Genios impactados por Galicia: del crep¨²sculo que noque¨® a Einstein al fantasma nazi que se le apareci¨® a Zweig

Desterrado y censurado por Hitler, el insigne escritor austriaco Stefan Zweig hizo una escala escalofriante en Vigo el 10 de agosto de 1936, mientras navegaba hacia Latinoam¨¦rica. En la ciudad gallega, con el golpe franquista a¨²n caliente, vislumbr¨® por primera vez la sombra del monstruo que estaba a punto de arrasar Europa. Presenci¨® c¨®mo colas de j¨®venes campesinos encabezados por curas entraban en el Ayuntamiento vigu¨¦s y sal¨ªan un cuarto de hora m¨¢s tarde ¡°completamente transformados¡±, enfundados en uniformes ¡°relucientes¡± y armados con fusiles y bayonetas. ¡°Me estremec¨ª. ?D¨®nde lo hab¨ªa visto antes? ?Primero en Italia y luego en Alemania!¡±, escribi¨® Zweig cinco a?os despu¨¦s en su obra El mundo de ayer. ¡°Era un poder nuevo que quer¨ªa el dominio¡±, que ¡°amaba la violencia¡± y que consideraba ¡°debilidades anticuadas¡± la paz y el entendimiento. Esa sensaci¨®n que le invadi¨® en Vigo de que la democracia europea estaba a punto de morir ya no le abandon¨® hasta su suicidio en 1942. El diario personal donde describi¨® aquel paseo puede verse en Espa?a por primera vez, junto a otras 300 huellas que la literatura, el paisaje o la m¨²sica de Galicia han ido dejando en la obra de m¨¢s de 50 genios universales.

Graham Greene, Luis Bu?uel, Federico Garc¨ªa Lorca, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Julio Cort¨¢zar, Albert Einstein, Anna Turbau, Ram¨®n y Cajal, Cristina Garc¨ªa Rodero, Borges, Isabel Coixet o Mike Oldfield. Todos, adem¨¢s de Zweig, tienen un sitio en la exposici¨®n Detr¨¢s do espello (Detr¨¢s del espejo), abierta desde este martes y hasta el 11 de junio en el Museo Gai¨¢s de la Cidade da Cultura de Santiago. ¡°Es el fruto de m¨¢s de un a?o de investigaci¨®n. Todos estos autores, adem¨¢s de compartir su fascinaci¨®n por Galicia, son m¨¢s que simples viajeros o aventureros: han aportado algo a nuestro patrimonio cultural¡±, destaca el escritor, m¨²sico, productor y director audiovisual Ant¨®n Reixa, comisario de la muestra.

El periodista y gestor cultural Xos¨¦ Luis Canido es coautor con Reixa de la exposici¨®n. Est¨¢ convencido de que Lorca se hizo poeta en Galicia. ¡°Lleg¨® por primera vez en 1916 siendo m¨²sico y, tras leer a Rosal¨ªa [de Castro], escribi¨® su primer libro, Impresiones y Paisajes¡±. El autor granadino lleg¨® a escribir una especie de confesi¨®n. Contaba que el paisaje gallego se hab¨ªa apoderado de ¨¦l, que lo hab¨ªa convertido en ¡°poeta de la alta hierba¡±: ¡°Me sent¨ª poeta gallego y una imperiosa necesidad de hacer versos¡±. La muestra revive al artista 85 a?os despu¨¦s de su muerte con una grabaci¨®n de 15 segundos en la que se le ve paseando entre risas por Vigo con su grupo teatral La Barraca.

