¡®Cynara¡¯, la primera lince criada a biber¨®n, madre de 15 cachorros, se jubila en la Costa del Sol en una parcela de 800 metros cuadrados
El ejemplar, de 16 a?os, ha sido trasladado a Selwo Aventura, en M¨¢laga, donde le han preparado un espacio para que descanse
Entre arbustos, sigilosa, Cynara camina su elegancia felina con despreocupaci¨®n. Mira con curiosidad a los visitantes y exhibe airosa su pelaje parduzco con peque?as motas negras, sus grandes orejas y su penetrante mirada. Pronto vuelve a desaparecer entre la vegetaci¨®n, con la calma que le da la experiencia. Camino de cumplir sus 17 a?os, este lince ib¨¦rico hembra se acaba de mudar de Ja¨¦n a M¨¢laga. Tras toda una vida en el Centro de Cr¨ªa del Lince La Olivilla ahora reside en Selwo Aventura, en Estepona, donde vive una relajada jubilaci¨®n tras criar a una quincena de cachorros, 13 de los cuales campean a sus anchas en libertad. Los otros dos seguir¨¢n su camino: forma parte del programa de conservaci¨®n de la especie que impulsan varias comunidades aut¨®nomas junto al Gobierno. En Espa?a hay solo 1.365 de estos animales.
Cynara es hija de uno de los ejemplares m¨¢s medi¨¢ticos de lince ib¨¦rico (Lynx pardinus). Su madre es Esperanza ¡ªnombrada as¨ª por lo que significaba para el futuro de la especie¡ª, que fue encontrada en estado cr¨ªtico en el hueco de un ¨¢rbol de Do?ana en 2001. Fue criada en el Zoobot¨¢nico de Jerez de la Frontera (C¨¢diz) y cinco meses despu¨¦s volvi¨® a casa al centro El Acebuche. Fue la segunda hembra en criar en cautividad y tuvo tres camadas antes de fallecer en 2014. En una de ellas, el 15 de abril de 2006, naci¨® Cynara, primera cr¨ªa mixta entre de las poblaciones aisladas que entonces hab¨ªa en Andaluc¨ªa, porque su padre, Jub, proced¨ªa de Sierra Morena. El problema es que su hermano, Cromo, muri¨®. Y ella fue abandonada a las 40 horas de nacer. Se convirti¨® as¨ª en el primer cachorro criado a biber¨®n.
¡°Ese fue el primer gran reto. El segundo fue su socializaci¨®n¡±, recuerda Mar¨ªa Jos¨¦ P¨¦rez, veterinaria del centro de cr¨ªa de La Olivilla. Para acompa?arla durante sus primeros meses de infancia trasladaron desde Jerez a un cachorro de bobcat ¡ªun lince rojo pariente del ib¨¦rico¡ª llamado Catalpa. Con ¨¦l jug¨® y aprendi¨®, hasta que m¨¢s tarde comenz¨® el tercer reto: la relaci¨®n con adultos de su misma especie. La super¨®. Y en 2014 tuvo su primera camada. ¡°Como ella hab¨ªa sido abandonada ten¨ªamos dudas, pero siempre ha tenido un comportamiento maternal fenomenal. Incluso ha adoptado a cachorros que sus madres hab¨ªan abandonado. Ha sido una madraza¡±, destaca P¨¦rez. De sus 15 cr¨ªas, 13 han sido ya liberadas para repoblar las poblaciones salvajes de Castilla-La Mancha, Montes de Toledo, Extremadura, Andaluc¨ªa y Portugal con la ilusi¨®n extra de que conserven su instinto maternal. Los dos restantes forman parte de la reserva gen¨¦tica y est¨¢n criando en los centros de conservaci¨®n: Lobato en La Olivilla y Norte?o en el Centro de Cr¨ªa en Cautividad de Lince Ib¨¦rico de Zarza de Granadilla (C¨¢ceres).
Ahora su madre, con 16 a?os, se ha jubilado en la Costa del Sol. Tras un acuerdo con la Junta de Andaluc¨ªa, en Selwo Aventura¡ªun enorme recinto con un millar de ejemplares de 109 especies animales, muchas amenazadas¡ªse le ha preparado un espacio de casi 800 metros cuadrados con la misma vegetaci¨®n que hubiese encontrado en libertad. ¡°Se ha adaptado muy r¨¢pido¡±, asegura la jefa del departamento de veterinaria del parque malague?o, Cecilia Sierra. Tambi¨¦n cuenta con un dormitorio con arenero, un par de troncos y un cub¨ªculo para dormir donde dispone de manta el¨¦ctrica. Es ah¨ª donde recibe su medicaci¨®n para la insuficiencia renal que sufre y la dieta a base de conejo, ya muerto. Una vez en semana, se suelta en su recinto una presa viva. Cynara la caza al instante. ¡°Tiene mucha experiencia y es muy efectiva¡±, destaca Eloy Serrano, de 52 a?os y jefe de conservaci¨®n de este zoo. La hembra est¨¢ en el l¨ªmite superior de la esperanza de vida de su especie, que ronda los 15 a?os en libertad y los 18 a?os en cautividad. Hay excepciones. Aura falleci¨® el pasado noviembre en El Acebuche con 20 a?os y seis meses.
Cuando los especialistas se acercan a Cynara siempre usan mascarilla. A sus 16 a?os esta lince es ya una abuela con achaques. Sus problemas de salud y sus dos temporadas sin criar ¡ªcuando cumplen 15 a?os se les suele retirar del programa de cr¨ªa¡ª recomendaron su jubilaci¨®n. Ahora tiene como vecino a Javo, lince ib¨¦rico nacido en 2009 que lleg¨® al centro malague?o en 2015 tras ser apartado del programa de cr¨ªa por el componente gen¨¦tico hereditario de su enfermedad: un test¨ªculo abdominal que no desciende. ?l lleg¨® a Estepona con Jud¨ªa, que sufri¨® un episodio de epilepsia juvenil, tambi¨¦n hereditario, con la que convivi¨® hasta que ella muri¨® hace dos inviernos. Ahora Javo vive en un espacio separado a la nueva inquilina, a la que este mi¨¦rcoles miraba con atenci¨®n, camuflado al pie de un ¨¢rbol. Van a permanecer separados un tiempo, pero la idea es que puedan convivir en el futuro. ¡°Lo vamos a intentar, pero con calma. Y si luego no hay buena relaci¨®n, no pasa nada, son animales solitarios¡±, afirma Serrano.
Mientras tanto, el mejor amigo de Cynara es Diego Rodr¨ªguez, de 30 a?os y nacido en Bail¨¦n (Ja¨¦n). Cada ma?ana acude a comprobar que el animal y su entorno est¨¢n en perfectas condiciones. El jiennense recuerda c¨®mo su padre lo llevaba a las cinco de la ma?ana al municipio cercano de And¨²jar para ver linces. ¡°Hac¨ªa mucho fr¨ªo, pero lo consegu¨ªamos. Lo mejor es que ahora tambi¨¦n los veo en mi pueblo, Bail¨¦n¡±, se?ala. El lince ib¨¦rico, aunque sigue en peligro de extinci¨®n, ha pasado de un censo de 94 ejemplares en 2004 a los 1.365 de la actualidad a la espera de las nuevas camadas, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico. Entre ellos est¨¢ Cynara, que disfruta de una dulce jubilaci¨®n con paseos al sol de invierno malague?o por su nuevo territorio, cerca de los lemures y no muy lejos de una pareja de pandas rojos y su cr¨ªa. Su nueva familia.
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