¨ª que el abogado Jos¨¦ Luis Laso parti¨® a Bruselas. Mientras se denunciaba ante el Parlamento Europeo la situaci¨®n que estaban sufriendo en los campos las mujeres y sus hijos, a finales de 2021 se present¨® un escrito en la Comisi¨®n de Peticiones de la Euroc¨¢mara para que esta consultara al Gobierno espa?ol sobre el proceso de repatriaciones. El 7 de febrero del pasado a?o, la comisi¨®n aprob¨® el requerimiento y envi¨® el escrito de las familias a Madrid. En una resoluci¨®n de marzo de 2021, el Parlamento Europeo hab¨ªa instado ya a los pa¨ªses miembros a repatriar a sus nacionales de los campos de Al Hol y Al Roj. El destinatario fue el nuevo ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares. Las familias no recibieron respuesta. El equipo de Albares manifest¨® que trabajaban con ¡°prudencia¡± en colaboraci¨®n con la Uni¨®n Europea, mientras esta defend¨ªa que en ¨²ltima instancia era un asunto nacional.
Justo cuando aquel escrito viajaba de Bruselas a Madrid, Abdurahman Aabou cumpl¨ªa el primer a?o de confinamiento en un correccional kurdo pegado a la frontera iraqu¨ª. El mayor de los hijos de Luna Fern¨¢ndez, como otros adolescentes de los campamentos, hab¨ªa sido separado de su madre y hermanos. Durante su estancia all¨ª, c¨¦lulas del ISIS asaltaron otro centro con menores, en la ciudad de Hasaka. La preocupaci¨®n en Madrid sobre el destino de los ni?os creci¨®. El siguiente en ser apartado podr¨ªa ser Bilal, el mayor de los v¨¢stagos de Yolanda Mart¨ªnez. La violencia hab¨ªa acabado con la vida de decenas de menores de 16 a?os desde la apertura de los campos que acog¨ªan a las familias de los yihadistas.
Miludi
Las familias de Mart¨ªnez, Fern¨¢ndez y Miludi, consultadas durante los ¨²ltimos meses, han afirmado siempre que las mujeres, pese a que conoc¨ªan que tendr¨ªan que rendir cuentas ante la justicia ¨Dla Audiencia Nacional pidi¨® su detenci¨®n despu¨¦s de ser localizadas en 2019¨D, quer¨ªan volver a Espa?a. Por fin, el pasado noviembre, el Gobierno hizo p¨²blico que aceptaba repatriarlos. Se puso en marcha el operativo para que antes de que acabara 2022, las tres, junto a los 14 ni?os bajo su cuidado, aterrizaran en Madrid. Pero surgi¨® un problema que retras¨® la misi¨®n: Lubna Miludi, de 29 a?os, madre de un ni?o de siete, recluida en el campo de Al Hol, estaba incomunicada.
Hac¨ªa cuatro meses que hab¨ªan podido hablar con ella por tel¨¦fono. La comunicaci¨®n desde los campos v¨ªa telef¨®nica requiere hacerse con un m¨®vil, contraviniendo la prohibici¨®n de los uniformados kurdos. Halil Miludi, padre de Lubna, expres¨® en su ¨²ltima conversaci¨®n con EL PA?S que ella quer¨ªa volver. El letrado de las familias, en contacto con ¨¦l, mantiene que el deseo de la mujer era regresar. Ese parec¨ªa el plan hasta que algo pas¨® con el tel¨¦fono que usaba la espa?ola a pocos d¨ªas de que el diplom¨¢tico Guillermo Anguera encabezara la delegaci¨®n enviada por el Gobierno hacia el noreste sirio.
A las 23.00 del lunes, un avi¨®n procedente de Kuwait aterriz¨® en la base de Torrej¨®n de Ardoz, en Madrid, con Yolanda Mart¨ªnez, Luna Fern¨¢ndez y los 13 ni?os a cargo de las dos mujeres, cuatro de ellos de un matrimonio muerto en el frente yihadista. Miludi no estaba. El objetivo ahora tanto de las autoridades como de la defensa es que ella vuelva a ¡°solicitar¡± de alg¨²n modo regresar a Espa?a; que vuelva a comunicarse para pedir su repatriaci¨®n si ese sigue siendo su deseo.
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