Detr¨¢s del realismo m¨¢gico de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez se esconde tambi¨¦n un sello galaico. El colombiano visit¨® Galicia en 1983, justo despu¨¦s de recibir el Nobel, y desvel¨® que fue de su abuela originaria de estas tierras de quien aprendi¨® ¡°la manera de contar¡±. Tras ese viaje, en un art¨ªculo en EL PA?S titulado Viendo llover en Galicia, Gabo aup¨® al Obradoiro a su cima mundial de las plazas m¨¢s hermosas -hasta entonces el puesto era de la italiana Siena- y proclam¨® su amor por el lac¨®n, un manjar que cat¨®, sin saber siquiera su nombre, en los fogones de la anciana gallega que lo cri¨®. Aquella mujer habitaba, seg¨²n ¨¦l, ¡°un mundo sobrenatural donde todo era posible¡±.

A Graham Greene el v¨ªnculo con Galicia le lleg¨® a trav¨¦s de la meditaci¨®n y el vino. Atesor¨® dos grandes amigos gallegos: el te¨®logo Leopoldo Dur¨¢n y el gaiteiro y viticultor Antonio Nogueiras. El novelista brit¨¢nico conoci¨® a este ¨²ltimo durante sus estancias en el monasterio de Oseira (San Crist¨®bal de Cea-Ourense), un lugar en el que busc¨® refugio durante varios veranos, de 1973 a 1989. Entre sus muros escribi¨® Monsignor Quixote, obra en la que inmortaliz¨® a Nogueiras como Don Diego. Pese a que ni siquiera hablaban el mismo idioma, con ¨¦l se sentaba cada tarde a ver pasar la vida en una bodega cercana al cenobio cisterciense.

As¨ª acab¨® la melod¨ªa de un afilador de Ourense en un disco de Miles Davis

El marco temporal de la muestra organizada por la Conseller¨ªa de Cultura va de 1917 a 2020. Arranca con el fot¨®grafo franc¨¦s George Chevalier, que el mismo a?o de la Revoluci¨®n Rusa plasm¨® las m¨¢s antiguas im¨¢genes en color que se conservan de Galicia. Su mecenas, el banquero Albert Kahn, le financi¨® a Chevalier una campa?a por el planeta para que plasmara con su c¨¢mara el mundo que se desvanec¨ªa con la Primera Guerra Mundial. El territorio gallego fue una de las zonas elegidas. Las fotos que ahora se pueden ver en el museo de la Cidade da Cultura las custodia el parisino Museo Albert Kahn de Boulonge-Billancourt.

Hubo dos premios nobel que difundieron las bondades de Galicia por el mundo. Ah¨ª est¨¢ la promoci¨®n internacional que el cient¨ªfico Santiago Ram¨®n y Cajal hizo en 1906 al certificar y recomendar las aguas medicinales de Cabreiro¨¢, en Ver¨ªn (Ourense), y que oblig¨® a crear una l¨ªnea de transporte entre el balneario y la costa para trasladar a los extranjeros que llegaban en barco para probarlas. ¡°Riqueza de colores y puesta de sol en Vigo, incomparable¡±, anot¨® en su diario Albert Einstein en 1925 tras presenciar el crep¨²sculo sobre las islas C¨ªes desde la cubierta de un trasatl¨¢ntico.

La m¨²sica ocupa un lugar importante en la muestra del Museo Gai¨¢s. Una de las historias m¨¢s sorprendentes es la del capador y afilador Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez, vecino de Nogueira de Ramu¨ªn (Ourense), y de c¨®mo una de las melod¨ªas que ¨¦l interpret¨® con el chiflo en 1952 para el music¨®logo Alan Lomax acab¨® en un disco de Miles Davis. La Alborada de Vigo se convirti¨® en el arranque de The Pan Piper, del album Sketches of Spain del c¨¦lebre trompetista de jazz. Rodr¨ªguez recibi¨® por aquel hito 200 pesetas, dinero con el que emigr¨® a Venezuela y mont¨® una tienda de fotograf¨ªa. M¨¢s profunda fue la huella que dej¨® el m¨ªtico grupo folk Luar na Lubre en Mike Oldfield. ¡°La exposici¨®n va de nuestra identidad como sociedad y pueblo, porque no la confeccionamos solo nosotros, sino tambi¨¦n los dem¨¢s¡±, concluye Canido.