Golpe policial al intento de una mara de El Salvador de instalarse en Espa?a
La polic¨ªa desarticula en Barcelona los intentos de la pandilla centroamericana por asentarse ante el acoso en El Salvador del presidente Nayib Bukele
Hace un a?o, El Salvador comenz¨® una cacer¨ªa contra las maras centroamericanas como jam¨¢s se hab¨ªa visto. El presidente Nayib Bukele sac¨® al Ej¨¦rcito a la calle y puso en marcha un nuevo c¨®digo penal que permit¨ªa detener a menores desde los 12 a?os. Miles de uniformados comenzaron entonces a recorrer cada una de las colonias del pa¨ªs sin dejar una sola, incluidas las m¨¢s pobres, abandonadas y violentas en las que antes no entraban por temor. Comenzaba as¨ª una persecuci¨®n sin cuartel contra las pandillas y contra miles de j¨®venes sospechosos. Primero fueron a por los que ten¨ªan antecedentes. Luego a por los que alguna vez hab¨ªan pasado por una comisar¨ªa. Despu¨¦s a por los que ten¨ªan alg¨²n tatuaje y por ¨²ltimo a por cualquiera que estuviera en la calle despu¨¦s de las diez de la noche. Durante muchos d¨ªas, a muchos j¨®venes se les vio huir y esconderse monte arriba o pasar varios d¨ªas escondidos en bodegas y garajes. Otros muchos huyeron a los pa¨ªses vecinos por los puntos ciegos de la frontera. En medio del clamor de organismos internacionales, ONG e instituciones de derechos humanos que denunciaban los abusos y arbitrariedades de una operaci¨®n que ha dejado 175 muertos, el presidente Bukele detuvo a miles de personas, muchas de ellas inocentes, y desmont¨® un ej¨¦rcito de maras de m¨¢s de 60.000 personas que durante d¨¦cadas hab¨ªa sembrado el terror en el pa¨ªs centroamericano. Las principales organizaciones criminales de El Salvador, Salvatrucha-13, y las dos facciones del Barrio 18 ¡ªSure?os y Revolucionarios¡ª hab¨ªan quedado disueltas, y el pa¨ªs ha pasado en un a?o de ser uno de los m¨¢s violentos del mundo a contar con d¨ªas en los que no se contabiliza ning¨²n homicidio.
Ante la que se les ven¨ªa encima, algunos pandilleros corrieron tanto y tan r¨¢pido de El Salvador que decidieron huir y extender su implantaci¨®n. En unos casos han llegado a Tapachula, en el sur de M¨¦xico; a Guatemala y a Honduras y, en otros, han activado sus redes en Espa?a. Barrio 18 fue la primera en mover ficha y en ello estaba cuando una operaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional y la Gu¨¤rdia Urbana detuvo a 15 personas la semana pasada en Barcelona. Los intentos de las maras de continuar con la extorsi¨®n, el control de los barrios y los v¨ªnculos con carteles de la droga o las mafias del tr¨¢fico de personas, quedaron neutralizados con la detenci¨®n de un grupo de centroamericanos, varios paraguayos y un espa?ol con edades entre los 18 y los 37 a?os, en lo que ha supuesto la primera operaci¨®n contra La 18. La operaci¨®n incluy¨® el registro de seis domicilios y un local en los que se encontr¨® indumentaria y simbolog¨ªa vinculada a Barrio 18, documentaci¨®n, armas blancas, dinero en efectivo y material inform¨¢tico.
Seg¨²n fuentes policiales consultadas por EL PA?S que participaron en la operaci¨®n, las detenciones fueron resultado de ¡°una estrategia de seguimiento e inteligencia¡±. Seg¨²n estas fuentes, la maniobra habitual de las maras ¡°es activar c¨¦lulas que est¨¢n arraigadas en Espa?a, o sea que tienen permiso de residencia, pero que reciben la orden de ponerse en marcha en un momento concreto¡±.
La investigaci¨®n contra la mara ¡ªno se debe confundir con las pandillas juveniles de origen latino que son un producto genuinamente urbano y espa?ol¡ª se inici¨® en agosto, cuando los agentes detectaron que estaba tratando de conformar una clica, como es conocida la estructura m¨ªnima de la organizaci¨®n en cada territorio bajo su control. Para ello, hab¨ªan comenzado una intensa actividad de captaci¨®n y adoctrinamiento de menores de edad en centros educativos y zonas de ocio como canchas p¨²blicas de baloncesto o campos de f¨²tbol. ¡°Ya estaban reclutando a j¨®venes en los institutos y hab¨ªan comenzado con toda la parafernalia de marcar el territorio con pintadas y amenazas verbales a los comercios¡±, se?ala esta fuente.
Entre los detenidos hay l¨ªderes, soldados (miembros ya iniciados con plenos derechos), y paisas o aspirantes, que estaban a la espera del brincado, una especie de rito inici¨¢tico que consiste en propinarse palizas entre los miembros. La pandilla utilizaba las redes sociales para ensalzar los actos realizados por la clica, hacer proselitismo y amenazar a grupos rivales. El control de lo que ellos consideran su territorio se llevaba a cabo a trav¨¦s de la comisi¨®n de delitos de distinta naturaleza, como amenazas, lesiones, tr¨¢fico de estupefacientes o delitos contra el patrimonio, entre otros.
Hasta las detenciones de la semana pasada, el intento m¨¢s reciente de una mara centroamericana por expandirse en Espa?a fue hace una d¨¦cada, cuando la mara Salvatrucha intent¨® activar sus redes desde Alicante. Las siete franquicias espa?olas de la organizaci¨®n criminal salvadore?a trataron de unirse durante un encuentro secreto celebrado el 31 de diciembre de 2013. Seg¨²n la polic¨ªa, las siete clicas de la Salvatrucha celebraron una reuni¨®n en la que se cerr¨® un pacto para poner en marcha el llamado Programa 34. La operaci¨®n policial que termin¨® con la alianza criminal se sald¨® con 40 detenidos acusados de participar en la expansi¨®n del grupo delictivo. Posteriormente, fueron condenados a penas de hasta 12 a?os de c¨¢rcel.
La Polic¨ªa Nacional sigue muy de cerca lo que sucede en El Salvador y en el resto de pa¨ªses del Tri¨¢ngulo Norte Centroamericano y trabaja coordinadamente con Estados Unidos (Joint Task Force Vulcan), El Salvador, M¨¦xico, Honduras, Guatemala y Belice ante la presi¨®n a la que est¨¢n siendo sometidas las maras por Bukele y dada su necesidad de seguir manteniendo los ingresos, procedentes de la extorsi¨®n y la delincuencia, a los que hoy no tienen acceso.
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